Partida Rol por web

Levantando mi enorme espadón, y apoyándolo sobre el hombro, esperé a que la criatura de fuego que estaba invocando Darkan llegara por fin a nuestro lado:

- Tordin, tengo incluso mas ganas que tu de enfrentarme a esa asquerosa criatura de los Avernos, pero creo en el buen juicio de Darkan: es mejor que la criatura que ha convocado vaya deshaciendo las telarañas que inundan el lugar. Esta armadura, digamos que es ya de por sí dificil de mover sin necesidad de que toneladas de pegajosa tela se interponga en mi camino...

Tras eso, me dispuse a seguir al enano y a la elfa. La astuta Aranea se había desplazado hacia nosotros, por el lado izquierdo, y no estaba dispuesto a que nos embotellase en el puente:

- Rapido!! En cuanto la criatura de fuego prenda la tela, hemos de salir a ese patio!! Es la única manera de aprovechar nuestra superioridad, Tordin!!

Sabía que Darkan y Melowin aprepvecharían su habilidades mas allá de mi comprensión, así que no juzgué oportuno decirles nada mas. Sin embargo, el enano y yo, ambos luchando cuerpo a cuerpo, tendríamos que tratar de rodear a la araña para hostigarla por ambos lados.

Mis compañeros se situan en posición de ataque cuando yo acabo la invocación del elemental de fuego. - Avanza zigzagueando hacia la araña y ataca a ese ser maligno - le ordeno al pequeño elemental con la intención de prender la mayor extensión de telarañas posible.

La luz que desprende el elemental nos ayuda a ver mejor el interior del pegajoso vestíbulo del castillo y aprovecho para cargar, preparar la ballesta y apuntar por si apareciera la aranea. Apenas avanzo. Me mantengo en el límite, fuera de la zona enganchosa de las telarañas, para evitar molestar a mis compañeros.

- Ahora os toca a vosotros - pienso en ellos no sin una pizca de inquietud por su seguridad.