Partida Rol por web

-Mhnn...mmm...- Se notaba que la felyne estaba intentando encontrar las palabras para explicar bien, por fortuna tenia buena memoria. -Girros ser...difíciles tratar...violentas...carroñeras...mejor de esta forma. Aroma...- Tocándose un poco la nariz para que Radha se centrara en eso.- Adormecer, sin olor ellas un poco....sin ver...ciegas! Eso...no ser buenas conversadoras, mejor tenerlas así.- Aseguro la felyne mientras estaba en la destiladora preparando lo que parecía ser un vial de un color amarillo bastante vibrante, casi como si brillara con luz propia, pero solo era una sensación.

Radha se marcho hacia el recinto de las Prey, este no habia cambiado demasiado lo único que si podía ver era que su casa estaba tomando bastante forma. Estaban usando un estilo tradicional, era una primera planta bastante larga junto con un tejado que la rodeaba, al mismo tiempo se estaba haciendo una segunda planta en ese momento, un poco mas pequeña que la segunda, fuera como fuera la casa aun estaba en construcción y era difícil el saber como quedaría al final. El recinto estaba vigilada por una felyne que en ese momento estaba dando de comer a las prey, tenia como unas chuletas en su mano y tiraba la carne hacia arriba que era rápidamente pescado por una de las pequeñas prey que tenia que pelear contra sus hermanas para comerlo, pero no era una pelea feroz solo mordisqueaban la carne y intentaban llevárselas.

La drome estaba tumbada, tenia un cascabel en la base de la cola y en ese momento no estaba atada, por el momento llevaba un antifaz negro que le impedía ver pero parecía realmente tranquila, no tenia bozal ni nada y cuando alguna de sus hijas se acercaba, ella olfateaba y seguía tumbada.

Radha miraba a la felyne con curiosidad pues todo parecía indicar que la gatita tenía más problemas para hablar humano que otras que había visto antes, y eso como mínimo era peculiar, no obstante por lo mismo una vez hizo todas sus preguntas la bárbara tuvo paciencia a la hora de esperar las respuestas.

— Oh vaya, entiendo… — o eso pensó la cazadora, pues al hecho de las dificultades que tenía la felyne se sumaría que ella no era precisamente la estrella más brillante en el cielo, sin embargo ayudada por los gestos ajenos la humana pudo hacerse una idea más clara: las Girros serían peligrosas si no estaban adormecidas. — ¿Pero no las daña ese olor? — acto seguido preguntó basada en aquello que le había dicho Galea un par de veces, eso sobre que mantener a una criatura drogada mucho tiempo le haría daño pasado cierto punto.

Tampoco pasó desaparecida para ella la sustancia que estaba destilando la minina, misma que le llamó la atención especialmente por el color similar al miembro de la Girros mayor — ¿Qué es eso? — preguntó curiosa.

*****

Luego de revisar a las serpientes Radha llegó con las Prey, aunque primero que nada le llamó la atención cómo iba progresando su casa; aquello sin duda se veía mucho mejor que antes, y eso que todavía estaba en construcción. Al tiempo que esbozaba una sonrisa la bárbara no pudo evitar preguntarse cómo se vería todo al final.

Ya acercándose más a las criaturas Radha saludó a la felyne guardiana de ese recinto, acto seguido cual pequeña sorprendida vio cómo comían — Hasta a mí se me antojó — confesó sin vergüenza ni duda, aunque invariablemente su atención terminó sobre la Drome…

— ¡Hey, hola! — siendo así exclamó en general, tanto a la mayor como las pequeñas, pues no olvidaba a Azu y a la otra. Al menos ellas no estaban adormiladas, pero se preguntaba cómo reaccionaría la Drome…

-No dañar, solo calmar, las dejara tranquilas...- Aseguro la felyne antes de mostrar el liquido amarillo, depende de la luz que le tocara parecía de un color verdoso. -Esto? Esto para Galea...ella hacer drogas...muy potentes.- Explico rápidamente la felyne antes de seguir con lo suyo.

Era muy diferente el trato de una criatura a otra, las prey se movían en un sentido de manada y casi recordaban a una manada de lobas que se dejaban hacer hasta cierto punto, ademas de que no habían intentado escapar en ningún momento asi que era una buena señal. Cuando Radha hablo las prey se pusieron un momento en alerta mirando a la barbara antes de volver a luchar por despedazar esos trozos de carne, nuevamente no parecía que estuvieran peleando de por si era mas como...mostrar la fuerza a sus hermanas.

La que si que reacciono diferente fue la Drome, la cual mostró sus dientes un momento y golpeo una vez con su cola en el suelo haciendo que sonaran los cascabeles unos segundos. -Voz...conozco...- Siseo la Drome mientras se levantaba pero parecía en cierta forma un poco torpe, quizás fuera por los ojos tapados. Fue olfateando el aire antes de mirar hacia la dirección de Radha, sin dejar de mostrar los dientes, como gruñendo. -Tu vencer...pequeño bocadito...grrr...- Golpeo un par de veces el suelo con la cola haciendo sonar mas los cascabeles antes de dejar de mostrar los dientes como si ya no estuviera en actitud defensiva, pero se la notaba alerta.

-Si no hacer...daño a criás...no morder...- Era como si la alfa estuviera mas preocupada de sus hijas que de ella misma, en parte era el sentido de manada.

— ¿Sabes si algún día dejarán de estar así? — aprovechando Radha preguntó a la felyne, dado que tenía la oportunidad. Por otro lado al escuchar sobre lo que estaba destilando aquella se sorprendió bastante — Jum… ustedes son geniales, saben hacer muchas cosas — entonces la bárbara sintió el impulso de darle una palmada sobre la cabeza a la gatita, pero viendo lo concentrada que estaba supuso que no era la mejor idea, además, apenas la conocía de nada. Sin querer interrumpirla de más, pues, la cazadora siguió con lo suyo…

Ver a las Prey tan movidas era casi estimulante para la humana, pues eso quería decir que estaban sanas y supuso que felices o al menos con ánimos de competir así, además de esa manera no le darían demasiado problemas a su cuidadora, lo que ya por sí solo era bueno. Su atención pasó entonces a la Drome, misma a la que contempló con cierto cuidado de no ponerla más agresiva cuando enseñó los dientes; el coletazo al suelo la hizo ponerse un poco seria, pero no demasiado.

El que la llamara de esa manera hizo que Radha sonriera, pues sin duda era obvio que la recordaba pero a la vez que no había perdido su voluntad, lo cual hablaba de la fuerza ajena; durante un tiempo más la bárbara no haría movimientos demasiado bruscos a fin de no alertarla.

— No estoy aquí para hacerles daño, a ninguna — tras escuchar su advertencia, la humana respondió con voz clara — Es todo lo contrario, quiero que estén cómodas y tranquilas aquí, fuera de peligro, a cambio de que no ataquen a nadie… — explicó como si se lo estuviera proponiendo — Así que como vez, tus crías y tú estarán seguras en mis tierras — sin embargo debía dejar en claro su posición y no porque quisiera presumirla, sino porque estaba clara la cadena de mando allí, o en otras palabras, la Drome podría tener su manda si no intentaban pasar por encima de Radha misma.

— ¿Tienes un nombre? — luego preguntó aunque la respuesta se la podía imaginar, al menos si la Drome y las Prey eran similares a las Barroth…

-Solo tiempo decir.- Aseguro la felyne que cuidaba de las girros, no parecía muy segura de lo que estaba diciendo pero de todas formas ella seguía con su trabajo. No consiguió mas que un par de frasquitos antes de que la maquina dejara de funcionar y se apagara, solo la felyne sabia como funcionaba la destilería, pero había dado sus frutos.

-Mhnnnn....- La Drome estaba mirando en la dirección donde estaba Radha, pero con el antifaz que llevaba era complicado saber como estaba mirando la Drome, en todo caso después de decirle que no harías daño a las criás, la gran prey se relajo un poco y se fue alejando de Radha hasta ir a donde había estado tumbándose, de hecho ya tenia su forma y todo.

La cola se balanceaba de tanto en tanto pero la Drome parecía visiblemente relajada, no enseñaba los dientes, tampoco tenia una posición agresiva, mas bien estaba como tranquila, aunque si hacías algún movimiento rápidamente miraba hacia esa dirección como si estuviera atenta a todo lo que le rodeaba. Alrededor de Radha las prey seguían con su almuerzo, algunas habían conseguido un trozo mas grande y otras uno mas pequeño pero todas estaban como semitumbadas alrededor de su pedazo de carne despedazandolo con sus dientes y garras, disfrutando su captura.

-Nom...bre?- Ladeo la cabeza la Drome como si aquella palabra tuviera algún significado oculto que no llegaba a entender del todo. Una felyne se acerco a Radha y le ofreció un filete por si quería tirárselo a alguna de las prey, estaban comiendo y tenían su ración pero al ver un trozo mayor captaba rápidamente la atención de las mas pequeñas.

— Vale — no le quedó de otra a Radha más que aceptar, especialmente porque la felyne no parecía muy segura, quizás ni lo sabía e insistir en preguntarle solo molestaría a la gatita o la pondría en problemas que no tenía por qué tener aquella, así que lo dejó estar, además la ajena parecía ocupada. Solo por curiosidad la bárbara se mantuvo un poco más de tiempo mirando, sorprendida por cómo manejaba la trabajadora aquella máquina…

*****

Ya ante la Drome, el hecho de que se alejara luego de emitir tal sonido sugirió a la humana que de alguna manera la había aceptado, y si no, que al menos de momento la criatura estaba tranquila. Quizás deberían ir poco a poco pero al menos mostraba mayor entendimiento comparada por ejemplo a la Kut-ku…

Tomando lo anterior en cuenta y viéndose rodeada, Radha intentaría de pronto dar una pequeña caricia a la cola de alguna de las Prey, muy fugaz y suave, en la punta quizás, todo porque quería demostrarles que no pretendía atacarlas… aunque a saber cómo lo tomarían.

— Yo soy Radha, cuando venga aquí, sabrás que Radha vino — ahora bien, notando la dificultad ajena para conceptualizar aquello intentó explicarle, aunque por lo visto tal cosa no era tan importante para las criaturas como el olor u otros estímulos sensoriales, ya que llevaba al menos un par de casos obteniendo respuestas similares… pero eso no quería decir que fuera a darse por vencida.

— Oye, ¿podrías darme uno también para ella? — señaló a la Drome, y mientras esperaba respuesta agitó un poco la carne frente a las Prey — Quisiera darle un regalo, o algo… — explicó, solo entonces soltó la carne, pero en lugar de lanzar el filete como tal, lo partió en el mismo número de Prey que había…

-Nya? Si claro.- La felyne que estaba a cargo del recinto saco otro filete de la bolsa que llevaba, que estaba toda ensangrentada porque la carne tenia que ser fresca para las prey. Cuando Radha quiso tocar las colas no tuvo un gran problema, no es que se dejaran tocar tampoco pero como habían varias prey era fácil de intentar atrapar a una al menos para poder sentir la cola. Era una cola musculosa, no tanto como la de Mochi porque ella la usaba para colgarse y tal pero si se notaba una cola rígida con una piel escamosa, tanto que solo con el tacto Radha se llevo alguna que otra escama pero no parecía que le doliera a la prey.

Cuando tenia el filete en la mano las prey dejaron lo que quedaba de carne para acercarse a Radha, mostrando sus dientes y gruñendo al aire como para que lanzara la carne o que se las diera, pero no pasaron de cierta linea por asi decirlo, como si no quisieran saltar hacia Radha para poder alcanzar su alimento. -Cuidado...no acercar la carne a la boca, lanzar suave.- Advirtió la felyne mirando atenta todas la reacciones de las prey antes de que, Radha les diera de comer, cuando saltaron la primera tomo su trozo y salio corriendo hacia un rincón donde tenia un par de pedacitos mas, las mas pequeñas parecían querer ir a por ella pero miraron a Radha con la boca abierta y los dientes sobresaliendo antes de recibir cada uno su trozo saliendo corriendo con su “captura” realizada.

-Radha...Ra...dha....- Al acercarte de nuevo a la Drome esta olfateo el aire y abrió la boca, se notaba que sus dientes eran mas peligrosos que los de sus pequeñas, si se la tirabas ella atraparía el trozo entre sus fauces y empezaría a desgarrar el filete tanto con dientes como con garras.

Sería mentira decir que ver la carne así asqueaba a Radha, pues lo cierto era que entre sus costumbres bárbaras y los conocimientos de supervivencia que tenía, más de una vez había recurrido a comer cosas así para nutrirse en medio de la nada, pues no siempre contó con la ayuda de compañeras como ahora. Aprovechando que pudo tomar una de las colas acarició un poco pero al final la dejó ir rápidamente porque no iba a poner mucha fuerza en atraparla, no obstante se sorprendió al quedarse con un par de escamas pegadas en los dedos; estas devolvían un leve brillo multicolor al ponerse contra el sol, eran duras pero más o menos delgadas, curiosas.

— Vale — mientras veía a las Prey la bárbara asintió a la felyne, siendo que no tardaría mucho más en hacer eso de dividir la carne para lanzarla con cuidado, tratando de apuntar a una Prey diferente por cada trozo. Quizás era muy simple de su parte pensar aquello, pero verlas reaccionar así tras completar el proceso hizo que la humana sonriera como una pequeñaja.

— Exactamente, luego te pondré un nombre a ti — aseguró antes de lanzar el filete para la Drome; no sabía si era porque había pasado poco tiempo, porque la Drome puso más atención o simplemente porque tenía mejor memoria, pero que la ajena recordara su nombre era un buen paso hacia adelante, ahora solo quedaba esperar que aquello durara hasta la próxima vez que fuera allí.

— Las cuidas muy bien — de alguna manera intentó felicitar a la gatita siendo que esta hasta la ayudó, además de que desde su perspectiva se lo merecía. Ahora bien, ya que se encontraban comiendo Radha continuaría ahí un poco más, pero al final terminaría marchándose pues todavía tenía que hacer cosas; la siguiente parada era de nuevo el gremio, ya que debía comprar con Baba lo que pensó mientras se relajaba paseando.

Antes de irse, sin embargo, se despidió de todas…

El camino de vuelta duro mas o menos lo mismo que el de ida, un dia y medio. Teniendo en cuenta que salisteis cerca del mediodía a la hora de llegar al campamento era ya por la tarde cerca del atardecer. El cambio de clima se notaba mucho, la humedad parecía haberse pegado en vuestros cuerpos pero conforme el carro se alejaba del altiplano se sentía todo mas seco, como si llegarais a un desierto, pero solo era una sensación que con el paso de las horas se iba quitando.

Se podía ver a lo lejos el ya reconocido campamento de Radha, un lugar que cada vez se podía ver mejor y ahora se notaba que había hasta vida en el...quizás demasiada vida. Mochi se quedo un poco adormilada a los pies de Cocoa después de haber vivido tantas experiencias pero cuanto mas os acercabais al campamento, la ardillita se notaba mas ansiosa, quizás por ver a su queria Prey a la cual había dejado atrás claro, Matcha hablaba de tanto en tanto con Radha pero comprobaba su arco para asegurarse de que no se había oxidado durante aquella aventura.

La vida recorría el campamento de Radha y era porque fuera del campamento, en una zona no apartada pero si un poco alejada, habían doce pequeñas tiendas que enseguida Radha pudo detectar. Unas shakalakas estaban corriendo de un lado a otro entre risas y gritos de emoción mientras se escuchaban danzas tribales aquí y haya, parecía que un grupo de Shakalakas se había mudado cerca del campamento después de la invitación de Radha, pero no solo era eso la única novedad.

Una enorme casa de tres plantas con estilo oriental se había edificado donde debería estar la casa de Radha, era grande, no tan grande como la casa del gremio pero si que se veía magnifica. El patio había sido cerrado con unos pequeños muros de lo que parecía ser arcilla con tejados simples que hacia que el agua cayera fuera, había un arco que permitía entrar en lo que era la casa para poder verla bien. La casa al menos por fuera parecía simple pero conforme una se fijaba podía ver que era escalonada, es decir, la planta de abajo era la mas grande, seguido de la primera planta y finalmente la segunda, haciendo que cada tejado fuera mas pequeño que el anterior. Un pequeño jardín de flores en el exterior hacia que todo oliera bastante bien y, sorpresivamente, había un pequeño estanque con algunos peces que nadaban en el. El cerco de las Prey quedaba fuera de la casa pero se podía acceder fácilmente y ademas desde las plantas de arriba se podría controlar con mas facilidad.

Aquello no fue todo, se podía ver un gran recinto en una de las caras de la muralla donde se escuchaba un zumbido de abejas, probablemente el nuevo cubil de la reina vespoid, pero no se podia ver el interior, muy parecido al recinto de las Girros. Mochi no pudo esperar, estaba nerviosa y cuando estuvieron lo suficientemente cerca salio corriendo hacia el recinto de las preys para encontrarse con Anzu, la cual se la quedo mirando un instante antes de ser arremetida por la Tobi la cual la tiro al suelo y empezó a olfatearla y lamerla.

-Gente! Gente gente! Gente!- La tradicional voz de la Kut-ku que se escuchaba en todo el campamento daba a entender que habías vuelto a casa.

Ante las felyne Radha se quedó un momento en silencio, pues ya le había dicho a Mine de ir con ella pero sus compañeras tenían razón — Es… cierto — al final sonrió como cría traviesa y se disculpó con ellas. Fue entonces con las investigadoras para informar a la de gafas y pedir disculpas, aunque por suerte no hubo mucho problema ya que Mine comprendió la situación. — Gracias, y claro, serás bienvenida… a ver si cuando vayas ha crecido más mi campamento — tan así que hasta quedaron en verse de nuevo, algo que a la bárbara le agradaba pues siempre era mejor tener gente que le diera vidilla al campamento.

Cuando se iban Radha se despidió de la líder investigadora y hasta la invitó también por si tenía curiosidad o simplemente pasaba por ahí y quería un lugar dónde descansar. Acto seguido subió junto con sus compañeras al carro que las llevaría de vuelta. Poco a poco fueron dejando atrás el altiplano, pero junto con la experiencia de trabajar allí, habían conocido a personas tan interesantes y visto cosas tan sorprendentes que la bárbara nunca se olvidaría del hermoso lugar, es más, hasta estaba planeando volver luego, quizás buscando a la Kirin de antes, solo que primero debía fortalecerse…

Durante el resto del camino la mujer aprovechó para ir admirando las vistas ahora de regreso, así como descansar un poco mientras hablaba con sus compañeras y revisaba sus armas. En martillo, supuso, no podía oxidarse, por lo que simplemente lo limpió y lo acomodó en un sitio donde no fuera a caerle encima alguna. Tras dormir un poco despertó de la nada, sintiendo por ello el cambio de clima en mayor medida. Era una sensación agradable. Cuando asomó la cabeza por el frente y vio a su campamento ya no tan lejano como antes, la emoción la llenó de nuevo.

Mucho más sintió al notar las tiendas de las pequeñas enmascaradas cerca de sus terrenos, mismas a las que sin duda iría a saludar apenas tuviera tiempo. Huelga decir que le alegraba verlas de nuevo.

Precedido por la voz de Daifuku el carro ingresó al fin, y apenas estuvieron abajo Radha impresionada vio los cambios en el terreno. Para empezar su casa no era más esas ruinas medio arregladas de antes, sino algo que para ella parecía un palacio, pues sí, era más pequeño que el edificio del gremio pero ella nunca había vivido en algo así, pero además estaba terminado ya el recinto para las vespoid, ¡era grandioso ver cómo había cambiado todo!

— ¡Increíble! — exclamó casi tan inquieta como Mochi solo que menos rápida al correr pues llevaba dos armas pesadas ya por separado, de modo que al estar juntas era casi sorprendente que Radha pudiera moverse, para empezar. Como niña pequeña la bárbara no sabía ni a donde ir, pues quería ver el interior de su hogar, pero también hablar con Galea que seguro le reñiría por mandarle a la Odogaron sin previo aviso, además estaba el asunto de ir a reportarse con Felicity, así como la necesidad de hacer negocios con Baba pues tenía demasiado dinero que quería gastar, eso sin contar el asunto con las vívidas nómadas. Al final, pues, Radha tuvo que detenerse y respirar profundo como para calmarse — Cocoa, Matcha, antes que nada debo ir al gremio, ¿vamos o harán algo más? — por suerte logró hacerlo más pronto que tarde.

Dependiendo de lo que le contestaran la cazadora iría sola o acompañada, en todo caso a buen ritmo para tratar de llegar pronto con la encargada del gremio. Mientras veía a su alrededor la emoción en la cara de Radha se hacía más y más obvia…

-Yo ir contigo...- Acepto Cocoa mientras que Matcha negó con la cabeza. -Yo querer ir a ver los recintos, vernos mas tarde.- Por lo que el grupo se dividió en dos, Cocoa y Radha por un lado y Matcha por el otro. Radha podía dejar, si así lo deseaba, una de sus armas en la entrada de su casa que no ocurriría nada malo, para ir mas cómoda, pero no era algo imprescindible.

Se respiraba un ambiente mas alegre en el campamento de Radha, poco a poco ese lugar en ruinas heredado se estaba convirtiendo en un lugar mucho mas animado, ya no solo era el hecho de que las Shakalakas estuvieran de aquí para allá, brincando y subiéndose a las casas que seguían estando vaciás, si no que había movimiento. Radha podía ver como algunas comerciantes, turistas y incluso cazadoras estaban caminando por los caminos del campamento, hablando entre ellas, aun no se podía decir que hubiera un gran movimiento, es decir, no habían demasiadas personas pero si que se notaba que poco a poco el campamento estaba tomando ritmo.

Conforme Radha se acercaba al gremio pudo escuchar a alguien roncar y era, ni mas ni menos, que la enorme Odogaron que se encontraba aun sedada, cerca de la caseta de Galea la cual estaba preparando cosas en su interior. Una risa de anciana llamo la atención de Radha mientras que Baba, la comerciante de las felynes, sonreía ampliamente desde su tienda delante del carromato.-Joi joi joi...ya hablaremos mas tarde....seguro...joi joi joi, parece que te a ido bien, nunca dejaras de sorprenderme, cuando acabes ahi dentro si quieres hablamos de lo que tienes aquí fuera.- Señalando con su bastón a la enorme criatura como dando a entender que esos negocios le interesaban y bastante.

El interior del gremio estaba igual de animado que el exterior, algunas cazadoras junto con sus felynes y compañeras estaban tomando algo en las diferentes mesas, se notaba que habían tenido que empezar ya a hablar sobre mas suministros para el gremio porque había mas variedad a la hora de la comida y bebida, pero no solo eso. A parte de Felicity habían varias camareras que estaban aquí y allá tratando con las personas del lugar, informando y dando apoyo en las futuras misiones.

Aunque todo parecía estar evolucionando, la encargada seguía estando en el mismo lugar y al llegar sonrió ampliamente. -Oh! Jefa, parece que has vuelto, bienvenida de nuevo.- Saludando de forma algo enérgica a Radha antes de ponerse en pie ya que estaba sentada leyendo su libro. -Has tenido un viaje emocionante? El gremio me a informado del éxito de tu partida, mi enhorabuena, por aquí ya lo ves, no hemos parado de trabajar y me consta que hasta en los onsen han tenido que ampliar plantilla.

— Está bien, yo pasaré a ellos más tarde, después de todo tengo que ver cómo se está adaptando la reina Vespoid y otras cositas — comentó a Matcha, tras lo que centró su atención en Cocoa — Solo dejaré mi espadón por aquí, caminar hasta el gremio cargando ambas armas es pesado, y quiero mostrar lo que me dieron las felynes — una vez hecho aquello Radha partió junto con la morenita.

Era sorprendente cómo podía cambiar el camino con solo un poco de más vidilla, pues lo que antes eran ruinas y solitarios senderos, ahora se iban viendo más animados, recorridos por las Shakalakas y otras personas que ella no había llegado a conocer pero que tenían interés en el lugar. Si cruzaban sus miradas con la de ella, la bárbara saludaría a quien se encontrara por el simple impulso de hacerlo. — Realmente ha ido cambiando este lugar, ¿no? — de paso también aprovechó para comentar a Cocoa. Con solo un arma llevaba mucho menos peso, así que aprovechó el trayecto para desperezarse y hasta hacer tronar un poco sus huesos, no había nada como el hogar.

Un poco más adelante los ronquidos llamaron su atención y mucho más al darse cuenta de a quién pertenecían — Hmph, así que la trajeron aquí… — por un momento la cazadora pensó en acariciar levemente a la dormilona, pero luego pensó que igual y eso podría despertarla, además supuso que Galea le reñiría si estaba allí, así que mejor se alejó un poco. Le llamó entonces la atención aquella risa ya conocida por lo única que resultaba, nada más y nada menos que de Baba. — Cuenta con ello, es más, tengo algo que seguro te va a dejar más feliz… — traviesa Radha le mostró a la anciana la bolsa llena de monedas, misma que se veía más gorda que nunca. Pero tal y como decía la emocionada mayor, para eso ya habría tiempo.

Al final llegaron a su destino, pues, en este caso el cada vez más vivo edificio gremial. Radha obviamente notó a las camareras a las cuales observó con una mezcla de sorpresa y felicidad, también por el aroma se dio cuenta que e estaba preparando o sirviendo comida que antes no.

— Hola Felicity, han sido unos días agitados — risueña confesó — Y veo que no solo para mí — miró hacia ambos lados. — Es genial todo, si vi que ha habido varios cambios, y me encanta, ¿quién lo hubiera imaginado al principio, no? —

— El viaje fue de lo más emocionante, una de esas emociones duerme afuera del lugar de Galea — supuso que ya habría visto a la Odogaron — Pero no fue lo único: conocí a varias investigadoras interesantes, a una tribu de felynes muy hospitalarias — señaló aquello que llevaba en su espalda — Y a una Kirin; la verdad es que sigo muy emocionada — comentó mientras un leve rubor se apoderaba de sus mejillas — Además, veo que ya terminaron de remodelar mi casa… — al decir esto el rubor se aumentó, pues ella recordaba bien el trato que habían hecho — Pero dime, ¿cómo van las misiones, han llegado nuevos encargos? — luego, si bien quería tomarse un par de días para descansar y convivir, la bárbara no olvidaba cuál era su trabajo y a la vez la principal fuente de ingresos para seguir mejorando el campamento, así que preguntó.

— ¿Quieres algo de comer, Cocoa? —

-Si, ahora...haber mas gente sin duda...- Respondió Cocoa mientras miraba hacia un lado y a otro, por fortuna parecía que las Shakalakas se estaban comportando bastante bien pero dentro de lo bien que se podían comportar estaban subidas en las casas y algunas se quedaban mirando a la Kut-ku como temerosas pero no se acercaban demasiado por lo que la criatura estaba entre nerviosa y tranquila.

Baba sonrió de forma bastante amplia a la hora de escuchar las monedas en la bolsa pero no dijo gran cosa, solo asintió esperando el momento que tuvieran para poder negociar. Ya dentro del gremio, Felicity parecía estar bien, quizás un poco cansada pero dentro de lo que cabía estaba bien, seguramente era por el trabajo. -Aquí también han sido días agitados, la verdad es que no daba una moneda por este lugar, pensé que me habían exiliado a la hora de estar en este campamento abandonado. Pero no, ahora es un lugar lleno de vida y parece que cada día lo es mas, eso es sobretodo por tus esfuerzos y deberías estar de lo mas orgullosa.

-Oh! Si que es brillante si! Eso es nuevo? Una Kirin...vaya...me hubiera encantado poder ver una pero creo que por el momento no voy a poder hacerlo, es decir no dejan de ser criaturas de lo mas peligrosas, pero me conformo con los rumores que escucho. Ah si, antes de que se me olvide, es cierto has traído a una nueva criatura pero deberías hablar con Galea cuanto antes, me a dicho algo enfadada que en cuanto volvieras fueras a visitarla, aunque quizás primero deberías hablar con Baba...mmm...intenta hablar con las dos al mismo tiempo, después de todo aunque parezca que no...cosa que creo que si, la Odogaron es una criatura carnívora y muy peligrosa, la a tenido que tener sedada durante estos días y ya no puede mantenerla por mas tiempo dormida sin que peligre su vida.

-Pero no te quedes con lo malo! Tu casa esta terminada si y los encargos están aumentando, lo único que ahora mismo no puedo ofrecerte ninguno...vaya, no esperaba que volvieras tan pronto, porque no te pasas mañana? Para mañana te tendré unos cuantos encargos listos para ti, tengo que preguntar al gremio si te subimos de rango o no, después de haber podido combatir contra una Odogaron creo que podrías enfrentarte a cosas mas duras, pero tengo que pedir permiso.

Cocoa tiro levemente de tu ropa como para llamar tu atención. -Carne, cualquiera...estar cansada de...pescado.

Por un momento la feliz sonrisa de Radha alcanzó un cariz nervioso cuando vio a algunas Shakalaka prácticamente acechando desde lejos a Daifuku, sin embargo no estaban tan inquietas como en su campamento propio, lo cual ya era de agradecerse, y por su parte la Kut-ku en teoría estaba protegida por el mismo recinto que la contenía, así que los nervios se convirtieron en suspiro. Definitivamente tendría que hablar con las pequeñas enmascaradas apenas pudiera para así explicarles algunas cosas…

Tras el breve encuentro con la anciana, ya en el gremio, la bárbara no pudo evitar reír un poco por lo que dijo Felicity. — Yo también pensaba que no tenía mucho para hacer aquí, la verdad — confesó — Pero luego me pareció un desperdicio dejar así este lugar, además empecé a interesarme por las felyne, por Baba… por ti — carraspeó, huelga decir que no intentaba incomodar ni comprometer a la encargada, solo estaba siendo sincera — Y cuando vi que de hecho podía lograr cosas, ya no me pude detener… ahora quiero llegar incluso más lejos — feliz agregó — Siempre que vuelvo de las cacerías y que veo cómo ha cambiado el campamento, me enorgullezco bastante… — incluso se ruborizó de una forma que en alguien como ella resultaba tierna.

— La que yo encontré parecía ser muy digna, no me atacó pero parecía que no habría tenido problema con hacerlo — relató antes de encogerse de hombros — Así que yo tampoco la ataqué, solo intenté convencerla de que dejara el lugar y creo que funcionó —; por otro lado cuando Felicity mencionó la reacción de Galea por su más nueva “adición”, la cazadora tragó saliva— Entonces en cuanto termine aquí las buscaré… — prometió mientras se rascaba la cabeza.

— Oh sí, la vi en acción y es bastante peligrosa, aunque, no sé, me dio lástima que estuviera perdida; en parte parecía como necesitada o muy joven, tal vez no una cachorra como Mochi, pero casi… — respecto a la Odogaron agregó. Ya para entonces parecía una niña regañada que ha vuelto a traer otro animalillo callejero a su casa, sin embargo los ánimos de la encargada sirvieron para devolverle su sonrisa. — No pasa nada, je, así tengo oportunidad de mirar todas las cosas que tengo pendientes, mañana vendré a preguntar entonces; hmph, si me subirán el rango me pregunto si la volveré a encontrar… — lo último Radha lo dijo mas para sí que para las otras, pues ante la perspectiva de cumplir encargos con mayor dificultad no pudo evitar recordar a la Rathian y de paso a la Rathalos, no obstante la interacción con Cocoa la sacó de sus pensamientos.

— Pues… — Radha pasó su mirada de la gatita a Felicity — ¿Tienes carne que no sea pescado? Algo como un filete que pueda ser del gusto de Cocoa, que parece que con la tribu felyne nos hartamos a pescado — bromeó un poco mientras pedía. Al mismo tiempo aprovechó la cercanía de la morenita para acariciarle muy suavemente la parte posterior de la cabeza, de hecho lo hizo solo con un dedo y por un instante, pues sabía que la felyne no reaccionaba muy bien ante esas cosas. Una vez la dejara comiendo, la cazadora se despediría momentáneamente para ir a buscar a Baba y a Galea, pues ella de momento no sentía hambre y además quería solucionar el asunto con la Odogaron tan pronto como le fuera posible.

Ante la declaración de Radha, Felicity se sonrojo un poco mirando hacia otro lado por un instante antes de volver a enfocarse en Radha, sonriendo de una forma un poco tierna para seguir hablando con ella. -Si claro, alguna cosita tenemos por aquí, dame un momento.- Felicity se dirigió hacia la parte de la cocina, que estaba en la parte de atrás y pidio un plato de carne que consistía en una gruesa rebanada de carne, un filete de aspecto jugoso adornado con algunas verduras, pero el filete no era del tamaño de una humana, era como medio filete para que la felyne no se sintiera abrumada.

Cocoa se sento en el taburete para disfrutar de su comida mientras miraba a Radha, sacudiendo una de sus orejas mientras intercambiaban miradas, sabiendo que la había acariciado y aunque no era la mas cariñosa del mundo, Cocoa soltó un...- Gracias...tener hambre...- Sacudiendo de nuevo las orejitas y centrándose en su comida. Cocoa no era la mejor con los mimos, pero se notaba que queria en cierta manera a Radha, al menos a su manera.

-Tener que despertarla cuanto antes...- Se quejaba Galea con los brazos cruzados, la Odogaron tenia lo que parecía ser un incensario al lado que la hacia oler constantemente un aroma rosado, seguramente para mantenerla dormida. -Joi joi joi pero eso es...ah...cuestión de ella.- Señalando a Radha con una sonrisa entre afilada y divertida, ya estaba pensando en las monedas de la bolsa de Radha.

-Avisar que no poder traer a quien quieras aquí...estas criaturas ser difíciles de tratar.- Empezó a regañar Galea que seguía con los brazos cruzados. -Odogaron ser criatura violenta, destructiva, con mal carácter y difícil de domar.- Sacudiendo un dedo como remarcando cada una de sus palabras para que calaran dentro. -Mejor seria eliminar pero, tener suerte...esta Odogaron ser inmadura, seguramente tener menos de cinco años, así que tu decidir que hacer con ella.

-Joi joi joi...es facil, yo te puedo dar una moneda de oro por ella, sus colmillos son útiles para hacer picos y herramientas, su piel no sirve de mucho pero si sus garras y huesos.- Ofreció Baba la cual saco rápidamente su ábaco y empezó a calcular rápidamente.

-Si felynes construir establo...quizás poder llegar a domarla, necesitar recinto grande a parte de establo...tiempo para doma...quizás...poder pero no ser barato.- Se encogió de hombros Galea mientras volvía a mirar a la Odogaron. -No garantizar poder hacerlo.

-Joi joi joi, en cuyo caso eso costara...establo...y corral...- Paro todas las bolitas justo en medio sonriendo de nuevo. -Unas 4 monedas de oro...joi joi joi.

Radha por su parte sabía que Cocoa no era la más expresiva del mundo, al menos no en ciertos casos, pero ese agradecimiento fue suficiente para hacerla feliz al punto de sacarle una sonrisa. En otras circunstancias la habría tratado de mimar más, pero ahora aparte de que quería dejarla comer, no era su intención poner incómoda a la morenita, así que solo la dejó estar. — De nada, disfruta, yo pasaré en un rato a buscarte — le comentó debido a la urgencia que antes le dijo Felicity, sin embargo si Cocoa quería hacer otras cosas luego, tampoco la detendría.

— Me voy pues, y gracias por el filete — le dijo luego a la encargada — Ah, por cierto, la invitación sigue en pie, ¿eh? — y luego le dedicó una sonrisa de lo más pícara, pero al final terminó por salir del edificio gremial hacia su siguiente parada: la base de Galea.

*****

Estar entre la maestra domadora y la anciana comerciante era algo que hasta a una bárbara como Radha le imponía, pues ambas tenían personalidades fuertes y objetivos claros como lo demostraron al cada una empezar a hablar de los temas que dominaba. La cazadora entonces se cruzó de brazos y en paralelo fue alternando su mirada entre las otras dos según tomaran turno, cabe decir que pensativa pues aunque no era una gran estratega le gustaba considerar todo.

— Bueno, esa moneda de oro suena jugosa pero… no, si no la hubiera matado allá — suspiró. — Perdón por mandarla sin avisar, pero es que estábamos lejos, además… solo mira lo linda que se ve durmiendo — dijo a la maestra domadora con más ilusión de la esperada, pues casi parecía una niña pidiendo una cachorra — También decían que la Kut-ku era complicada, y ahora ahí está, anunciando — quizás ese no era el mejor ejemplo, pero era lo que tenía — Lo mejor sería poder adoptarla, no hay problema con los gastos, y de hecho yo pensaba… ¿no creen sería genial montarla? Algo así como Cocoa y Mochi, pero en grande — así pues pasó a explicar — Es rápida y se ve feroz, perfecta para acompañarnos a la batalla, además, si es joven podría hasta encariñarse con nosotras, ¿no? — eso último era más una ensoñación que otra cosa, pero debía utilizar todos su argumentos.

Se centró entonces sobre Baba que ya hasta tenía el precio, justo como se esperaría de ella, y sin dudar la bárbara asintió — En el altiplano gané mucho dinero gracias justamente a la batalla que tuve con la Odogaron, que menos que gastarlo en algo que la vaya a tener cómoda — sacó las cuatro monedas, que por suerte eran doradas, y las extendió hacia la comerciante — Sé que hacen un gran trabajo — aseguró.

De ahí volvió a voltear hacia Galea y la miró con ojos suplicantes — Así como tú, no he conocido a mejor domadora; todas mis esperanzas están en tu método, no importa lo que cueste — curiosamente al hablar la bárbara se puso hasta solemne, de modo que pudiera transmitir su certeza a la felyne.

-Mmmmmm...- A los ojos de Galea parecía que la riña había causado algo de efecto pero claro, no dejaba de ser algo que la barbara deseaba. Al sacar las monedas, la anciana sonrió mas ampliamente si eso era posible dejando que las monedas cayeran en la tintineante bolsa de Baba antes de desaparecer debajo de su manga como si estuvieran sellando un trato. -Y bien?- Pregunto Baba a Galea la cual parecía estar de lo mas pensativa, moviendo la cola lentamente de lado a lado antes de soltar un largo suspiro.

-Kut-ku ser diferente, ser criatura estúpida...Odogaron ser mucho mas lista...bien, si tu querer que ella sea útil necesitar espacio y tiempo...no saber cuantos días...pero poder hacer...- Maulló un poco como si estuviera medio bufando pero entre tantos halagos se llevo la mano al cabello cerca de sus orejitas y se rasco un poco como si estuviera un poco incomoda. -Bien empezar...necesitar sitio grande para ello...

Galea dio la espalda a Radha mientras se dirigía a la Odogaron y empezaba a examinarla con mas detenimiento mientras Baba sonreía, tomando una calada de su pipa y el humo se elevaba en el aire como si se tratara de una serpiente. -No te preocupes por el precio de la doma, lo que has pagado ya lo cubre, ahora ya es cosa suya.- Golpeo con el bastón el carromato y de allí salio la cuadrilla de felynes que maullando se quedaron mirando a Baba antes de que esta señalara una zona vacia del campamento y estas entre maullidos se pusieran a trabajar, haciendo lo mas rápido que pudieran un cerco para la Odogaron. -Sin duda sera un espectáculo digno de ver si...

Una vez examino a la criatura, Galea asintió y apago el incienso de la Odogaron para que se fuera despertando pero no fue todo lo que hizo. Saco unas pesadas cadenas de su tienda empezando a encadenar tanto patas como cuello de la Odogaron antes de poner un pesado grillete en el cuello para que quedara bien amarrada o al menos que Galea pudiera tener algo de control sobre la fuerte bestia. -Ahora esperar...- Se escucho a Galea que estaba de lo mas atenta a la respiración de la Odogaron, parecía que la doma había empezado.

-Joi joi joi...por cierto que te a parecido tu casa? Te he puesto un estanque pero si no te gusta lo podemos quitar.

No hace falta decir que mientras esperaba el veredicto de Galea junto a Baba, la cazadora se mordió un poco su labio inferior en señal de nervios. Sabía que la felyne era buena en lo que hacía, de hecho bastante, pero algunas veces se había encontrado con negativas de parte de ella ante sus elecciones más locas, de modo que hasta que no diera una respuesta definitiva, Radha continuaría esperanzada en lo que iba a decir Galea.

Por suerte esa espera valió la pena cuando la gatita por fin contestó, e incluso la bárbara pudo atestiguar un momento de ternura por cómo la maestra reaccionó a sus halagos. Claro que no lo señalaría en voz alta.

— Pueden aprovechar cualquier sitio vacío, ¿no es así? Una de las mejoras cosas sobre el campamento es que son tierras amplias, así que incluso con lo que se ha construido no debería faltar espacio… — tras la indicación de la domadora, Radha preguntó a la comerciante, misma que la hizo toser levemente con el humo de su pipa, pero no era algo que en verdad molestara. — Menos mal, así tengo más dinero para las próximas peticiones — bromeó pues sabía que a la mayor le agradarían esas palabras. En cualquier caso Radha se quedó viendo a las felyne que salieron del carro con obvia curiosidad, más cuando comenzaron a maullar entre sí. — ¿Sabes? En mi última misión, terminé llegando a una aldea de felynes, allí vi que muchas eran artesanas bastante buenas, incluso capaces de hacer esto — señaló al martillo en su espalda — Y tomando en cuenta lo que he visto hacer a las que trabajan contigo me surgió una duda, ¿acaso su raza se especializa en construir cosas o algo así? — sabía que habían excepciones como las guerreras, Galea o sus propias compañeras que se dedicaban a trabajos más marciales, pero la bárbara no podía evitar pensar en ello pues parecía que las gatitas eran grandes artesanas. Si alguna persona podía responder aquello, esa sin duda sería Baba.

Ya cuando la maestra domadora asintió, la bárbara sonrió contenta. Si Galea aceptaba ella la ayudaría aunque fuese a mover las cadenas, si no, simplemente esperaría al lado de la anciana hasta que el proceso estuviera listo al menos en esa parte. — Esperar… ¿a que despierte? — preguntó.

— ¡Es grandiosa! Nunca pensé que una casa pudiera verse así, y eso que solo la he visto de fuera — no mucho después contestó a la anciana mientras le brillaban los ojos. — ¿Un estanque? ¿¡Dentro!? — agregó sorprendida, obviamente con poca experiencia ante situaciones así. — No, no lo quites, seguro es grandioso también… ahora ya quiero ir y ver qué tan distinta es por dentro — confesó — Por cierto, ¿para qué sirve un estanque? — inevitablemente preguntó, ya que solo podía imaginarse a ella misma metiéndose a nadar o bebiendo agua de allí, pero igual y se equivocaba…

-Mhn? Joi joi joi...- Los ojos de Baba se iluminaron mostrando un brillo ligeramente intenso cuando vio el martillo que tenia en las manos, que ahora que estaba blandido y hacia sol se podía ver translucido. -Joi joi joi...interesante...muy interesante...eso te lo dieron las felynes? Que mala suerte no haber estado allí para comprártelo, las felynes no saben el valor monetario de estas cosas, si brilla les interesa. Las felynes son muy capaces, a la hora de aprender un oficio aprenden antes que una humana o una cazadora por lo que son muy buenas artesanas, ademas de que tienen mucha fuerza y paciencia pero ahí muy pocas felynes que llegan a maestras de profesión. Por ejemplo, Galea es un buen ejemplo, ella es una maestra domadora si y tiene conocimientos sobre monstruos pero la felyne que asiste la herrería, ella de momento no es herrera, es ayudante de herrera, en algún momento sera herrera y quien sabe si llegara a ser una herrera principal. Si en algún momento quieres desprenderte de eso...- Señalando el martillo de Radha tomando una larga calada de su pipa y dejando que el humo se colara entre sus dientes con una sonrisa realmente interesada. -Estaré encantada de comprarlo...joi joi joi.

-Para los peces! Por supuesto...puedes tener peces si lo deseas o alguna criatura pequeña que necesite agua, no nos costaba demasiado ponerlo así que cuando entres intenta no caerte al agua...y no bebas de ella, es potable pero puede sentarte mal.- Con una sonrisa al suponer porque le preguntaba para que servia el estanque.

Las felynes tardaron relativamente poco en montar un cerco medio funcional para la Odogaron que poco a poco empezaba a hacer movimientos cada vez activos, no estaba despierta del todo pero entre todas las felynes fueron arrastrando el cuerpo justo en el centro del corral que estaba echo de madera y hierro. Galea clavo un par de clavos en el suelo con un martillo y espero pacientemente a que la Odogaron empezara a reaccionar.

La criatura, nada mas desperezarse se la vio por un momento como confundida, sin saber donde estaba hasta que visualizo a la felyne que estaba delante de ella, balanceando su cola con toda calma sin apartar la mirada de ella. De forma instintiva, la Odogaron empezó a mostrar sus peligrosos dientes hacia ella antes de saltar hacia la felyne la cual esquivo hacia un lado la fuerte mordida, soltando un aullido de quejido al notar las cadenas apretando su cuerpo. En ese momento parecía que Galea estuviera bailando con la Odogaron, esta intentaba librarse de las cadenas y morder a Galea, mientras que esta esquivaba con maestría todos los golpes de la fuerte criatura.

-Lo primero es cansarla.- Informo Baba con una sonrisa con los aullidos de la Odogaron de fondo. -Tardaran, es un proceso lento.

— Sí, como agradecimiento por haberlas librado de la Kirin aunque sea temporalmente — orgullosa comentó, pues ella tampoco conocía perfectamente el valor monetario de aquella arma pero se había apegado ya bastante a ella por lo que significaba, además de que ya varias veces se le había dicho que no era algo que tuviera cualquiera.

Escuchar sobre las capacidades de las felyne sorprendió a Radha en el sentido de que pocas tenían maestría, pues claro, ella solo pensaba en quienes conocía y no poseía toda la experiencia de Baba. — ¿Pero qué las detiene de llegar a maestras? — ella ciertamente no lo comprendía. Respecto a la propuesta de la anciana, la bárbara sonrió de lado pero no tardó en hacer un gesto de negación con la cabeza — No lo vendería por nada, es como mi vínculo con ellas, tan importante como mi espadón — aseguró; en ese momento se podría ver el apego que la bárbara era capaz de mostrar ante cosas materiales, más específicamente armas, pero igual y tenía sentido gracias a su manera de vivir.

— Oh… eso no lo había pensado — respecto al estanque agregó — Aunque nunca he tenido peces, ¿cómo los saco del rio sin que… bueno, mueran? — para ella tan “avanzada tecnología” era un misterio — ¿Y crees que sea buena idea?, ¿Mochi no intentaría comérselos? — sabía que la ardillita no era tonta, pero a la vez también que tenía una curiosidad más grande que no cabía en ella. Incluso llegó a tener dudas de las felyne por el hecho de su dieta, pero esto último no lo preguntó para no molestar a las gatitas que estaban por allí. En cualquier caso agradeció el aviso.

Huelga decir que la humana se sorprendió por ver lo rápido que trabajaban las felyne, y es que ya las había visto construir antes pero no a tal ritmo, de hecho pensaba que como mínimo tardarían un día o así. Para cuando movieron a la Odogaron Radha avanzó para verla mejor. — Pues sí que parece peligroso, pero Galea es asombrosa, tal como dices, toda una maestra — ella también sonreía y hasta mostraba obvia curiosidad. — ¿Cansada escuchará más fácil o es para que le pierda el sentido a atacar? —  preguntó pues ella podría tener muchas cacerías de experiencia, pero sobre domar conocía más bien poco. — ¿Qué tan lento? — luego agregó pues no sabía si era buena idea esperar y quedarse o bien seguir con su recorrido.

Radha no estaba desesperada, de hecho comprendería que la doma no fuera instantánea, pero precisamente para no estar ahí estorbando fue que externó la duda anterior. — Por cierto, Baba, antes me habías dicho que podían remodelar las otras cosas, ¿verdad?, ¿más o menos cuánto cuesta eso… me harías un descuento por cliente frecuente? — también aprovechó para preguntar con actitud un poco traviesa, pues sabía que la anciana era dura para muchas cosas, especialmente el dinero, pero de tanto en tanto no le venía mal intentar…