Partida Rol por web

Una carta, una sorpresa, una decisión y una aventura, todo firmado y cerrado en un simple sobre. Podías leer como de golpe tu vida había cambiado, por alguna razón que desconoces, tu familia tenia tierras, por alguna razón que desconoces, ahora esas tierras eran tuyas y no solo eso, esas tierras estaban en las ultimas.

Según lo que ponía en el escrito, eras dueña de cada hectárea y como propietaria tenias el deber de hacer que esas tierras empezaran a dar beneficios, pues el poco mantenimiento que tenían costaba dinero y el dinero se había acabado, si eso continuaba así perderías esas tierras y la totalidad de la deuda pasaría a ti y era una suma muy grande como para siquiera plantearse en que cayera sobre tus hombros.

Con esa responsabilidad marchaste hacia el este, dejaste las tierras que conocías para aventurarte a lo que parecía ser unas tierras de pradera bastante hermosas, se podían escuchar los sonidos de los animales a lo lejos y un rugido como de un dragón adornando el lugar. Te agachaste claro y pudiste ver una sombra que pasaba veloz por encima de ti, una Rathalos, sus escamas rojizas brillaban con la luz del sol reflejandolo, su cola que se mecía para poder dar rumbo a sus poderosas alas, sus pechos que se balanceaban con cada batir y su cuerpo esbelto y musculoso. Fue un momento, pero estaba claro que en esas tierras los peligros estaban a la orden del dia.

Después de dos días de camino llegaste, el pueblo/campamento/intento de ciudad, se encontraba delante, pero estaba echa una ruina. Podías ver una decena de casas que estaban sin atender, de madera y techos de paja medio derruidas, los caminos estaban fatal, la hierba campaba a sus anchas. Lo único que se mantenía medio en pie eran las verjas que delimitaban tu territorio, un cartel roñoso que rezaba “campamento norte, bienvenidos!” y un establecimiento que mas o menos se mantenía en pie.

En ella una mujer joven con ropas amarillas, cabello castaño y gesto de aburrimiento estaba barriendo, intentaba quitar el polvo de la entrada pero en cuanto tenia suficiente en el recogedor, se quedaba mirando y lo tiraba a un lado de las escaleras pues no había tampoco mucha diferencia entre lo que había hecho y como estaba antes. El edificio era de dos plantas, se notaba que hacia mucho tiempo que no se había intentando el mantener la madera pues la mayoría estaba astillada, podías ver un par de mesas dentro pero con las sillas hacia arriba para no molestar y un mostrador con varios pergaminos.

En cuanto te vio sus ojos se iluminaron y sonrió como animada. -Oh vaya una aventurera? Bienvenida! Quieres pasar la noche tal vez? El estofado no tiene mas que tres días, se lo dejo barato y y y creo que tengo algo de alcohol, una buena cerveza? -Casi ansiosa por intentar vender algo.

— ¿Quién rayos eres y qué demonios haces en MIS tierras? — al llegar y ser recibida por aquella tragicómica escena, lo primero que llegó a su mente fue lo que no tardó en decir, seria por no decir agresiva, pues no conforme con la cantidad enorme de problemas que tenía y tendría, una fulana salida de sabrían los Dioses dónde estaba ahí, campando tan ancha como los yerbajos y la mugre.

No en balde Radha era considerada bárbara, lo que significaba que primarían en ella los instintos y el mal rollo ante cualquier situación extraña, ignorante no de cómo vivir más o menos cómoda, pero si de la manera en la que debía tratar a la mayoría de gente-no-bárbara; su lenguaje eran los golpes, las competencias y en general todo lo basto, sin contar que ya bastante ansiosa estaba por haber visto volar al wyvern aquel como si las cercanías fueran simple patio de juegos en su territorio. Sin duda habría MUCHO qué hacer en aquel lugar que más que una herencia, se le antojaba como una carga.

— Ah si, obviamente voy a pasar la noche aquí, y la siguiente, y la siguiente... — hastiada la guerrera se cruzó de brazos y suspiró, haciendo un sonido peculiar cuando al moverse su espadón "bailó" levemente en su espalda; cabe destacar que de no ser por tal arma, que de paso le cubría toda la parte trasera gracias a su enormidad, la mujer llevaba apenas lo necesario para cubrir casi de forma pervertida su voluminoso y musculoso cuerpo femenino, de piel bronceada gracias a la exposición directa al sol en grandes caminatas y cubierta de cicatrices de batalla que su dueña portaba orgullosa; su melena oscura era larga y alborotada, "cuidada" de forma más parecida a como lo harían los animales, mientras que sus ojos rojos eran fijos pero grandes, expresivos.

— ¿Y bien? — volvió a interrogar pero con un tono más serio que antes...

-Tu...- Entrecerró un momento los ojos ignorando casi por completo las amenazas y la soberbia mientras entraba dentro. -Así que tu tienes que ser Radha verdad? Bueno, no muchas personas se enorgullecerían de estas tierras, aunque después de todo son tuyas supongo que tienes que enorgullecerte de algo...donde lo he puesto...ah! Aquí esta.- En una pila de papeles que había en el interior saco un pergamino que soplo con cuidado y te lo entrego, efectivamente era lo que cabria esperar, las escrituras del campamento.

-No estés tan segura, veo por tu...colección? Digamos colección si, de medallas y por tu arma que eres una cazadora. Pues bienvenida al gremio de cazadoras, como podras imaginar, el gremio no es parte de tu campamento, es una organización a parte que tiene por norma establecerse en los puntos de mayor actividad de monstruos, en este caso este seria uno de esos puntos y una de las causas de que no hayan demasiados viajeros.

Dicho eso te invito con la mano a pasar dentro del establecimiento, lo que era la parte de abajo aunque se podían ver unas escaleras que iban a la parte de arriba que seguramente fueran las habitación. La parte de abajo parecía mas bien una especie de taberna, pero que había tenido días mejores. Algunos tablones estaban sueltos, las sillas estaban puestas boca abajo en las mesas conforme nadie se sentaba y había bastante suciedad. Lo que si que estaba limpio era la barra y las botellas que habían detrás, parecía que la encargada se dedicaba todas las mañanas a hacer esa actividad.

-Mi nombre es Felicity y soy la encargada de este gremio, si quieres tener alguna posibilidad de que te de encargos o de que nos llevemos bien...- Con una sonrisa se puso detrás del mostrador y parecía que no te tenia demasiado miedo. -Agradecería que empezáramos de nuevo, que te parece?

¿Pero qué…?

Al menos la extraña no resultó ser algún tipo de ocupadora de terrenos o algo así, ya que por extraña que fuera su explicación, el comportamiento y los motivos expuestos por esta eran creíbles hasta para alguien como Radha, que no por nada tenía ya ciertos logros en su haber.

Tras tomar los papeles de no muy buena gana y guardarlos entre su casi inexistente ropa, la siguió tal como le indicó solo para encontrar con un lugar que parecía un hotel o inn agonizante salvo por lo poco que limpiaba la dichosa encargada…

— Yo soy Radha, la bárbara… — respondió no precisamente amable pero tampoco agresiva o soberbia como antes, más bien extrañada todavía y ante todo sorprendida por la falta de preocupación ajena. O la tal Felicity era muy cortita de mente o su fuerza respaldaría esa actitud, en cualquier caso, a pesar de su falta de miedo hacia la imponente Radha, tampoco parecía mostrar señales de agresión, y con eso bastaba de momento.

— Así que, la Rathalos de hace un rato no fue coincidencia ¿huh? — la morena de cabellera suspiró — Vale, vale; la verdad creí que eras una especie de invasora de tierras o una comerciante aprovechada, no era “mi intención” tratarte mal, pero, joder, debes aceptar que fue raro encontrarte aquí sin más — solo entonces la bárbara sonrió de vuelta a la dichosa encargada — Ya que nos estaremos viendo, supongo que tienes razón: disculpa por ser tan brusca, es que soy casi una salvaje — la mujer se alejó un poco para darle vista completa de su figura, como si con ello quisiera justificar lo dicho — ¿llevas mucho aquí? —

-No, no lo fue, tenemos constancia de que hay Rathalos en las montañas, seguramente un nido, lo cual no es una buena señal precisamente, se han llevado gran parte del ganado antes de que...lo trasladaran a otro campamento.- Puntualizo ella que seguía estando de lo mas tranquila antes de que parecía que el hierro de todo el asunto empezaba a calmarse. -Tenemos un cartel precioso a...hi...- Miro hacia donde debería estar el cartel del gremio, pero parecía que la madera se había podrido durante alguna lluvia y el cartel ahora estaba caído. -Vale, teníamos un cartel medio decente en ese lugar y se a caído, lo que me sorprende es que no conozcas los gremios, tal vez has tenido un entrenamiento o una vida difícil, lo dejaremos para mas tarde esas cosas que te parece?- Ya esta, todo olvidado y daba pie a una nueva relación mas relajada. Felicity te miro de arriba a abajo corroborando tu postura de barbara que había sufrido mucho.

-Aproximadamente 3 meses aquí, si, soy la ultima miembro del gremio, me pidieron que si al año nadie reclamaba las tierras cerrara el gremio y las diera por abandonadas, menos mal que has llegado porque si no esto habría sido muy aburrido.- Suspiro la mujer antes de mirar un par de papeles.

-Ahora que eres propietaria de las tierras puedes hacer lo que quieras con ellas, como he dicho el edificio en el cual te encuentras no cuentan como tus tierras, puedes decidir hacer lo que quieras fuera de aquí pero sin interferir en lo que hacemos aquí. Veamos...que mas que mas...bueno tengo habitaciones arriba relativamente están bastante bien, por 1 de plata te puede alquilar una habitación por un día, comida incluida, creo que es un precio razonable. También esta la opción de que busques una casa que te guste claro. Esta la opción de que solicites algún trabajo, si te interesa eso me gustaría saber si eres mas de las que cazan o las que buscan recursos, eso ya lo que tu me digas.

— ¿O sea que alguien se llevó mi ganado? — ante todo había que tener prioridades y la bárbara pronto demostró cuales eran las suyas, revelándose un tanto avariciosa o bien tacaña — así que tenemos plaga… — agregó pensativa.

Indicado el dicho cartel miró curiosa de si lo había ignorado solo para encontrar que no, que de hecho había sucumbido o casi, igual que la mayoría de cosas ahí, lo que inevitablemente le sacó un suspiro pesado pero luego la hizo sonreír por la ironía — la verdad es que no he vivido muy lejos de la civilización, pero tampoco tan cerca…he matado algunos monstruos, cumplido algunas “misiones” pero nada tan formal como unirme a un gremio — relató, solo evitando extenderse más por lo que la propia encargada le dijo.

— Entonces tendré que montar un campamento (en la intemperie) o algo… no es que tenga dinero para pagar el alojamiento aunque ¿realmente me darías trabajo? Por costumbre soy cazadora, naturalmente, aunque unas pocas veces he juntado cosas…pero es aburrido — replicó tras escuchar la explicación ajena, revelando de paso que básicamente llevaba con ella solo lo que se podía ver, y que de comenzar a tener dinero para invertir en cualquier cosa, necesitaba antes una forma de obtenerlo.

— Ante de saber todo lo que me dijiste pensaba en, tú sabes, asesinar criaturas por mi cuenta y luego buscar dónde vender sus partes… —

-Así que...confiesas haber estado cazando de forma ilegal?- Pregunto la encargada con una sonrisa como si fuera algo mas siniestra de lo normal antes de sacar un ábaco y un pergamino, dejándolo a un lado con toda tranquilidad pero dando a entender que en cualquier momento se pondría a hacer las cuentas. - Es cierto que la practica de la caza es algo natural y puede servir para controlar ciertas zonas. Pero el gremio cuida el equilibrio entre las bestias y las cazadoras, es decir, que si cazas lo que quieras sin el consentimiento del gremio muy probablemente las deudas que tengas en estas tierras no sean el mayor de tus problemas.- Continuaba sonriendo en todo momento anes de toser ligeramente y luego bajar las manos al mostrador y sacar un pesado libro lleno de paginas amarillas bastante polvorientas.

-Una cazadora, caza, si quieres hacer que estas tierras sean de provecho tal vez te vaya bien pedir algún trabajo. Pagamos tanto por el encargo como por las piezas que seas capaz de recolectar de las criaturas, eso te llama mas la atención?

—...— sorpresivamente, incluso alguien como Radha mostró notable inquietud cuando la encargada aquella interrogó sin abandonar su "calmada" sonrisa; aquella mujer era imponente a su modo, sin duda merecedora del título que cargaba y bueno, aunque vivir allí quizás era más una maldición que un premio, no resultaba ya sorprendente cómo es que para empezar había logrado sobrevivir sola...

— B-bueno yo... yo solo he cazado lo que necesito, no es que haya extinguido especies enteras o algo así... — como niña descubierta en travesura suspiró, llevaba ya un tiempo conociendo solo problema tras problema, y el futuro no se veía distinto; — bastante más, sin duda es algo que podría hacer — aseguró ya más animada — ¿qué debo hacer para que me contraten? — pero obviamente seguía ignorando mucho del mundo fuera de su pequeña esfera — ¿a quién o a qué debo matar? — dijo bravucona.

-Bien, eso si podemos hacerlo...vamos a ver que tenemos por aquí...mmmm...- Empezo a pasar las paginas amarillas parando en unas en concreto, tenían todas una estrellita encima del pergamino. -No se muy bien tus capacidades, vamos a comprobarlas que te parece? Imagino que no querrás recolectar verdad? No, no tienes pinta de recolectar hierbas...vale esta mejor la dejamos...- Paso un par de paginas mas hasta arrancar dos hojas amarillentas y ponértelas delante.

-Aquí tienes, dos opciones, creo que pueden irte bien, ambas dos son de caza. Este encargo es de cazar kelbins, me tienes que traer dos cuernos, te pagare 20 de plata por cada cuerno que me traigas, pero ten cuidado tienes tan solo dos días para hacer el encargo ya que mas tarde de eso el que pidió el contrato no estará interesado. Si te sientes mas valiente puedes intentar este otro, necesitamos que mates a tres velociprey, con matarlas es suficiente no necesitamos ninguna pieza en especial de ellas, para este encargo se ofrece 25 de plata.

-Como eres nueva no puedo darte nada mas fuerte, conforme vayas completando misiones te iré dando algo mas sustancioso, demuestra que puedes ocuparte de una de estas y pensare en darte algo mas acorde a tu nivel. Bien, cual de las dos escoges?

Con ambos encargos enfrente, lo que sin duda se antojaba más como un reto era la segunda misión, la de matar Velociprey, no obstante la diferencia en recompensa monetaria era mínima, y la otra tenía un límite de tiempo que equilibraba el número menor de objetivos...

Luego de considerarlo durante varios minutos, la pensativa Radha se encogió de hombros y siguió su corazón de bárbara, osea, apuntó hacia la que a priori se veía más peligrosa, por tanto emocionante.

— Iré a por las Velociprey — dijo por fin, no sin sonreír con una mueca que lejos de mostrar seguridad reflejaba emoción; no sabía si de hecho lo lograría de forma fácil o difícil, o si sobreviviría, más eso no la detendría. 

— Así tendré para 25 días de comida aquí... —  

-Ten cuidado.- Tomo el papel, lo arranco y lo sello con un sello rojo que tenia cerca de ella, dando por validado el contrato contigo. -Muerden, pero son pequeñas, creo que podras con ellas, eso si...si ves a una grande...corre, no se si estas preparada para una alfa de esta raza.- Te ofrecio el pergamino para que lo tomaras y te indico el camino. -Deberas ir a la llanura para este trabajo, es un lugar relativamente tranquilo, pero no te confies vale? Ten buena caza!- Te despidio Felicity esperando a que empezaras a tomar tu camino.

Al salir de nuevo el paisaje de tus tierras estando en el peor de los estados te saludo, mirando a todos lados no veías demasiadas cosas pero todo eso era tuyo asi que cuando quisieras podías empezar a seleccionar tu casa. Aunque lo primero era lo primero, ir de caza.

Era mas o menos las 12 del mediodía cuando te pusiste a caminar hacia la pradera, esta se encontraba a dos horas de camino por lo que a las 2 del mediodía llegaste.

La pradera no tenia demasiado misterio, pero era un lugar bastante hermoso, podías ver como un rio cruzaba una de las zonas de la pradera mientras que a lo lejos unas montañas con la cima nevada se presentaban de lo mas imponentes. La vegetación era mínima, había hierba si pero no veías rastro alguno de bosque, al menos no desde la posición en la que estabas. El clima era agradable, un poco cálido pero agradable y el sonido de los pájaros adornaba toda la escena.

— Vale, gracias, lo tomaré en cuenta — cogió el papel y lo guardó como había hecho antes con las escrituras, aunque su rostro básicamente decía que estaba ansiosa por encontrar a una de las denominadas "alfa". Tras hacer un gesto de despedida salió solo para volver a encontrarse con la pobreza extrema que eran sus tierras, lo que la inquietó un poco, sin embargo aquello apenas empezaba, la dichosa misión debía ser el primer paso para intentar levantar todo aquello...en teoría.

Con la espada en la espalda, luego de aproximadamente un par de horas bajo el intenso sol del mediodía Radha finalmente llegó a su punto de destino; a primera vista el lugar era bonito pero tranquilo, casi hasta aburrido, paraíso natural y hábitat de pequeñas criaturas, cualquier incauto podría tener un buen día de campo allí, pero la bárbara conocía del peligro que acechaba gracias a la misión; eventualmente un rugido la alerto y la atrajo al mismo tiempo, era de Velociprey si no se equivocaba...

Llevando la mano al mango de su espadón pero todavía sin sacarle, la bárbara corrió en la dirección que marcaba el sonido.

Después de una media hora de camino mas o menos, teniendo en claro que camino tenias que seguir, pasaste el rio para encontrarte con una campiña bastante amplia delante de ti, pero eso era bueno y era malo al mismo tiempo.

Cerca de ti pero a una considerable distancia se podía ver a un grupo pequeño de velocipreys, las criaturas eran alargadas, tenían unas garras bastante largas y afiladas junto con dientes del mismo filo, su piel era de color azulada con manchas blanquecinas por todos lados y el cabello entre marrón, amarillo y rojo, era extraño pero lo tenían de esa manera. Unos ojos bífidos y unos gruñidos de lo mas agudos mientras se intentaban morder entre ellas a modo de juego porque por el momento no tenían la necesidad de cazar nada. Como era ya habitual, no llevaban ninguna prenda que taparan sus esbeltos cuerpos desnudos, tenían poco pecho, mas bien plano y un sexo del mismo color que sus escamas, azulado.

Agitaban sus colas mientras se movían, por fortuna para ti, aun no te habían visto, tenias una oportunidad para hacer algo.

Después de una búsqueda no muy extensa finalmente encontró a lo que buscaba, correspondiendo con el rugido antes escuchado. La cantidad incluso era perfecta, más aún que estaba distraídas, aunque el campo abierto podía ser un arma de doble filo. Acostumbrada a cazar de alguna forma, la bárbara se acercó con el máximo silencio posible ya con la espada desenfundada, acechando cual depredadora, cautivada hasta cierto punto por la vista de las "presas" pero para nada distraída: tenía objetivos claros.

Una vez estuvo a la distancia correcta, Radha sin más se impulsó para salir de su escondite y blandir su espadón de forma tan rápida y certeza como la dejaba el volumen de aquella arma, yendo directamente a por la cabeza de una de las reptiles con sangrientas consecuencias...

Aquella era uno de tres objetivos caídos, faltaba el par ante quienes por obviedad había perdido el factor sorpresa. Llena de sangre ajena, no obstante, emocionada la bárbara sonrió y acomodó su espada gigante en pose ofensiva...

Tu golpe había sido certero, preciso, directo, no había habido defensa posible para la criatura que murió en el acto sin hacer sonido alguno. Pero las velociprey no lloraron a su hermana muerta, ni mucho menos. Sus rasgados ojos se quedaron mirándote con odio en la mirada y ansias de morderte, tantas ansias que de hecho empezaron a salivar.

-Humana!- Enfadada una de las velociprey mientras saltaba hacia ti, pero por fortuna tu piel no sufrió daño alguno y apenas fue mas que un roce débil de sus garras, eras fuerte, eras resistente, así que que te atacaran de aquella forma no te hacia ningún efecto. La segunda también intento hacerte algo, en este caso intentar morderte pero apartándola con tu espada fue suficiente como para que se alejara de ti unos metros.

Ahora el campo de batalla estaba dibujado, las dos velociprey te gruñían mientras que tu, segura de ti misma, te disponías a combatirlas.

La respuesta enemiga no de hizo esperar y, tal como suponía, ambas salvajes se lanzaron a atacarla antes que asustarse o mostraste sumisas; por suerte su piel acostumbrada a las durezas del entorno era un poco más resistente de lo normal, y ello combinado a la fuerza conseguida por sus músculos creaba un conveniente "escudo" natural que de paso no le estorbaba...

Tras apartar el ataque de la más lenta, Radha le sonrió de forma intimidante a las contrarias y aprovechando el impulso que ya llevaba con su espadón dio media docena de pasos hacia el frente: eso era todo lo que necesitaba para salvar la distancia interpuesta entre ellas y su objetivo, ya que el tamaño del arma debía hacer el resto.

— ¡Todavía no he terminado con ustedes! — amenazó, más sus palabras no se quedaron en ello pues pronto con suma fuerza bajó en línea vertical su enorme arma en pos de dirigir sendo corte descendente a la que tenía al alcance, emocionada pues apenas estaba en el calentamiento...

El corte acabo con la segunda criatura, tus músculos se tensaban y por un momento parecía casi como si echaran vapor por el esfuerzo de blandir una espada tan pesada. Cuando la velociprey se lanzo en un desesperado intento por morderte y acabar contigo, una patada fue suficiente para alejarla de nuevo de ti.

Dos cadáveres y ahora la situación empezaba ya a balancearse hacia tu lado, las criaturas caídas disminuyeron el numero de enemigos a tan solo una que miraba algo nerviosa a su alrededor. Si no acababas rápido con ella muy probablemente saldría corriendo pues no veía la posibilidad de derrotarte.

Jadeó levemente por el esfuerzo, más teniendo tan cerca a la tercera y última presa encargada, la bárbara no titubeó, de otro modo podría perderla...

— ¡Hyaaaa! — así que tensó su brazos y piernas para una vez más levantar el espadón, solo que esta vez moviéndolo de un lado al otro, efectuando salvaje corte en diagonal que pretendía dividir a la mitad a su objetivo; tal era el camino de la barbarie para Radha: ataques despiadados, fuertes y siempre dando su máximo, incapaz de subestimar a sus rivales pero nunca asustada..

Finalmente, con un ultimo y devastador golpe, la velociprey salto de tal manera que al caer en el suelo murió, no quedaban mas enemigos y aunque tus brazos estaban ligeramente sudorosos por el esfuerzo de llevar tal arma, tus enemigas estaban ya derrotadas. Una sensación de euforia y de orgullo empezó a recorrer tu cuerpo y con un cuchillo especial comenzaste a intentar conseguir un trofeo mas adecuado, algo que pudieras vender.

Pero no eras diestra, no al menos en ese momento, habías destrozado tanto a aquellas criaturas que la piel se había pegado a la carne con mas fuerza, las garras se habían destrozado y al levantar el cuchillo pudiste ver que no había nada que pudieras salvar.

No había pasado demasiado tiempo, habías tardado pero no demasiado, el sol aun estaba bien arriba, tenias tiempo antes del anochecer y no habías sufrido herida alguna. Que harías? Buscar otra presa tal vez para ver si obtenías alguna recompensa, seguir cazando o quizás volver a casa?

Tras eliminar bastante rápido a sus objetivos principales y ver que todavía le quedaba tiempo, Radha decidió que podría intentar buscar al objetivo que por elección dejó ir antes, pues así quizás recibiría doble paga y sería 45 monedas menos pobre, sin embargo pese a ser una salvaje necesitaba vistas si quería encontrar un objetivo...y estás no aparecían por ningún lado, o bien, la bárbara no estaba siendo lo suficiente hábil para encontrarlas.

Quizás estaba cansada por el esfuerzo físico que suponía incluso una batalla tan corta para alguien que cargaba un espadón, o bien la euforia la tenía demasiado inquieta...aún así, la cazadora caminó, mirando si más adelante tenía suerte...