Partida Rol por web

Ambos bastagos revisaban con cuidado la biblia. Nunca habian sido los mejores alumnos en sus clases de catequesis pero igual algo mas esperaban encontrar.

Entre las notas del Padre, notaban ambos que cada vez mas señalaba a unos sujetos oscuros de agonia de la ciudad y de su contaminacion espiritual. Marcaba incluso algunos incidentes, que Lars no terminaba de ubicar pero Martin sabia que en esas situaciones el sabbat habia metido la mano ya sea por accidente o por un plan mayor. Seguian leyendo y varios simbolos se empezaban a mostrar, algunos de clanes y finalmente empezaba a repetir la pregunta de que hizo Cain.

Ahi podrian dejarlo pero entonces Martin encontro mas cosas, unos dibujos de uno ojos con una cruz dentro. Decia que dios lo estaba observando como actuaba y a los demonios oscuros tambien. Que sus ojos no solo estaban en el cielo sino en èl, dios miraba a travez de los ojos del padre. Era algo que habia sentido desde que subia al Monte de la ciudad.

Un cazador, sí, pero ese mensaje " Dios lo estaba observando como actuaba y a los demonios oscuros tambien", ¿significaba eso lo que sospechaba?, ¿qué estos cazadores tenian algún pacto con el demonio?

" Que sus ojos no solo estaban en el cielo sino en èl, dios miraba a travez de los ojos del padre."

Si matamos a Jerome, los ojos de quien sea no estaran mirando... sus ojos...

Hablando en voz alta mientras miraba la biblia digo al  policia montado.

-¿qué pretendía Jerome hacer en el museo?, contesta, ¿qué rito quería hacer?.

Su mal humor parecía incrementar, incluso había ignorado todo a su alrededor, sin embargo había podido sentir el flujo de magia en los objetos cómo la cruz, magia que se detuvo, parecía provenir del poder de la fe, o algo de esa basura religiosa que los fanáticos suelen tener.

-Lars, dejame ver esa biblia por favor-

No había razones para ser descortés, pero si se estaba molestando, esperaba que la biblia pudiera arrojar algo que valiera la maldita pena.

Ya al tenerla entre sus manos, canalizó parte de su esencia al pequeño libro, esperando tener una respuesta consistente. 

Al parecer en un principio tanto Aurora, Lars y Martin se concentraron en la biblia del Padre, mientras los demas quedaron en lo suyo.

El rompehuesos que quedaba se acerco a Sean animado y ansioso, por ver el interes de este en ir a buscar a sus compañeros. "Tienes razon. Lo despertamos de nuevo al gordo y lo golpeamos hasta que hable?" pregunta el rompehuesos a Jean pero no por eso los demas no pueden escucharlo.

El hechizo funciona, aunque es raro en un principio porque sientes que algo va mal. Un presentimiento tuyo tal vez o algo que no ves. De cualquier forma ahi escuchas una voz venir del libro, una voz que solo vos podes escuchar.

"Donde estoy? Porque no estoy con mi dueño?" pregunta el libro en las manos de Aurora. "De nuevo me van a enterrar? cuanto estare sin mi dueño?" sigue preguntando. A pesanas lo escuchas y sientes su confucion con todo esto.

Nunca has sido el mas religioso entre los tuyos, lo cual es algo raro pero no imposible entre los miles de lasombras que viven en este mundo. De cualquier forma tienes algo de conocimiento que los demas han terminado contandote.

Los ojos dibujados en el ojo parece ser algo que leiste antes sobre muchos cristianos que sienten que sus ojos solo miran la cruz, que solo tienen un proposito en su mirada que es lo que la religion digan que hagas. Es un simbolo de los mas devotos y muchas veces de los mas fanaticos.

Los sujetos que señalaba y que hablara de cain te hacia descubrir que sabia mucho mas que otros humanos. Esto era algo que deberias preguntar al Padre personalmente sobre cuanto conocimiento sabe. Pero los demas simbolos que encuentras en el libro te hacen ver que no era un conocimiento de las peliculas sino algo que probablemente se lo podria decir alguno de los cainitas de la ciudad pero como se explicaba que no lo nombrara de alguna forma o que alguno de los cainitas le dijiera algo.

Pero entonces mientras te preguntas eso, otra teoria empieza a formarse en tu cabeza. Dios, su dios. Les conto de ustedes, al menos de los que estan en montreal. En esto te basas que solo nombra a dios y a su conocimiento que èl le da.

Hago hueco a Aurora para que pueda examinar la biblia conmigo y Martin.

- Reconozco este símbolo - digo bajando la voz y señalando los distintos ojos con la cruz inscrito en ellos. Paso algunas páginas para mostrar otros lugares en los que aparece -. Ya lo he visto antes y está relacionado con fanáticos religiosos cristianos. Así que no creo que sea un satanista.

Echo una mirada al padre Jerome y tuerzo el gesto.

- Pero esto - señalo diferentes símbolos que sólo tienen uso entre los Vástagos y algunas de las referencias a Caín -, no es algo que debiera saber un humano. Ni siquiera un tipo como el viejo. Son cosas que sólo conocemos nosotros. Y además - paso las hojas buscando una anotación que señaló Martin cuando antes ambos examinábamos la biblia -, dice que su dios mira a través de sus ojos. Quizás están influyendo en él.

Me apropio de nuevo del libro y busco algo con ansiedad. Sé que está ahí y paso las hojas repetidas veces buscando. Lo encuentro.

- Nombra el Monte de la ciudad - mi tono ha bajado, confidente, asegurándome de que mis palabras no lleguen al montado ni al padre Jerome -. A lo mejor ahí está la guarida de "su dios", ¿no?. Puede que le saquemos algo sobre todo esto si le interrogamos al respecto - propongo.

Era una voz que sonaba preocupada la del libro, en el habitaba el miedo de ser enterrado, mientras ella establecía una conexión exitosa aún qué algo inestable con el artículo del padre Jerome.

Tranquilo, no serás enterrado, pero podrías decirme quién es tu dueño? 

Recordó que debía ser más educada con los objetos. 

Perdona la descortesía, apuesto a que no hablas con mucha gente, ¿No es verdad?-

Tocó tiernamente el lomo de la pequeña y misteriosa biblia. 

-Eso lo sabremos pronto Lars, de momento, quiero saber cual es su procedencia-

A los ojos de los demás, no se notaba que estaba entablando una conversación con el pequeño libro, su es que le dejaban. 

"Un hombre grande con pelo rojo en la cabeza, viste de negro. Tiene siempre una cruz. Tambien la dibuja en mi." dice el libro con una voz de miedo, lo cual llama mucho la atension en un objeto. Pensando en la descripcion sabes que te responde que el padre es su dueño.

"Mi dueño me habla pero no me escucha. Es raro pero le digo que no me entierre mas, que me pone raro. Me hace mal...y a èl tambien." responde el libro. "A ti tambien creo que te hago mal, lo siento." dice y volves a sentir una magia en este, una diferente que parece darte una mala sensacion en cierta forma aunque no poder explicar porque.

"Como que rito? Era misa o que los tuyos no leen el diario." respondio de mala gana el policia a Martin. "Iba invitar a los que sufren a enfretarse al verdadero mal de esta ciudad." dice y te mira no solo a vos sino al resto de los cainitas. De paso parecia escuchar las demas palabras que decian los demas y observaba con curiosidad lo que hacian con la biblia.

- Que mono Mr. Peltier, parece que se lo cree de verdad, pero incluso alguien que no quiere ver, como usted, no puede luchar contra la evidencia de que algo ocurre. Y no es tan evidente como usted pretende hacer ver... Ni tan binario como los buenos o los malos, los monstruos y Los Santos... Lo binario es para la gente cuadriculada.- 

Dijo suspirando al tiempo que se retiraba hacia atrás

- Si ha contestado a mi pregunta no le he oido ¿Todos esos fanáticos donde han podido llevar a los que han capturado esta noche? - 

Continuó ignorando a Lars, no por qué quisiera, si no por que estaba procesando lo que decía el pequeño espíritu de la biblia, sintiendo pena y compasión por el, más quería arrancarle la lengua y las extremidades al sacerdote. 

-Tranquilo, no te preocupes, no me haces daño... ¿Puedes decirme dónde te enteraba? ¿Y que escribía en ti?-

Le preguntaba al pequeño ser inanimado, pues despertaba en ella el instinto protector que le hacía querer cuidar de él. 

-El no volverá a enterrarte o a hacerte daño, si no quieres decirme, está bien, no te voy a forzar a hacerlo, más tu dueño ya no es tu dueño, yo me ocuparé de ti-

Dijo amablemente, pues si ko quería hablar, se lo tendría que sacar a la fuerza al cura. 

A pesar de que no queria darle la razon a Sam, el policia parecio no poder contradecir lo que decia ella. Tal vez porque pensaba en cierta forma asi, sin creer en lo binario.

“No se. La verdad no se. Quien saben son ellos o el Padre.” respondio el policia. “Vos tampoco me liberaste, como te pedi. Tan buena que estas siendo.”

“¿No lo hago? Eso es bueno creia que hacia mal a los que me leian.” comento el libro con inocencia y vos ya mirabas a ese libro como eso en mente aunque fuera un objeto. “En un lugar con mucha tierra, no se como llegaba ahi me tenia mucho tiempo en su bolsillo. Habia una cruz como las que lleva pero mas grande. Anotaba muchas cosas, dibujos y cosas, lo hacia enojado o animado. No se.” decia respondiendo como podia pero bien seguia siendo un objeto y algunas cosas no comprendia.

“En serio? Entonces seras mi dueño? Bien.” decia el libro que aun sentias magico como que habia algo en su interior que te empezaba a atraer.

Cuando el detective le recriminó que no le hubiera soltado ella se encogió de hombros.

- Es que verás... no sé quien tiene las llaves - Dijo sonriendo - Yo no te puse las esposas... Y si te las quito a lo bruto te va a doler. - Se explicó, estaba siendo sincera. Miró alrededor a ver si alguien tenía las llaves o hacía algún gesto

Miró a Martin

- ¿Lo podemos soltar? ¿Que mal puede hacer? Puede que si averigua lo qué tratamos de impedir, que sigan soltando a esos putos monstruos por la ciudad, que sigan con los secuestros y los sacrificios,  acabe por colaborar. En el peor de los casos un cazador mas o uno menos... Y sabiendo su nombre, lo podremos rastrear.-  Miró la cartera y su contenido. - Puede investigar zonas que nosotros no. Puede ser útil. Puede investigar a los mandos que le han metido en este asunto, sus conexiones, sus  intereses, podría hacernos este mucho mas fácil y no deberíamos repetir una escena como la de hace un rato. Y sino rescatamos a los rompehuesos restantes, cantarán. Sabrán de nosotros de un modo u otro.

Lo cierto es que matarlo no parecía una opción que les hiciera ganar nada.

-No Sami, no lo sueltes aún, es tentador si, pero no lo sueltes-

Dijo a su grupo, pues tenía cosas que había averiguado, y necesitaba que él cura despertara, cerró la biblia. Despidiéndose de esta con júbilo, y pidiéndole al pequeño espíritu del libro que descansara. 

-El bastardo lo enterraba en la tierra, y por lo que se, lo enterraba en un sementerio, o lo hacía en un lugar cargado de magia maligna, además el pedófilo escribía cosas en las páginas, cómo bien dice Lars-

Suspiró un momento mientras se hacía a la idea de lo que debería buscar. 

Tal parece que tendremos que sacárselo a la fuerza, por que no creo que hable de buenas a primeras, de momento... Cómo harás que confiese? 

Preguntó a Tzimise con curiosidad, pues le gustaría saber muchas cosas, y luego cotejar lo dicho por Jerome con lo dicho por la encuadernación en sus manos. 

El joven vampiro observó la escena, tenía al rompehuesos cerca pidiendo ayuda para su manada, se habían llevado la peor parte ante el asalto de los fanáticos. Sean había visto la dirección que tomaban algunos de los vagabundos, se preguntó si sería la del monte* al que ahora hacían mención.

- También optaría por interrogar al gordo, si es que no se le puede dominar. - Con eso miró a Lars que como Lasombra, después a Aurora, creyendo que ellos dos debían de poder hacer algo al respecto. 

Si enterraba el libro en un cementerio puede significar que en el monte haya uno o que la guarida está cerca.** pensó acto seguido, estaba meditando las opciones que tenían.

- No creo que el viejo nos vaya a ayudar, nos ha insultado llamándonos demonios, a nosotros que estamos libres de su influencia. A mí no dudó en dispararme en cuanto pudo verme, suerte que soy un tipo razonable y sólo lo acuchillé y lo apalicé - libres de la influencia del cielo y del infierno, era la forma en la que lo veía el cainita, quien aprovechaba para reírse un poco de la situación. - Para seguir siendo razonables le deberíamos de meter de nuevo en la furgoneta hasta que decidamos algo, está escuchando demasiado. Sam, ¿podrías encerrarlo?

Miró a Aurora  y se encogió de hombros.

- Vale, no lo soltamos.... -  Miró a Peltier -  Lo siento... ser amable con un desconocido queda relegado a un segundo plano cuando se trata con ser ruda con una conocida. - Dijo 

- ¿Dices que enterraba a los nuestros? Segun lo dices, me parece que es como si diera de comer a algo... ¿Cerca de la cruz? - Chascó la lengua.

- Podría... Pero creo que cuanto más escuche más de nuestro lado estará. - Dijo a Sean. Lo miró un instante - Vale... - Cedió - Pero no me gusta dejarlo fuera de nuestra vista. Que conste.

Metió al hombre en la furgoneta. Se aseguro de que las llaves de la furgoneta no se quedaban en el interior del vehículo. Con el motor apagado. Y tras besarle la mejilla dijo

- Por favor,  Peltier, no boicotees mis esfuerzos para que no te maten, aunque piensa en como les podemos convencer mientras estás aquí. Que ayudes un poco no está demás.

Tras eso se quedó escuchando a los inteligentes trazar un plan apoyada contra la puerta de la furgo tras cerrarla.

Quienes son originarios de esa ciudad conocen que el monte tiene dos cementarios de gran tamaño en la falda del monte. Un lugar perfecto para jugar si eres vampiro o humano con intereses raros. Como todo la iglesia tiene un poder ahi tambien, solo aceptando muertos de fe cristiana.

El detective mientras escuchaba mirando consternado en especial a Sean, una mirada que el pelirojo seguro estaba acostumbrado. Pero mas alla de eso se quedo callado por precausion.