Partida Rol por web

Aquella bendición del maldito padre me sentó como un un cuchillo ardiendo en el estomago y todo mi ser se revolvió. Por suerte pude mantener la compostura lo que me hizo pensar que su Dios o amo no es tan poderoso y esa fugaz idea me reconfortó, lo suficiente para proseguir con la tarea.

Retrocedí esos dos pasos pero rapidamente vuelvo hasta el padre invitándole a que avance para no perder mas tiempo.

-No perdamos más tiempo pues, vamos.

Se percató de que las dos mujeres estaban pendientes de algo, el pander a su vez había afinado sus sentidos pero no había mucho para distinguir en aquella vorágine salvo las nuevas armas que estaban empuñando sus enemigos. "Tienen estacas, es mala señal". No pensaba que fueran a ponerse a estaquear vampiros en plena calle, era peligroso, pero si las sacaron era para usarlas de inmediato, confiando quizás en que la masa de gente evitara que les vieran con claridad. Sean negó asistiendo como mero espectador, con ganas de romper narices pero sin moverse todavía. - Ya van a por todas esos mendigos. A ver cómo de bien entrenados están. - Que actuara él o no dependía de eso, de la eficacia que demostraran aquellos esbirros con las armas de madera. Sean estaba muy atento a si lograban hundir alguna estaca en algún corazón. 

Miró a las dos mujeres, por si notaba urgencia en ellas, al fin y al cabo sabían mejor que él los detalles de todo aquél asunto.

Tal vez debamos hacerlos trizas antes de que esto avance, si los metaleros y Kupuka no se encargan de ellos rápido, tendremos problemas. 

La preocupación de la Tremere iba en aumento, no sabía por qué el tipo tenía un personal de vagabundos, con el cerebro lavado seguramente. 

- ¿Tal vez? - Dijo Sam de buen humor - ¿Ahora te quieres hacer de desear? - Preguntó a Aurora - No olvidamos la misión? El cura, sinos metemos en ese follón no sabemos si podremos ayudar en otro frente. Pero lo que tu digas Jefa. - 

Como si escucharan a Sean parecieron mostrar como trabajaban en grupo, sin poder sostener a los demas vampiros pudieron distraerlo hasta que uno clavo una estaca en el pecho de otro. Eso pudieron verlo junto a como caia hacia atrás uno de los rompe huesos. Hubo un corto festejo antes que un vagabundo mas salio golpeado fuera del grupo.

Mientras mirando hacia el cura los veian tardar. Aun hablaban en el lugar aunque el cura les estaba mostrando algo con su mano. Ahora a tres policias, que era de suponer que el hombre blanco que habia aparecido era martin sino tenian a un mortal mas.

Loto no solo se mantuvo firme, parecia casi que empezaria a reir por lo poco que empezaba a sentir de esa cruz. Pero simplemente miro a sus compañeros, mas a Martin talvez buscando ver mas alla de su disfraz para comprobar quien era.

Pero volviendo al Padre y a su comitiva vieron con malos ojos al policia recien llegado. “Una bomba a qui en el museo. Acaso estan locos? Quienes pusieron la bomba?” pregunto el hombre acercandose un poco a los tres, tal vez con sospechas pero avanzando por fin a donde lo guiaran.

Lejos miran algo extraño a uno de los rompehuesos callendo al suelo.

-Mientras Kupuka no sea lastimado, está todo bien, los metaleros pueden morir y a mi no me va importar mucho-

Sam tenía razón, si se metía en la pelea, podría arruinar el plan, después de todo estaban para brindar apoyo, pero si los otros no venían ya, la situación se tornaría muy mal, y el disturbio se ahogaria entre tanto vagabundo cerca. 

-Vamos maldita sea, aparezcan-

Finalmente observó que los mendigos llevaban consigo estacas y sabían usarlas, habían dejado en mal estado a uno de los rompehuesos y era mala señal, pues los corderos tenían colmillos, sucios pero igualmente afilados.

Sean pensaba que no podrían mantenerse al margen de manera indefinida, los gritos y los golpes aumentarían, los rompehuesos podían hacer una masacre o retirarse si habían demasiados estacados, dependía del equilibrio de fuerzas.

- Voy a acercarme con la moto a esa zona, si las cosas se ponen feas me llevaré a Kupuka de allí. ¿De acuerdo?

Miró a las dos mujeres mientras exponía lo que creía era el mejor modo de actuar. La motocicleta iba a ser la mejor vía de escape y el plan no era matar mendigos en plena calle.

- Cuando me vean me reconocerán como un enemigo, los fanáticos me calan enseguida, pero eso debería de ayudar a convencer al cura de que está en peligro.

- ¿Te calan enseguida? ¿Es por la colonia? - Bromeó

Al final una vez la atención se centró en la pelea los 3 se habían acabado por juntar. El follón ya estaba montado, todos los ojos estaban puestos en un lugar, era difícil seguir el curso de los acontecimientos dentro de la pelea.

- No son mendigos, son cazadores, y si nos metemos no nos darán mas opción que matarlos . - Le dijo Sam mortalmente seria viendo el devenir de los acontecimientos.

- No digo que no vayas, quiero que sepas a lo que vas a exponerte. - Explicó. - Si te metes ahí en medio y tienes ocasión, captura al viejo de la pistola. Es alguien de interés.

Se volvió a colocar la braga del cuello en la cara, para asegurar que estaba bien fija, se colocó la gorra.

Martin y Loto se acercaban al cura, dentro de poco tocaría ponerse en marcha o zambullirse en la refriega.

Sabiendo que Loto tenia los poderes necesarios para saber quien era, dije de manera seria y con algo de apuro.

El inspector Martin - digo el apellido con un acento britanico para que no se confundiera con un nombre pero esperaba que ese detalle le dijera a los demás que me se trataba de mi- de la central me informó que hubo una denuncia de un objeto sospechoso dentro del edificio, luego de la indagación el oficial a cargo confirma su preocupación, la unidad de explosivos esta en camino y los bomberos. Una cuadrilla viene a despejar el area, pero no hay mucho tiempo, no se sabe en que momento el artefacto pueda explotar…

Sigo caminando y guiando para salir de ahí.

Mientras estaba atenta a lo que ocurría, palpó su collar con la piedra de cuarzo, dejando que Sam hablara, ella había notado más cosas.

Aurora guardó su móvil, con los ojos destellando violencia, que marcaba el por venir de un conflicto inevitable, haciéndola sonreír de la misma manera.

-Habrá que matarlos entonces, no me importan los Roehuesos, pero Kupuka está ahí con ellos... Protegemos a los nuestros Sam, no lo olvides-

El ansia de que la lucha comenzara la hacía enloquecer un poco, pensando en cómo de emocionante sería. 

Dirigió su mirada hacia Sam quien tenía grandes ganas de divertirse - me notan la mala hostia - había algo ahí que no podía evitar, eso pensaba Sean, que era por el modo en el que les observaba lleno de rencor por las mierdas del pasado. - El de la pistola, veré si se puede hacer algo pero diría que me voy a conformar con agarrar a Kupuka y arrastrarlo. - Cazadores, era su primer encuentro con ellos y había escuchado historias sobre habilidades especiales lo que significa que podían depararla alguna sorpresa, nada que no pudiera superar siendo más rápido que ellos. 

Yendo hacia la vieja motocicleta la arrancó, girándola ciento ochenta grados ya montado en ella, sonó ruidosa, con un motor todavía lleno de energía, la moto arrastraba años pero también ganas de acción.

- Si las cosas se complican lo traeré, Sam, si os veo venir a repartir me uniré a vosotras.

Tras aquellas palabras fue a buscar un nuevo lugar desde el que esperar, más cerca del gangrel.

Sean se marcho luego de sus palabras y mirando hacia donde estaba el padre Jerome notaban que este se habia movido. Aunque dos de sus compañeros curas se habian separado e iban rapidamente donde estaban los rompehuesos y kupuka haciendo lio.

El pander no habiallegado cuando notaron a otro rompehueso caer pero tambien notaron que Kupuka habia sacado sus garras o eso imaginaban por la cantidad de sangre que expulso uno de los vagabundos al ir para atras y caer al suelo.

De nuevo se escucho un tiro desde la multitud de gente, donde ya la mitad se habia ido y dejaban en descubierto a ese hombre viejo armado. En ese momento ambas podian ver que verdaderos policias que habian cortado antes la calle se estaban acercando por los disturbios que se habian hecho. Los policias viniendo del lado de ellas, pero aun lejos (un par de turnos).

El ruido de tu moto se dejo escuchar en el lio que ocurria en frente del museo. Cuando llegaste un nuevo rompehuesos caia, lo que sorprendia a sus compañeros que maldecian a todo mundo. Incluida a Loto y a los demas miembros de la operación. Kupuka no decia mucho, era un gangrel y ahora de cerca podias ver bien que lo demostraba sacando sus garras para asesinar a un vagabundo.

De nuevo escuchaste un disparo y al mirar viste al barbudo apuntandote a ti. Al final habias tenido razon y sabian bien como detectarte rapido.

“No respondiste mi pregunta. Quien puso esa bomba en el museo y espero no me hagas creer que son esos inveciles que estan cayendo ahi.” dijo señalando el lugar de los rompe huesos que se encontraban siendo dominados. Por esos humanos supuesta mente muertos de hambre.

“ No deseo retirarme muy lejos, usted seguro sabe la importancia de este rito. Hay que traer tranquilidad a las almas de los muertos y los vivos que vinieron. Hay que mostrar que no hay miedo hacia ellos.” comento el hombre rapidamente. “Usted comprende?” preguntaba avanzando tanto como lo hiciera martin, por el momento aunque sentias que pausaba mucho para ver el disturbio.

“Vayan a ayudar.” dijo a dos de los suyos que solo asintiendo se retiraron. Ahora se encontraban tres vampiros contra tres humanos.

Tratando de seguir la corriente sigo.

Padre - digo serio mientras lo observo- entiendo que no quiera irse muy lejos, pero si es necesario un perimetro,  por favor siganos-   sobre su pregunta,  me disculpará,  solo tengo el informe de la central, los detectives son quienes investigan el origen, yo solo sé que el  grupo antibombas viene en camino.

Y voy llevando al padre cerca de nuestro refuerzos por si es necesario

Alejemos  unos cuantos metros y esperemos en ese punto

Estando sobre la motocicleta ganaba algo de movilidad, pensaba aprovecharlo para desplazarse por aquél campo de batalla en el que se convertía el museo. Que cayera otro rompehuesos encendía su estado de alarma, los enemigos eran más poderosos de lo esperado y a otro lado el tipo de la pistola no sabía lo que era, quizás otro cazador. Su primera lucha contra estos humanos en plena calle, ¿no debían tener más cuidado todos ellos? pero él no era más que un tipo sobre moto y pronto con un cuchillo en la mano, nada que cualquier mirón pudiera identificar. Kupuka era el que podía causar problemas, se lo tendría que llevar pronto aunque quizás lo podría recoger y también a este cazador, si actuaba con eficacia.

Moviéndose a un lado con su vehículo trató de evitar el disparo, recorriendo la distancia entre ambos y ya con su arma en la mano derecha quiso clavarla en el cuerpo del cazador para hacerle sentir un lacerante dolor que le enseñara a no meterse con sus superiores. Los humanos no tenían que enfrentarse a los vampiros sino servirles de diversión.

El tiro dio en su blanco haciendo sentir al cainita el duro golpe de la bala, esta casi que lo tira al suelo pero con su propia resistencia no solo se mantuvo en la moto sino que la enderezo la suficiente para seguir rapidamente contra su objetivo.

Este se mostro sorprendio que siguieras y sin tener mucho tiempo trato de saltar fuera del camino de este. Pero la velocidad del canita le dio la ventaja a este, que hizo sentir su cuchillo en el pecho del hombre viejo. Una maldicion en frances de dolor se dejo escuchar a pesar del ruido de la moto y los gritos de la gente.

Pronto lo viste caer al suelo tirado agarrandose por la herida que tenia y que trataba de tapar con la mano. Al parecer el humano no estaba para estos combates de tan corta distancia.

Era voltear y ver, sabiendo que el plan se podía ir al garete, sin importar cuanto tratara, esto no terminaría bien para ninguno, y ahora venían policías. 

"¿¡Por qué demonios tardan tanto!?" 

-Sam, prepárate, es probable que tengamos que hacer de señuelo si las cosas se desmadran-

Había visto a los policías, y los había escuchado con el efecto amplificador del auspex, pero debía de tener cuidado de que sus sentidos no se abrumaran con tanta recepción de información. 

-Si Sean no saca a Kupuka de aquí, el bastardo de la pistola morirá por mi mano, y luego mataré a esos policias-