Javier mira preocupado a su alrededor buscando el lujoso yate de Anita. Se teme lo peor aunque parece que están todos bien.
-Lorena ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está el barco? -pregunta preocupado.
Siento un gran alivio cuando llegamos a la orilla y veo que Javier y Gonzalo están a salvo. Incluso abrazo a Javier cuando se acerca a preguntarme.
- El barco... Ese estúpido que tenía Anita por capitán lo dejó encallar en las rocas y salió corriendo por ellas.
Edito, que no me había dado cuenta de que lo había puesto en notas xDDD
-¿Pero habéis visto al tiburón? ¿Os ha atacado?
Javier estrecha a Lorena lo más que puede aprovechando la coyuntura.
Esta Marife tiene mas cara que espalda...y mira que tiene espalda! en vez de dar voces podia coger los remos un rato.. pensaba mientras remaba rumbo a la costa, cuando por fin llegamos me deje caer en la balsa exhausto, no podia casi no articular palabra
De.....dejadme unos mi...minutos....que recupere...el aliento
Al menos habiamos llegado a la costa sin que el tiburon nos hubiera hundido y devorado
Absorto sin saber que decir, espero a que Lorena relate todos los hechos para finalmente opinar. No comprendía muy bien de que hablaban o era que el no dormir estaba haciendo estragos conmigo al punto de la insensatez. Daba igual, seguía en modo tonto que no entiende nada hasta que no se esclarezcan las cosas.
Cuando la barca se acerca a costa, salto sin dudarlo.
OJU! QUE HARTURA DE BARCA!
Veo venir a Gonzalo Y javier y voy corriendo hacia ellos.
GONZALOOOO!!!
me abrazo a él.
- Ay Gonzalito, no sabes el susto que he pasado. ¡Que se nos ha hundío el barco! y el capitán encima sale huyendo como un cobarde!! !maldito sea! ojalá se lo haya comido el tiburón!!! Hemos pasao mucho susto. Menos mal que estaba mi jefe de policía al remo y yo dirigiendo, si no no se que hubiera sido de nosotros. le pongo carilla de pena.
- No, a nosotros no. - Le digo a Javier mientras suelto un poco el abrazo para poder mirarle. - Pero sí hemos visto una pequeña barca de unos rusos que armaban escándalo destrozada, y ni rastro de ellos. El jefe sacó de allí un diente, que Anita dice que es de tiburón. Tenéis que verlo.
Suelto del todo el abrazo para señalar a Anita, mientras observo cómo la alcaldesa se lanza a los brazos de Gonzalo.
"Pobrecillo, no se libra de ella ni con cal viva".
Sin dudas, algunos tienen más suerte que otros. Lorena abraza a Javier y a mi la Alcaldesa que está más gorda que el tiburón blanco. ¿Se lo habrá comido? Es capaz esta mujer con lo voraz que puede ser con las personas.
Como no podía soltarla a lo brusco, no era de caballero por más que tuviera a una ballena franca encima. Hago lo único que corresponde, calmarla con palabras y por mis adentros deseando que se despegue de mi.
- Tranquila, ya encontraremos una solución. Por lo pronto nosotros estamos a punto de zarpar para cazar el tiburón, así que uds las mujeres se quedarán en tierra mientras los hombres hacemos el trabajo pesado. - afirmo con cierto aire comprensivo pero manteniendo esa actitud de querer hacer esto solo.
La cara de Marifé se transforma según va a escuchando a Gonzalo hablar de los hombres y las mujeres
- ¡Pero bueno!
Marife siempre había sido una feminista nata, allá desde la escuela donde consiguió ser la primera delegada de clase en uno de los primeros colegios mixtos de Marbella hasta que consiguió ser alcaldesa siempre había reivindicado el papel de la mujer
Perdona Gonzalo pero te recuerdo que ha sido un hombre el que nos ha dejado tiradas en mitad del oceano con un baja un poco el tono tiburón asesino suelto.
Así que las mujeres no nos vamos a quedar en tierra con los brazos cruzados, ¿verdad que no Lorena? ¿verdad que no Anita? Miro a mis dos compañeras
Os echaremos una mano en todo lo que podamos.
No esperaba que Gonzalo fuera tan machista. Ya sabía yo que no podía ser tan perfecto.
- No se altere, señora alcaldesa. - Termino de separarme de Javier para acercarme a Marifé y a Gonzalo. - No creo que Gonzalo lo diga con la intención de dejarnos de lado. Sólo quiere protegernos. Creo que lamentaría perdernos a alguna de nosotras.
Miro a Gonzalo con expresión pícara de "atrévete a llevarme la contraria" con una media sonrisa sarcástica y señalando a Anita con la cabeza.
Es un claro gesto de broma, pero no puedo evitar que se note que estoy algo celosa aún por lo ocurrido en la piscina.
Observo como la Alcaldesa responde de esa forma y como Lorena un poco más realista me salva de la situación. -Claro, es por protegerlas. - ni en sueños era así pero bueno, sería la excusa perfecta ante tanta insistencia. Era increíble como estas mujeres, totalmente inútiles querían meterse en peligro
Anita asiente ante el comentario de Lorena.
- Si es cierto, el jefe quitó un diente del tamaño casi de una palma de mano, desde luego deberíamos ir a buscar a ese tiburón, pero por desgracia el barco ha quedado encallado y en unos cuantos días será dificil poder disponer de él. Yo creo que deberíamos ir todos en el barco de Gonzalo, yo podría recuperar parte de los equipos del "Sueño de Ariel".
-¿Podríamos echarle un vistazo a ese diente? ¿Quien lo tiene? -Javier opinaba igual que Gonzalo en referencia a las mujeres entrometidas que pensaban que podían hacer el mismo trabajo que los hombres. Pero, al contrario que su amigo, él prefería no manifestar esa opinión cuando estaba en franca minoría.
Despues de un rato recuperando la respiracion y pasando de 190 pulsaciones por minuto a unas mas compatibles con la vida humana me acerque a donde estaban todos
Anita dele el diente...quizas el sepa darnos mas detalles de a que nos vamos a enfrentar
Ay es cierto!, que tonta.!.. me había olvidado de que lo tenía yo. Anita metió la mano en su canalillo y tras rebuscar un poco sacó un diente del tamaño de la palma de su mano. Se lo tendió a Javier.
- Está bien Anita, si puedes hacer eso acepto. - respondo con cierto aire reticente pero muchas opciones no tenía. Estar en un barco con tres mujeres será la locura y no tenía humor para ello.
Eso sí, cuando muestra el diente rápidamente me acerco para observarlo de cerca. Era una pieza muy interesante y por su tamaño ese bicho era gigante. Deliraba de solo pensar que tenía la posibilidad de cazar ese tiburón con mis propias manos, babeaba de solo imaginarlo, tanto material para investigar.
¿Tengo que tirar algo?
¿Tengo que tirar algo?
Nooop, a no ser que quieras tirar el diente, pero no me negarás que es muy chulo... y no creo que mordisquitos vaya a echarlo de menos...
Anita asiente satisfecha ante la respuesta de Gonzalo.
- Por cierto Gonzalo ¿cual es tu barco?
¿Pero qué demonios? ¿En serio Anita y la alcaldesa querían volver a meterse en el agua ahora que sabíamos con certeza lo que pasaba? ¿Es que yo era la única mujer normal del puerto?
Empiezo a sentir verdadero miedo ante la idea de volver al agua, e intento disimular y pensar en otra cosa. De repente se me ocurre algo.
- Javi, por favor, ven, tengo que hablar contigo. - Cojo a Javier suavemente por el brazo y le llevo a parte. Una vez alejados del resto, meto mi mano en el sujetador y saco el papel doblado, que por suerte no se ha mojado mucho ni se ha perdido. Pero por algo lo guardé en aquel lugar. - Le he echado un vistazo siempre que he podido, y no logro saber qué es. Está claro que es de un libro de cuentas, pero no entiendo nada. Quizás alguien de la redacción entienda de economía o algo así. ¿Se te ocurre alguna idea?