Partida Rol por web

Es la hora de las tortas

Comenta Abyl, muy seria y enfadada, abriendose paso junto a Rurik hasta alcanzar la puerta donde ve a Moses el Poderoso rodeado de dos de esas frías y repulsivas alimañas, Abyl levanta el espadón, y da un gran golpe hacia adelante quedando la enorme espada trabada con el marco de la puerta

Mecachís

El hombre serpiente se da cuenta de la jugada de la bárbara, y se gira hacia ella siseando y babeando un hilillo de veneno entre unos larguísimos colmillos, en una sonrisa interminable mientras su lengua vibra juguetona

Que asquito me das

El repulsivo ser echa la cabeza hacia atrás para lanzar un mordisco, y yo retiro el espadón enarbolandolo para dar una estocada directa, mi acero muerde sus entrañas atravesándole la cabeza, el mal bicho, aún sisea, tratando de sacarse el espadón que le atraviesa la garganta a través de la boca, es una imagen bestial a cualquiera que no haya visto antes los destrozos que Abyl causa a su paso.

El bicharraco sujeta el espadón comenzando a sacar su cabeza de la hoja, pero parece, que son sus últimos estertores, no le debe quedar más aliento, o al menos, eso piensa Abyl

¿Estás bien Moses?

Moses, viendo como estaba la situación dio unos pasos acercándose a la esquina para tener una mejor visión de las criaturas y poder disparar con mayor precisión.

Levantando su ballesta desde la esquina, apuntó a la criatura, contuvo la respiración a la vez que apretaba los dientes, no quería fallar, tendría muchas oportunidades para hacer lo que quería hacer.

Moses disparó a la vez que un pensamiento le cruzaba la cabeza "Correrás la misma suerte que todos estos compañeros tuyos"

El disparo dio en el reptil con forma de hombre, o en el hombre con forma de reptil, Moses no quería ponerse a pensar ahora, luego se lo preguntaría a Mineas o a alguno de sus otros compañeros, seguro que ellos lo sabrían mejor.

Mientras tanto, él seguía en la esquina preparado para un siguiente ataque...

El enano vio la oportunidad de lanzarse contra una de aquellas criaturas y así poder divertirse algo, así que no perdió la ocasión de que Abyl acabase con todas,  y con su gran hacha revanó la cabeza de un solo golpe, esta salió disparada rebotando contra la pared para caer al suelo con un sonido sordo, mientra sel cuerpo lentamente se arrodillaba y finalmente caía al suelo mientras un río de sangre se dibujaba a continuación de la cabeza perdida...

 - Creo chicos que ya estáis a salvo...

Abyl, resuelta, irrumpe con su fuerza habitual en la estancia, mata a uno de los hombres-serpiente y le pregunta a Moses si está bien.

Yo estoy de maravilla con mi amigo, verdad, culebrín?

Culebrín no atendía a razones por mucho que le hablase. Debe ser forastero, no entiende ni jota!

La bestia serpentina estaba a punto de matarme, sólo tenía que morderme en algún parte más. Con mi bastón intentaba inútilmente cubrirme cerrando los ojos para no ver el horror de la fría mirada de mi enemigo.

Es que nadie va a hacer nada, me dejarán así a mi suerte?

Pero escucho cómo el filo de un hacha siega su vida de manera tan precisa y rápida como impersonal. Sin duda ya estábamos a salvo. Mis piernas flaqueaban, mi espalda ya no se podía apoyar más fuerte en la esquina de esa estrecha habitación, mi bastón resbaló en la sangre y me derrumbé sobre mis temblorosas posaderas.

Por Mystra que creía que había llegado mi final! Gracias, maese Jenkins, este ejemplar de hombre-serpiente debe ser sordo. No atenía a razones de ninguna clase.

Miro hacia el suelo y veo un reguero de sangre. Aaahh, toda esa sangre es mía? Debo estar desangrado. Entonces mi voluntad ya no puede con el peso de mi alma, la cual cede a la inconsciencia. Al menos unos instantes. 

¡Oh Mineas, siempre te estás quejando!

¿Alguna novedad por los cofres Moses?

Creo que la última sala de puerta doble es el final de nuestra búsqueda

Fosos, hombres serpiente.... todo esto en medio de Freeport, creo que Lucius puede estar aquí, o ese sacerdote es un auténtico sectario, o tal vez ambas cosas.

Si estais todos, terminemos con esto de una vez

Abyl chuta con curioso desdén uno de los cuerpos retorcidos y escamosos en tanto espera la respuesta de Moses y la valoración de Lona

Jenkins ese golpe ha sido impresionante, ya empezaba a pensar que no te atreverías a entrar jajajaja

Estos bichos se parecen muchísimo a los de Lormyr, allí las criaturas reptilianas abundan como los mosquitos

Jenkins sonríe a las palabras de Abyl...

 - Ja, si me hubieras dejad pasar antes, hubiera acabado con unos cuantos, pero tenías esas esapalda grande tuya delante y no quería empujarte, así que esperé a que me dejaras un hueco, para poder acabar la faena... Bueno creo que el tiempo apremia, así que Moses has tu trabajo y sigamos...

El enano limpiando su hacha con los arapos de alguno de las criaturas, escupe en el suelo con aspecto de asco...

 - Malditas criaturas infernales... Mineas, no seas enclenque, esa sangre son de las criaturas...

Que no es mi sangre? Digo apenas volviendo algo de color a mi rostro. Querrás decir, que no toda es mía, pero, como no se la haya tragado ese bicho, yo he perdido una gran cantidad, os lo aseguro.

Lona, tú si me respetas, puedes curarme un poco, por favor? Intentando ponerme en pie con dolores.

Moses ya ha hecho su trabajo en los cofres, le observaba cuando nos atacaron. Lo que no sé es de dónde han salido. Poniendo cara como si mirara a lo lejos observando la pared del fondo. Debe haber una puerta secreta o algo. Fueron muy sigilosos. Me acerco a la pared que voy observando.

Pues no se ve nada. Los habrán teletransportado? Jejeje. Lo digo en broma por si es una estupidez, pero en realidad no se me ocurre otra cosa.

El comentario de Mineas sobre donde salieron aquellas criaturas hace que el enano lo considere y empieza a buscar algúna cosa fuera de lo normal...

 - A quien le importa de donde han salido? si salen mas también les zurraremos!!!

¡¡ Seeeeeeeeeh !!

Dice Abyl colocándose en tensión y enervando su cuerpo en una afirmación eufórica a las palabras del enano

Clonk !!! - El espadón cae al suelo, y Abyl se lanza por encima de Rurik agarrándole por detrás, sujetándole con una mano y haciendole una cerilla con la otra para luego terminar dando un par de puñetazos indoloros en las costillas

¡¡Somos duros!! ¡¡ Que vengan si quieren !!

Recojo el espadón y miro el interior de los cofres, tal vez hayan salido de ellos y puedan verse sus marcas