Partida Rol por web

Edie y Mike, entraron para ver la casa y después se marcharon, poco pudiste averiguar de él o de las intenciones de ella así.

Julie bajó de su cuarto y te vio mirando por la ventana así que se acerca por detrás sin hacer ruido y mira lo que tu miras.

¿Qué haces mamá? - dice sorprendiéndote y con cara de duda - ¿estás espiando a Edie Britt? Eso es de crías mamá, ¿no crees?

Susan mira intrigada por la ventana pero justo cuando va a desistir da un salto ya que su hija está justo al lado y ella no se había dado cuenta.

- ¡Dios Julie, que susto!- dice poniendo su mano derecha en el pecho izquierdo.- Pues estaba observando al nuevo vecino y a Eddie.... vale es un poco de cría chica.- ríe avergonzada.- ¿tienes hambre?

Susan se dirige a la nevera y la abre para comprobar que tengan comida suficiente porque si no debe ir al supermercado a comprar.

- Bien si quieres yo cocinaré.- dijo efusivamente y cogiendo ingredientes de la nevera.- Comeremos.... a ver a ver.... mmmm... ¡Por fin! Aquí está.... Comeremos Espagetis, ¿qué te parece?- mira a Julie esperando oir su reacción.

Te despides de tu amor que va a trabajar a tu antiguo y querido trabajo, estás harta de la vida domestica, lo tuyo es la publicidad. Si tuvieses la oportunidad lo demostrarías pero tu marido piensa que las mujeres deben de ser buenas amas de casa y tu pensabas que tus hijos necesitaban de una madre, pero llevas mucho tiempo ya cuidando de tus monstruitos ahora podíais cambiar los papeles, aunque solo fuese por un tiempo.

Podías hacer una reunión de póker en tu casa ahora que los niños están en clase y tienes todo "en orden", así podíais poneos al día.

Mientras que limpias llaman a la puerta de tu casa y el loro sigue en el jardín trasero diciendo - ¡Antes muerta!¡Antes muerta!

Oyes el coche de Rex, colocando bien tu vestido para que te vea tal y como estás, perfecta.

Pero él entra casi sin hacerte caso, se sienta en el sofá y pone la televisión. ¿Se había olvidado de que teníais que hablar?

Me quito el guante de la mano derecha y miro por la mirilla de la puerta, ¿Se habrá arrepentido Alma y vuelve a casa?

Es un agente de policía. El mismo que estuvo en la casa de Mary Alice Young.

Chasqueo la lengua. Vaya, esto no es bueno.

Abro la puerta y mientras me quito el otro guante y empiezo a soltarme el delantal digo.

-Buenos días agente, ¿en que puedo ayudarle?

Lynette estaba demasiado aburrida y tenía toda la casa ordenada. Recordó que hacia mucho tiempo que no tenía una buena reunión con sus vecinas y decidió que era el momento de retomar esas fabulosas reuniones de poker.

Ni corta ni perezosa, bajó las escaleras de las habitaciones y se dirigió al salón, mientras pensaba a quien llamaría antes...

¿Gabi, Susan,Bree?.- pensaba mientras bajaba las escaleras.

Cuando hubo llegado al salón, descolgó el auricular y marcó el primer número que se le vino a la cabeza y que casualmente era el de Susan. Esperó respuesta mientras daba la llamada.

Llaman a tu teléfono.

Ya voy yo haciendo los espaguetis - como estaba acostumbrada no le preocupaba hacerlo una vez más.

Susan suelta el la lata de tomate que tiene en su mano izquierda y cierra la nevera.

- Está bien voy corriendo a contestar.

Susan se acerca al teléfono ¿quién será?y lo descuelga suavemente se coloca el auricular en la oreja derecha y dice:

- ¿Diga?- espera a que la persona que se encuentra al otro lado dela auricular responda.

- ¿Diga?- escuchas la voz de Susan al otro lado.

¿Me permite entrar? - dice el agente - ¿haciendo limpieza general? - el agente de policía estaba muy serio.

El agente pasa al interior yendo al salón guiado por Orson - Señor Hodge, estamos interrogando a todos los vecinos de Wisteria Lane que puedan tener algo que ver con la Señora Mary Alice Young, el caso aunqeu claro tiene unas pequeñas... lagunas, no se si me entiende - el hombre mira al jardín porque el loro sigue gritando - ¿problemas con su mascota? ¿Dónde se encuentra la señora de la casa? - en lo alto de la mesa Alma tenía una foto de la boda.

-Hola Susan, quería invitaos a mi casa para hacer una de nuestras reuniones de poker, ¿que te parece?.- pregunta Lynette animada.

-Pues sí, me ha pillado haciendo limpieza.- le digo al policía, dejando en la mesita de la entrada el delantal.- Así que sobre la señora Younge, ¿eh? Bueno, yo no la conocía demasiado, la he tratado un par de veces, y a su hijo Zack también, pero nada más.- le explica Orson al agente- ¿La señora de la casa? Eso me gustaría saber a mi... Si pensaba marcharse podía haberse llevado a su loro...- le digo, señalando a la parte de atras de la casa con cara de fastidio.

Susan contesta contenta al saber que se trata de Lynette.

- Pensé que nunca me lo pedirías, tengo algunos cotilleos sobre el nuevo vecino.- se ríe.- ¿A qué hora? ¿Necesitas que lleve algo o llame a alguien?

Susan estaba deseando volver a jugar con sus amigas y cotillear, era lo que mejor se le daba así que esta llamada le alegro el día.

Lynette sonrie al escuchar que Susan puede venir.

-Pues...puedes traer lo que quieras.- dice sonriente por el telefono.

Y ya me encargo yo de llamar a las demás, te espero en 10 minutos ¿vale?.- dice antes de colgar.

Al colgar el teléfono, Susan coge un bizcocho que compró hacía un día aproximadamente y lo envolvió en papel albal, miró a su hija y le dijo con una sonrisa y algo de prisa.

- Voy a casa de Lynette a pasar el día, si quieres algo no dudes en avisarme.- le da un beso en la mejilla y corre hasta el espejo de la entrada para acicalarse un poco.- ¿Crees que voy bien? Tengo algo de tiempo, ¿debería cambiarme? Todavía faltan unos minutos relajate, sientate y después te marchas.

Susan se sentó en el sofá de su salón, soltó el bizcocho en la mesa del café y encendió la televisión para intentar calmarse.

-Pero...yo...bueno, la verdad es que me gustaría que viera esto. He estado trabajando mucho y tengo una idea que le va a encantar, si me permite exponérsela. Mire, tengo folletos, cuñas radiofónicas, un storyboard para un anuncio televisivo y hasta un precasting de famosos con los que podríamos contactar para hacer la campaña. Escúcheme y no le defraudaré.

Sus ojos miraban reiteradamente los de la joven mientras esta le contaba algo de su vida. Divorciada... Pobre chiquillo Mike se preocupó más en ese momento por el niño que por la pareja en sí.

Todo lo demás ocurrió de repente.
Una mirada.
Un movimiento.
Y una voz que susurra en su oído.

Le costaba mucho afrontar esas situaciones. Sabía perfectamente lo que la joven iba buscando: Un beso.

Había algo en él que decía que sí, que la besase. Sin embargo, otra parte de él sabía que si la besaba ese beso podría desembocar en un algo más que solo acarrearía futuros problemas. No quería meter a nadie en su vida, y mucho menos sin acabar lo que se traía entre manos.

¿Sabes, Edie?- le dijo sin mover la cabeza lo más mínimo. Miraba, perdido, al frente- Yo antes tenía pareja...- hizo una pausa para que la joven tomase asiento y luego proseguir con la historia- La dejé. ¿Por qué? A veces se quiere tanto a una persona que lo mejor es dejar que ella haga su vida...

¿Y qué más?- pensaba para sí-Sabes perfectamente que eso no es creíble... Es lo que hay. Mejor te hubieses callado. Silencio. Su cabeza quedó en silencio. Sólo dijo lo que podía decir, lo que había por decir.

La conversación se desarrolló fuera de los temas relacionados con las relaciones. Todo más ameno, más externo. Todo acompañado del tintineo de los cubiertos en los platos y del ambiente alrededor.

El postre ya estaba servido y los platos casi vacíos. El siguiente destino, según pensaba Mike, era su nueva casa y un largo trabajo por delante.