Partida Rol por web

 Me quedé gelida con el telefono pegado en la oreja, notando como por mi rostro se resbalaba las gotas por mis cabellos empapados. No tuve tiempo de decir absolutamente nada ese... ese maldito... no me dejaba ni un respiro, ni un descanso...

- ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!- Grité con fuerza y colgé, yo siempre me consideré una chica tranquila, pero necesitaba aquel grito, necesitaba desahogar la frustración que sentía.

Rápidamente dejé el albornoz a un lado y me vesti con rapidez, aunque seleccionando bien lo que me ponía, igual de formal para ir al trabajo, sacudí los cabellos lo más rápido posible, tendría que dejar que el viento los secase para no perder el tiempo. Me llevaba demasiado tiempo secándolos.

Tomé el coche y me dirigí hacia su "Sede" con la misma cara de pocos amigos, pero en cuanto llegara, tendía que fingir que no me importaba, que era mi trabajo, que no me caia ni bien, ni mal...

Y allí me veía yo, llamando a su puerta otra vez.

Cuando llegas al edificio del Capitan Increible ves a un par de fans en la puerta, sentadas en el suelo esperando por si aparece su heroe.
El fornido portero te deja pasar y compruebas que las secretarias no estan, seguramente no todas trabajen por la noche y si lo hacen no es precisamente en ese puesto.
Subes al primer piso y te encuentras al gran heroe sentado en un enorme sillon viendo la television en calzoncillos. En el suelo, a su lado, un plato vacio con migas de pan que seguramente ha sido su cena.
Al verte te mira de arriba a abajo con expresion de extrañeza.

- Que aspecto tienes. ¿Donde estabas? ¿No habré provocado un coitus interruptus, verdad?

Sin esperar respuesta, como siempre, se agacha y coge algo del suelo. Es su traje blanco, te lo enseña y puedes ver una mancha roja en la rodilla derecha.

- Esta es la emergencia. Se me ha caido ketchup y no se como limpiarlo, tu eres una mujer, asi que he pensado que tienes que saber como quitar manchas. Os lo enseñan... en el colegio... o vuestras madres. Lo que sea, pero necesito el traje limpio. Es el ultimo que me queda, los demas estan destrozados y los nuevos no llegan hasta el Miercoles.

Sin levantarse arroja el traje y cae en un sofá, a tu lado. Despues vuelve a recostarse y sigue viendo la television.

 Me quedé rígida observando como estaba el Capitán Increible, su forma de hablarme, y ahora me mandaba, yo ya estaba casi al límite, pero tenía que controlarme como pudiese.

- No. - Dije tajante y mirandolo seriamente.

- He estado trabajando duro todo el dia, lo del ferry y la gran espera de casi una hora larga para salir de allí, porque tu te marchaste para hacer tu pase "heroico". Cuando llegué a la comisaría redacté todo el informe y cuando todo acabó, pude irme a casa, darme un baño relajante para que luego me llamases tú para una "emergencia". - Decía con un timbre de voz neutral, todo lo que pude controlar. - Y me vienes con este machismo, y este poco respeto hacia mi para que te limpie esto?, yo no soy una de tus chachas, o una de tus fulanas. Soy una trabajadora honrada que quiere llegar a ser algun día policía, y si soportarte a tí hace que pueda acelerar esa posibilidad, casi prefiero ser mas paciente y volver a lo que estaba haciendo antes. - Dije con el mismo timbre de voz, sereno y serio, pero por dentro sentía como la adrenalina recorría todo mi cuerpo.

- Maldito caprichoso... - Murmuré mientras me daba la vuelta, estaba dispuesta a regresar a mi casa y descansar.

La cara del Capitan Increible cambia radicalmente cuando te niegas y se torna tragica cuando justificas tu negativa.
Cuando te giras se levanta y se acerca rapidamente a ti.

- Eh, eh, eh. Espera. ¿Por que te pones asi? Lo del ferry era por tu bien, ¿o querias que todo el pais te viese colgada de mi? Ademas, supuse que tendrias que rellenar informes y tratar a los heridos y afectados. Si querias que te sacara de alli solo tenias que llamarme.

Mientras estas de espaldas coge tu mano para detenerte, al mirarle ves la razon de su agitada vida sexual. Su mirada seductora sin duda le ha tenido que ayudar mucho, aunque con personas medianamente inteligentes no parece funcionar.

- Hazme este favor, si quieres te pago. Te daré mil dolares si me ayudas, mañana me traes el traje en perfecto estado y tu ganas mil pavos. Pero nada de tintorerias, no quiero que la prensa piense que soy estupido. ¿Que me dices? ¿Mil dolares y mañana tengo traje limpio? Vamos, no es una oferta que te hagan todos los dias.

 No me giré en ningún momento cuando me hablaba y me lanzaba esas excusas por su boca fanfarrona, por cada minuto que pasaba, mas me hartaba de este trabajo y eso que no llevaba si quiera  una semana... tan solo 2 dias!! y este era el segundo!.

Me hizo girar al agarrarme de la mano, por lo que me obligué a mirarlo aunque con un rostro aburrido y cansado. El maldito se ganaba a las estúpidas y hormonadas con su cara bonita, porque había que reconocer que era la versión de la sirena para las chicas.

Intenté que mi rostro no reaccionara a las siguientes palabras que me dijo, pero era tan dificil, tan dificil controlar que mis ojos no se abriesen de par en par cuando dijo que me pagaría mil dólares para limpiar una mancha en una de sus ropas... desde luego no sentía la preocupación del gasto ni nada por el estilo... soltaba el dinero como si se tratara de calderilla.

- Desde luego no tienes valor por dinero, aunque estés forrado... - Dije mirandolo, y pensando en el qué haría yo. No me gustaba venderme por dinero... pero maldita sea, eran mil dólares y yo no era que me sobrase el dinero, mas bien me faltaba... pero esto haría que si ya me tenía perdido el respeto, por ser la única que le da la espalda y no hace todo lo que quiere, se perdiera para siempre.

- ¿Tu te crees que por ser una mujer ya tengo que saber como se quitan las manchas??, vaya machista... - Dije cogiendo la prenda... había mentido un poco, como vivo sola, habia aprendido a base de manchas con que se quitaban.

- Veré lo que hago, solo te diré que no me voy a esforzar, ni voy a frotar durante horas para tenertelo listo, aprende a sobrevivir con dificultades, los poderes no lo son todo, aprende a vivir como una persona normal, que tengas esos poderes tampoco te hace ni inmortal ni inhumano...Aunque puede que por otros motivos esto último lo seas...- Dije balbuceando por lo bajo algunas palabras mal sonante a la vez que me llevaba el pantalón.

En cuanto llegara a casa, tan solo metería el pantalón en la bañera con varios productos que usaba anti manchas y la llenaría con agua muy caliente y la dejaría toda la noche, si no se quitaba la mancha, no era mi problema, es mas, mejor, así tendría que aguantarse. Y a dormir.

Cuando coges su traje y te lo llevas el Capitan Increible parece contento con la situacion. Pese a los insultos y las duras palabras que le profieres esta claro que ha conseguido su objetivo y eso es lo que cuenta para él.
Llegas a tu coche y continuas insultandole, durante el camino los insultos van dejando paso a la idea del dinero facil. Mil dolares serian una gran ayuda en tu situacion actual, tu sueldo no es gran cosa y tanto dinero por algo tan simple siempre es bienvenido.

En cuanto estas en tu casa pones el traje en la bañera, donde hace un rato estabas relajandote, y te metes en la cama para que termine de una vez el dia.

El despertador parece sonar segundos despues de haberte dormido, pero en realidad han pasado casi ocho horas. Te levantas y echas un vistazo al traje, la mancha ha desaparecido y no puedes evitar sonreir cuando piensas en el dinero.
Falta una hora para que comience tu jornada, pero te das cuenta de que no sabes muy bien que tienes que hacer. Si presentarte en la base del Capitan o ir a la central de policia.
Mientras tanto en el exterior el Martes se presenta soleado, solo esperas que no sea necesario acudir a ninguna emergencia y volver a volar colgada de ese estupido superheroe.

 Tras una dura decisión, di un sonoro suspiro justo al montar en mi coche, y comencé a conducir. Había dejado el traje a secar en el tendedero, no iba a esforzarme mas de la cuenta por ese estúpido, a la tarde iría a casa de ese tipo.

En cuanto llegué a la central de la policia me iba dirigiendo hacia la mesa que me habían preparado para continuar con mi trabajo, y con lo nuevo que me pudiesen mandar. Mis ojos se dirigieron a mi alrededor, supuse que no era mas que un dia normal como otro cualquiera, pero para mi aun este lugar era nuevo.

Cuando tomé asiento no pude evitar pensar en el dinero que me ganaria por haber hecho solo tres gestos. Un giro de muñeca para abrir el grifo de agua caliente, lanza el traje en la bañera y recogerlo esta mañana. Sonreí

En cuanto te sientas salen del despacho de Clarke un grupo de hombres, es el mismo equipo de operaciones especiales con el que te topaste ayer. Uno de ellos, al verte, se separa de los demas y se acerca a tu mesa.
A medida que se acerca lo reconoces, se trata de ese tal Wolovich que intentó mofarse de ti y remarcar su indetidad de macho alfa.

- Buenos dias Dorothy. ¿Te han dado una mesa para que escribas tu diario? Me han dicho que eres la niñera del Capitan Increible...mente tonto. Lo unico util de ese cretino son sus secretarias.

Se detiene como si sus dos neuronas se hubiesen activado a la vez.

- Oye... Dorothy. ¿Tu podrias conseguirme el numero de alguna de esas monadas? Seria un gran favor, te deberia una y yo siempre devuelvo mis favores. ¿Verdad chicos?

Se gira buscando la respuesta de sus compañeros, pero ellos no estan prestando atencion a vuestra conversacion. Se agacha y se apoya en tu mesa para susurrarte.

- Consigueme un telefono y te enseñaré algunos trucos para hacer tu trabajo mas facil. Nada ilegal, solo pequeños atajos.

Te guiña un ojo antes de levantarse y sonreir de una forma un tanto estupida.

 En cuanto veo al tipo chulesco de la otra vez, bajo la mirada y continúo con mis tareas, escuchando sus palabras porque no me queda mas remedio. Apretaba la mandíbula al escuchar tanta tontería acompañada de testosterona, chulería y sobretodo machismo, algo que me sacaba de mis casillas.

- Vaya espantaparajos, veo que aun el Mago de Oz no te ha proporcionado cerebro... ya tarda.

Fue lo que dije despues de haber escuchado lo que me pedía, me hizo gracia que sus compañeros pasaran de él cuando éste pedía apoyo en sus palabras. No me hacía falta los consejos de aquel estúpido, ni posibles atajos que lo que harían seguramente era perder mas tiempo a sabiendas de que provenían.

- Si quieres el teléfono de una chica, te aconsejo que mires la guía telefónica, es la única manera que tienes de lograrlo. - Dije ruda antes de volver a retirarle la mirada y continuar con lo que estaba haciendo. 

Pensar... que después tendría que volver a casa para coger el traje y devolverselo a ese "Increible Estupido"... pero al menos me llevaría una buena pasta.

Wolovich sonrie ante tu comentario.

- ¿La unica manera de lograrlo? Eso te pasa ti, ¿verdad? Te he ofrecido mi ayuda, pero lo quieres intentar sola, alla tu. Que no se diga que en OE no ayudamos a los novatos.

Se aparta de tu mesa y vuelve junto al resto de los hombres de operaciones especiales. Poco despues se marchan por las escaleras que bajan hacia los vestuarios y el graje del departamento.
Clarke se asoma a su puerta y llama tu atencion con la mano.

- Stinson, ver un momento. Tenemos que hablar de un par de cosas.

Pese a que su tono no parece de enfado no puedes evitar pensar que en tu segundo dia ya tienes problemas. Te dispones a levantarte para entrar en su despacho cuando sucede algo fatidico.
Una fuerte explosion sacude el edificio, cuando te giras en la direccion del estruendo ves como parte del suelo se hunde arrastrando consigo mesas, sillas y paredes. El suelo tiembla y tienes que agarrarte a tu mesa para mantener el equilibrio.
Inmediatamente salta la alarma de incendios mientras pedazos de techo y paredes se precipitan sobre el crater abierto en el centro del edificio. Antes de que puedas reaccionar se vuelve a producir una explosion, una bocanada de fuego y metralla asciende desde la escalera por la que hace medio minuto ha bajado el grupo de operaciones especiales. Te tiras al suelo tras tu mesa para ponerte a cubierto, las ventanas del despacho de Clarke se hacen pedazos por la honda expansiva y parte del techo se desploma a unos metros de ti.
Rapidamente la gente empieza a desalojar el lugar, por suerte las escaleras que bajan a la recepcion estan en pie y no han sido afectadas. Algunos compañeros se acercan al agujero para ayudar a los heridos que han permanecido en la primera planta y no han caido.
Clarke sale de su despacho gritando.

- ¡Todo el mundo fuera! ¡Rapido!

Al ver el estado de la escalera del garaje baja corriendo en busca de sus hombres.
Es apenas cinco segundos el caos se ha apoderado de la central de policia de Nueva York, tus oidos pitan hasta doler y te sientes mareada.

 Volví a lo mio ignorando las palabras de ese mequetrefe, no creía en absoluto que me podría ayudar, ademas, nunca aceptaría algo así, no queria realizar mi trabajo con trucos o atajos, queria hacerlo bien, y por mi misma.

Alcé la mirada cuando Clarke me pidió que fuese con él, tenía algo que decirme, la alarma se me encendió en la mente, esperaba que no fuese algo malo, pero de pronto, un pitido y una neblina apareció.

Una explosión hizo mella en la oficina, creando un agujero donde por alli resbalaban varias mesas y sillas, por suerte yo pude resguardarme bajo una de las que estaban a salvo, cuidando que nada me cayese encima. Aunque no había resultado herida, notaba un molesto pitido en el oido, y unas nauseas a causa de lo ocurrido.

Sigo a la gente que corre hacia las escaleras donde antes habian bajado los chicos, parecía que no había resultado dañada, algo que agradecía, porque si no fuese así, no sabría como hubieramos desalojado el edificio. Fui bajando con cautela, memorizando con la mirada todo lo que estaba pasando, habría que informar de todo.

El ruido de los gritos y la alarma son audibles pese al potente zumbido que sufren tus oidos mientras bajas corriendo justo detras de Clarke. En cuanto llegas al rellano te encuentras con una columna de humo denso que brota del piso inferior.
Ves como tu nuevo jefe se adentra en el humo armado con un extintor gritando el nombre de todos y cada uno de los miembros de su equipo, sin embargo no oyes respuesta alguna.
Tapandote la nariz y la boca te adelantas un poco para ver mas de cerca la situacion. Aunque nunca has estado en esta parte del edificio logras ubicar las distintas salas a las que se accede por las escaleras.
A tu derecha esta el garaje, de donde sale el humo y por donde se ha metido Clarke. De frente estan los vestuarios de operaciones especiales, lo sabes porque tambien tienen un acceso por el otro lado que da a la puerta principal.
Desconoces a donde lleva la puerta de tu izquierda, pero es la unica de la que no sale humo.

El resto de la gente ha huido del edificio. El fuego y el humo aumentan su intensidad por momentos, un desagradable olor a carne quemada llega hasta a ti aunque no sabes identificar de donde proviene.

 En cuanto sigo al Capitán, dedico mi mirada no solo al frente, sino de vez en cuando hacia atrás, recuerdo como casi al Capitan Increible uno de los secuestradores le atacaba por la espalda, aqui podría suceder lo mismo, las explosiones eran un buen sistema de distracción.

Continué mis pasos dirigiendolos hacia donde se había adentrado mi jefe, todo estaba lleno de humo, por lo que mojé levemente mi manga usando mi poder y me lo puse en la boca.

- Señor Clarke, voy con usted. - Decidí dar señal de que estaba aqui, quería ayudar, sabía que yo podía hacer algo contra el posible incendio que hubiera, aunque no querría por nada del mundo que él me viese hacer uso de mi poder.

No quise respirar demasiado por la nariz, por mis fosas nasales entraba un fétido olor a carne quemada, no quería pensar lo que mi mente estaba procesando, di varias zancadas rápidas, necesitaba ponerme al lado de  mi jefe.

Entras en el garaje agachada para no recibir todo el humo en la cara. Aunque nunca has estado en ese lugar no te cuesta mucho hacerte una idea de su distribucion.
Separados por columnas hay huecos para vehiculos, frente a ellos las puertas del garaje que dan a un pequeño aparcamiento antes de salir a la calle. Tras los huecos hay mesas con herramientas para el mantenimiento de los vehiculos.
Ahora todas las herramientas y las mesas estan esparcidas por el suelo, un coche patrulla modificado para persecucion esta volcado con gran parte de la carroceria deformada. Un furgon blindado se sostiene sobre dos ruedas mientras la cabina se apoya contra una de las columnas. Al fondo hay dos furgones mas salpicados por la metralla.
Ves frente a la puerta al Capital Clarke ayudando a uno de los miembros de operaciones especiales, tiene una pierna colgando y un reguero de sangre emana de su rodilla.

- ¡Vamos Brown, hay que salir de aqui!

Cuando te giras ves a otro herido, se aprieta con fuerza el estomago y su cara esta desencajada por el dolor. Hay alguien quitando escombros de encima suyo, cuando se gira para mirarte descubres que se trata del capitan Clarke.
Pensando que tu mente te ha jugado una mala pasada vuelves a mirar al frente, despues giras de nuevo la cabeza. Hay dos capitanes Clarke, cada uno ayudando a un herido distinto.
El capitan de tu derecha señala al furgon inclinado mientras te mira.

- ¡Stinson, ese furgon esta a punto de explotar! ¡Sal de aqui!

Cuando te fijas ves que el fuego se extiende hacia el vehiculo y como se ha formado un charco de gasolina bajo él. El charco crece poco a poco acercandose a un cajon en llamas tirado en el suelo.

 - ¿Pero que demonios....? - Fue lo primero que dije cuando vi a ambos Clarke. Sentí como mi corazón dio un vuelco, ¿quien de los dos era el verdadero?. Me fijé que uno de ellos estaba ayudando a uno de los miembros de las operaciones especiales, tal vez debia fiarme más de él, pero no podia pensar mas, uno de ellos me avisó que uno de los furgones estaba a punto de explotar pues un reguero de gasolina  se va acercando peligrosamente a un cajón que ha salido ardiendo.

No comprendía nada... quería preguntar quien diablo era, pero tenía que reaccionar. Esa era otra, ¿como?. Podía utilizar mis poderes en un simple gesto pero entonces me descubriría totalmente... ¿pero que iba hacer?, ¿Arriesgaba aquellas vidas que estaban ahora bajo mi merced por proteger mi secreto?... ¿o en cambio salvo vidas aunque mis poderes salgan a la luz?.

Dejé que una presión de escarcha saliese de mi mano a una velocidad vertiginosa que se dirigía a tapar el fuego que aquel cajon desprendía, al igual lo hice con toda la zona que estuviese en peligro de incendio... la cosa estaba hecha... y no había vuelta atrás.

Como quien no quiere la cosa, corrí rapidamente hacia el Clarke que tenía en frente que ayudaba al chico que sangraba.

- Creo Señor que tendremos que darnos mutuamente explicaciones de esto. Deja que lo ayude. - Dije intentando ayudar al herido aunque mi mirada se fijó en el otro Clarke... ¿seria un impostor o también mi jefe tenía poderes?

Tras extinguir el fuego del cajon corres a ayudar a Clarke. Ante tu comentario sencillamente asiente.

- Despues hablaremos, cuando el techo no amenace con aplastarnos.

Entre ambos apoyais al herido en vuestros hombros y comenzais a caminar hacia los pasillos interiores, donde el fuego todavia no ha llegado.
De repente aparece un hombre de entre el humo, parece haber llegado desde el exterior del garaje.

-¡Clarke! Soy el detective Willson. Vengo a ayudar. ¿Tienes la situacion controlada por aqui? Si no me necesitas, me adelanto a ver si queda alguien mas alli dentro.

No recuerdas haber visto a Willson antes, pero si se trata de un detective es logica ya que en los archivos no suelen estar y en operaciones especiales aun menos.

- Ayuda a sacar a Boots, - señala con la cabeza al otro herido atentido por su clon - y llevalo dentro. De momento es mas seguro alli.

Mientras Clarke da instrucciones al recien llegado este te mira con un gesto extraño. Te preguntas si te ha visto usar tus poderes y si tendras que hablar tambien con él sobre lo ocurrido.

 Clarke accedería a conversar conmigo sobre lo ocurrido y nos disponemos a ayudar al herido, me sorprende una voz que me hace pegar un pequeño bote por la impresión, y alzo la mirada hacia él, ¿desde cuando había estado allí?, por lo que decía era un detective que también iba ayudar en el caso, pero me preguntaba si había visto todo lo que habia pasado, todo lo que yo había hecho y lo de Clarke.

En cuanto cruza la mirada conmigo, no puedo evitar también cruzarla con la misma expresión. Aunque sinceramente me gustaría saber que significaba lo que estaría pensando mirándome así.

Mientras ayudaba a sacar al herido de alli con mi jefe, quería saber quien fue el responsable de todo esto.

- Capitán, ¿Quien ha ocasionado este atentado?... porque no lo veo de otra manera...- Dije mientras lo miraba entrecerrando los ojos y pensando... ¿Y ahora?, ¿Donde esta el Capitan Increible?.

El capitan apenas puede responder a tu pregunta. Niega con la cabeza mientras baja la mirada lamentando la situacion.
El hombre trae a otro herido y cierra la puerta, o lo que queda de ella, para que el calor y el humo no os alcancen. Despues, mientras comprueba el estado de los heridos, responde a lo que Clarke no ha sabido.

- Creo que yo tengo una idea de quien pudo haber sido, pero antes de acusar a nadie debería comprobarla. Si puedo llegar hasta el almacén de pruebas o localizar a Tony, el encargado, posíblemente sea suficiente para asegurarme. Por cierto, ¿quién es usted, señorita? No es policia, ¿verdad? De todas formas, muchas gracias por su ayuda. Es muy valiente.

El almacen de pruebas es justo donde ha explotado la bomba, llegar a ese lugar es meterse en un infierno de llamas.
Hace una pequeña pausa y os mira a ambos con gesto complice.

- Y tranquilos los dos, no diré nada a nadie de lo que he visto hoy. Vuestro secreto está a salvo.