Partida Rol por web

 Aquel hombre oriental reaccionó ante su nombre, comenzó a jugar con las palabras mientras me hablaba, explicándome algunas cosas que ya sabía... desde luego no podía irme de allí hasta que todo pasase, porque entonces si que estaría en un grave problema, los soldados me verían.

Con cuidado cerré la puerta y me mantuve apoyada en ella unos segundos mientras lo miraba. Por el momento no parecía que el Capitan Clarke me había hecho dirigirme hacia la boca del lobo, pero siempre se ha dicho que las apariencias engañan, pero por otro lado... debía confiar en él, Clarke había confiado en mi.

¿Porque iban a venir a matarle?

Quise preguntar, pero no lo hice, me limité a responder a su pregunta.

- Me llamo Angela Stinson, y vengo de parte del Capitan Clarke, me dijo que tu me indicarías que hacer con todo esto que está ocurriendo en la ciudad. - Dije sin mucho reparo, ese era el mensaje y se lo había dado.

- Otro dato a destacar es que puede que no estemos solos... alguien o algo invisible me ayudó a llegar asta aquí... - Dije retirando mi mirada de Watai para mirar alrededor, era imposible verlo pero... no pude evitarlo.

Cuando terminas de hablar el hombre sonrie.

- Capital Clarke, de la policia de Nueva York. Grupo de operaciones especiales. Es un buen hombre, quien le conoce bien sabe que vale por dos.

Tras la sutil broma consulta su reloj y te invita a acercarme con un gesto.

- Por favor, acompañeme. Este lugar no es seguro, nadie sabe si el proximo coche en explotar estará demasiado cerca.

Se da la vuelta para entrar por la puerta que hay detras del mostrador y justo cuando va a desaparecer de tu vista se gira de nuevo y levanta la mano. Hace un leve movimiento con dos dedos y el cerrojo de la puerta se mueve para bloquear la entrada.

- Y no se preocupe por su ayudante invisible, parece una mujer inteligente.

Desaparece por la puerta y oyes resonar sus pasos. Parece que esta subiendo una escalera metalica. Desde la trastienda puedes su voz, se ha detenido para dirigirse a ti.

- Si es tan amable de contarme a que se dedica, señorita Stinson. Y, si confia lo suficiente en mi, tambien me gustaria saber que es capaz de hacer. Creo que me entiende.

Watai sigue ascendiendo hasta el primer piso y ahora sus pasos suenan sobre ti.

 Esbozo una especie de sonrisa tras la pequeña broma sobre el poder de Clarke, le sigo en todo momento pudiendo confiar un poco mas en él, Clarke jamas me preparaía una encerrona, confiaba en mi y yo tenía que hacer lo mismo.

Le seguía mirando al frente, observando como se giró unos instantes para cerrar el cerrojo de la puerta de entrada del local, dede aquella distancia... ¿telequinesia?... y contando con su comentario... entonces... no era un hombre invisible quien me había seguido, sino que él lo habia hecho con su poder.

No dije nada, mi rostro sorprendido fue suficiente, luego relaje mi expresión cuando me preguntó a que me dedicaba.

- Soy estudiante, estudio para ser policía, ahora digamos que... estaba en prácticas en la comisaria. Y sobre lo de mi habilidad "especial"...

Dejé unos pocos segundos que pasaran antes de seguir hablando.

- Manejo el frío en mayor medida... y también puedo ser capaz de crear un campo de fuerza... no conozco el motivo de todo esto, pero es lo que soy capaz de hacer. - Dije dejando de nuevo que el silencio entrase en escena mientras lo seguia.

Mientras subes las escaleras puedes ver las trastienda, varias cajas apiladas y una estanteria con mas objetos antiguos. No parece ser un local demasiado grande.
En el piso superior, del mismo tamaño que la tienda, el techo apenas llega a los dos metros. La parte que da a la calle tiene un ventanal enorme que ocupa toda la pared. Mientras te acercabas no te fijaste que habia ahi, aunque no recuerdas una ventana tan evidente.

Watai se sienta en una pequeña silla y te invita a hacer lo mismo frente a él. Entre ambas sillas hay una mesita con una tetera y tres tazas. El hombre empieza a servir dos tazas de lo que parece ser té.

- El manejo del frio puede ser un gran poder si se sabe utilizar sabiamente. Su versatilidad es incomparable, aunque como todo en la vida depende de los fines para los que se use.

Termina de llenar las tazas y deja la tetera sobre la mesa. Coge su taza y se reclina sobre su silla con total calma y, a simple vista, ajeno al caos que aumenta en la ciudad.

- Intentar convertirse en policia es un acto muy loable señorita Stinson. Sobretodo teniendo sus poderes y la tentacion que siempre provoca. Toda persona que se ha dado cuenta de su superioridad ha pensado, aunque sea por un momento, en utilizarlos en su propio beneficio aun en detrimento del resto de la humanidad. Me refiero a hacer el mal, a ganarse la vida de una forma poco honrada. No a intentar ser agente de la ley o tener una tienda de antigüedades.

Da un sorbo a su bebida antes de continuar.

- Clarke le ha enviado porque hoy ha empezado una guerra. No es una guerra normal, no verá tanques ni aviones. Lo que nos espera es mucho peor, a no ser que hagamos algo para evitarlo. Señorita Stinson, esta aqui para ser reclutada. Su don, su habilidad, su poder, le convierte en una pieza clave. Pero me temo que no puedo contarle mucho mas, será mejor que lo vea. Terminemos nuestra bebida y le mostraré aquello que no puede ser explicado con palabras.

 El asiatico me había llevado a un lugar para digamos, hablar con mas tranquilidad sobre a lo que yo había venido allí, o eso era lo que esperaba, aun no podía sentirme relajada, aunque el té que comenzó a servir pudo haberme relajado un poco.

Había tomado asiento y callaba escuchando lo que tenía que decirme, mis ojos estaban fijos en los de él. Estaba pensando en todo lo que me estaba diciendo... era cierto que poseer una habilidad especial como la mía podía hacer que, en otra persona o quien sabe... en otras circunstancias yo me hubiera dirigido hacia otro camino... como había comentado Watai, hacia el camino del mal, pero lo sucedido con mi hermano no hizo que tuviese sed de venganza hacia la humanidad, gracias a... Dios, o lo que sea aquello que no conocemos, aquel ente si existe realmente, decidí convertirme en policía.

Cuando llevé la taza de té a mis labios continuaba mirando a Watai, en esos momentos me comunicaba que estaba allí para ser... "reclutada"?? ¿una guerra?... todo aquello comenzó a recordarme a películas de super heroes. Di un sorbo.

- Creo que lo sigo... - Murmuré dejando la taza de nuevo en la mesa, atendiendole nuevamente. Si todo esto lo está ocasionando... como insinua otros de nuetra misma condición, que utilizan sus poderes por propio beneficio inclinandose hacia el mal camino, estaré conforme de estar en este lado. - Asentí volviendo a dar un trago al té, esperando que el me guiase hacia aquel lugar... aquel sitio que terminaria por aclararme todas mis dudas.

Watai sonrie ante tu respuesta.

- Me alegra oir eso. Si Clarke le ha enviado es porque ha demostrado nobleza y bondad a la hora de usar sus poderes.

Mientras escuchas al oriental notas que algo va mal. Pese a que esta a apenas un par de metros de ti oyes su voz alejarse, como si estuviese yendose de la habitacion. Al mismo tiempo un circulo negro comienza a formarse en el centro de tu vision, lentamente empieza a crecer tapando cada vez mas tu vista.
Tu cuerpo ha dejado de responder y lo unico que puedes hacer es ver como todo se vuelve negro y el silencio tapa la voz de Watai.

Cuando abres los ojos descubres que no estas en la tienda de antigüedades. Ante ti se extiende un larguisimo pasillo cuyo final no alcanzas a ver. Si te giras comprobaras que no hay nada en ambas direcciones.
Las paredes y el suelo parecen metalicos y una tenue luz ilumina el lugar. Te embarga una extraña sensacion cuando intentas moverte, es como si lo que ves y sientes fuese mas real que un sueño pero sin llegar a ser del todo cierto.
Sin saber muy bien que hacer te das la vuelta para intentar vislumbrar una salida, es entonces cuando ves a tu hermano Pather. Esta a unos treinta metros de ti, mirandote. Lleva traje y corbata, la misma ropa con la que acudia para dia al banco.
Tu primera reaccion es ir hacia él, pero cada paso que das no te acerta a tu hermano. Sencillamente sigues en el mismo sitio, hagas lo que hagas.
De repente aparece alguien por su espalda, lentamente se acerca una persona a tu hermano. Se trata de un hombre corpulento, lleva un pasamontañas y en su mano ves una pistola. Como si todo ocurriese a camara lenta el hombre levanta el arma y apunta a tu hermano, quien sigue mirandote ajeno a tu reaccion.
El hombre armado sigue aproximandose a Pather con una intencion clara, mientras tanto tu corres hacia él sin reducir la distancia que os separa pese a que él no se mueve de su posicion.

De repente notas tu cuerpo liberado, cada paso que das te desplaza dentro del pasillo y puedes acercarte a tu hermano. Pero el tipo del pasamontañas esta a apenas un par de metro de él. El corazon esta a punto de salir de tu pecho mientras intentas evitar volver a perder a tu hermano.

 Asentí con la cabeza algo mas segura al escuchar a Watai, caminé detrás de él esperando a ver hacia donde me llevaba, pero entonces ocurrió algo, su voz se alejaba de mi y mi campo de visión fue viendose invadida poco a poco por oscuridad. Me detuve, parpadeé rápidamente pensando que podía ser ocasionado por un mareo por culpa del estres y por todo lo vivido, me lo habia tomado demasiado bien todo lo que está ocurriendo como para que mi cuerpo se quedara tan pancho.

Intenté relajarme, cerrar los ojos y llevarme una mano a una de la sien, respirando lentamente, para luego abrir los ojos y ver que estaba en otro lugar... No logré relajarme, todo al contrario, estaba en alerta y la ansiedad comenzo a recorrer mi pecho de forma leve, pero lo peor fue ver que ante mi y a mi espalda se extendía un gran pasillo que se dirigía al infinito, no podía ver fin, fue entonces cuando pude ver a mi hermano.

Pather... era imposible, él había muerto, y su fallecimiento había vuelto a escribir mi destino, por eso había estudiado para la policía por él, por evitar que otras personas sufrieran lo que habíamos sufrido nosotros, evitar la muerte de los seres queridos o vengarlos con la verdadera justicia.

- ¿Pather?!- Grité mirandolo impresionada mientras comencé a andar hacia el, al principio lentamente, para luego comenzar una agitada carrera.

Impotente, me di cuenta que no me acercaba, aceleré mi carrera, comencé a correr como nunca, notando el sonido de mi respiración agitada y como mi corazón golpeaba energicamente en mi pecho, la ansiedad comenzo a crecer poco a poco, y más aun cuando vi a un extraño con pasamontañas que lo apuntaba con un arma, la ansiedad se habia apoderado de mi pecho, lo abrazaba con fuerza y casi no permitía que pudiese respirar.

No pude guardar la compostura como debería, pero aquello que estaba ocurriendo allí era demasiado fuerte como para que pudiera controlar mis emociones, comencé a llorar y a gritar mientras seguía corriendo aunque ya me dolía las piernas, el pecho por haber corrido de una manera tan veloz sin previo calentamiento ni por haber respirado adecuadamente.

Me doy cuenta que parece que el pasillo me va dando acceso a acercarme a él, eso me da fuerzas para continuar con la carrera, pero el tipo ya está demasiado cerca, puede disparar de nuevo... mi hermano estaba muerto, lo había asimilado, pero no quería ver esa imagen delante de mi, no, de ninguna manera.

- ¡¡No lo hagas!!- Grité  mientras mi carrera, extendí mis brazos al frente para intentar proteger a mi hermano con una cúpula de fuerza.

Mientras corres hacia tu hermano intentas lanzar un campo de fuerza alrededor de tu hermano para impedir que pueda ser dañado. Sin embargo tus intentos son infructuosos ya que nada ocurre tras cada intento de protegerlo.
El tipo del pasamontañas apoya la pistola sobre la cabeza de Pather y aprieta el gatillo. En el momento en el que escuchas el disparo todo se vuelve oscuridad. Sientes que sigues en el pasillo pero la luz que lo iluminaba ha desaparecido.

Pierdes la nocion del tiempo y desconoces si llevas una hora o un minuto en total oscuridad. De repente la luz regresa mostrando el pasillo atestado de gente en ambas direcciones. Todas las personas que ves son identicas, su rostro, su cuerpo y su ropa son exactamente iguales.
Debe haber por lo menos cien personas a cada lado del pasillo. Todos estan quietos, mirandote fijamente. Son hombres de unos cuarenta años vestidos con un extraño uniforme negro.
No reconoces su ropa ni el simbolismo de la misma, tampoco sabes de quien se trata ya que no recuerdas haberlo visto en tu vida.

Oyes una voz femenina provenir de algun punto indefinido, es como si te susurrasen a ambos oidos a la vez.

- Estos son tus enemigos. Te mataran sin ningun miramiento, te buscaran y te cazaran como a un animal. Son despiadados y no se detendran ante nada.

Te das la vuelta y descubres que el grupo de tu espalda esta ahora mas cerca, cuando miras al frente el otro grupo tambien se ha aproximado sin hacer ruido alguno.

- Desde hace años una secta llamada Poseidon ha clonado a una de las peores personas del mundo. Este hecho, grave de por si, empeora cuando ademas esa persona posee la acumulacion mas numerosa de poderes conocida. Imagina alguien capaz de volverse invisible, mover objetos sin tocarlos, regenerar sus heridas y ademas ser practicamente inmune al daño. Ahora imagina cientos de clones con un poder similar.

Los clones desaparecen ante tus ojos e inmediatamente vuelven a aparecer a apenas un metro de ti. Sus miradas se clavan en ti como cientos de puñales.

- Poseidon se dispone a dominar el mundo y nosotros vamos a impedirselo. Nosotros la Resistencia, la supervivencia de la raza humana tal y como la conocemos depende de nuestro exito. Seguro que tienes muchas preguntas, pero antes de formularlas necesitamos que respondas a una: ¿Estas dispuesta a unirte a nosotros?

 Cerré los ojos inmediatamente cuando me percaté que nada salia de mis manos, que nada rodeaba a mi hermano y con mas fuerza apreté cuando escuché el disparo. Mi mente se bloquea... no sabia donde estaba... porque el tiempo se había detenido...¿o no?... ¿donde estaba Watai?... ¿esto era una trampa?. Entonces un resplandor hizo que abriese los ojos, volvía haber luces en el pasillo, pero no solo eso, sino una multitud de personas que me miraban... mas bien era una misma persona, un varón que me miraba fijamente, no me gustaba esos ojos.

Una voz llega a mi mente, algo que hace que me exalte por unos instantes, era inutil no oirla.

Comienzo a mirar alrededor observando que se acercan a mi con la misma expresión en el rostro. No comprendia nada...

- ¿Matarme?... ¿porque?... que he...

Mis palabras se detuvieron para dejar paso a aquella voz que me hablaba, que me explicaba lo que sería mi destino. 

Lo que escuchaba era realmente desesperante...si ya uno de ellos era peligroso... alguien que protaba con tantos poderes importantes...¿como podria salvarse el mundo con algo así?.

Las imagenes desaparecieron, y como un relampago se acercaron a mí velozmente, no habia demasiada distancia entre ambos.

Esa voz me proponía unirme a "la Resistencia"... no me daba opción a saber mas... tenia que aceptar... pero por el momento sentia una gran desesperanza, como luchar contra alguien... contra tantos de esos....

- Si... estoy de acuerdo. - Dije sin pensarlo, ¿que iba a hacer si no me unia?, si todo aquello era cierto, ibamos a morir de todos modos... ¿porque no morir luchando?... seguramente es lo que Pather hubiera hecho... seguramente hubiera defendido lo que pudo a sus compañeros antes de morir.

Cuando aceptas formar parte de la Resistencia todo a tu alrededor se vuelve oscuro. Sientes como la gravedad desaparece y flotas en el aire, poco a poco notas como caes de espaldas. La velocidad se va incrementando hasta que la sensacion de velocidad hace que tu estomago quiera salir de tu cuerpo.
De repente despiertas, como si sencillamente te hubieses quedado dormida sin proponertelo.
Tardas un par de segundos en reubicarte. Sigues en el piso superior de la tienda de Watai, por la luz que entra por la ventana no ha debido pasar mas de unos minutos. El oriental sigue sentado en la silla mientras que tu te encuentras en el suelo, a un par de metro de él.
Al girar la cabeza ves a una mujer, debe tener aproximdamente tu edad. Por su ropa, pelo y maquillaje parece una de tantas goticas que habitan en la ciudad. Sin embargo algo te dice que no es una de tantas.
Cuando habla reconoces la voz, es la misma que se dirigia a ti en tu reciente sueño.

- Tranquila, no tengas prisa por levantarte. Te hemos dado un pequeño narcotico para asegurar que descansabas mientras comprobabamos tus intenciones. Tus motivos son justos y tu meta loable, seras de gran valor para la Resistencia.

La mujer, de rodillas junto a ti, aparta su mano de tu frente y la lleva a su regazo.

- Mi nombre es Selene. Penetro en la mente de las personas y compruebo su pureza. Si no son aptos los desechamos, si son dignos de nuestra confianza les ofrecemos luchar a nuestro lado. Se que tendras muchas preguntas, ahora es el momento de formularlas. En esta guerra el tiempo no es nuestro aliado, pero por el momento podemos darte toda la informacion que necesites.

 Despues de una sensación horrible de que caia al vacío, me di cuenta que estaba dormida, y que frente a mi había una chica de aspecto raro, muy del estilo gótico que comenzó hablarme, mis ojos se abrieron al pecatarme de que era la misma voz que habia escuchado en... aquel sueño o... tal vez... ¿ilusion?.

Así que eso era una prueba para comprobar mis intenciones y mi voluntad, efectiva pero cruel. A eso no dije nada, tan solo asentí levemente intentando esconder un gesto de enfado que se dirigía también a Watai.

Llegó el momento de las preguntas y yo poco a poco me fui incorporando un poco para al menos estar sentada.

- Si que tengo varias... ¿Todo esto ha sido un ataque terrorista  proveniente de otros como nosotros?, ¿como ese hombre que me has proyectado en la cabeza?... Y... ¿cuantos somos? - Dije algo agobiada. - En esa ilusión he visto cientos... y de alguien que posee una gran cantidad de poderes que desconocía que alguien pudiera ir obteniendo mas y mas... Quiero saber si se puede hacer algo realmente por detenerle.

Se me olvidó ser educada y responder a su presentación con mi nombre, todo era tan confuso para mi que me dejé algo que en esos momentos era insignificante.

La mujer, que emana calma y misticismo a partes iguales, responde tus preguntas sin dejar de mirarte fijamente.

- No son terroristas, su intencion no es causar terror ni imponer exigencias. Si se puede definir de alguna forma deberiamos llamarlo golpe de estado. El hombre que has visto ha sido clonado cientos de veces, Poseidon posee un ejercito enorme. No sabemos cuantas personas son afines a la organizacion, ni a que nivel tienen contactos. Lo que esta claro es que nuestra prioridad es detenerlos.

Watai parece no tener el tacto de Selene y responde directamente.

- Creemos que Poseidon ha enviado como minimo mil clones a Estados Unidos. Aproximadamente cien por ciudad atacada, asi que en Nueva York debe haber cien de esos tipos allanando el camino para la llegada de los demas.

Selene echa una mirada reprobatoria a Watai, el oriental mira a la mujer sin inmutarse por el gesto. Selene vuelve a mirarte para continuar.

- No te asustes, no todos los clones son igual de poderosos. Sin embargo no hay que subestimarlos, no dejan de ser criaturas viles con poderes. Nosotros somos una docena, pero esperamos duplicar ese numero muy pronto. Por suerte no somos enemigos de las autoridades, aunque desconocen nuestra existencia, asi que no estamos solos en esta lucha.

Watai vuelve a tomar la palabra.

- Nuestro objetivo es simple. Debemos frustrar los planes de Poseidon. Si sabemos cual va a ser su proximo paso solo tenemos que adelantarnos. Los clones no actuan en grupo, como mucho en parejas, asi que no será dificil acabar con ellos. Te preparas para ser policia, ¿Sabes manejar armas? ¿O te sobra con tus poderes?

 Selene intentaba tranquilizarme con sus palabras, y otorgarme esperanzas, aunque Watai lo contrarestaba con su extrema sinceridad y como veia las cosas. Notaba como ella se ponía tensa, estaba claro que no quería perder a una colaboradora mas de... esa ¿docena?, ¿frente a cientos?.

También teníamos el apoyo de la policía, militares y demás pero no era lo mismo... no poseían poderes, y si esos clones tenian parte del poder del original... ¿las balas lo dañarian?.

Watai habló esta vez, con su tono directo, como si hubiera cambiado de reacción, supuse que fue simpatico para ganarse mi confianza y darme aquel narcótico. 

- Si, se usar armas y también mis poderes... No hay mas opción que luchar. - Comenté mientras los miraba a ambos pensando en Clarke y en el Capitán Imbecil, ellos dos también poseian poderes... estaba casi convencida que Clarke estaba dentro de esta organización o lo que fuese... pero... ¿y el rubiales?, no... con todo ese lujo él iba por separado y parece ser que atacaron su base, no creo que haya salido con vida de alli.

Mientras respondes a Watai ves como Selene se gira repentinamente. Como si hubiese visto u oido algo en el exterior que ha llamado su atencion.
Sin dejar de mirar en esa direccion susurra unas palabras que salen de su boca como si de un mensaje llevado por el viento se tratase.

- Rapido, ven aquí.

Antes de que puedas preguntar con quien esta hablando el oriental llama tu atencion.

- Aqui tenemos armas, no son como las que has usado pero su funcionamiento no es muy diferente.

El hombre se acerca a un arcon y lo abre, a priori ves que esta lleno de libros pero rapidamente quita esa falsa fachada para mostrar un pequeño arsenal.
Coge una extraña pistola y te la ofrece. Cuando la coges descubres que sorprendentemente es muy ligera.

- Este arma se alimenta de tu poder. Si, las balas seran de hielo. A todos los efectos seran como plomo, pero no dejaran pista alguna de tu presencia. Porque esa es otra de las cosas a tener en cuenta, debes ser invisible, nadie debe saber a que te dedicas. Aunque salvo excepciones eso lo has hecho bastante bien hasta ahora.

 Mi ceño estaba fruncido como si tratara de buscar mas información de las palabras de Watai, pero Selene se había alarmado de algo que hizo que me levantase rápido, quería saber que estaba ocurriendo, entonces la voz del oriental hizo que lo mirara durante unos instantes prestandole mi atención.

Explicandome sobre sus armas, bueno, no creia que fuesen tan especiales, me había informado sobre ellas y en algunos entrenamientos usado algunas así que no me sorprenderían, pero mi rostro se deformó en una expresión de asombro cuando Watai me hizo entrega de una de esas extrañas armas que estaban metidas en libros, desde luego un gran escondite.

Comenzó a explicarme mientras miraba el arma, era super ligera, como si se tratara de algún tipo de plastico, como si fuese de juguete, pero no era así, parpadeaba asombrada por lo que estaba ocurriendo, como si en esos momentos estuviese dentro de una pelicula de superheroes o de ciencia ficción.

- Comprendo... Seré invisible... - comenté sin dejar de mirar la pistola. - ¿A donde iremos ahora?- Dije mirando a Selene a la que seguiría si ya había avanzado unos pasos.

Una vez has cogido la pistola Watai cierra el arcon no sin antes colocar la falsa tapa de libros.

- De momento esperaremos. Estamos reuniendo a varias personas en este lugar, de momento es el mas seguro de la ciudad. Nadie puede acercarse con facilidad y si logran entrar no durarian mucho tiempo con vida.

Selene se levanta pero no se mueve de su posicion.

- Hay un par de hombres en camino, casi estan aqui. Uno de ellos no es puro, pero es necesario.

Watai entiende el mensaje de Selene.

- El enemigo de mi enemigo es mi amigo.

El oriental se gira hacia ti para asegurarse una vez mas de que comprendes el paso que estas dando.

- Te he entregado un arma para que mates a personas. Son clones, pero son seres vivos. Aun asi tienen colaboradores que no pertenecen a ese ejercito de clones, espero que no tu dedo no dude a la hora de apretar el gatillo. Ellos no tendran problema moral alguno para acabar contigo y usaran todo lo que este en su mano para lograr su objetivo. ¿Hay algo que debamos saber de ti y que ellos puedan utilizar en tu contra? No nos gustaria descubrirlo cuando sea demasiado tarde.

 Watai dejaba como estaba el arcón mientras me explicaba que teníamos que esperar alli, Selene por su parte se levantó y me pareció que predijo que venian dos personas pero no entendía el concepto de "puro" por lo que los miré a ambos con extrañeza.

Iba a preguntarles directamente de que hablaban, pero el oriental me interrumpió para explicarme que era lo que tenía entre manos, que esa arma estaba destinada a matar personas. Mis ojos estaban fijos en él, me resultaba demasiado dificil imaginarme a mi misma matando a alguien, nunca antes lo había hecho, y si dudaba... estaba claro que yo sería el cadaver ya que ellos no dudarían en eliminarme... tenía que digerir todo eso, en mi rostro se podía ver reflejado mis miedos y mis dudas. Pero ante su duda lo miré nuevamente confusa... ¿que sepan algo de mi?...

- ¿Porque deberían saber algo de mi?... no los he visto en mi vida. No hay nada relevante que tengais que saber de mi, lo único importante es lo que ha podido ver Selene en mi mente, pero como todo el mundo alguna vez ha perdido a alguien en su vida, de un modo mas violento que otro, así que no hay nada importante que necesiteis saber. - Dije con una expresión mas segura.

Watai asiente complacido ante tu afirmacion. Antes de que el oriental vuelva a hablar Selene se levanta repentinamente y se acerca a ti.

- Tenemos un invitado en la tienda. Necesitamos que se una a nuestra causa, asi que tratalo como un aliado hasta que demuestre lo contrario. Convencelo de que su supervivencia pasa por unir fuerzas con nosotros.

Las enigmaticas palabras de Selene se vuelven aun mas cripticas cuando Watai interviene.

- Será mejor que lleves la pistola contigo, no estas en peligro pero puede serte util.

Cuando vas a preguntar sobre la situacion Selene te pone la mano en el hombro y te dedica una sonrisa. Inmediatamente tu preocupacion se desvanece.
Ambos te acompañan hasta las escaleras y desciendes solas los pocos peldaños que unen ambos pisos.
Con todos tus sentidos y pensamientos de nuevo en funcionamiento decides echar un vistazo a la tienda antes de salir de la trastienda. Ves a un hombre trajeado junto a la puerta, parece que no sabe muy bien que esta haciendo alli. Al fijarte bien en su rostro descubres que se trata de Oleg Pancratius, lider de la organizacion criminal mas peligrosa de Nueva York. El jefe de la mafia rusa esta en la tienda, solo y aparentemente desarmado. Y tú, una futura policia, tienes que convencerlo de que te ayude a acabar con una amenaza aun mayor que la que él mismo representa.

 Escuché atentamente las palabras de Selene, me asombraba la confianza que había depositado en mi la chica queriendo que recibiese a un nuevo "invitado" y que lo convenciera a que se uniera a su causa, pero sus palabras sonaban realmente extrañas y mi preocupacion iban en aumento, pero algo pasaba con su mirada y su tacto en mi hombro como apaciguara todo lo que temía. Pero Watai era lo que contrastaba en aquella escena avisandome que me llevase el arma... ¿porque?, ¿acaso era peligroso lo que iba hacer?. No le respondí, tan solo me limite a guardar el arma y tenerla a mano por si me hacía falta, pero recé porque no fuese así.

Me guiaron hasta las escaleras para que comenzara a bajarlas, me animaban a ello y eso hice, las fui descendiendo poco a poco ojeando la tienda hasta que mi mirada se posó en la persona que estaba allí esperando, recordando cuando yo llegué, con cierta inquietud y sin saber porque motivo había parado allí. 

Todo iba bien hasta que detecté que conocía a ese hombre, por suerte, no personalmente, pero ese momento habia llegado y justamente ahora. Me paré en seco en las escaleras cuando tan solo me quedaban 2 peldaños, ya que necesitaba detenerme, mis piernas estaban temblando. Di un amplio respiro, debía eliminar ese miedo, no sabía que iba a ocurrir, ese hombre era un criminal, y la prensa lo había denominado como uno de los mas peligrosos del mundo... que no era precisamente poco.

Seguí bajando las escaleras y ya ese hombre podría verme, me acerqué a él sin aparente cautela, había optado por aparentar confianza y en mi rostro aparecía una sonrisa confiada, me situé justo en frente de él, ofreciéndole mi mano para estrechar la suya, ejercí un poco de mi poder para enfriar mi mano, ya que desde que lo había visto, me había puesto a sudar como una posesa.

- Saludos caballero, no se sienta confuso, hay una razón por la que usted este aquí. - Dije dejando mi mano a merced de un apretón suyo. Esperé su reacción antes de continuar.

Estrecha tu mano sin dejar de mirarte fijamente a los ojos. Despide un aura de poder, en el sentido social de la palabra.

- No se si confuso es el termino apropiado preciosa. En todo caso sorprendido. Casi parece que ustedes me esperaban, y sin embargo yo he llegado hasta aqui siguiendo la pista de una tarjeta de este sitio que tenia quien a todas luces es uno de los enemigos a los que ustedes se refieren. - su voz suena firme, pero no desafiante - Su amigo, sea quien sea, tiene unas dotes impresionantes. Sin embargo deberia saber que no estoy habituado a tratar con lacayos, y no se ofenda por el termino señorita, porque con usted estaria mas que encantado de tratar, y tantas veces como quiera.

Mantiene su mirada fija en ti, parece que te analiza constantemente.

- Pero ustedes me dicen que debo dejar la Bratva*. Supongo que saben como minimo quien soy yo, por lo que entiendo que se dan cuenta de lo que me estan pidiendo, y sin embargo su "jefe" no quiere tratar conmigo en persona. No se si entienden lo ofensivo que me resulta esto, pese a lo cual como vera estoy mostrandome paciente y amigable, rasgos que no son ni mucho menos tipicos en mi.

Su tono inalterable denota experiencia a la hora de negociar con criminales y ordenar crimenes sin reparo alguno.

- Les creo a usted y a su jefe cuando hablan sobre el peligro de esta situacion, y tambien cuando hablan de superviviencia, pues yo mismo he visto lo que pretende esta... ¿secta? Pero por el bien de nuestra colaboracion, si es que en algun momento va a existir, les recomiendo a ambos dos normas para tratar conmigo, respeto y nada de juegos. Si estamos de acuerdo en estos puntos podemos seguir hablando.