Partida Rol por web

 -Traviesa....

Dijo con un suspira en la oreja de Sasha, mientras le mordia el cuello con suavidad, mientras acariciaba sus senos con las manos, heladas que poseia. Recorriendo cada curva de su cuerpo, sus pechos, sus caderas, su trasero, acercandola mas a él. que sus caderas quedaran totalmente juntas. Haciendo que ella sintiera como se excitaba poco a poco de tenerla asi con él.

Su respiracion pausada y tranquila, parecia no inmutarse por nada, pero aquella vez es la primera que Sasha lo veia algo jadeante, excitado y nervioso.

Sus rojos ojos se la quedan mirando, cuando te hundes en la profundidad de ellos, piensas que algun dia tu tambien los tendras, esa palida piel, esos ojos sangre, ese poder casi incalculable. tu maestro te enseñaria, y estaria alli....para llevarte a lo mas alto.

Mientras los dedos de Treivus recorrian la espalda de Sasha, su lengua recorria el cuello. Su pecho quda junto al de ella, y su cadera queda cubierta por las piernas de la padawan desnuda en su mesa.

Un corto y fugaz pensamiento de si entraba alguien en ese momento paso por mi mente, peor lo descarte al instanten no creo que alguien pudiera acercarse aqui sin que Treivus lo notara...

Ya no pude mas, queria que me tomara pero... no era una chica uqe se dejara dominar facilmente, ni por el. Mis manos comenzaron arañar su espalda con bastante fuerza, marcandolo mientras mi boca comenzo a bajar del lobulo de su oreja por su cuello, lamiendo y mordiendo deseosa.

Finalmente acerque del todo su cuerpo desnudo al mio, notando el contacto de su miembro contra mi, excitandome mas si cambia esa sensacion, ese tacto, ese...tamaño...

 Treivus niega y acaricia con un dedo la frente de Sasha.

-¿Es miedo o morbo lo que ahora ronda tu mente? temes que entre alguien?

Cuando dice esto y no deja responder a su padawan la penetra sin avisar, con el ceño fruncido, din delicadeza alguna, sabias de la brusquedad de tu maestro para todo, pero cuando lo deseaba podia ser lo mas sutil de la galaxia. Pero aquel no era el caso. Deseaba poseerla en aquel momento, en aquel lugar, ....ya!

Aunque te dañara no sentiste dolor, sino un placer intenso. Viste la sangre recorrer tus piernas cuando se separa un poco de ti. Pero no importa. ël siguió moviendose placentereamente, cada embestida, aunque despacio y cauteloso, hacia que noteras cada cm de su miembro dentro y fuera de ti.

Te miraba con placer, con picardia, con lujuria y deseo, nunca lo habias visto mirar a ninguna mujer asi antes, y eso te satisfaccia.

Sonrei ante su pregunta si podia ver todo lo que habia en mi mente ahora mismo podria ver que era morbo lo que me daba, pues yo no perdia nada si alguien entraba ahora, era por el por lo que esto nucna se podria saber bajo ningun concepto.

Cuando iba a contestarle comenzo a penetrarme con fuerza y pasion, haciendo que lo que era una simple respiracion jadeante pasara a ser un grito de una deliciosa mezcla entre dolor y placer - Oh! Diooos! - Fue lo que salio de mis labios cuando comenzo a embestirme con fuerza, haciendo que notara como toda la extension de su pene entraba en mi. Haciendo que mis uñas se clavaran con mas fuerza en su espalda mientras mis gemidos llenaban la sala.

Comence a mover la cadera con el, buscando su disfrute, bañanadome el en deseo que veia en sus ojos sonriendo maliciosamente - Parece que no era solo yo la que deseaba esto... - Consegui decir antes de arquearme un poco en un espasmo de placer.

 Treivus no abrió la boca en todo el rato que duró el acto.  Su cabeza estaba concentrada en ella y en su alrededor, en el exterior en bloquear cada resquicio de su mente para que los demas no pudieran saber que estaba haciendo, para que Lord Deimus no l ellamase cuando menos lo deseara. Hasta terminar en una explosion de placer.

Lo que han parecido minutos en realidad fue una media hora. Aun que largo, demasiado corto, para el gusto de él. Se separa de ti, mirando como habia quedado todo, alza una ceja, entre la sangre y el semaen y el liquido de Sasha, estaba todo realmente alborotado.

Mete los dedos en su pelo peinandose un poco. Y busca su ropa, poniendose el pantalon.

-Debrias bañarte antes de partir.

Dijo secamente, como si aquello no hubiera pasado. 

-Cuando vuelvas, comenzaremos tu entrenamiento para bloquear pensamientos que no desees dar a ver.

Cogió su cinto y se lo puso, con su sable laser. Ahora podias ver el otro sable en al pequeña vitrina en la mesa de Treivus. Lo habiais desplazado durante vuestro encuentro de pasion. Pero seguia alli. grande de color hueso, y detalles negros.

Me entrego al el por completo, marcando su espalda gimiendo y gritando de placer como hacia mucho que no lo hacia, dedicandome a su cuerpo, en el tiempo que el tardo en llegar a su primer orgasmo a mi me arrebato tres, haciendome gemir su nombre con deseo sentir su cuerpo como nunca.

Caudno finalmente todo termino me quede jadeante mirando, sonriendo ante el comentario de la ducha Contigo me la daria... - Si... una ducha y comer algo sera la perfeccion - Y si comerme parte de el tambien me llamaba mucho... Pero no seria hoy por lo que parecia...

Comence a vestirme tranquilamente - ¿Y ese entrenamiento implica que ahora solo seran tus manos las que me toquen? - Le pregunto de forma clara.

 Treivus se queda un poco parado ante la ultima pregunta de Sasha. Sus pensamientos le hacian gracia, pero no de reirse de ella, sino de satisfaccion, pero esa ultima pregunta lo dejó descolocado.

-Eres mi padawan, nada mas...¿Que deberia importarme si otro te toca?

En realidad si ella hubiera tenido telepatia, y él se hubiese dejado leer, ella sabria que los celos consumirian el cuerpo de Treivus si otro hombre letocara un pelo de su cabeza. Pero no podia hacerla suya del todo. Él era un lord, y ella su padawan, aunque fuesen sith, habia reglas que respetar y esa era una de ellas.

Luego la mira con ceño fruncido y se dirige de nuevo a su mesa para sentarse y recoger algo los papeles que habian desordenado, intentado quitar de su cabeza el pensamiento de Sasha con otro, en la misma situacion de ellos anteriormente.

Niega levemente como intentado desquitar esa idea de su mente.

-Se te ofrece algo mas Sasha?

Le preguntó sin mirarle.

Una parte de mi sentia satisfaccion de esa respuesta pues seguia conservando mi libertad pero otra... otra queria ser suya completamente.

No dije nada a su respuesta pero con la siguiente pregunda que me hizo sonrei picara, no hacia falta ller la mente de un hombre, y aunque el fuera un poderoso sith seguia sinedo un hombre uqe hoara mismo, tras esa pregunta dejod e mirarme a la cara... Eso dijo muchisimo mas de lo que el pudiera pensar....

- Nada mas Maestro... Ire a ducharme y a conocer mas a fondo a mi compañero - Si, esa frase fue total y absolutamente intencionada. - Nos veremos a mi regreso...

 Lord Treivus asiente ante tu respuesta como intentado que esa respuesta no le afectase en demasía.

-Bien, ve, y que la fuerza os acompañe.

Luego bajo su mirada a unos papeles y cogió algo para escribir y empezar a hacer el informe de Sasha en escrito, para Lord Deimus. Suspira algo abatido ante tanto trabajo, pero le habia gustado mucho la entretenta de antes.

Cuando sales de la sala el aire fresco de la noche de Korriban atravesaba los pasillos de la academia. Ya que la piramide, medio derruida dejaba que el viento y al aarena atravesara en la noche cada resquicio de pared rota que poseia.

Se podian apreciar los planetas y estrellas que rodeaban el sistema. Y el frescor de la nche era mucho mas confortable que el dia calouroso del desertico planeta sith.

Sali de alli mas que satisfecha camino a mi habitacion, necesitaba una ducha preparar las cosas para mi proxima salida y despues iria a comer algo y ver si encontraba a mi compañero o al menos alguien con quien entretenerme y comprovar los "celos" inexistente de mi señor...

  Sasha queda pensativa frente a la puerta de su maestro, y piensa en que podria hacer en este momento. Decidida pues, va a su habitacion para lavarse y cambiarse de ropa, no habia tenido tiempo, acababa de llegar de una mision, y ya la mandaban a otra. 

Odiaba notarlos cerca me resultaban repugnantes, ese aura de Somos los mimados del jefe y tenemos muuucho poder me daba nauseas...

Pase con completa indiferencia hacia mi habitacion echando un leve vistazo a la chica nueva, saludando con un gesto de cabeza al resto y sabiendo que el olor de mi cuerpo delataria lo que habia pasado o al menos una mision dura. No me importaria cortarle las manos a todos los presentes ahora mismo...

El juguete de Treivus... mas de una vez oir ese cordial apodo hacia mi persona.

 Tu habitacion continuaba en el mismo estado que la dejaste, quizas con algo mas de polvo, ya que 4 semanas fuera es tiempo suficiente para que el polvo se aposentara, y mas en aquel clima desertico de Korriban, donde la arena entraba por doquier y sin esperarlo. el agua caliente de la ducha es reconfortble cuando abres el grifo y su mano la siente.

Tus ropas necesitan un buen lavado, despues de la mision y de aquel acto placentero con tu maestro. al fin habias conseguido lo que llevabas año intenado. Una parte de tu maestro era tuya, y eso te alegraba.

No sabias donde se encontrabaZaraxxis. ¿Seria buena idea ir a buscarle?

 La reunion con tu maestro habia sido interrumpida por sasha, y no te habia entregado ese sable tan exraño y especial. Quizas seria buena idea volver mas tarde. Pero ahora tenias que preparar la mision, y tu equipo. Tu habitacion estaba en la zona de habitaciones de los padawans mas poderosos. Pero no estaban junto a la de los Lores, como era normal. 

¿Como matarias el tiempo mientras llegaba la hora?

tire las ropas al suelo y me meti bajo el agua que cada vez ponia mas fria, recordando casa segundo con Treivus, como si sus manos aun me pudieran tocar, sabiedo que al salir de alli tendria que apartar esos recuerdos al lugar mas profundo de mi mente.

Finalmente mas relajada y ya limpia aun bajo el agua me concentre en sentia a mis compañeros de academia, buscando la presencia de Zaraxxis, o algo que llamara mi atencion para entretenerme hasta la slaida pues si ahora mismo descansaba el despertarme seria complicado.

 Mientras tus pensamientos se alejaban de Treivus, al igual que la suciedad se escabullia de ti gracias al agua, sentiste la Fuerza de muchos de los compañeros de la academia, eran muchos los padawans o aspirantes a ello, los que vivian en aquel lugar. No sentiste cerca a Zaraxxis, algo que te importo mas bien poco, cuando algo en ti se convulsionó al sentir otra Fuerza al igual, enorme, como la tuya. ¿A quien pertenecia tal poder? Cerraste tus ojos dejando que la fuerza te invaderia por completo, dejandote llevar, y lo viste, viste su mirada, su poder, su oscuridad. Un chico alto y fuerte, atractivo, sin marcas. Sonreia malevolamente, dandose la vuelta como si te hubiese sentido cerca o como si supiese que algo de tí estaba cerca, aunque alzo una ceja buscandote. O era coincidencia, o sabias que te buscaba.

Sus ropajes eran extraños, lo recorrian cadenas por toda ella, parecian pesadas, pero no fue eso lo que mas llamó tu atencion, sino sus ojos de un verde intenso, te buscaban cual perro faldero, mientras sentiste que bajo él, habia alguien mas...no solo uno sino varios de esos aprendices prescindibles que se quejaban de la golpiza que seguro ese joven les habia dado. Su sable penia del cinturon. y Su ceño fruncido mira a su alrededor.

Me quede quieta, notando el agua deslizarse por mi cuerpo ¿Quien es...? Me pregunte a mi misma recreandome en la imagen que tenia en mi mente, notando el agua fria casi evaporarse al tocar mi cuerpo que ardia, habia despertado en mi curiosidad, excitacion, nerviosismo...

¿Pero el tambien me buscaba? ¿Por que? Volvi a preguntarme negando con la cabeza y saliendo de la ducha y ponienodme mis ropas con una botas y tras colgar mi sabre y un par de cosas mas sali en busca del muchacho.

  No fue dificil encontrar de donde provenia esa Fuerza. Su oscuridad te llamaba como la abeja a la miel. Alli estaba el joven que viste en tu cabeza, el cual te miraba dentro de ti en tu vision.

Arquee una ceja mientras me apoyaba en la pared y elevaba una pierna para colocando la panta del pie sobre esta tambien.

-Espia... jah... no era la unica que estaba sintiendo mas de lo normal... - Le digo sonriendo de medio lado. - Porque no dejas que los pequeños se vayan a limpiarse esas heridas y Juegas conmigo - Le digo sonriendo mas. Tenia algo, algo que queria averiguar, y realmente las ideas de jugar que me pasaban por la cabeza no eran seguro las mimas que le pasaban a el...

 El desconocido te mira y sonrie, mira a los jovenes que agonizaban en el sulo y quita la bota de la cara de unos  de ellos, que ya poseia la marca de ésta grabada en el rostro.

-Largo

Dijo con una suave aunqe imponente voz, sin elevar el tono, sin inmutarse ni ponerse nervioso.

Guarda el sable dejandolo en el cinto, queda colgado hasta la rodilla, ahora te das cuenta que unas de las cadenas estaba enganchada al mango del sable del Sith.

-¿Y que propones?

Dijo mirandola mientras se enfundaba sus guantes de cuero sin dedos en las manos. Se cruza de brazos, estaba musculoso, aun que no en exceso.