Partida Rol por web

Darth Viviern escucha las palabras de Artemis y luego las de Tremayne. En silencio, cautelosa. Y sonrie mientras Tramyne se aleja.

-Asique el Maestro Felron está aqui, o es posible que este verdad?Artemis? Algo os contaré de ese "Sith", a mi no me da buena espina, cada visita que hacia a Korriban era lo mas extraño del mundo, e sun gran hombre, pero demasiado bueno para ser Sith. Pero asi Deimus lo afirma. Un sith entre los Jedis..No me lo creo, es algo imposible. ¿Como iba a ser posible que el consejo jedi no se de cuenta? Y encima le han dado padawans! jummmm, es extraño. Y dijiste que habia dos mas? entonces no eran sus padawans, sus padawans son 3. Algo parecido a vosotros, niño prodigios. Esperemos que Tramyne nos solucione esto....ahora....

Mira a Nexus. Y a Artemis.

Nexus, retirate, tengo algo que hablar con Artemis.A solas

Su cara se volvio fria y distante, Nexus sabia que podia significar eso. Reprimenda. Castigo. Dolor. Pero ¿porque?Algo habia molestado a la maestra en gran medida, su seriedad asi lo decia.

Los ojos de la sith estaban inyectados en sangre por la tardanza de Nexus.

-Largo!

Instó.

Al oír levemente las palabras de la maestra sobre Felron asiente. Comprendía al menos a medias lo que le pasaba a ese hombre, tendría dudas. Conocía casos sobre la gente así. Que tardaron algún tiempo en asumir lo que realmente eran.

Luego la expresión de su cara cambio cuando le dijo a Nexus irse… No resultaba demasiado halagador que lo dijera de esa manera… Además su mirada llena de ira. La verdad es que no solía tener miedo, pero aquello era algo que no comprendía. No se daba cuenta de lo que hizo, y que iba a pasar lo desconocía. Así que se quedo mudo mirando a la maestra, esperando lo que iba a pasar…

 Darth Viviern, una mala pecora que sabia como jugar con los demas, sabia que debilidades tenia cada uno y sus puntos debiles, jamas se le escapa ninguna, y eso todos lo sabian, por ello no se la podia mentir, por ello era tan buena, por ello era la padawan de Lord Deimus.

-Artemis, Artemis,Artemis....

Que bonito sonaba tu nombre en sus labios. Pero era de las pocas veces que te habia llamado asi, solia denominarte como escoria, o cosas por el estlo. Pero aquella vez no, aquella vez tu nombre rozaban sus labios cual nectar.

-Hiciste bien...me siento orgullosa de ti, mi joven padawan

¿Como?¿Ella con un halago en su boca? Aquello no parecia lo que en un prinipo pensaba Artemis. Ella se desabrocha el cinturon y se levanta acercandose a ti, quitandose la capa y dejandola en su asiento, su cuerpo era realmente espectacular. Agacha su cuerpo hacia ti, quedando nariz con nariz. Ella te despoja con delicadeza de tu mascara, y la deja a un lado, para no hacerle ningun desperfecto.

-Artemis.... - susurra con un suspiro -Como me gusta ver, como aprendes y creces en gran mejoria. Tu poder se hace cada vez mas intenso y oscuro, y eso te levará a grandes lugares, estaras en lo mas alto, seguro...junto con Deimus para acabar con los jedis y la Republica. Oh! mi querido padawan ¿Te acordaras de mi cuando el poder sea tuyo?

Sonrie, sin dejarle contestar besa sus labios, sentandose sobre él, y con un movimiento rapido de su mano cierra los pestillos de la puerta de la cabina. Para que nadie pudiera entrar , ni molestarle. su cuerpo semidesnudo, aunque frio, daba un intenso calor. Sus labios mientras le besan dejan escapar algun gemido de vez en cuando. 

Me quede perplejo ante el halago, era la primera vez… que ella me halagaba. Me sentí muy orgulloso de mi mismo. Por mucho que dijese ese chalado de Nexus yo tenia mas potencial que el. No dependía tanto de la fuerza aunque la dominaba a su mismo nivel. Cuando Viviern se desabrocho la capa y luego me quito la mascara, seguramente notara en mi cara la sorpresa. Y autosatisfacción si cabe. Había soñado con este día… con este momento.

Sin duda … - mi frase fue cortada por su beso. No me dejo responderle, parece que no quería palabras en este momento. Y yo no era muy hablador. Me deje llevar.

El sabor de sus labios me pareció increíble. No era, sin duda la primera mujer que besaba, pero desde luego fue el beso mas placentero. Me quite los guantes a su espalda cuando se sentó sobre mi y la abrace correspondiéndole con todo el deseo y toda la pasión que tenia retenida hacia ella. Le pase las manos por el pelo bajándolas por el cuello y la espalda, quería disfrutar este momento y no desperdiciarlo. Pero sabia que teníamos poco tiempo antes de que Tremayne regresase… Pero no me atrevía a nada más, así que espere a que ella siguiese adelante, mientras la acariciaba y la besaba.

 Bien sabido tenias, que los Jedis siempre hacian lo mismo en aquellos lugares. Si no sabian la existencia de la chica que buscabais, seguro al tocar el suelo del planeta lo sabrian, y habria que darse prisa. Seguro, los que Artemis dijo, no tenia nada de loco, sino que es posible que si la chica se negase a ir con los Jedis, la obligarian y la capturarian como enemigo.

Unas de las formas para dejar a los Jedis en aquel infesto lugar, apartado de cualquier planeta con vida, seria destruir su nave nodriza, ya que las pequeñas que utilizaban para ir a los planetas no poseian hipervelocidad. Otra, seria que al ser dos, como habias visto, seria mucho mas facil si ellos eran cuatro, o quizas con la nueva y futura aprendiz de Viviern, serian cinco. Pero las Brujas de la Fuerza no eran moco de pavo en auqel lugar, y menos en su territorio. 

Otra cosa a tener e cuenta eran los Rancor, bestias de monta de las Brujas. Nada bueno. Parecia que los Jedis en aquel lugar tenian algo de ventaja, pero tu jamas habias visto pelear a Tremayne, algo que te inquietaba en gran medida. Sabias que al igual que tu era un Mandaloriano. 

Tus pasos se dirigen tras Tramyne, o por lo menos donde tu crees que fue. Su grave e impactante voz, se oia a lo lejos en uno de los camarotes. La puerta estaba abierta, en su interior el mandaloriano estaba hablando solo, de pie.

-Felron, hacia tiempo que no sabia de ti.

Como si de una respuesta hubiera recibido, Tremayne siguió hablando.

-Como dices? No estas en Urain-Fen?

El monologo no tenia sentido.

-Está bien, tenme al tnto de cada cosa que descubras.....hermano.

Dicho esto Felron se dispuso con su yelmo, lo colocó en su cabeza dispuesto a salir. Sabias que si te pillaba alli....serias hombre muerto. 

 Viviern seguia besandolo con dulzura, pero sus colmillos desarrollados muerden los labios de Artemis mientras sonrie y le mira con sus rojizos ojos. No decia nada, no queria palabras queria echos, y rapidos. Tremayne no tardaria en volver, y quizas nexus volviera antes que él. Asique empezño a despojar de la armadura a Artemis, con ansia y prisas. En algunos lados estaba nerviosa porque no era capaz de quitarselo. Pero al final su mañana era mejor que la fuerza.

-Porque te vestiste tanto...Artemis?

Dijo con una sonrisa juguetona mientras empezaba a lamer su cuello, ys su hombros, acariciando con sus delgados dedos el torso del joven Padawan, ella con un ligero movimiento y preciso quito sus ropas, dejando ver su escultural cuerpo, libre de bello ty su suave piel de un gris alilado. Pero le daba un toque exotico. Y era extraño, no tedaba asco ser tocado por una alienigena como ella. Los zabrak aunque muy parecido, seguian siendo seres extraños. pero quizas la costumbre de haberla visto durante años y ahora tenerla sobre ti, cumpliendo ese sueño que tantas veces habias deseado, te hacian verla aun mas impactante y deliciosa.

Quito tus pantalones con suavidad aunque con rapidez. Dejandote en el asiento completamente desnudo, para luego ella sentarse sobre ti, y hacer que entrases en ella.

Te sonrie con aire prepotente.

Cuando se quito la ropa, me quede aun mas perplejo y excitado, la había visto con poca ropa, pero jamás desnuda. Era mejor de lo que me lo había imaginado. Su tacto era perfecto. Le seguí acariciando la espalda, luego pase a tocarle los senos. Eran perfectos también. Duros pero sin exagerar.

Maestra... - se me escapo un leve gemido de placer.

Cuando se puso encima mía y la penetre sentí una oleada de placer. Mis manos se movían solas, una en su seno y otra a su costado cogiéndola. La apretaba ligeramente con ellas. Y una vez hasta le pellizque el pezón. Su cara reflejaba placer y prepotencia, pocas mujeres se atrevan a mostrarse así conmigo, me retaba y yo no iba a ceder. Desde luego las demás mujeres me complacían, pero siempre se sometían a mi, esa actitud sumisa a final me acababa cansando. Sin duda ella quería llegar al orgasmo rápidamente y lo comprendía, pero o quería dejar pasar este momento. En uno de sus movimientos bruscos me acerque a su seno y le mordí levemente para luego fijarme en su expresión…

 Su cabeza se echa hacia atras al sentir los dientes de Artemis en sus senos. sus manos recorrendola como un extraño, o un ciego ante algo nuevo. Su cara reflejaba placer si! pero tambien dominacion, auqello lo habia iniciado ella y lo acabaria cuando ella quisiera.

Se movia con ligereza sobre él, haciendo salir todo para luego entrar, sus ojos se cerraban para dejar salir un gemido de su garganta, no demasiado elevado, dejado, apocado. Para no llamar la atencion.

tras largo rato, acariciandose, mordiendose, besandose y sintiendose, nota en su interior como Artemis termina en una explosion de placer dentro de ella, y sonrie, para mirarle luego con seriedad y frialdad, levantandose mojada de encima suya, vistiendose. Luego espera a que Artemis se enfunde todo su ropaje.Le miran de nuevo, dirigiendo un puño hacia la cara del Padawan.

-No vuelvas a dejarme en evidencia delante de Tremayne, ENTENDISTE?

Ésta sale enfurruñada fuera de la cabina de mando. Seguro a cambiar sus ropas.

Hacerlo con mi maestra era de lo mejor que me había pasado y nada mas acabar, tenia ganas de hacerlo de nuevo. Seguía excitado, pero no nos daría tiempo. Así que me puse a vestirme. Cuando volví a colocarme todas las protecciones y refuerzos la mire… pero lo que vi su puño estrellarse contra mi cara. Me partió el labio y sentí el hilillo de sangre por la barbilla. Antes de que pudiese reaccionar salió de la cabina.

No comprendí del todo lo que había pasado realmente, el golpe no me importaba lo mas mínimo, el dolor ya era algo ajeno a mi. Pero el placer… desde luego no había disfrutado de esa manera nunca. Me senté en el asiento, la ventaja de que yo no me hubiera manchado, sonreí para mis adentros. Me quede ahí en la cabina esperando a que cualquiera de los 3 volviese.

Reaccionando con rapidez, Nexus se mueve hacia la derecha volviendo por el pasillo en dirección hacia la cabina de mando, donde por entonces Artemis debía de estar recibiendo una dura reprimenda de su maestra.

Ciertamente los datos que había escuchado eran interesantes, y un nuevo punto de inflexión sobre los hechos que estaban aconteciendo. El famoso Felron era hermano de Tremayne, lo cual  ¿Quien de los dos estaba espiando realmente? ¿Podría ser que el verdadero espía fuese Tremayne en confabulación con los Jedi? Desde luego era algo importante de analizar y compartir con Viviern una vez la información estuviese confirmada...

Quedándose a dos metros de la puerta de la cabina se apoya indolentemente en la pared como si estuviese esperando a que su maestra acabase de aleccionar a su compañero.

 Un sonido sordo y brusco, tras  la puerta de la cabina sonó, par aluego escuchar la voz de Viviern gritando:

-No vuelvas a dejarme en evidencia delante de Tremayne, ENTENDISTE?

La puerta se abre con brusquedad, con la maestra completamente enfurecida, dirigiendose hacia su camarote,d ejando a Artemis dentro de la cabina. Viviern no mira a Nexus en ningun momento, como si sus ojos solo divisasen una cosa. El odio.

Luego se escucha una puerta cerrase de golpe, señal de que Darth Viviern habia llegado a su destino y encerrada en su camarote, para apaciguar su molestia.

Artemis sentado en su sillon, espera. Y Nexus...en la puerta sin entender.

Me giro para saludar a Nexus con una mano, tenia el labio partido con un hilo de sangre por la barbilla y un aspecto cansado, exhausto. Le miro a el y trato de sonreír pero pongo cara de dolor cuando se estira el labio.

Que tal con el inquisidor? – digo para no hablar de lo sucedido con la maestra. No me apetecía demasiado por si me rompía algo mas que el labio. En mi mirada no se podía adivinar lo que había pasado, pero el labio y mi cansancio dejaba claro lo sucedido. – Espero que averiguaras algo de interés. Tremayne tiene sus secretos.

Mire al planeta, la chica nos esperaba y no nos quedaba nada para llegar. Viviern vendría en breve, no sabia como mirarle a la cara. Cogí mi mascara de suelo y me la puse. No quería que Tremayne me viera en ese estado. Aunque el sabria lo que paso igualmente.

-          No puedes decir que no te lo advertí.- Responde simplemente como si no hubiese escuchado la pregunta de su compañero.

Sentándose al lado de su compañero, mira durante unos segundos al planeta que poco a poco se iba acercando. La verdad es que ahora mismo tenía otras preocupaciones en mente más importantes que el zaherido orgullo de Artemis. Tenía que examinarlo todo en perspectiva y calibrar cuales serian sus próximos pasos. Aun así necesitaría apoyo de Artemis… no es que fuese un gran pensador por sí mismo, pero podría aportar un punto de vista que tal vez a él se le hubiese pasado por alto.

-          Espero que haigas aprendido la bondad de la paciencia.- Comenta con frialdad mirando a su compañero.- Por qué necesitare que estés calmado y centrado en lo que quiero revelarte. Un paso en falso y lo que te ha hecho la maestra será una menudencia…-

Inclinándose hacia él le susurra.

-          Feltron es el hermano de Tremayne, y cabe la posibilidad de que el maestro sea en realidad un espía de los Jedi…-

Me recoloco la mascara bien y le miro de debajo de ella a Nexus, aquello me parecía bastante raro. Ser inquisidor implicaba una fe devota en el lado oscuro, un espía jedi no podría llegar a dominar asi la fuerza. Prefería pensar que es al revés y que Felron fuese nuestro espía en su lado. Aunque ahora que me paraba a pensar, Felron era de la misma raza que Tremayne?

Dudo que sea un espía, o si lo es Viviern o Deimus lo saben. – dije pensativo en voz baja por si llegaba alguien – veremos a ver como actúa en el planeta, antes de decidir nada, no se lo digas a la maestra.

Ahora lo que menos me apetecía era un conflicto interno. Tenemos que hacer la misión primero, luego limpiar nuestra propia casa si hace falta. Dudo que Tremayne nos intentase joder en medio de una misión de este tipo. Luego tendríamos que hablarlo con Viviern o directamente con Deimus cuando llegásemos de nuevo a Korriban. Ademas Tremayne eraun enemigo formidable, no sabia si quería enfrentarme a el. Además era de los pocos que me caía bien realmente. No quería ejecutarlo…

Nexus se limitó a encogerse de hombros.

-          Por eso mismo te he dicho que tenemos que tomárnoslo con calma.- Responde asintiendo lentamente.- Primero tenemos que asegurarnos, y si se diese el caso…-

Adquiriendo una pose sombríamente reflexiva, se reclino en el asiento realizando una mueca sesgada.

-          Bueno, entonces deberemos ser raudos y eficientes a la hora de eliminar dicha molestia…-

 La maestra y Tremayne se acercaban ala cabina, entrando ella primero y luego el enorme Mandaloriano. Parecia que éste ultimo no se habia percatado dela presencia de Nexus en el pasillo, anteriormente. Ambos se sientan y se abrochan los cinturones.

Tremayne empieza a toquetear los botones que tenia sobre sí y coge el mando de la nave. 

-Bien chicos preparaos par el terrizaje.

Se puso el casco de su armadura de color negra y roja, y apago el control automatco de la nave, dando una pequeña oscilacion, como si desenganchasen la nave de algun gancho, y la inclina direccion Urain-Fen. Una sonrisa podria verse en el rostro de Tremayne si no llevase el casco, pero su tension de cuerpo daba a ver a los demas su excitacion. Le encantaba las misiones y aquella no seria una excepcion.

La maestra por el contrario estaba tranquila y serena, con el cinturon abrochado, y se pone la mascara que poseia para el combate. Ahora todos ocultaban su rostro excepto Nexus.

La nave pronto llego a la superficie, sobrevolando los enormes arboles del planeta y en un claro se ven cabañas, las Brujas de la fuerza se encontraban alli, y en vuestro interior sentis que no estaban solas, su Fuerza era grande, pero los Jedis la sobrepasaban. Y podia notarse un jedi a Kilometros de distancia, o al menos vosotros asi lo pensabais.

Tremayne maniobra para aterrizar al final de la aldea, el polvo que levantan los motores hace levnatar la tierra quehabia debajo, dando una capa de polvo que ocultaba ligeramente la nave.

-Vamos! - Tremayne se levanta metiendo prisas a los demas, deseaba salir de aquella nave y estirar las piernas. Colocó bien su sable laser, y se dirigió ala zona de la trampilla de desembarque.

Viviern nego con la cabeza y con mas calma se desabrochó el cinturon, y se levanto haciendo que su capa se moviera con estilo. Chasqueando los dedos y señalando hacia la salida, para que sus pupilos le acompañasen.

Cuando Tremayne ve que van a llegar pulsa el boton que abria la puerta y cmoienza a bajar, quednado a mitad de camino.

Los Jedis le esperaban, eran dos, entre el polvo se veian tres luces. Dos azules y una verde. 

Aunque ellos no os vieran entre el polvo, vuestra perspectiva era mucho mejor, y alli estaban...

-Miraluka.... - susurró Viviern a sus pupilos - -Maestra Jedi, y su asqueroso aprendiz.

Tremayne tenia su vista fija solo en una persona, en la chica que ahora se encontraba de rodillas en el suelo. Mira a los demas:

- Ocupaos de los jedis, yo me encargo dela chica.

Durante el viaje me sentí completamente mareada, agarrada con fuerza al cinturón de mi asiento. Aunque apenas se notaba el movimiento de la nave, mis recuerdos hacían que mi cuerpo se revolviera.

Cuando la nave se detuvo sentí un gran alivio, por fin había pasado aquel mal trago y esperaba poder descansar donde fuera.

Cuando bajamos me alegré de estar en tierra firme, me sitúo al lado de Darth Nexus,

-Lo tendré en cuenta… intentare andar con cuidado, pero ¿Qué es lo que tengo que hacer primero? ¿quien es Lord Daimus? No me vendría mal estar algo guiada por aquí.

Cuando Nexus dijo lo que hacia Artemis se me puso la piel de gallina, tendria que ser lo mas fuerte posible...

 -Tendré que tener mucho cuidado con Artemis sino quiero acabar mal…

Rio levemente ante el comentario de Nexus, para desviar mi atención de la futura bronca, la verdad es que tenia parte de razón. Pero tampoco era del todo cierto.

Discrepo en eso de pegarles, en realidad entrenamos. Ellos para lo que harán en su vida, que es recibir ostias. Y yo a darlas, cada uno con su dedicación. La verdad es que hay otras aprendizas que sirven para otras índoles. Así que no me quejo, nos presentan un amplio abanico de posibilidades y entretenimientos – digo con un tono grave poco amistoso a la nueva.

Sin esperarles sigo a mis habitaciones para ir quitándome la armadura y ponerme algo mas cómodo. Luego tendría que ir a ver a la maestra.