Partida Rol por web

 Los tres alumnos de Darth Viviern, caminaban juntos por la explanada que los esperaba de la academia, grande e imponente, una pirámide medio derruida, pero que al menos otorgaba un techo donde dormir. Y como esa pirámide, muchas mas, con rostros enmascarados representando cada Lord sith enterrado en las proximidades. 

Subís la enorme escalinata que subía hacia la puerta principal del cual seria el nuevo hogar de Laxrey. Algo lúgubre pero cómodo.

Los pasillos, iluminados con antorchas, guiaban el paso de los tres futuros sith. Los mas prometedores, los Alumnos de Viviern y Tremayne...elegidos de Lord Deimus.

Cada padawan que se cruzaba en vuestro camino, se alejaba, escondía o intentaba ofuscar de alguna manera por entre las sombras. Pero les era imposible cuando no había ni pasillo ni puertas por los alrededores, en esos casos se dedicaban a apoyarse en la pared y bajar la mirada. Habían sufrido con el trato de Artemis, y las afiladas palabras de Nexus, y no querían ser el objetivo de ninguno de los dos. Aunque mas de uno se quedó fijándose en Laxrey, y no solo con curiosidad.

 Un respelús en la nuca de Artemis le hizo girarse. Sus ojos se clavaron en una figura alta, de 2.16 de altura, encorvada, con una capa que cubria su cuerpo droide. En un inicio no lo reconoció pero los ojos de artemis se abrieron como platos cuando los dorados ojos del Kaleesh cibor se clavaron en él como cuchillas ardientes. Para luego apartarla y seguir su camino.

Esos ojos.. Sin duda los recordé al momento no era algo que se podía olvidar fácilmente. Además resultaba mas sorprendente así, viéndolo directamente. Toque levemente el hombro de Nexus y le señale hacia atrás con la mirada, para que pudiera ver al monstruo. Sentía su fuerza y entendía que era muy poderoso. Mas poderoso que nuestro nivel con creces. Y no sabia que haría aquí. Mi visión me dio una buena perspectiva, pero ahora resultaba hasta mas extraño.

Vamos rápido a las habitaciones, quiero quitarme toda esta chatarra y ponerme algo mas cómodo. Y supongo que nuestra queridísima compañera querrá descansar un poco. Yo tendré que ir a recibir mi castigo, asi que no tienes por que esperarme despierto Nexus – dije con tono sarcástico mientras nos dirigíamos a nuestras habitaciones.

Cuando la mano de artemis se posa sobre la de Nexus, éste ultimo gira su cabeza hacia atras, divisisando lo que su compañero Sith le indicaba con la mirada. Un ser enorme, de 2.16 metros, capa y una mirada amarillenta llena de odio, observaba a los padawan en su caminar, mientras los pasos de aquella criatura se volvian mas lentos, hasta pararse y erguirse, pero aun así permanecia encorvado. Como era su costumbre.

Nexus pudo apreciar al General Grievous. Con su cuerpo androide pero interior Kaleesh.

Cuando Darth Artemis y Darth Nexus se despiden de mi, intento recordar sus palabras, tenia que tratar lo mejor de mi misma para dar la talla en la academia.

Cierro los ojos y suspiro profundamente, abro la puerta de mi cuarto y lo observo con atención.

-Ahora este es mi hogar… no puedo despistarme ni un momento

Entro en el y me tiro boca abajo en la pequeña cama que habia alli suspirando.

Necesitaba aún asimilar todos los acontecimientos… Por fin habia visto a la persona que hablaba en mi mente… habia visto a la que seria mi maestra… y habia matado a una maestra Jedi… no estaba mal para empezar. Poco a poco caí dormida

 El cuerpo de Laxrey yacia en su cama, durante horas quedó alli. Mientras Srtemis y Nexus quedaban mirando a Grievous, el cual tambien los observaba con detenimiento. 

Visto que no hacian mas, el general comenzó a caminar algo pesado, tenia la intuicion de que los padawans de Viviern eran muy curiosos, y no ya solo la intucion sino la certeza de las habladurias de la academia. Sith demasiado...prepotentes, carentes de cabeza.

¿O quizas eran los mejores?

Lord Deimus no los hubiera escogido si llegan a ser patrañas y escoria carentes de poder.

Pero el camino de Grievous es el despacho del Conde Dooku. Su "maestro".

Sus pasos parecian ir a camara lenta ante los ojos de Nexus y Artemis. Pero sus mentes y cuerpos estaban algo cansados. sabian que pronto los llamarian. El descanso, aunque corto, era necesario.

Estaba quitándome la armadura cuando me hablo Nexus sobre Laxrey, le mire de reojo para ver la expresión de su cara. Siempre deseaba ver algo de interés carnal en esos viejos ojos. Pero nunca lo conseguí. Su interés siempre era práctico. Vaya tontería no saber disfrutar de los pequeños placeres de la vida.

Pues potencial no se si tendrá en lo referente de la fuerza. Ahí éramos muchos y no pude fijarme demasiado. Lo que si que tiene potencial… es físicamente, no crees? – dije con cierta malicia mientras me colocaba la túnica – Tiene un cuerpo muy bonito, tal vez si te muestras como su protector hasta que se adapte ganes unos favores… Que ya va siendo hora de estrenarte hombre!

Dije con media sonrisa. Esperaba que el comentario le picara a seguir la discusión. Mientras me tumbaba en la cama y me relajaba un poco. El combate y la videncia me agotaron bastante mas de lo que pensaba.

 El sueño os mece entre sus brazos cuando caeis en vuestras comodas camas. La mente no podee tiempo para soñar, ni para pensar, ni cualquier otra accion, solo descansar, dormis profundamente.

A las varias horas vuestras puertas suenan. Con un rapido sonido.

Toc, toc, toc

Pero nadie abre la puerta o habla tras ella.

Cuando vuestros ojos se abren, veis que llegasteis por la mañana temprano, y la noche se habia cerrado en el cielo del planeta maldito de Korriban. No se escuchaba nada, ni los gritos de los padawans entrenando en los pasillos, o en las arenas de fuera de la academia. Parecia que ya estaban tdos descansado despues de un largo y terrible dia de entrenamiento.

Cuando escucho aquellos golpes en mi puerta abro los ojos rápidamente, esperaba que alguien abriera la puerta o a alguien hablar. Pero solo escucho el silencio de la noche.

Me levanto bostezando, me coloco un poco la ropa  y me peino con los dedos mi larga cabellera dirigiéndome a la puerta.

 Me pregunto quien seria a aquellas horas, pues todo el mundo en la academia a estas horas estaría profundamente dormido y me quedo extrañada.

Cuando llego a la puerta me detengo unos segundos dubitativa.

 -¿Quién es?

Espero unos segundos y abro lentamente la puerta

 Cuando abres la puerta, una jovencita de no mas de 10 años esta muy nerviosa cuabndo la miras, casi como si la fueras a pegar.

-Mi ...mi señora Laxrey, lord...Lord Deimus la busca

Sus palabras entrecortadas y llenas de miedo te satisfacen en gran medida y hacen hinchasr tu pecho d eorgullo. No llevwabas ni un dia en la academis y ya los mas pequeños te temian. Esto iba viento en popa. Si te asomas un poco ves un jovencito, de mas o menos la misma edad, en la puerta de Artemis y Nexus. Parecian que tus nuevos compañeros, o dormian profundamente o no querian abrir la puerta. Una sonrisa malevola acude a tu rostro. Si llegaban tarde, los eligios vendrian a u persoa.

Estaba soñando algo extraño. No acostumbraba a recordar lo que sueño. Pero este sueño era placentero. Era un recuerdo de lo que paso en la misión anterior. Me despertó un ruido en la puerta que tarde menos de un segundos en asimilar. Alguien llamaba a la puerta.

Me levanto de la cama y me quedo sentado en esta. Tenia mi sable al alcance de la mano y con un leve uso de la fuerza, hago que la puerta se abra.

 Un niño, de mas o menos 10 años, estaba algo tembloroso en la puerta que artemis abre. Mira a su alrededor intentado ver quien habia sido el que habia abierto la puerta, pero su lenta cabeza recordó que se podian mover cosas con la Fuerza. Se os queda mirando con ojos temerosos.

-Se...señor Artemis...se..señor..Ne..Nexus...Lord Deimus quiere...verles.

El pequeño continuó quieto en su lugar, con las piernas moviendose raramente, y miraba a su lado veloz, para luego mirar dentro de la habitacion otra vez.

-No...no quiere que le...hagan esperar.

El niño se alejó del apuerta apoyandose en la pad de enfrente, dando paso a los Sith, para cuando salieran. Traga saliva sonoramente.

 Mediante la Fuerza viste el poder latente del chico, aun sin despertar, aun sin explotar. Con ello llegas a saber que era uno de los pequeños que proximamente serian padawans. Aunque ahora "trabajasen" como sirviente. Te sorprendió el pequeño, al igual que otra Fuerza de iguales intensidades a su lado. Cuando sales ves una niña a lo lejos acompañada por Laxrey. Parecia que su compañera iria antes que ellos. 

Ahora que te fijas mejor, el jovencito era uno de esos que no paraban de dar vueltas alrededor de las faldas de los Lores. Chicos traidos exclusivamente para su beneplácito. Como solia decirse "Mejor traerlos bien jovenes antes de que la competencia los encuentren".

El chico asiente ante Nexus y esperaa que salga Artemis de la habitacion para poder emprender el camino hacia el despacho de Deimus.

Una sonrisa se dibuja en mi cara, que los niños me teman desde mi llegada me da la autoridad que nunca tuve cuando vivía en Urain –Fen.

Aquí comienza mi nueva vida.

Al observar que el otro muchacho está en la puerta de Artemis y Nexus la sonrisa se hace mas palpable, pues podria demostrar mi valía mucho antes de lo que yo pensaba.

-Vamos niña, dime llévame donde se encuentra Lord Daimus- en mis palabras habia una leve nota de desprecio hacia la pequeña, para imponer mi autoridad.

Salgo de mi habitación apartando a la niña a un lado más o menos con firmeza y cierro la puerta con llave. Me dirijo hacia el pasillo dejando a la niña unos metros detrás mía.

-¿¡Vamos a que estas esperando!?

Si me ando con ojo… esta niña podrá ser bastante util…

Mire al chico y luego a Nexus, no me gustaba la idea de que me siguiera ya que no sabia que podía esperar. Si era una típica tortura poco me importaba pero al saber que seria. Pero no me importaba sabia que seguiría adelante y me podría defender de Tremayne sin problemas.

Bueno vamos allá, supongo que no te podre obligar a quedarte así que vamos. A ver que se cuece. Además tu eres el que le espió… si yo sufro la tortura tal vez… le diga quien fue el que le espió… - dije maliciosamente pensando en que al menos así tendría que apoyarme. – Tal vez te pongan a mi lado… - dije sonriendo.

Seguí a paso lento a donde tenia que ir, sin demasiados ánimos, pero sabiendo que Nexus ahora tendría que cubrirme. Yo era sin duda un arma, pero de doble filo. Le convenía tenerme contento o lo pagaría caro… al fin y al cabo yo era mucho mas rápido y letal.

Mirándolo escéptico Nexus enarca una ceja. No le intimidaba en absoluto la palabrería de Artemis.

-   Veo que aun no has captado el matiz de tus errores ¿no?- Pregunta en un hilo de voz impasible.- No se te va a castigar por enterarte de que Tremayne tenga un hermano. Se te va ha castigar por contradecir a un superior, faltarle al respeto, desobedecer una orden directa, y de en general, ir a la tuya sin tener en cuenta las consecuencias de tus acciones.- Se encoge de hombros con total desinterés.- ¿Quieres decirle a Tremayne que por circunstancias casuales soy el que escucho su conversación? muy bien, hazlo si así lo gustas, y perderás el único apoyo que puedes aspirar a encontrar por parte de nadie en sectores espaciales de distancia. Una táctica que si me permites opinar, considero un poco estúpida, aunque acepto que estaría en tu linea habitual de acción.- Finaliza con voz seca y condescendiente.

-   Ahora dejate de palabrería inconsecuente y acabemos con esto cuanto antes...-