Partida Rol por web

New Erebo (+18)

Barrow Finance Director (Momentaneamente Cerrado)

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28/05/2018, 11:27
Horelk

5 de enero, 2018

Luna nueva

Primera noche del Sol de la Medianoche

20:08 hs

Tras tu despedida con Janos, llegaste al hotel y te instalaste en una habitación solitaria mientras que Martin iba por ahí a hacer lo suyo, te pidió permiso y te prometió que volvería antes de la medianoche, no viste el porqué de no brindarle ese permiso, así que te dio tiempo de asearte, acomodarte y pensar en todo lo que había ocurrido no hacía más de un par de horas atrás.

Tantos seres acumulados en un solo punto del planeta, fascinante cuanto menos, preocupante cuanto más.

Escuchas las palabras de Alana en tu mente, sonríes y solo te recuestas y tu cascaron mortal te lo agradece, cierras los ojos y comienzas un leve letargo en los brazos de Morfeo.

6 de enero, 2018

Luna nueva

Segunda noche del Sol de la Medianoche

13:14 hs

Despiertas luego de un profundo sueño, te sientes completamente descansado, notas que Martin te dejo una nota.

“Solo entre a chequear señor, cualquier cosa estaré en mi habitación”

Te levantas y comienzas con tu ritual higiénico mañanero a pesar del horario, miras por la ventana y notas que el cielo aún permanecía oscuro a pesar de ser apenas pasado el mediodía.

Te preparas y sales de la habitación a las 14:00hs puntualmente, Martin tal como te había dicho, ya estaba listo por si querías salir, así que pudieron ir hacia el punto acordado con la príncipe de la Camarilla con bastante antelación.

Durante el camino comenzaste a barajar la idea de avisar a tus recién contactados hermanos elohim para aquella reunión, quizá sí, quizá no, aunque siendo las 14:15 era ese el preciso instante en el que debías decidir.

Llegas al punto acordado, era una estructura bastante particular la verdad, con una curiosa forma de iglú modernizado y de grandes proporciones.

Subes por unas escaleras hasta una puerta que se abre con ese típico pitido omitido al ser presionado un botón, ingresas y notas a una muchacha de bellas facciones y de aire gótico haciendo su papel de recepcionista, la misma te mira sonriente y se acerca a saludarte mientras bordeaba su escritorio.

- Buenas tardes señor Frederick, la señorita Vondik lo está esperando – dice mientras te indica un camino para que la sigas –

Se trataba de un estrecho pasillo el cual terminaba en un ascensor, uno bastante parecido al que viste en el banco, la recepcionista llama al ascensor mediante una tarjeta y tras pocos segundos, se abre sus puertas dándote acceso a la misma.

Martin se quedó en la recepción esperando a que termines tus asuntos sin dejar de observar a la bella chica quien tampoco pasaba por alto su presencia.

Bajas por aquella maquinaria y notas una oficina si bien no era idéntica a la que tenía en el banco, era increíblemente similar, era una príncipe de la Camarilla, bella y con un toque magnifico de femme fatale, sin embargo, para la originalidad daba mucho que desear.

No estaba sola, se encontraba la mujer enmascarada junto a ella y un hombre bastante mayor de cabello levemente largo, tanto Alana como el anciano estaban jugando ajedrez.

- Oh, se bienvenido querido, este es el Alcalde Hans Lichman –

- Mucho gusto – dice el hombre mientras se levanta de su silla tapizada en cuero ónice y se acerca a ti para estrecharte la mano –

- Siéntate por favor, ponte cómodo, en un segundo terminaremos esta partida, esperemos a que lleguen los demás… ¿Te gustaría beber algo? – contaba con su aspecto de la estirpe de Cain, al parecer ese mortal que estaba frente a ella no le molestaba en lo más mínimo verla así –

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30/05/2018, 17:34
Frederick Knox

El descanso además de necesario había sido renovador, acostumbrado a estar en estancias de ese tipo fue una grata sorpresa que pese a lo alejado que podía ser Erebo del resto del mundo la calidad ofrecida estaba acorde a lo que promocionaban, así que tras una jornada provechosa dejar descansar a Frederick era lo mejor.

Me desperté tarde pero completamente pleno, tras levantarme ducharme y prepararme recibí el mensaje de Alana así que fui al ropero para comenzar a vestirme notando con agrado como Martin ya había acomodado toda mi ropa en el mismo, una lustrada de zapatos, un poco de cera en el cabello y ya estaba listo para ir a ver a mi princesa, sonriendo ante esta idea tomé el abrigo y los guantes y salí.

Tras subir al auto comprobé como el fenómeno conocido como sol de medianoche continuaba algo ciertamente maravilloso y perturbador al mismo tiempo ya que la estirpe de Caín podía campar a sus anchas y sin un control férreo vaya a saber uno lo que podían hacer.

En el camino cerré mis ojos y envié un mensaje a mis hermanos, sencillo y conciso, no estaban obligados a venir pero sería bueno que lo hicieran si quería conseguir una mejor estadía para ellos y que mis contactos se llevaran bien.

Una vez llegamos bajé del auto y vi el edificio, era llamativo realmente, al entrar fuimos recibidos por la belleza gótica a la cuál saludé con un apretón de manos y una sonrisa para luego ser guiado por ella, no pude evitar darme cuenta en como Martin la miraba y ella también lo hacía, no me sorprendería salir de la reunión inesperadamente y encontrarlos con las ropas desarregladas o directamente no encontrarlos, sonriendo ante esta idea entré en la sala.

Al entrar en la estancia noto la similitud con su despacho en el banco, para un ser que puede llegar a ser eterno deduzco que la costumbre le da más seguridad, la Sheriff como siempre siendo creepy a un costado y el hombre canoso parece bastante amable pero igual hay que ser precavido.

-Buenas tardes- dije acercándome cuándo el alcalde se levanta para estrecharme la mano, haciendo lo mismo con un apretón firme- Frederick Knox a sus órdenes- comenté con una sonrisa para luego acercarme a ver el tablero- solo unos segundos? O el partido va muy avanzado o Alana no es muy buena en el juego?- pregunté mirando de reojo a la princesa con una mirada y sonrisa cómplice - oh, un escocés estaría bien- comenté ante el ofrecimiento de esta - yo lo preparo- dije yendo hacía el minibar.

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11/07/2018, 04:46
Horelk

Alana te mira con esos ojos que seducirían al más fuerte de los mortales, e incluso al más fuerte de los demonios, tu solo te limitas a preparar tu bebida mientras ella responde.

- Oh, ya va a terminar - se muerde la uña del pulgar sin dejar de mirar el tablero -

- No cantes victoria princesa - le replica el señor Lichman mientras mueve una pieza - jaque mate -

- De hecho, tenía razón igual mi querido Hans, la partida ha terminado - suelta una elegante risa y el señor Hans se levanta de su asiento hacia ti -

- También me preparare uno -

- Señorita Alana, Nanuk ha llegado - dice a través del intercomunicador la chica que te había atendido antes -

- Déjale pasar - responde Alana mientras se dirige a su escritorio -

Pocos minutos después, el ascensor se abre dejando ingresar a un anciano cuya reputación lo precedía, se trataba de nada más y nada menos que el líder de la mayor manada de garous de los bosques de esa ciudad, contaba con varias arrugas en casi cada rincón del rostro y de las manos, llevaba puesto la típica vestimenta hecha de pieles de animales e incluso varias indumentarias compuestas de dientes y garras, era un Inuit de pura cepa y se notaba.

- Nanuk, este es Frederick Knox, un amigo mío quien está dispuesto a ayudarte - dice como saludo Alana quien ya se encontraba esplendida tras su escritorio -

El anciano se acerca y te pasa la mano, sin embargo, ignora por completo a Hans, quien, a su vez, se limitó a observar su bebida sin casi prestar atención a lo que había hecho el anciano.

- Que Gaia le sonría señor Knox, mi pueblo ya ha sufrido demasiado por culpa de los infelices que solo desean llenar sus bolsillos con papeles cuya verdadera importancia es igual a la bajeza de sus actos -

Tensión e incomodidad se hicieron presentes ante estas palabras, Hans solo bebe un sorbo de su escoces.

- Por favor Nanuk, sabes que esta reunión es para ayudarte principalmente, evitemos enfrentamientos por favor - dice Alana preocupada -

- ¿Habrá más gente no? - pregunta tajante Hans -

- Así es - responde Alana - Kenneth y los suyos no deben tardar en venir, y no sé si Frederick tiene más invitados - 

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12/07/2018, 02:04
Frederick Knox

Sonreí en cuanto terminó la partida para luego mirar a Alana.

-Me pregunto si esperabas justamente eso-

Saludé a Nanuk con un firme apretón de manos en cuanto llegó, para luego escucharlo atentamente, sobretodo se notaba que no le agradaba para nada la presencia de Hans.

-Muchas gracias, espero poder ayudarlo realmente, pondré todos mis recursos en ello-

Ante la pregunta de Alana me encogí de hombros.

-Hice algunas llamadas pero no puedo prometer nada, al parecer no hay una opinión generalizada acerca de tu gobierno y hay algunos disidentes, pero eso suele pasar en toda sociedad-

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12/07/2018, 21:25
Horelk

6 de enero, 2018

-12 ° Celsius

02: 31hs

El doctor Wood apenas te hace una mueca ante tu sugerencia y desaparece entre las pocas personas que recorrían aquel lugar.

Miras tu reloj, ves que ya pasaron treinta y un minutos de tu horario de trabajo, ya era hora de descansar tu cascaron mortal, por lo que solo miras a la chica y sales hacia la morgue para tomar tus pertenencias.

Notas que tu colega ya estaba atendiendo otros menesteres, por lo que te encoges de hombros y decides que, si para él no era importante aquella chica, tampoco debería de serlo para ti.

Vas al estacionamiento del hospital y subes a tu carro con destino a tu hogar, un departamento no muy lejos del cementerio.

Subes al edificio e ingresas a tu habitación, notas que el lugar se había mantenido tal como lo dejaste, cada elemento en su respectivo lugar, como tu mente mortal dictaba, orden y armonía sobre todas las cosas.

Te duchas, buscas algún buen libro para llamar un poco al sueño, no sin antes beber un poco de algún escoces, bebida fuerte que molestaba tu sentido del gusto, pero aliviaba las manías de un hombre que antaño estaba acostumbrado a aquel veneno.

-20 ° Celsius

12: 15hs

No te habías percatado hasta ese momento que te quedaste dormido en el sofá de tu departamento, agradeciste que la calefacción funcionaba correctamente puesto que al mirar afuera notas que el frio no hizo nada más que acentuarse a casi el paradójico mediodía de una noche perpetua en aquella ciudad.

Recibes la llamada de Kenneth, te pide que te reúnas con él en la Barrow Finance Directory, era día libre para ti y quizá un momento grato con otro elohim podría ayudarte para pensar en otras cosas que no sean la muerte ni los homicidios perpetrados tan repentinamente en Erebo.

Te aseas y te preparas para dirigirte hacia el punto acordado.

Llegas hasta el extraño edificio el cual nunca habías prestado mucha atención hasta ese momento.

Subes por unas escaleras hasta una puerta que se abre con ese típico pitido omitido al ser presionado un botón, ingresas y notas a una muchacha de bellas facciones y de aire gótico haciendo su papel de recepcionista, la misma te mira sonriente y se acerca a saludarte mientras bordeaba su escritorio.

- Buenas tardes señor, la señorita Vondik y el señor Knox lo están esperando – dice mientras te indica un camino para que la sigas –

Se trataba de un estrecho pasillo el cual terminaba en un ascensor bastante particular, con hermosos grabados en él y con una ranura electrónica que fue invadida por el deslizar de una tarjeta de la recepcionista.

Las puertas se abren dejándose notar un pequeño espacio para no más de seis o cinco personas, una vez dentro, el elevador pasa a activarse bajando automáticamente hasta una oficina sin ventanas visibles y de decoración victoriana, con tapizados escarlatas, tinteros antiquísimos, pluma, biblioteca y una notebook siendo este el único elemento anacrónico en todo ese ambiente antiguo.

Ya dentro, notaste que había cuatro personas, siendo Frederick el único que te parecía conocido.

- Muy buenas tardes señor Janos, me presento, soy Alana Vondik, encargada de esta ciudad junto al Señor Hans Lichman – te indica un hombre de traje y cabellera levemente larga quien tenía en mano un vaso con whisky – y también está mi buen amigo Nanuk Garras-de-Tormenta, anciano chaman de los Inuit de la zona – se trataba de otro anciano con ropajes hecho de pieles y varios ajuares compuestos de dientes y garras, este levanta la mirada y te saluda a lo lejos –

Cada anciano se encontraba en extremos opuestos, como casi evitándose.

- Creo que solo falta Kenneth y los suyos – dijo Alana quien se encontraba sentada tras un escritorio evocando un aire sumamente placentero y seductor -

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12/07/2018, 21:29
Horelk

Alana solo te mira y al rato escucha nuevamente la voz de su recepcionista.

- Señorita, creo que ha llegado uno de los invitados del señor Knox, le habilito la cámara para que pueda observarlo –

Dicho esto, en la notebook de Alana se pudo observar la imagen desde fuera del edificio, se trataba de Janos quien esperaba a ser atendido.

Ante tu afirmación, Alana habla nuevamente.

- Déjalo pasar – responde sonriente, como si fuera que la chica iba a poder observarla a través de aquel intercomunicador -

Tras pocos minutos, Janos bajo por el ascensor y Alana paso a darle la misma bienvenida que a ti y a presentarle a todos los que estaban ahí con ustedes.

- Creo que solo falta Kenneth y los suyos – dijo Alana quien se encontraba sentada tras un escritorio evocando un aire sumamente placentero y seductor -

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13/07/2018, 21:20
Dr. Janos Novak

A pesar de haber quedado traspuesto la mayor parte de la tarde en el fondo eso le había venido bien. Estaba fresco y descansado para la reunión con Knox. No era un plato de gusto para Mavet el reunirse con Adramelek en esas concidiones. Había pasado inadvertido para las diversas sociedades sobrenaturales de Erebo con bastante buen acierto durante años, y acudir de repente a una reunión con la flor y nata de un par de esas comunidades no era precisamente su idea de pasar desapercibido. Estaba irritado pero iría de todas maneras.

Se enfundó en su pesado abrigo y tomó unos guantes forrados. También llevaba una bandolera con lo que se definiría como material médico, pero que ayudaría en diversas situaciones. Dio varias vueltas a una bufanda y se caló un grueso gorro de lana. Estaba preparado para afrontar el frío del exterior. Era estúpido hablar de noche puesto que es lo que les esperaba durante días.

Puso la calefacción de su Mercedes al máximo mientras el pesado todoterreno cubría con rodadas lentas y seguras el camino hasta el lugar de la reunión. Aparcó a una distancia de un par de calles, lo suficiente como para no congelarse hasta llegar y que el coche no fuera visible desde su destino final.

Cuando llegó a la puerta y esta se abrió dedicó unos instantes para sacudirse la escarcha de encima, mientras desanudaba la bufanda de su cuello dejándola colgar del abrigo. Guardó el gorro en su bandolera y se peinó cuidadosamente por unos momentos. No se quitó los guantes. Siguió a la casi siniestra recepcionista mientras barruntaba dónde podría llevar algúna arma oculta o si pertenecía realmente a los Hijos de Caín.

Le contestó con un seco - Gracias. -

Desde luego no dejarían a una muchacha indefensa a cargo de la entrada de un lugar así. Mientras bajaba por el ascensor en la mente del doctor aleteó la idea de arrebatarle la tarjeta de tarjeta que permitía el acceso a ese sótano, pero fue sólo eso, una idea y no demasiado buena.

- En realidad es Doctor Novak, señorita Vondik, mucho gusto. Señores. - Un asentimiento dirigido a ambos hombres a modo de parco saludo es dirigido sin demasiada cordialidad. Por último se aproximó a Knox al que dedicó un saludo más formal, quedándose por fin a su lado ligeramente retrasado con respecto a su posición.

El tacto social de Janos Novak no era su característica más relevante y procuró ponerse en segundo plano en seguida, apoyando silenciosamente Adramelek. Parecía que había consegido finalmente un terreno ¿neutral? en el que poder contactar con el tal Nanuk.

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16/07/2018, 22:28
Horelk

Este post es solo para las imagenes que te debia, mañana respondo sin falta.

1 - Rodna, la Recepcionista Gotica.

2 - Hans Lichman, el Gobernador.

3 - Nanuk Garras de Tormenta, Inuit lider de la Camada de Fenris.

4 - Alana Vondik, Principe de la Camarilla.

Notas de juego

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24/07/2018, 21:57
Alana Vondik

- Oh, disculpe usted doctor, a pesar de estar entre tantas personas a mi alrededor, casi nunca acostumbro a nominarlos con sus profesiones…mala mía – dice sonriente –

- Ya están aquí señorita Vondik – se oyó nuevamente desde el intercomunicador –

Tras pocos minutos, un grupo bastante pintoresco se hizo presente desde el elevador, siendo solamente Aaron el único conocido por el Doctor Janos.

Primeramente, ingreso un hombre de cabello corto y rubio, con una mirada de azul penetrante y  a pesar de contar con varios piercings en una de sus orejas, se sentia que era de pulcro aspecto.

Luego, un hombre tan grande como si de un mueble se tratara, de rasgos marcadamente amerindios y de numerosos tatuajes visibles incluso a pesar de llevar varios abrigos.

Por último, el hombre pelirrojo cuyo único rasgo llamativo era eso, el cabello rojizo quien iba acompañado con un hombre asiático y de aspecto descuidado.

Alana los presenta a todos, esperando a que el tal Kenneth haga lo propio.

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25/07/2018, 05:35
Horelk

6 de enero, 2018

-12 ° Celsius

14: 31hs

- Buenas tardes Alana, por fin nos conocemos – las palabras de Kenneth venían acompañadas con una sonrisa la cual evocaba una seducción casi natural – estos son mis amigos, Tatanka, James Li y Aaron…todos saben más o menos la situación actual de Erebo y han venido para ofrecerse para ayudar con la misma –

- ¿De qué situación hablas Kenneth? – pregunta Alana

Un pesado silencio se hizo presente en la atmosfera cerrada de aquel elegante lugar.

- Eres la regente de los chupasangres, sin embargo, no sabes ni lo que pasa en tus propias narices – Tatanka, el hombre indígena dice notoriamente molesto –

- Por favor, amigo mío, modera tu lenguaje – le reclama con tranquilidad Kenneth, Alana por su parte se mantuvo ostentosa e inquebrantable ante el insulto – hace poco, he recibido una noticia bastante inquietante princesa… -

- Príncipe por favor, y ese cargo se lo dejo a mis iguales – infiere Alana seria –

- Entiendo, pues, le diré Alana a secas – la cainita hace un ademan de aprobación ante la sugerencia y el rubio continua - …recibí esta noticia gracias a una fuente muy confiable de información, como los tuyos que viven en las cloacas…al parecer el mismo, sabe sobre ciertas actividades turbias que ciernen la ciudad –

- Si vienes con ansias de crear una imagen puritana, creo que eres el menos indicado para… -

- ¡Calla de una vez y escucha mujer! – le interrumpió Tatanka muy alterado –

- Por favor Alana, deja al joven que cuente lo que desea contar – le dice muy calmadamente Nanuk mientras trataba de levantar un poco más la mirada para centrarse en la gran figura del otro nativo -

- Se trata del proyecto Amalgama –

De pronto el señor Lichman comienza a reír bastante burlón ante aquellas palabras.

- ¿Acaso para eso estoy perdiendo mi tiempo? – expresó el señor Lichman con un sonoro resoplido de molestia – disculpa Alana, cuando quieras volvemos a jugar ajedrez, pero la idea de un grupo de locos que tratan de imitar a otro maniático como lo era Samuel Haigh, simplemente me aburre y paradójicamente me divierte, permiso, me retiro –

Alana mantuvo su sonrisa de cainita seductora y apacible, presiono un botón y espero a que el ascensor deje salir al alcalde Lichman.

- Si alguno desea irse también, este es su momento –

No hubo sonido alguno, tan solo el rebobinar de una computadora que trabajaba ajena a todo lo que le rodeaba.

- ¿Imagino que tu fuente no es accesible no? – cuestiona Alana, a lo que Kenneth responde con un notorio no de una cabeza balanceante – lo entiendo…es curioso como el sentimiento de deja vu me invade en este momento – se levanta dejando notar un exuberante y casi perfecto cuerpo de mujer, camina hacia el elevador y con cada paso resonaba un tacón que daba énfasis a cada palabra suya – hace ya varios años, llego un hombre a mi pueblo, decía que había un upir en la zona, un ser que te chupaba la sangre y que te convertía en un muerto viviente, yo era apenas una moza en las cuestiones de la vida y me limité a imitar a mis vecinos con mi risa burlona y mis insultos hacia el tonto del pueblo… - se cruza los finos dedos y forma un puño con ambas manos - …tarde fueron los lamentos al darnos cuenta que el tipo tenía razón, el idiota, el imbécil que todos llamábamos, había llegado arrastrado, malherido, cansado y desesperado a avisarnos sobre este demonio chupasangres que no solo resulto real, sino que su crueldad fue tal que me abrazo solo por el simple hecho de que sea testigo de lo que había sido capaz de hacer…toda una aldea rusa destruida a manos de un solo ser…hoy, luego de tantas centurias, se acerca una situación parecida y me toma la sorpresa de que debo escoger entre creer a un hombre conocido por andar metido en el bajo mundo criminal…o seguir con mi no vida como si nada de esto hubiera pasado hasta que llegue el momento en que el tiempo me diga si estuve o no estuve en lo correcto… - se voltea y mira a todos los presentes - …si he de creerte, ¿Qué quieres de mí? –

- Necesitare ayuda para toparme con estos tipos, al menos, saber dónde se esconden y que es lo que realmente hacen –

- ¿Y como se supone que he de ayudarte en eso? La Camarilla en estos lares apenas es sostenible, sin mencionar que una manada del Sabbat ha llegado hace menos de un día aquí, imagínate, en un lugar tan alejado del mismísimo Creador, han venido y me imagino que tienen todas las ganas de eliminarme y diabolizarme

- Pues…alguno de los presentes podría ayudar, ¿son todos vampiros no? – dice Kenneth – digo, todos menos Nanuk –

- Bueno, hace algunos años hice un pacto con un demonio, quizá él se anime a ayudar – dijo Aaron tras rasparse un poco la voz –

Alana se voltea y aguza los sentidos fijamente hacia el pelirrojo.

- ¡Por Gaia! – exclama Nanuk – meter servidores del Wyrm para ayudarnos en todo esto…me parece excesivo –

- Me extraña que te moleste viejo, acaso una manada entera de los tuyos, no fueron abrazados por el Dragón Verde y tu… ¿Ni siquiera te dignaste en eliminarlos como la buena ley de la Camada de Fenris lo exigía? – se expresó en tono de burla Kenneth

- Esa no es tu incumbencia Pumonca – replico el anciano

- Pues no lo sé, yo lo veo como luchar fuego contra fuego…Aaron, ¿Puedes contactarte con tu amigo? – pregunta Tatanka -

- No lo sé, bueno…no sé si él quiera participar en todo esto -

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25/07/2018, 05:47
James Li

La conversación comienza y no parece hacerlo muy bien. La chupasangre es elegante, seductora y calmada. ¡Qué mujer! ¡Le haría fluir la sangre nuevamente si no fuese que me dan tanta desconfianza los vampiros. A pesar de lo bella que se ve, no la tocaría ni con un puntero láser.

Parece que Tatanka tampoco está muy contento con la mujer pues le responde mucho más agresivo de lo que le he oído hablar hasta ahora. Parece que los chupasangres son el verdadero némesis del amigo. No quiero verlo enojado por ningún motivo.

"Mejor que siga calmado el ropero este o va a quedar la cagada."

El que parece ser el Alcalde se marcha, no interesado en lo que ocurre. Supongo que o no lo cree o simplemente le importa poco. Se marcha por el ascensor hablando de que no quiere perder el tiempo. Sonrío y le comento a mis cercanos en bajo volumen, para no interrumpir la reunión:

 - "Yo a su edad tampoco querría perder mis minutos."

Pero la vampiresa sí le cree, o eso nos hace creer a nosotros, a Kenneth. Eso es bueno pues parece que tiene mejor voluntad para cooperar en este asunto. Lamentablemente indica que no tiene muchos recursos ahora con todo el asunto de los Sabbat que vienen llegando. Si yo fuera ella, también estaría cagado en mis pantalones.

Entonces se revela que el anciano que parece "El último de los mohicanos" jubilado es de la Camada de Fenris. Conozco de esa tribu pero no tengo claro que es eso del Dragón Verde. Como sea, en esta reunión el aire se puede cortar con cuchillo y el hecho de que Aaron menciona a un demonio no ayuda en lo más mínimo.

"¿Demonios? ¿Existen de verdad?"

Supongo que a esta altura nada debería extrañarme tanto. Me quedo en silencio, a la espera de cual es el plan por el cual podemos ayudar a la Camarilla en contra del Sabbat, para que ellos nos ayuden a encontrar a los Amalgamas esos.

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27/07/2018, 23:33
Frederick Knox

Me mantuve alejado de la conversación pero en la misma, mientras saboreaba un delicioso escoces a pesar de la hora, era lo más apropiado teniendo en cuenta la seriedad de los asuntos que se estaban tratando, tan solo estuve a punto de intervenir cuándo le levantaron el tono a Alana, sin embargo otros lo hicieron por mi y tal como pensaba ella podía defenderse sola, además la Sheriff estaba en aquel lugar así que dudaba que alguien se atreviera a hacerle algo.

-En principio me gustaría saber quién es ese tal Samuel Haigh y el proyecto Amalgama, aunque me suena a combinar distintas cosas para crear algo nuevo, desde mi punto de vista algo interesante aunque sea considerado una aberración...por otro lado- miré a todos los presentes antes de levantar el tono - la próxima vez que alguien le levante el tono o le de una orden a la princesa que vaya pensando previamente las consecuencias, estamos en su casa siendo recibidos por ella de buen agrado pese a la diferencia de razas o políticas que puede haber, respeten eso y tengan coherencia de con quién están hablando- volví a mi tono más habitual, dejando el vaso de whisky sobre la mesa de mini bar- por otro lado, están los vampiros del Sabbat, hay algo clave que dijiste y es que la Camarilla es muy débil aquí, asumo que entonces una tregua temporal no sería nada fuera del otro mundo, más si la amenaza es grande...- tras decir esto me crucé de brazos.

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29/07/2018, 01:37
Horelk

Frederick comienza a hablar.

-En principio me gustaría saber quién es ese tal Samuel Haigh y el proyecto Amalgama, aunque me suena a combinar distintas cosas para crear algo nuevo, desde mi punto de vista algo interesante aunque sea considerado una aberración... -

- La verdad que poco se sobre ese hombre y si alguien debería de saberlo por estos lares, acaba de irse con su manía de no interesarse por nada y sin embargo luego ira a meterse entre sus libros y su teléfono averiguando como todo un tarado con tal de saber la verdad…arcanistas, todos están cortados por la misma tela – bufa Alana – Darija, no lo pierdas de vista, si algo sabe, quiero saberlo yo también –

Una mujer con un velo que le cubría todo el cuerpo y una máscara de la cual solo se podían notar sus ojos rojos, asiente como si de un perro fiel se tratara y al rato se dirige hacia al ascensor para perderse tras el velo metálico.

- No sé quién sea ese tal Samuel tampoco, pero si se algo de Amalgama es que buscan crear abominaciones artificiales, es decir, criaturas mitad vampiro y mitad garou – respondió Kenneth mientras se cruza los brazos – incluso han incurrido a las capacidades de ciertos magos para llevarlo a cabo, pero no sé si han tenido éxito, lo que si se, es que muchos de los garous de otras zonas han desaparecido –

- Si - afirma Nanuk – mi gente me ha estado avisando de ello – empezó con uno, luego ya fueron tres los desaparecidos en túmulos lejanos a Erebo…hace no mucho fue uno de los míos y no sé cuántos más de Alaska en general –

- ¿Y no viniste a advertirme? – cuestiona casi ofendida la príncipe –

- Asuntos de garous lo solucionamos los garous mi vieja amiga, por no decir que te he estado pidiendo ayuda desde hace casi cuarenta años y has estado ignorándome casi siempre –

- Nunca te he ignorado Nanuk, incluso he contactado con Fred para que nos ayude con tu problema… -

- Y sin embargo ese maldito hotel sigue ahí afuera –

- Ya te he explicado que no puedo hacer nada al respecto, existen leyes mortales y de vampiros que me lo prohíben –

- Por otro lado...la próxima vez que alguien le levante el tono o le de una orden a la princesa que vaya pensando previamente las consecuencias, estamos en su casa siendo recibidos por ella de buen agrado pese a la diferencia de razas o políticas que puede haber, respeten eso y tengan coherencia de con quién están hablando -

Frederick al pedir más calma y evitar alzarle la voz a Alana nota que el tal Tantanka se voltea y con sus casi ciento diez kilos de musculo puro y aspecto de bestia, se le acerca con un rostro de pocos amigos.

- ¿O qué? – pregunta tajante y desafiante -

- Tatanka, por favor, no vinimos con ánimos de conflictuar…además, esto es un lugar sagrado, tú y tu gente saben respetar este tipo de lugares – dice Kenneth mientras que con una mano en el enorme pecho de aquel hombre lo trata de alejar lo más que pueda –

- Por otro lado, están los vampiros del Sabbat, hay algo clave que dijiste y es que la Camarilla es muy débil aquí, asumo que entonces una tregua temporal no sería nada fuera del otro mundo, más si la amenaza es grande...- 

Tras pocos segundos esperando que todos se calmen, Alana vuelve a sentarse en su escritorio y con las piernas cruzadas comienza a hablar.

- No creo que sean del tipo político que se alíen simplemente, existen sabbatistas que llegan a una ciudad y mientras te ofrecen una reunión formal, te han mandado a rodear con cientos de matones o una decena de los peores vampiros con un currículo tan monstruoso como admirable, así que discúlpame Fred, pero confió mas en mis enemigos naturales que en miembros de esa secta estúpida -

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29/07/2018, 02:15
Dr. Janos Novak

La mirada de un hombre que parecía fuera de lugar se paseaba alternativamente de uno a otro de los ocupantes de la sala, que se empequeñecía por momentos ante la afluencia continua de más y más gente entrando en ella. Sólo detuvo su mirada por unos instantes en el hombre pelirrojo llamado Aaron que hablaba de pactos con Demonios. No creía que eso diera confianza a nadie, la verdad, pero se abstuvo de comentar nada al respecto.

No pudo evitar una mueca de sorpresa cuanto percibió por primera vez a la figura femenina envuelta en ropajes y que portaba una curiosa máscara de hierro. Debía estar bien oculta entre los tapices de la sala, ya que el Dr. Novak bien sabía que los trucos de ocultación de los cainitas no eran capaces de engañarle. Dedicó unos pensamientos al Gobernador Lichman, descrito como un hombre con gusto por la información, pero que sin embargo abandonaba con rapidez una sala donde se reunía en debate una gran parte del elenco sobrenatural de Erebo, sino de todo Alaska. Parecía una huida camuflada en un fingido desinterés más bien, así que convendría tener un ojo en el señor Lichman, como bien se había asegurado de hacer la Príncipe Alana.

El siguiente momento tenso lo protagonizaron las no tan prudentes palabras de Frederick, las cuales le ganaron las iras del gigante musculoso llamado Tatanka. Aquello era una pose ensayada claro, nadie en su sano juicio se atrevería a lanzar una llama metafórico depósito de gas que había en ese lugar ahora mismo. En pro de ese cuidado fingimiento, el Dr. Novak dio un paso corto tras la espada de Knox en mudo apoyo a sus no tan pensadas palabras. Las facciones pequeñas debíamos mostrar apoyo unos en otros cuando fuera necesario. Por último el doctor hablo en un tono calculado y seco.

- Como otros aquí no conozco el alcance de aquello que ocurre en lo que llaman Amalgama, ni de las acciones de ese señor Haigh que han mencionado. Sin embargo parece que eso preocupa a todo el mundo lo suficiente para olvidar viejas rencillas y eso es grave a todas luces.

Por otro lado, hablando de esa suerte de "estúpidos" con los que no existe la posibilidad de mediar, si lo son tanto realmente lo mejor es usarlos como herramientas para golpear el problema del Amalgama allá donde sea necesario. Encaminado en la dirección correcta puede que sean ya no un escalpelo, pero sí un martillo para los fines que se diriman aquí, se me ocurre. -

Una breve mirada a Knox buscando su aprobación termina el breve discurso de un hombre que no parece acostumbrado a medirse cuando habla, pero cuyo calculado y desnudo punto de vista parece tan afilado como una navaja de afeitar.

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29/07/2018, 03:07
Frederick Knox

Bien, ahora nadie sabía acerca de un nombre que al ser mencionado había llamado la atención a todos los presentes, no podía realmente creerme eso pero por ahora lo dejaría pasar, pretendería que los demás eran tan ignorantes como yo en este tema aunque estuvieran caminando por la creación durante más años que yo tras mi regreso.

Era obvio que la relación entre Nanuk y Alana no era la mejor desde que ella estaba a cargo de la ciudad, se notaba en el tono que usaban y en el ida y vueltas de palabras, sin embargo también se notaba que esperaban limar asperezas y volver a colaborar el uno con el otro, ante la mención de un hotel y mi persona levanté la cabeza al darme por aludido.

-Si el hotel es un problema puedo comprarlo y luego demolerlo, no debería de haber demasiado problema con ello-

Ante mi petición de guardar el decoro, como era de esperarse el más primitivo se exaspera

- ¿O qué? –

Reí con verdadera gracia y levanté la mirada para verlo a los ojos, sin dejar de mostrar mis níveos dientes.

-Realmente no querrás averiguarlo, terminarías llorando perdiendo todo tu honor en un abrir y cerrar de ojos, si queda algo claro está...-

El pelirrojo que venía con él le pone una mano en el pecho y lo llama a calmarse.

-Hazle caso a tu amigo, vamos, será lo mejor para todos- aunque mi mirada y sonrisa estaba indicando que en realidad solo sería lo mejor para él.

Janos intervino buscando apaciguar las cosas, parecía olvidar que además de ser un general yo era un guerrero y que mis palabras fuero elegidas de ante mano, yo no decía las cosas sin pensar, sabía que dolerían y por eso las decía.

De todos modos no estaba ahí para dar un espectáculo, la respuesta negativa de Alana para formar una alianza con el Sabbat y la idea de usarlos de Janos me hizo dar cuenta de que no saldría nada en claro de esa reunión, asentí con la cabeza sin embargo en darle el consentimiento, si quería manipularlos para nuestra causa entonces estaba bien.

-En cuanto al proyecto Amalgama, creo que habría que usar todos los recursos disponibles para corroborarlo-

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29/07/2018, 03:53
Horelk

Alana escucha tanto al doctor como al magnate, cruza ambas manos entrelazando sus finos dedos y se coloca el mentón sobre ellos.

- No sé si están al tanto de los sabbatistas, no me sorprendería la verdad si no lo supieran, pero existe un acto infinitamente repudiado por la Camarilla llamado diablerie, se trata de un tipo de asesinato, uno cruel, incluso para monstruosidades como nosotros…implica beberse el alma de la víctima, devorarla en un acto casi caníbal e impregnarse con su poder; existen vampiros que simplemente huyen de ella, la mayoría si tiene un problema con otro cainita, lo solucionan a balazos o explosiones…sin embargo, el Sabbat es distinto, ellos serán capaces de ver algo personal mío, verán que mi linaje no esta tan apartado del de Caín y verán una oportunidad única de acercarse a él mediante el acto que mencione antes…por lo que no puedo acercarme a ellos, no a menos que este acompañada y aun así, me temo que harán de todo para eliminar a los que vayan conmigo, así que es un riesgo que no puedo asumir –

Las cosas se pusieron aún más tensas entre Tatanka y Frederick, a lo que Alana se levanta de golpe y golpea su escritorio en una señal de atención e ira que no eran normales en ella.

- He tratado de hablar lo más racionalmente contigo y los tuyos Kenneth…si no puedes controlar a tu amigo, te pido que te marches y me dejes con las personas que realmente deseen aportar y ayudar a esta causa que he de decir, va más allá de lo jodido –

Tatanka mira a Kenneth, luego a la príncipe y tras un gesto de descontento, decide salir del lugar esperando que el rubio lo acompañe, sin embargo, este se mantiene en su lugar, con rostro serio y analítico.

- Si deseas comprarlo, deberás hablar con el dueño del lugar, cosa que es imposible, está muerto ya hace varios años… -

- Pero su hijo aún vive, incluso ha vuelto hace poco y creo que está viviendo en ese lugar prohibido –

- No lo sé Nanuk, Hans en su tiempo me había pedido que evite que se acerquen a ese lugar luego que tu gente lo habían atacado una y otra vez, hasta lograr asesinar a Heliodoro –

- Fuera lo que fuera, eso no era Heliodoro Baker… -

- Es tu palabra contra la del gobernador de esta ciudad y me temo que la idea de espíritus del más allá poseyendo a un humano solo con el afán de destruir a los hombres lobo de la zona, me parece un tanto…difícil de creer –

- No has cambiado en nada Alana, eres la misma testaruda de hace cincuenta años… - se voltea y se dirige al ascensor - …que Gaia te ilumine príncipe, incluso en tu no vida, necesitaras de mucha ayuda…ya que la próxima vez que nos veamos, no será en calidad de amigos, te veré como lo que eres y hare lo que mi ley me indica que debo de hacer –

Alana se levanta inquieta y sus ojos azules se posan en la figura del anciano quien se marcha tras unos pocos segundos, la príncipe vuelve a sentarse y su rostro dibuja un aspecto parecido al de una mujer que ha perdido algo demasiado valioso.

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29/07/2018, 15:26
James Li

La discusión se va acalorando pero no de la forma que deberían. Entre el tarado que le busca la bronca a Tantaka (no tiene idea de que si a mi ropero amigo le entra la furia, lo mataría antes de que sepa qué le arrancó la cabeza) y que el resto parece preocuparse más por sus diferencias personales o viejas rencillas, es poco lo que parece avanzar a buen puerto.

El hombre que identificaron como Doctor habla bien intentando que el resto deje de lado sus problemas para concentrarse pero no parece dar muy buen resultado. Indica que a los Sabbat hay que usarlos contra Amalgama y sería una gran idea si supiese como hacer eso.

"Si son tan estúpidos como dicen, sería fácil pero no sabemos nada de los Amalgamas esos y poco de los Sabbat como para idear un plan aún. Me parece una buena idea pero estamos lejos de poder llevarla a cabo todavía."

Pero las cosas se siguen poniendo tensas y al final tanto Tatanka como el anciano garou se marchan. Parece que esto está terminando y lo hace sin ningún buen resultado. Parece que todo está ya perdido.

"No lo hagas, no lo hagas, no lo hagas Jimmy, no te metas en esto..."

Contrariamente a lo que mi instinto me dice, doy un paso al frente y empiezo a hablar:

 - "¡Alto, señor Nanuk! ¡Por favor!"

Miro a todos y comienzo:

 - "Discúlpeme, sus ilustrísimas. Mi nombre es James y soy nuevo aquí. Yo no soy alguien poderoso ni de respeto, no dirijo comunidades sobrenaturales, no manejo sectores de la ciudad ni tengo historia de mantener el orden en ningún lado. ¿Que puedo entonces yo decir que haga alguna diferencia? Pues que veo como les importan más las cosas pasadas, los trapos sucios que lo que tienen delante. Que les preocupa mucho más las diferencias entre ustedes que lo que cada uno tiene para aportar a esta situación. Yo no tengo raíces aquí, si mañana aparece un ejército de abominaciones garou-vampiro en sus puertas, dispuestos a matarlos a todos, yo me iría de inmediato pues ni siquiera tengo un equipaje que cargar. Pero estoy aquí, preocupado por el asunto y dispuesto a entregar mi vida, que es lo único que poseo, para detener a estos tipos pues no he perdido el norte aún y no olvido algo que para mí importa mucho más que todos ustedes juntos: Las personas inocentes que morirán si una guerra comienza. Temo por los mortales que morirán si el Sabbat ataca a la Camarilla, si los Danzantes que dicen venir con ellos atacan a los hombres lobo o si estas abominaciones los acaban a todos. Temo por la gente que nada tiene que ver en los antiguos conflictos sobrenaturales y creo que eso, solo eso, si aún queda algo de humanidad en todos los presentes, debería ser suficiente para dejar de lado las diferencias y empezar a usar las similitudes, pues espero de todo corazón que la piedad por los inocentes sea una de las cosas que tenemos todos en común."

No tengo más que decir y doy mis pasos hacia el segundo plano en el que me mantuve. Mi rostro es una extraña mezcla entre vergüenza y resolución pues creo todo lo que he dicho. Si ninguno de ellos está dispuesto a ayudarnos con esto, yo solo lo haré y me preocuparé por ayudar a quienes realmente lo merecen, aunque sé que no es mucho lo que podría hacer.

De todas formas, no tengo más que aportar a esta reunión tampoco.

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03/08/2018, 08:10
Nanuk Garras-de-Tormenta

Nanuk escucha las palabras de Li sin voltear siquiera, Alana hace lo mismo y sonríe de manera a evocar cierta satisfacción y apoyo a las mismas, sin embargo, el anciano Inuit da media vuelta y se acerca casi cara a cara al extranjero.

- Imagina a la persona que más hayas querido en tu vida…imagina la persona que hayas amado entre todas las personas… ¿Te viene un nombre por lo menos verdad? – levanta una mano y con un dedo de la otra extremidad, la señala - ahora imagina sentir su cuerpo frio con esta palma…imagina que no puedes hacer nada más que mirarlo ahí…inerte, con unos labios sellados de tal modo que sabes que ya nunca evocaran palabra alguna…imagina ver sus ojos cerrados y sus oídos cubiertos de sangre, sabes que no podrás hacer nada más para oírlo o para que escuche tu llanto suplicando clemencia al universo que decidió quitártelo…ahora…con todo ese dolor en tu pecho… – sus ojos se aguan con las lágrimas acumuladas - …imagina que la única persona que podía ayudarte a evitar eso, está ahí sentada… – señala ahora hacia Alana sin mirarla - …y que esta persona no hizo nada, teniendo en su poder la posibilidad de evitar que llegara un criminal a destruir un trozo de tierra que te pertenece, un pedazo de hogar que era tuyo desde que el tiempo apenas era tiempo y la muerte no conocía victimas…y que esa misma persona, sigue sin hacer nada, incluso…se burla dejando que lo que en un principio origino todo el dolor que te persigue sol a sol, luna a luna, siga erigido sobre la sangre de aquel a quien perdiste…Erebo era un lugar muy pacifico, tierra de garous orgullosos que se vieron aplastados por el peso de la codicia de un hombre que asesino y masacro a todos los miembros posibles de tu familia y que para mayor gracia, construye un hotel sobre la tumba de tus muertos…créeme muchacho, si ésta muerta en vida no respeta a los seres que ella consideraba como amigos…mucho menos respetara la de un extranjero que no sabe siquiera donde está parado, ni junto a quien – mira por el rabillo del ojo a Kenneth esta vez – huye muchacho, ve lejos, no te metas en medio de un lugar donde la política y la guerra son la misma cosa, porque tu cuerpo apenas será un número más entre sus estadísticas que no cambiara nada al resultado final –

Ante estas palabras repletas de dolor, se seca las lágrimas y finalmente sale por el ascensor.

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04/08/2018, 21:24
Dr. Janos Novak

Una voz que parece salir de ninguna parte se deja escuchar tras la parrafada de ambos hombres. El tono es monocorde, como si ninguna inflexión en particular enfatizara lo que dice, casi como si estuviera leyendo algo.

- El hecho Garou Nanuk es que tú buscas ayuda, por eso estás aquí. Después de todo fuiste tú quien invocó al Dragón Verde y tuvo que ver con la manada maldita. Eres tú quien mancilló a Gaia en esta parte del mundo con tu invocación. -

Las palabras suenan frías y distantes, como si se trataran de un bisturí cortando un cadáver.

- Si quieres ayuda, sopesa que vale más, tu orgullo herido o tu amor a Gaia, al que deberías añadir tu odio al Wyrm y lo que el Dragón Verde representa. Quédate o vete, pero hazlo teniendo claro lo que eliges. A veces hay que elegir el mal menor. -

La voz parece proceder de un tranquilo Doctor Novak que mira su manga de manera intensa arreglándose el puño de la camisa. Parece que no ha impreso pasión a su discurso, pero quien sabe cuánta verdad haya en el.

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14/08/2018, 03:03
Horelk

El Dr. Janos comienza a hablar en un tono calmado pero que igual contaba con un gusto a reprimenda, el líder de los garous levanta la cabeza sin voltearse e ingresa al ascensor sin mirar a ni uno de los presentes hasta que las puertas de la misma lo hacen desaparecer por completo.

- Nanuk siempre fue difícil, pero de entre los suyos, es agradecible que no quiera solo sangre… - acota Alana cortante -

- Los de la Camada de Fenris son realmente jodidos Alana, la verdad, es admirable que hayas podido entablar una especie de camaradería entre tú y el viejo – dice Kenneth mientras comienza a caminar hacia el ascensor – me temo que no tenemos mucho más que añadir a todo esto, he cumplido con dar la noticia, pero creo que no llegaremos a nada, al menos no con los garous…por mi parte, si necesitas ayuda, puedes contar conmigo y con los míos –

- Eso me incluye – dice el hombre pelirrojo quien se lleva un pulgar a la boca y lo comienza a mordisquear en un gesto nervioso – aunque suene muy a lo “Señor de los Anillos”, puedes contar con mi espada –

Kenneth ríe un poco y al final se aleja hasta desaparecer de ese lugar, esperando que sus compañeros lo sigan.