Partida Rol por web

8 de enero, 2018

Cuarta Noche del Sol de la Medianoche

07:48 hs

El uber te lleva hasta tu hogar, tu madre se encontraba adentro atendiendo desde la ventana, sabias lo que se avecinaba y el suspiro antes de entrar lo vaticinaba.

- ¿Pero dónde putas te has metido Matt? He llamado a la policía, al hospital e incluso hasta a la morgue local para saber de ti, aunque sea me hubieras llamado… - comienza a llorar de rabia - …no he podido dormir nada hijo mío y tengo que entrar dentro de treinta minutos en mi turno, Dios santo Matt, ¿Que has hecho toda la noche? Los padres de Mel me han llamado preguntando por él y apareció en el hospital a punto de morir de hipotermia por quedarse dormido en el bosque…Santo Dios, Dios santo…Dios, y mil veces Dios…contéstame de una puta vez Matt -

Matt llegó sumido en sus pensamientos. No esperaba semejante asalto y su madre lo embistió frontalmente. Aguanto el primer embate con la cabeza gacha y compungido.
Lo siento mama, fuimos de fiesta, iba a ser solo pasara. ver que tal el ambiente, seguirle el rollo a unas chicas y algo de lo que tomamos nos debió sentar mal... perdí la noción del tiempo y también he despertado en un lugar extraño... aquella media verdad era en parte cierta, había despertado aun mundo extraño y singular....Imagino que estoy castigadísimo... y estarás enfadada con toda la razón del mundo...
No podía explicarle lo que había pasado, pensaría que la vacilaba y no había excusa para su comportamiento. Sólo podía cargar con la culpa y apechugar con las consecuencias.

Explicas tu punto de vista, era algo bastante lógico desde tu percepción de las cosas, sin embargo, tus palabras de alguna u otra manera enervaron aún más a tu madre quien con los ojos llorosos continuo con la bronca.

- Pero por supuesto que estas castigado, por supuestísimo que estas el colmo de los castigados…Dios, trabajo día y noche para traerte el pan de cada día y lo único que te pido es que me ayudes atendiendo la casa y a tu hermano, vas, desapareces y quieres echarle la culpa a algo que tomaste, que por cierto…nadie en este puto mundo te habrá puesto una pistola en la cabeza obligándote a que te lo bebas y vienes a las ocho de la mañana con olor a quien sabe qué cosa…mira, vete a tu cuarto y no saldrás en todo lo que resta del mes… ¿me oíste? -

Matt enmudeció y se fue a su cuarto, cerrando tras de si. Lo peor no iba a ser esta explosión de furia momentánea sino la frialdad de los próximos días.
Una vez en su cuarto, pero al menos la noche era historia, el mes pasaría y con paciencia esperaría a que se olvidara. Estaba tan cansado... no se había dado cuenta de cuanto hasta que se sentó.
Pero en lugar de echarse a dormir se descubrió que estaba demasiado nervioso para eso, en su lugar se descubrió escudriñando su mente en busca de aquellos sueños tan jodidamente nítidos que tenía de forma frecuente. Tomo papel y boli de su escritorio y se puso a escribir lo que recordaba....*

Los siguientes días Matt los pasó meditando, anotando todo lo que podía de esos extraños sueños que parecían ser algo mas que sencillas fantasías. Los anotaba en una libreta con bastante detalle y trataba de extraer de ellos cualquier atisbo de verdad que pudiera entender.
La prodigiosa memoria de Matt le permitía retener los datos, pero a veces tan solo recordaba pero no entendía, las palabras que recordaba se volvían un auténtico galimatías que carecían de sentido, pero conforme más meditaba al respecto y más ahondaba en esos sueños, encontraba algunas respuestas a algunos interrogantes que por desgracia levantaban mayor incertidumbre en otros aspectos.
Resultaba que en su última vida había sido compositor de música clásica, y había perseguido a un hombre que pretendía llevar acabo algo que le resultaba inconcebible, aunque lo consiguió, resultó herido de muerte, pero en su último estertor unió el hilo del telar que representaba su avatar al de su enemigo asegurando se que volvería tras el en el futuro en las siguientes reencarnaciones de ambos.
Mientras moría lanzó un pensamiento para los futuros yos que vendrían detrás de él, los que un día escudriñarían sus sueños como hacía hoy mat, "ser eterno en un mar de oscuridad es ser prisionero del infierno."
Todo aquello se le antojo raro y petulante y las primeras veces que inspecciono ese recuerdo no encontró el más mínimo sentido a lo que pasaba mientras moría, la referencia al telar... solo tras revisarlo innumerables veces y anotar por escrito muchos otros recuerdos le encontró algún sentido a esa escena.
Quizá si el había despertado era por que esa otra persona también había despertado. Fuera lo que fuera a intentar de nuevo sería igual de terrible que la ultima vez y por tanto debería de ser detenido del mismo modo...
Aquellos pensamientos y todo el caos de las anotaciones que hacía, que un minuto tenían sentido para dejar de tenerlo al siguiente, le empezaron a obsesionar, pues todo parecía tener sentido en conjunto y se preguntaba como no lo había visto antes.
Tras un par de días dedicado enteramente a esta tarea, interrumpido únicamente por su madre de tanto en cuando. Matt solo había sacado en claro algo de vocabulario y que de alguna manera la música era importante para él, para su ser superior, el que podía hacer magia. Al menos con la música adecuada había comenzado a ver la quinta esencia, percibir el tiempo a su alrededor como si fuera un reloj suizo y podía adivinar si iba a salir cara o cruz al lanzar una moneda al aire.
Comparado con los monstruos gigantescos y espeluznantes que había visto en el laboratorio de su profesor parecía una chufa de poderes, era el mas inútil de los inútiles... sin duda Allan tenía razón, el no debía estar con ellos. Sólo estorbaría.

8 de enero, 2018

Cuarta Noche del Sol de la Medianoche

-17°

10:00 hs.

Estabas en tu habitación, mirando el techo, escuchas como la puerta se abre, posiblemente era tu madre a punto de salir a cubrir su turno, te dispones a cerrar los ojos para tratar de descansar un poco, no te habías percatado lo cansado que estabas hasta ese momento, pero la pesadez en los ojos termino abruptamente al oír gritar a tu madre.

Abres la puerta y bajas rápidamente por las escaleras, la mujer había cerrado la puerta y había usado su cuerpo para usarlo como obstáculo.

- Matt…rápido, la escopeta – te señala hacia la cocina, sabias que ella escondía un arma ahí en caso de que se metiese un oso, lo que te pareció ser la situación por unos instantes hasta que bajas completamente y observas hacia la ventana, no, no eran osos, era algo peor, completamente alienante, aberrantes, sin descripción clara de lo que realmente podían ser.

Los copos de nieve no dejaban ver con claridad, pero tampoco era necesario demasiado esfuerzo para notar que se trataban de hombres, o, una suerte de hombres, completamente deformes y con escamas en vez de piel normal.

- Criatura -

Era un dúo, ambos miraban adentro de la cabaña con sus ojos casi tan grandes como platos, completamente ambarinos e inexpresables.

Contaban con unas bocas enormes los cuales albergaban largos dientes y tan afilados como cuchillas.

Tu pequeño hermano, al notar la presencia de esos seres, se esconde detrás de uno de los sofás que estaba ahí cerca.

Golpean la puerta, tu madre grita, notas que todo su cuerpo se mueve ante el golpe, varias lágrimas de desesperación salen de sus ojos sin esperanza mientras espera a que reacciones.

Mat, al ver a las criaturas se abalanzó sobre el teléfono y marcó el teléfono que le había indicado Aveline. Dejó un mensaje escueto en el buzón.
Estan asaltando mi casa, monstruos deformes y gigantes, venid rápido. dijo tratando de no gritar, mientras ponía los auriculares de correr y enchufaba su lista de entrenamiento de spotify.
Era curioso, no tenía miedo, la adrenalina disparaba parecía hacer que todo fuera más lento, más claro.
Empezó a sonar Muse, Knights of Cidonia mientras bajaba las escaleras de dos en dos y fue hacia el armario armero que estaba convenientemente cerrado, maldijo en silencio dando la vuelta hacia la cocina. No le costo nada recordar donde estaban las llaves y fue hacia allí lo más rápido que podía para liberar el arma, aunque sabía que el arma de por si
no bastaría quizá podría ganar algo de tiempo.

Matt pudo saborear la sangre metálica en su boca, se había mordido el labio con los nervios y no se había dado ni cuenta, consiguió las balas y la escopeta, pero aún así dudaba que esas cosas fueran a ser vulnerables a eso.
Aveline le decía por el manos libres del teléfono que se quedara pero su instinto le decía "corre". Tomo la decisión consciente de quedarse.
Mama, tenemos que atrincherarnos en algún lado. le dijo tratando de permanecer calmado, pero tenía la sangre como limonada. En el desván! dijo Matt con firmeza, mientras guardaba la caja de munición en el bolsillo de su sudadera y amartillaba la escopeta cargada y apuntaba a la puerta.
Se descubrió rezando, como si el hubiera creído en dios alguna vez en su vida... que curioso fue aquella reacción.
B]Espero que no correr sea la decisión acertada, dios, no me dejes ser responsable de sus muertes[/B] sonó a ruego, sonó a oración, pero por encima de todo solo desesperado.

Tu madre nota que tomas la escopeta, pero no se la pasas, luego tu hermano escucha tu orden de ir al desván y rápidamente corre hacia ti, pero se gira mirando a su madre.

- ¡Rápido mamá! – grita el niño mientras que la señora Davis seguía intentando sostener la puerta con su cuerpo, se gira levemente y ahora pasa a sostenerlo con las manos, pero luego sale corriendo tomando de la mano al más pequeño y se dirige hacia donde tú le habías dicho que se escondan.

Tenías la escopeta levantada, apuntando hacia la puerta, esperando a que aquellas criaturas entren y tu espera no fue en vano, ya que destrozaron la puerta de tal manera que tu madre tuvo la gran suerte de haberse alejado a tiempo, ya que esas garras podrían fácilmente partirla por la mitad.

Según la puerta se derrumbó y la criatura se puso bajo el arco de la puerta Matt disparó el primer proyectil mientras se dirigía tras su familia escaleras arriba.
El sonido fue ensordecedor, nunca antes había disparado una escopeta, estaba listo para el retroceso, pero no para el estruendo del disparo, de no ser por los auriculares le hubieran pitado los oídos.
Subió el primer tramo de escalera y se preparo para disparar contra la primera de aquellas criaturas que se precipitara por el hueco de las escaleras.

Matt sentía el pulso en las sienes, no alcanzaba a saber por que no estaba histérico, los fragmentos de sus sueños aún estaban sintonizados con su conciencia pero aquel conocimiento, mejor dicho, entendimiento, no duraría, tenía que resistir hasta que llegaran sus compañeros, si es que llegaban, pero aquellos monstruos ya estaban allí y nada le aseguraba que fueran los únicos monstruops de los alrededores.
Alcanzar el desvan y proteger a su familia parecía lo mejor, una posición desde la que hacerse fuerte. Si conseguía alcanzar eso quizá pudiera ver otro amanecer.

Cuando una de las criaturas se acerca peligrosamente, disparas haciendo que el sonido del arma te cause un repentino tintineo y que un ruido infernal recorra rápidamente el pasillo.

Pero el rugir de la escopeta no era nada en comparación al chillido gutural que la criatura había soltado al recibir aquel impacto que la mato poco tiempo después.

La otra criatura restante lanza un grito de rabia y sus garras crecen rápidamente para intentar atacarte, sin embargo, los pasos apresurados de otros seres interrumpen su ataque y al intentar voltear, observas como un sable le atraviesa el cuello separándolo de un solo tajo de su cuerpo, por lo que la sangre sale disparada hacia ti.

Al caer, notas la mirada de un hombre joven, de unos veintipocos, con pelo rojizo y pecas varias esparcidas por su rostro.

Se lo notaba cansado, con varias manchas de sangre por su abrigado ropaje.

- ¿Estas bien? – te pregunta al recuperar un poco el aliento – no te preocupes, soy un amigo…Kenneth está afuera, pero es mejor que tu familia no lo vea, ya sabes – dice aludiendo que estaba en su modo de hombre puma –

Al dejar de hablar, envaina su sable que no era otra cosa que una brillante katana, no sin antes agitarla abruptamente en el aire para que la sangre se esparza antes de guardarla.

Matt aún asustado y aún con la adrenalina a tope agarraba la escopeta con fuerza, era impresionante como temblaba y como sonaba la escopeta al disparar(era como si el mundo se sacudiera), había conseguido abatir a una de esas cosas y era mas de lo que esperaba haber conseguido. Todo eso se reflejaba en su rostro de forma totalmente transparente.
Se descolgó uno de los auriculares para escuchar al tipo que hablaba, no logró oir la primera pregunta, pero asintió a lo que decía.
¿Hay más? quiso saber, pero había mil y una preguntas adicionales ¿Por que me han seguido a mi? ¿Que son....? tu vo que hacer acopio de voluntad para no seguir preguntando. Tras inspirar y enmudecer hizo la única pregunta que importaba ¿Donde y como van a estar seguros mi madre y mi hermano?
No se pudo evitar apreciar que mat mientras hablaba seguía recargando la escopeta.