Partida Rol por web

Allan esta esperandote. Si vas a hacer una accion fisica contra el, van a tener que hacer iniciativas porque no tenes sorpresa.

Allan, pedazo estúpido... ¿Qué vas a hacer, ganar paradoja? Yo le convertiría en cachitos si pudiese, pero ese cenutrio nos puede ser útil. Y para colmo, llega la entrada teatral demoniaca. Sólo faltaba la enfermera vestida con un traje de doncella poniéndoles la alfombra roja y que se colocase entre varios.

El tipo que se ha presentado no tengo ni idea de que es, pero tiene que ser alguien de carácter mágico.

-Vaya, vaya, pero si es mi amigo el Dr Janos... El mundo es un pañuelo ¿La lupina viene con usted, o se ha quedado en casa? No esperaba la reunión de uno de los Caídos. Perdón, no entregué su caja el otro día. Nuestra benefactora decidió que tenía que hacer cosas más importantes. Las cosas del patronazgo, entiéndame.

Lanzo una moneda al aire, mientras abro mi visión de mago enfocando a su acompañante, el empresario de marras. Seguro que no es mortal. ¿Cómo se deforman las leyes naturales alrededor de ti, amigo mio?

Observo el resultado. Cruz. Mal augurio. 

Continuo en silencio ya que no tengo ni idea de quienes son toda esta gente.

Ya podrían haberme dado alguna información para que pudiera servir de ayuda a mis compañeros. Sin saber nada es muy fácil que metiera la pata y ya esta bastante tensa la situación, ya.

Me quedo observando a los demás como haría cuando todavía era solamente un policía y estuviera en una reunión con gente peligrosa. Voy mirándolos alternativamente buscando pequeñas señales que indicarían en humanos, aunque dudo que ellos lo sean, que están a punto de estallar en una explosión de violencia.

Intento mantener una actitud de indiferencia para no motivar algún ataque.

Allan gano en iniciativa pero retrasa su turno para reaccionar a lo que haces. Podes actuar, describi lo que haces y recorda las tiradas
 

Observó detenidamente a esos dos, uno parecía un vendedor de seguros de vida con esa sonrisa artificial pero el otro con esos ojos y esa mirada fria le causaba cierta suspicacia, incluso para ser un mortal.

-¿Caidos? ¿Eso no significará Demonio, verdad? -Pensó. Los demonios representaban uno de los grandes males y antagonistas del espíritu del sabbat y habia ayudado contra infernalistas y sus creaciones, tener un demonio delante era algo... nuevo.

Miró a Lawrence que seguramente no entendía nada y menos mal. En estas primeras veinticuatro horas ya sabia de lupinos, tenido contacto con magos y posiblemente demonios... Si no acaba con un brote psicótico tenia una mente de acero. Sintió algo de compasión por el.

Miró con mala cara a Allan y luego volvió la vista a los recién llegados, procedió a las presentaciones aunque no dio señales de querer estrechar manos con nadie.

-Soy Aurora Salazar, de la cofradia Tenebrae del sabbat. Sr Knox y Dr janos estos son Victor, de mi equipo y Larence, polícia y autóctono. No sabia que ustedes también colaboraban, un placer conocerles.

Igual llegan en el mejor momento, hablábamos entre cumplidos y lindezes que a Allan no le gustamos los hijos de Cain y aunque el sentimiento es mutuo parece querer socavar el trabajo y esfuerzos de otros solo por que los siglos le han afectado al criterio. Igual pueden arrojar algo de objetividad o empatía.

Gasto dos puntos de sangre.

Declaro parar a Victor para que no ataque. (Maniobra defensiva si hiciese falta)

Allan no era de los que se les sorprendía con los pantalones bajos, aunque la llegada de los dos extraños debería haber llamado su atención cuanto mucho, no perdió de vista al cainita. Experiencia. Esas pequeñas cosas que hacían todo tan interesante. Las garras de Victor crecerían de forma anormal, volviéndose apéndices mas propios de un animal salvaje que un humano. Mostrando su verdadera naturaleza salvaje y monstruosa. Tomaría un tiempo, pero mientras cargaría contra el sujeto. Allan le esperaba, parecía totalmente confiado y no le haría esperar mas. 

-¿¡Que..?!- unas manos pequeñas pero férreas le sostuvieron, evitando que su cuerpo avanzara ni un centímetro. Aurora le había frenado y no entendía porqué. 

-Es un placer señorita Salazar, tenía deseos de conocer a los Sabbats que habían llegado a mi ciudad y también a los despertados- dije mirando a todo el grupo- verán...esta ciudad es lo suficientemente rara como para que todos nosotros estemos reunidos en un lugar tan desolado, con temperaturas poco agradables y expuestos a cualquier clase de eventualidad- guardé silencio unos momentos esperando que entendieran que lo mejor por ahora era estar en paz fuese cual fuese el problema que estaban teniendo- seguramente todos ustedes escucharon que los hijos de caín, los lupinos, los magos y todas las demás criaturas sobrenaturales son "pocas" en el mundo, en comparación a los humanos normales...bueno, la verdad es que es así pero pocas en el mundo quiere decir muchas en un solo lugar y casualmente Erebo es ese lugar y cuándo muchas fuerzas diferentes se juntan- levanté las cejas y fruncí los labios - bueno, se produce caos y no del bueno que da lugar a algo nuevo, no como el que creen los garous si no caos realmente negativo y vengo aquí a ordenar ese caos antes de que nos consuma a todos. Ya que ustedes pueden estar reunidos en este lugar, pero le aseguro que en la ciudad hay más y además de eso hay amenazas para todos allí-

Allan parpadeo ante los Caidos, en especial ese tal Frederick. Era tan... Surreal. Aun asi, no pudo ignorar aquel cosquilleo en la nuca. Caidos, asi los llamaba Alex. El solo los conocia como "Anomalias".

-Ehh... Ok, gracias Capitan Obvio dijo alzando la ceja en un gesto incredulo ante el pequeño discursito del ser Supongo que no haz venido hasta aqui solo a señalar que la nieve es blanca y cae del cielo. Estamos en el medio de algo con los parasitos, asi que a menos que tengas algo de sustancia que decir...

Se fijo durante un instante en Janos antes de seguir con los suyo: Ese no hablaba y tenia cara de alguien que si convenia tener en cuenta.

-Y tu, no ibas a demostrarme la superioridad de la sanguijuela desgarrandome el cuello? dijo a Victor, animandolo con una mano O solo falta un tiron de cadena de la ama para que el animalito se comporte?

Aurora mira inquisitiva a los ojos de Victor y niega con la cabeza. -Se lo que dije. -Inquirió -Pero la misión es mas importante que cualquier motivación personal.

No. Por nuestra parte nos vamos, la reunión ha terminado para nosotros y tenemos cosas mejores que hacer que... discutir contigo.

-Le dedica una ultima mirada al mago gruñón que seguia provocando una pelea. -Nah, eso seria una muerte rápida y no te has ganado ese privilegio. Suerte con la toma de la capilla y con la cosa es... ¿Amalgama? Si es la forma de que tienes de tratar a todo el mundo y sobre todo a la ayuda recibida te va a hacer falta. 

Un placer damas y caballeros. - Da una palmada a la altura del pecho, se gira, sonríe a sus acompañantes y comienza a alejarse del grupo.

La tensión pareció disminuir con la llegada de los dos últimos a la reunión, pero fue una cosa absolutamente temporal, al cabo de unos minutos volvía a incrementarse.

Me fuerzo a permanecer en silencio, sobre todo por mi desconocimiento de casi todo, sobre todo de a quienes representan los últimos en llegar.

Al indicar Aurora que marchamos comienzo a girar para seguirla buscando la mirada de Víctor para indicarle que yo también marcho.

Tengo que hacerles un montón de preguntas, nunca me había encontrado en una situación tan confusa e incomprensible. Si no fuera porque algunas cosas yo ya sabía que existían como parentela pensaría que me había vuelto loco.

8 de enero, 2018

-26 ° Celsius

02:01hs

Aurora no quería saber más nada del fanfarrón de Allan, la ira iba en crescendo, los recién llegados parecían no saber exactamente lo que estaba pasando y habían optado por intentar calmar las aguas, mas no hubo caso.

Los cainitas decidieron marcharse y cada uno subió en la camioneta de Aurora, al intentar darle marcha, ni siquiera hubo esfuerzo alguno del motor para iniciar aquella tarea.

Allan sujetaba su teléfono sonriente mientras deslizaba la pantalla ante lo que Aurora pudo percibir como un acto mágico.

El Dr. Novak, al que todo el mundo insistía en llamarle por su nombre de pila pese a no haber cenado en su casa, tenía una aspecto bastante fastidiado. El primer inconveniente era la baja temperatura, que le hacía arrebujarse en su grueso plumas North Face. Mantenía calado un gorro de aspecto impermeable y una bufanda de aspecto cálido, así como unos guantes térmicos. Era un buen equipo para aguantar el frío. El Doctor vestía como alguien que lleva en Erebo un tiempo prudencial, sabe por donde se anda y ha afrontado varios periodos de treinta días sin sol a lo largo de los años. Lo cual no significaba que se alegrara de debatir a -26ºC en la nieve.

Después vio a la enfermera que se dirigió a él con la familiaridad de quien había percibido su naturaleza anteriormente. Eso era algo irritante pero lo que más acusaba el Dr. Novak era que manifestaba no había cumplido con sus especificaciones en el asunto del trabajo. La negligencia profesional era algo intolerable y lamentablemente común en estos tiempos. Era algo molesto por demás.

La hija de Caín que parecía al mando de los pálidos al menos exhibía ciertos modales, lo cual siempre era algo a tener en cuenta en una época como esta, y más tratándose de una secta que no se caracterizaba por su buen temple. En la parte negativa parecía sucederse una especie de conflicto al que Knox y él había llegado de manera ¿poco oportuna?, y la mujer había tocado retirada antes de que el enfrentamiento llegara a más. Que abandonaran la escena era algo irritante después de haber llegado hasta aquí.

Por último estaba el bravucón, el tal Allan. Parecía haber cruzado con el vampiro grandullón palabras poco amables, y los cainitas no eran famosos por su paciencia y temple. Acabaría mal y el punzante tono del hombre parecía que quería precipitar un enfrentamiento. En resumen, toda la situación era molesta, y las palabras de Knox no parecieron mejorar el ambiente.

Mientras los cainitas se encaminaban a su vehículo, Janos dirigió algunas palabras con tono monocorde al grupo de la mujer que conocía del hospital.

- Hola enfermera Becket. Le alegrará saber que aunque no hiciera lo que le pedí conozco la naturaleza de quien perpetró el asesinato de aquella pobre niña. Por suerte tengo otros métodos para averiguar cosas. Métodos efectivos. Bonita moneda, tenga cuidado, puede perderla con tanta nieve.

No vengo con nadie más que con quien ve, con el señor Knox. Por otro lado sus amigos son muy interesantes. Al menos casi todos ellos. Odio los malos modales y las bravuconadas, por lo general. Supongo que son como usted, y gozan de esa chispa que les distingue de los meros mortales, la que les permite imponer su voluntad sobre la realidad. En algunos casos es un don malgastado, aunque todo es relativo y subsanable en cierta manera.

¿Busca usted pelea señor Allan? Pensé que el asunto de la capilla era lo que les importaba. ¿No conocen a Kenneth y al señor James Li? Pensé que todos los "suyos" estaba dispuestos a aunar fuerzas. De hecho ya sabemos qué pasó con su "informante". En todo caso, denme un momento, me gustaría hablar con los Cainitas. -

El abrigado médico se acerca a la furgoneta donde han subido los tres cainitas y da unos golpecitos en el lado donde se encuentra sentada la que se ha presentado como Aurora.

- Señorita Salazar, no me gusta hablar a través de un cristal y preferiría hacerlo en otro lugar pero me sirvo de adelantarles que quizás podamos ayudarles con el motivo de su presencia en Erebo. Por otra parte hecho en falta parte de sus efectivos, los datos que tenemos me sugieren que eran ustedes alguno más.

Como ya he dicho tenemos facilidad para acceder a información relevante y puede que colaborar, prescindiendo de pueriles preferencias para con unos u otros en cuanto a nuestra naturaleza, sea beneficioso para todos.

No somos demonios, porque demonio es una palabra humana, aunque su limitada manera de ver las cosas les ponga esa palabra en sus cerebros. No venimos del Infierno, porque el Infierno es una palabra que no puede describir el alcance del sentido que le quieren dar. El explicar nuestra naturaleza sería algo que nos llevaría varios años, en el mejor de los casos.

No estamos aquí para juzgar a nadie, y no queremos que nadie nos juzgue. Eso ya lo hizo Uno, y no fue agradable. Si están interesados podemos seguir hablando, quizás en un lugar más cálido. -

La mirada del Dr. Novak alterna entre el grupo de Despertados y los Cainitas mientras se apartaba de la furgoneta y se reunía con Knox. Si las piezas se unían harían más fuerza, cada una por separado no serían gran cosa.

Desde que bajamos del auto me había mantenido en silencio. Miro a todos con curiosidad. En un principio creo que son otros magos. No se ven tan diferentes a nosotros. Quizá por Twilight y Drácula, pero esperaba algo más… monstruoso.

Alex los conoce. Recuerdo lo que me advirtió, y Allan está a la defensiva. Me mantengo detrás de él, pero con los brazos y piernas en tensión por lo que pueda pasar. Hablan de un asalto a la capilla. Se me hace más fácil entender términos e hilar cosas, aunque aun hay otras que se me escapan.

No están contentos con como les habló Allan. Alexis hace bromas sobre lo del lobo, pero no puedo dejar de sentir que tiene más razón con ellos para temer. No puedo evitar impresionarme por la sorpresa cuando Alex dice que soy fuerte. Tanto como ella no estoy segura, pero aun soy nueva en esto y ella tiene mucho más práctica... Podría ser…
Pero que me diga que soy como su protegida me hace sonreír por el apoyo, en respuesta a su guiño.

Le sonrió nerviosa a la rubia. ¿”bruja” es figurado, o es una maga también?

Uno de ellos me mira como si me analizara. Aunque aun me siento nerviosa, alzo la barbilla y mantengo la vista. Lo único bueno que me enseñó mi tia fue eso: sostener la mirada.

Escucho la palabra “abrazado”, y suena como “despertar”. Pestañeo varias veces, pensando algo. Muchas criaturas mágicas parecen estar siendo iniciadas. ¿Es normal, o…?
Lo miro, impresionada. Dicen que era familiar de licántropos. Recuerdo a aquel pobre lobo. ¿Y si es su pariente? Lo dicen como si fuera un problema, y creo que puede serlo. Pienso decir algo, alguna palabra de consuelo, cuando Allan pasa de llamarles perros a parásitos. Me llevo una mano a la boca, mirando a todos. No, no se le da la diplomacia. El mismo hombre que me había mirado se burla de Allan y le mira en una forma que no me gusta. Me acerco más a Allan pero dejo de estar a su espalda y me pongo a su lado, esta vez yo mirando fijamente a ese hombre.

Por fin entiendo que el “bruja” era figurado. ¡¿Mil ochocientos?!

Ahora si, eso fue una amenaza. Me mantengo al lado de Allan, temiendo lo que pudiera pasar pero lista para lo que tenga que hacer. Veo que algo en sus manos cambia. Me pongo ya casi delante de Allan. Alex habla, llamándo a ella “sacerdotisa”… llega entonces alguien más. No sé por qué, pero solo verle me hace sentir… no temor… pero si como si fuera… un cazador… alguien peligroso. Alexis dice “lupina” y “caído”.

Apenas caigo en que Allan ha vivido… siglos. ¿Los magos también somos capaces de eso?
Todos se retiran. Eso no fue nada bien.

– Creo que a la próxima yo hablo. – aunque había broma, era en serio que tras eso y lo del hombre lobo, parecía que Allan no tenía un don para negociar.

Llega alguien más. Escucho todo lo que dice, atentamente, con el ceño fruncido por prestar atención.

– Creo que si debería hablar. – me ofrezco. – sé que tienen diferencias, y que tienes razones para desconfiar - eso último se lo digo a Allan. – pero no es buena idea tener más enemigos. – miro a ambos, esperando una aprobación.