Partida Rol por web

Knox observa a los presents, se cruza de brazos como era una costumbre bastante notoria en él y con una leve sonrisa comienza a hablar.

- La verdad es que esta ciudad ha demostrado ser una epitome de varias criaturas de todo tipo de índole, sé que la naturaleza de cada uno de los que están en esta sala es una clara referencia a la descendencia de Caín, y como más o menos intuirá, la mia es parecida, es decir, provengo de un ser tan antiguo como el tiempo mismo y he luchado codo con codo con él en una guerra milenaria que hoy en día permanece como un mito entre pocos o un hecho ignorado entre muchos…es decir, para acortarla, soy un caído del cielo, un demonio…aunque preferimos el termino elohim –

Knox se mantiene callado unos pocos segundos y luego continua.

- Sobre su concepción del Estado Libre, estoy muy intrigado, ¿desean liberar a esta ciudad de toda ley incluyendo la mortal? ¿O estoy equivocado? Me gustaría que cualquiera de los presentes menos usted Baron o usted Shamil me conteste, no me malinterprete, pero no hay mejor forma de conocer a un líder que escuchando a sus subordinados –

Calla y aguarda.

 Al escuchar acerca de la naturaleza del tal Frederick Knox,no puedo evitar mirarlo sorprendido, ya que no es frecuente encontrarse con seres de esta naturaleza. A continuación miré al resto de los presentes, para juzgar su reacción, preguntándome si también ellos se preguntarían por qué un demonio aparecería abiertamente aquí y ahora, aparte de para querer algo de nosotros. Fuera lo que fuera, esperaba que no tuviera malas consecuencias para los presentes, ya que, aunque no sabía mucho de esta especia, las historias que se contaban no eran muy optimistas...

Rick escuchó con atención las palabras de Knox como ya había hecho anteriormente, había algo en aquel ser que le resultaba intrigante pero a la vez Rick veía mucha fachada en aquel personaje.

Y ese es su primer error señor Rick...

Dijo Rick al hablar seguidamente de que 

Y es que no creo que le interese la opinión de la secretaria , aunque si es así la tiene al otro lado de la puerta, ya que por aquí es la única subordinada del Barón que encontrará.

Lo que me une a Dante no es una cadena de mando ni ningún juramento sino una amistad de largos años y una visión común de lo que esta ciudad necesita...

El cainita se echo hacía delante en su asiento mirando al invitado directamente.

No nos confunda con otras organizaciones, pues no hará más que equivocarse una y otra vez.

Dante asintio con curiosidad hacia Knox

-Un Elohim? pregunto con un educado interes Oi hablar de ustedes, pero nunca conoci uno en persona.

Escucho la respuesta de Rick y le guiño un ojo disimuladamente.

-Estoy seguro de que mis compañeros le responderan a su debido tiempo, pero solo dejeme hacerle un pequeña correccion: Un estado requiere de reglas para funcionar, por lo que un Estado Libre, por propia definicion, no es posible sin seguir leyes Aclaro el baron con un gesto elegante de mano La diferencia radica, por supuesto, en que reglas y principios el estado hace valer en sus ciudadanos.

Un cuervo se hace presente en una de las ventanas del despacho, Dante sabía quién era, por lo que por unos ratos decidió hacer como si no lo veía.

Al final, solo uno de los cainitas contesta, el elohim sonríe pícaramente, como si ya esperara esa respuesta, por lo que se levanta, se acomoda el fino traje que llevaba a la medida y rebusca en uno de sus bolsillos superiores.

Saca una tarjeta blanca que es facilitada al barón, y luego le indica.

- Es mi numero personal, por favor, no dude en contactarse conmigo, estoy tratando de formar una red de información dentro de la ciudad y me gustaría que nos mantengamos en el mismo frente hasta saber realmente lo que le depara a este lugar que rápidamente he aprendido a valorar –

Se da media vuelta y antes de tocar el pomo de la puerta dice con la cara sobre el hombro.

- Por cierto, tengo algunas sospechas de que algo más grande está intentando apoderarse de la ciudad, pero hasta que no sean confirmadas, no quiero decir mucho más, así que espero su llamado para poder compartir informaciones – se aleja sonriente y desaparece del lugar -.

Dante por su parte abre la ventana lo que logra enfriar la oficina, pero el gran cuervo ingresa para pasar a convertirse en una hermosa vástago de ojos cafés, se trataba de Leona, quien logro escuchar lo último.

Corbin hizo muy poco caso a las palabras de Anne, quien la arrastro hasta tenerla frente a los dos vástagos que ayudaron a repeler el ataque de aquellos violentos vampiros.

- Gracias – dice secamente mientras le pasa la mano a cada uno de ellos – permítanme presentarme, soy Corbin y ella es Annelise, ambos somos cantantes y vinimos a ver que se cuece por esta fiesta que en serio pintaba de puta madre, una verga total que hayan aparecido todos esos chalados a arruinar la diversión –

Mira atento al único que seguía en pie, se le acerca, chasquea los dedos y al ver que no reaccionaba, se volteó para hablar al grupo en general.

- Lo mejor es que lo llevemos junto a Dante, que le trate de sacar información, porque si nosotros lo matamos, creo que vamos a cagar una buena oportunidad de dilucidar algo de todo este desastre –

Mira a Sivori y a Suki.

- Si no tienen problemas con hablar con anarquistas, pueden acompañarnos, el barón estará contento de tener nuevos reclutas ante lo que posiblemente se acerca y si esto es apenas un síntoma de ello, su ayuda nos vendrá de puta madre -  

Dicho esto, se dirige a la salida sorteando las cenizas y empujando al noqueado con una mano para que pueda moverse y atento ante cualquier movimiento.

Afuera del terreno, estaba uno de los pocos vehículos disponibles para movilizarse y con él se dirigen hasta el único gran rascacielos de toda Erebo, el Edificio Morgan-Ler.

7 de septiembre, 2018

-12°

Ya en el edificio, suben mediante un ascensor ubicado en el lado central del estacionamiento, hasta el último piso donde quedaba la oficina del señor Morgan, el 22 para ser precisos, el elevador se abre frente a una gran puerta de caoba bien trabajada.

Al abrirla, notan que había un cómodo sofá que hacia juego con todo el adorno de la lujosa oficina.

La bella y joven secretaria les mira extrañada y saluda.

- Por favor, tomen asiento, enseguida el señor Dante los atenderá –

Sin embargo, Corbin la ignoro por completo y pasa directamente al despacho de Dante, con la secretaria correteándole por detrás.

Entran y notan que el barón no se encontraba solo, estaba Shamil Ler sentado detrás de un amplio escritorio, también Rick Dawson y otros desconocidos, una mujer de ojos marrones y cabello castaño y un hombre fornido, de porte atlético y buen mozo, posiblemente vampiros también.

Corbin ni siquiera dice media palabra ya que empuja al hipnotizado hasta una silla donde lo hace reposar y dice:

- Se ha roto la mascarada de manera increíble, este tipejo junto a otros tantos vampiros, atacaron en el concierto, hay mortales caídos y este es el único que ha sobrevivido, estos son los colegas que nos dieron una mano para patearles el culo a todos – alza la mano y presenta a Sivori y a Suki esperando que cada uno de ellos se presenten personalmente – me temo que, si lo desencantamos, se vuelva loco y quiera matarnos a todos, así que atentos -

Corbin se voltea, mira a Annelise y le hace un gesto para que lo libere de su ataque mental.

A lo que la vampiresa acata la orden y aquel ser que antes se mostraba bestial, con dientes afilados y garras punzantes, poco a poco se recupera del trance y mira a los presentes.

- ¿Dónde estoy? – dice automáticamente -.

- Hey, hey, el numerito de quien soy donde estoy y a que he venido al mundo ahórralo puto, que nos jodiste el concierto, habla de una puñetera vez y explícanos porque mierda atacaron de esa forma tan estúpida –

- ¿Atacar? – pregunta extrañado – nosotros no atacam…en, ¿en dónde están los demás? – pregunta sinceramente extrañado aquel cainita –

Corbin no sabía cómo actuar, así que se aleja un poco esperando que los demás sepan cómo lidiar con la situación.

Poco más de diez minutos luego de que el demonio haya decidido abandonar el lugar, notan como las puertas se abren bruscamente, era Corbin, un hombre de pelo largo y níveo, quien iba acompañado por tres personas más, todos vástagos aparentemente.

Una mujer muy hermosa de pelo enrulado y rubio, un hombre fornido con medio bigote pintado y otra rubia igualmente de bella que la primera, solo que con el pelo lacio.

El cantante empujaba con una mano a un vástago quien al parecer estaba en una especie de trance por lo que apenas levantaba las piernas para poder caminar, por lo que ni siquiera dice media palabra ya que empuja al hipnotizado hasta una silla donde lo hace reposar y dice:

- Se ha roto la mascarada de manera increíble, este tipejo junto a otros tantos vampiros, atacaron en el concierto, hay mortales caídos y este es el único que ha sobrevivido, estos son los colegas que nos dieron una mano para patearles el culo a todos – alza la mano y presenta a Sivori y a Suki esperando que cada uno de ellos se presenten personalmente – me temo que, si lo desencantamos, se vuelva loco y quiera matarnos a todos, así que atentos -

Corbin se voltea, mira a Annelise y le hace un gesto para que lo libere de su ataque mental.

A lo que la vampiresa acata la orden y aquel ser que antes se mostraba bestial, con dientes afilados y garras punzantes, poco a poco se recupera del trance y mira a los presentes.

- ¿Dónde estoy? – dice automáticamente -.

- Hey, hey, el numerito de quien soy donde estoy y a que he venido al mundo ahórralo puto, que nos jodiste el concierto, habla de una puñetera vez y explícanos porque mierda atacaron de esa forma tan estúpida –

- ¿Atacar? – pregunta extrañado – nosotros no atacam…en, ¿en dónde están los demás? – pregunta sinceramente extrañado aquel cainita –

Corbin no sabía cómo actuar, así que se aleja un poco esperando que los demás sepan cómo lidiar con la situación.

A Suki le pareció muy divertido todo eso, y sonrió hacia Sivori a medida que Corbin se presentaba y explicaba todo el asunto desde su perspectiva. La sinestesia músical brotaba de cada uno de sus gestos y palabras, como un eco de la música que antes habían derrochado.

- Si no tienen problemas con hablar con anarquistas, pueden acompañarnos, el barón estará contento de tener nuevos reclutas ante lo que posiblemente se acerca y si esto es apenas un síntoma de ello, su ayuda nos vendrá de puta madre -

Se acercó al oido de su querido, y le susurró en tono confidente:

-¿Nos ha llamado reclutas? jajajaja. Sigámosle, suena divertido.

Mientras tomaba el brazo de Sivori, y lo atrajo hacia ella, siguió a Annelise y Corbin con una sonrisa satisfecha, observando todo el caos que habían dejado bajo su estela, ante la satisfacción crítica que tendría una escritora al releer su obra una vez más, sin ningún error que resaltar en el contenido.

7 de septiembre, 2018

-12°

A medida que subían por el ascensor, observó desde las alturas la ciudad a través del cristal. Así que aquí también habían anarquistas, pensó Suki sin darle mayor importancia. Aunque todo esto le recordaba un poco a la Camarilla. Había "mucha clase", pero bueno, la anarquia consistía en eso, ¿no? libertad para hacer lo que te de la gana sin rendir cuentas a nadie. Y si alguién quería ser un Clon de pseudo-príncipe liberal... ¿porqué no? Quizás le compondría una canción más adelante.

Cuando la escena de la secretaria... la vieron corretear tras Corbin, Suki la agarró de la muñeca y tiró de ella:

-Muchacha, que no te noten la desesperación. Deben ser ellos los que vayan tras de tí. -le guiñó un ojo, y la soltó. Siguiendo hasta el punto dónde finalmente se reunían.

Finalmente aparecieron nuevas caras, y mientras Corbin expuso, Suki saludó a todos los presentes con un ligero cabeceo, toda risueña sin tomar asiento, ya que al parecer aún no habían presentaciones, enfocandose todos en el malvado vampiro hipnotizado... el cuál parecía no saber mucho.

- Hey, hey, el numerito de quien soy donde estoy y a que he venido al mundo ahórralo puto, que nos jodiste el concierto, habla de una puñetera vez y explícanos porque mierda atacaron de esa forma tan estúpida –

- ¿Atacar? – pregunta extrañado – nosotros no atacam…en, ¿en dónde están los demás? – pregunta sinceramente extrañado aquel cainita –

-¡Cuanta pasión! Me siento humildemente honrada de que hayan quedado extasiados en nuestro concierto. Sivori, dale un autográfo a nuestro fan. -miró al resto- no es la primera vez que los fans se vuelven locos, ahhh el precio de la fama.

La reunión con Knox acabo no mucho después de haber empezado, aquel demonio salió de la estancia dejando a los anarkistas nuevamente solos.

No se tu dijo mirando a Dante pero no me fiaría de este tipo, mi intuición me dice que llegado el momento hará lo posible por estar en el bando ganador sea cual sea y mientras tanto jugara con todos.

Apenas hubo tiempo para más cuando la puerta se abrió bruscamente ante lo que Rick giro para mirar y evaluar una posible amenaza, pronto se disiparon las dudas al reconocer a alguno de los presentes que traian a un caitina que parecía estar en trance.

Una rotura de la mascarada no era un incidente que pasara desapercibido y seguro que el resto de facciones ya eran conscientes de lo sucedido si es que alguna de ellas no estaba detrás de todo.

Rick se levanto apoyandose ligeramente sobre la mesa a fin de tener una mejor perspectiva de la situación. Aquel cainita parecía confuso tras ser liberado del ataque mental. Quizá sea solo una simple marioneta apreció Rick mientras miraba al individuo

Una vez acabado el desastre, nos acercamos a la pareja que había causado todo este lío. No entendía por qué Corbin hablaba con ellos, pero definitivamente no me parecían de fiar. No le quitaría el ojo, no vaya a ser cosa que nosotros sigamos en su lista de cosas divertidas. "¿Lista de cosas divertidas? Esa es buena. Necesito una." Y me empecé a reír sola, de nuevo.

7 de septiembre, 2018

-12°

Habiendo llegado al edificio de Dante, subimos el ascensor, y atravesamos las puertas, ignorando a la pobre secretaria. Parecía que Corbin tenía mucho apuro. La miré de pasada, y le tiré un beso, a la pobrecilla. Parecía que Dante estaba en una reunión, algo que a mi compañero le importó poco, pues lo interrumpió, contando una parte de lo que había sucedido. Anulé mi control mental cuando me lo pidió, y miré con atención la reacción tanto del vampiro como de los otros dos que nos seguían.

- Algo que Corbin no ha aclarado aún, es que estos dos, en particular la chica, son los medios responsables de esta situación. Al fin y al cabo, fue ella la que usó alguna clase de poder para influenciar a la gente. La otra media corresponde a este debilucho, por no haberse resistido. - Digo, primero señalando a Suki, luego al ¿prisionero?

- Fue algo de lo más interesante, aunque sentí mucho miedo, por suerte estaba Corbin para defenderme. Tendrías que haberlo visto Dante, fue todo un galán. - Dije, de corrido, casi sin respirar, tomando la mano de Corbin.

A Suki le pareció muy divertido todo eso, y sonrió hacia Sivori a medida que Corbin se presentaba y explicaba todo el asunto desde su perspectiva. La sinestesia músical brotaba de cada uno de sus gestos y palabras, como un eco de la música que antes habían derrochado.

- Si no tienen problemas con hablar con anarquistas, pueden acompañarnos, el barón estará contento de tener nuevos reclutas ante lo que posiblemente se acerca y si esto es apenas un síntoma de ello, su ayuda nos vendrá de puta madre -

Se acercó al oido de su querido, y le susurró en tono confidente:

-¿Nos ha llamado reclutas? jajajaja. Sigámosle, suena divertido.

Mientras tomaba el brazo de Sivori, y lo atrajo hacia ella, siguió a Annelise y Corbin con una sonrisa satisfecha, observando todo el caos que habían dejado bajo su estela, ante la satisfacción crítica que tendría una escritora al releer su obra una vez más, sin ningún error que resaltar en el contenido.

7 de septiembre, 2018

-12°

A medida que subían por el ascensor, observó desde las alturas la ciudad a través del cristal. Así que aquí también habían anarquistas, pensó Suki sin darle mayor importancia. Aunque todo esto le recordaba un poco a la Camarilla. Había "mucha clase", pero bueno, la anarquia consistía en eso, ¿no? libertad para hacer lo que te de la gana sin rendir cuentas a nadie. Y si alguién quería ser un Clon de pseudo-príncipe liberal... ¿porqué no? Quizás le compondría una canción más adelante.

Cuando la escena de la secretaria... la vieron corretear tras Corbin, Suki la agarró de la muñeca y tiró de ella:

-Muchacha, que no te noten la desesperación. Deben ser ellos los que vayan tras de tí. -le guiñó un ojo, y la soltó. Siguiendo hasta el punto dónde finalmente se reunían.

Finalmente aparecieron nuevas caras, y mientras Corbin expuso, Suki saludó a todos los presentes con un ligero cabeceo, toda risueña sin tomar asiento, ya que al parecer aún no habían presentaciones, enfocandose todos en el malvado vampiro hipnotizado... el cuál parecía no saber mucho.

- Hey, hey, el numerito de quien soy donde estoy y a que he venido al mundo ahórralo puto, que nos jodiste el concierto, habla de una puñetera vez y explícanos porque mierda atacaron de esa forma tan estúpida –

- ¿Atacar? – pregunta extrañado – nosotros no atacam…en, ¿en dónde están los demás? – pregunta sinceramente extrañado aquel cainita –

-¡Cuanta pasión! Me siento humildemente honrada de que hayan quedado extasiados en nuestro concierto. Sivori, dale un autográfo a nuestro fan. -miró al resto- no es la primera vez que los fans se vuelven locos, ahhh el precio de la fama. Al fin de cuentas no todos pueden resistir a los impulsos de sus corazones cuando escuchan mi música.

En todo momento simplemente sonreí y abracé a Suki, dándole muy poca importancia a los que se acababan de presentar con nosotros. Para cuando la primera me susurró algo al oído simplemente la besé y me preparé para acompañar al tal Corbin.

7 de septiembre, 2018

-12°

Durante todo el trayecto desde la Rave hasta aquí había tenido una actitud más bien neutra, mirando con ternura a Suki de vez en cuando y sin dejar de rodear su cuerpo con mi brazo derecho en ningún momento, sin embargo al entrar en la despacho de Dante mi expresión cambió radicalmente. Por un lado mi mirada parecía más vacía y cualquier indicio de sonrisa había desaparecido de mi rostro.

Después de escuchara Suki la mano que la rodeaba sufrió un pequeño espasmo y, de un solo movimiento, hice sonar todos los huesos de la mano derecha. Al sonido característico de las articulaciones tronando se sumó un ruido metálico proveniente de la pulsera que tenía en esta misma mano.

Con expresión seria y voz rasposa le digo a Suki -Ya no hables pequeña, nosotros ya nos vamos- Luego se encara a los que ya estaban de antes en esa oficina -Eso si el Príncipe lo permite- Al decir la palabra Príncipe está más que dicha parece escupida desde mi boca.

Dante asintio pensativo a Rick cuando el demonio partio. No confiaba en casi nadie que no fuera del circulo anarquista, menos lo haria con un angel caido que de pronto quisiera "ayudar".

Saludo con la cabeza a Leona, que acababa de entrar. -Llegas tarde dijo simplemente, y siguio hundido en sus pensamientos hasta que estos fueron interrumpidos por su otro chiquillo adoptado

Observo con una ceja levantada y expresion de piedra como Corbin y Ann hacian marchar a los supuestos culpables de romper la Mascarada.

-Estoy seguro que Corbin se ha comportado como todo un caballero dijo a Ann mientras se levantaba y rodeaba la mesa, hasta posicionarse frente a Suki y Sivori Corbin, Leona, empalen al atacante por favor.

Mientras sus chiquillos se lanzaban hacia aquel despojo, les hablo a los otros con hielo en la voz.

-Si es verdad que han roto la Mascarada y creen que voy a dejarlos marcharse como si nada, voy a demostrarles en donde los Principes se quedan cortos. Hablen.

Suki lo observó como un lobo observaría a un patito que trata de sacar los dientes, visiblemente nada amedrentada. Percibió también el cambio en Sivori, al tacto de su mano, por lo que optó para agradarlo darle la oportunidad a Dante de ser una persona más potable.

Por lo que le dió a la retórica:

-No sabía que "debías darnos permiso" para marcharnos. -miró a los demás- "¿porqué obedeces?" ¿y tu?- les soltó la retórica de los panfletos anarquistas. ¿Eran anarquistas libres de ataduras o esclavos de un principe camuflado?

Luego miró al barón:

-¿Acaso estás perdiendo los ideales que nos caracterizan? La mascarada, la mascarada... ¿que tan importante es frente a la libertad? ¿Acaso no nos decimos a nosotros mismos que debemos ser libres? Es posible que algo de la mascarada se haya roto, pero ¿quién va a creer a quien? Al final dirán que fueron efectos especiales. ¿No quieres reevaluar tus palabras y empezar de nuevo en mejores términos?
 

 Desde mi asiento, con las manos cruzadas a la altura de la boca, respondí a la llamada Suki, con un tono de voz gélido y carente de emoción:

 - Subestimas a los mortales si crees que no son capaces de llegar a la verdad. Tu actitud es la de una niña rebelde que no piensa en las consecuencias de sus actos y que confunde libertad con estupidez. Además, olvidas a los Cazadores que si conocen nuestra existencia y que se verán atraídos hacía la ciudad en cuando las noticias de lo que a pasado hoy corra.

Dante revoleo los ojos ante las palabras de Suki.

-Esto no es el Sabbat, donde te venden la liberacion mientras te ponen el collar al cuello. Si estas realmente comparando la aplicacion de poder para garantizar nuestra libertad y seguridad con el yugo de los antiguos no solo eres idiota. Eres peligrosamente idiota.

Volvio a dirigirse al otro tipo, el que lo habia llamado Principe.

-Quien, como y cuando se rompio la Mascarada?

Miro a Dante durante un segundo antes de responder -Lamento tener que decirte que no puedo ayudarte, yo no estaba cuando todo sucedió. Solo puedo decirte que no tuve nada que ver con el asunto, pregúntale a tus amigos yo no estaba ahí-