Partida Rol por web

John dejo la camisa amarilla sobre su cama y negó con la cabeza. Gossip Girl podía tener cierta razón en eso de que su amigo era una mala influencia pero de todas formas no esperaba que las chicas se fuera a tirar sobre él aunque vistiera como si fuera del día de San Patricio. 

Lo cierto es que no tenía ninguna gana de ir a esa fiesta, aun sabiendo que cuando todos empezaran a beber el se quedaría apartado y su función terminaría siendo la del conductor responsable que termina llevando a alguien a su casa. 

Si fuera por el se quedaría en casa disfrutando de un buen libro o una serie de la tele por cable.

Se sentó de nuevo frente a su portátil y abrió su correo electrónico para mandar un correo a su hermano. 

De cara a la galería se encontraba en un centro para genios, en la realidad estaba en un internado para chicos problemáticos ya que su padre no toleraba la presencia de Eric en la casa. No solo era que le culpara de forma silenciosa de la muerte de su hermano, también resultaba que su mellizo tenía un don para meterse en problemas, una total falta de decoro y una afición a tomar el coche de su padre sin permiso para jugar a ver cuantas normas de seguridad vial podía saltarse de una sola vez.

Jonh sabia que esa actitud era una forma de liberar la ira de su interior ya que Eric no sabía hacer como él, empujarla a lo mas profundo de su mente y ocultarla bajo siete llaves. Aun así John se sentía solo sin su mellizo, como si faltara una parte de él mismo y escribió.

Para: silvermanelinvencible@gmail.com

Asunto: noticias frescas.

 ¿Como estas Eric? Espero que bien. Hace una semana que no sé nada de ti, imagino que te volviste a meterte en problemas y te quitaron el acceso a internet... otra vez.

Aquí pronto empezaran las clases y se prepara una fiesta para despedir el verano en casa de Tyler. Al tipo se le ha ocurrido vestirnos como un semáforo, rojo si estas comprometido, verde si buscas pareja y amarillo... algo intermedio, imagino. 

Es el tipo de fiesta que tu disfrutarías pero yo asistiré solo para cumplir con el compromiso social, me temo que voy a terminar la noche como es habitual, repartiendo compañeros ebrios a sus hogares.

Si, sigo siendo un pringado, lo sé.

Espero verte pronto, así que trata de portarte bien. 

John dio al botón de enviar y cerro con desgana la computadora.

John regreso a su casa. La señora Santana, empleada de la limpieza domestica, le explico que su madre había salido con unas amigas y su padre acudiría a una comida con un congresista.

La idea de su padre entrara en política le causaba escalofríos. Si ya era complicado estar a la altura sin el foco mediático sobre su cabeza, solo por el nombre de su familia, no quería ni imaginar como podían ponerse las cosas si se presentaba a unas elecciones.

John trato de no pensar demasiado en ello pese a ser algo inevitable. De no haber sido por "aquel suceso" y el comportamiento posterior de su hermano, ya habría pasado.

Las ganas de salir de fiesta iban cayendo en el olvido mientras digería el puré de verduras que su cocinera le tenía preparado. Estaba soso, su madre consideraba la sal un peligro para la salud solo comparable al azúcar... o el gluten... o las grasas... Como todo en aquella casa, su alimentación también se ceñía a un plan para ser perfecto.

Termino de comer y subió a su cuarto para comprobar su correo. Salvo por un par de mails publicitando diferentes ofertas no había nada.

Esperaba que al menos su gemelo hubiera podido mandarle unas líneas que hicieran que no se sintiera tan solo. Miro la ventana y pensó la posibilidad de saltar, liberarse de todo para siempre.... Se rio entre dientes, con su suerte caería en los arbustos y solo lograría sentirse estúpido y dar un disgusto a sus padres.

Decidió darse una ducha para despejarse. Lo cierto era que nunca lograba sentirse limpio del todo, tenía la patológica sensación de tener la piel impregnada con las huellas de su tío, por muchos años que pasaran, seguían allí.

Al salir se miro al espejo y decidió que debía hacer algo para animarse, para no pensar más en cosas tan sombrías. No le apetecía nada ir a esa fiesta pero era su mejor opción. Siempre podía autoconvencerse de que Dino podía necesitarle. De hecho era el único que parecía necesitarle en todo el mundo.

Se vistió con una camisa amarilla y un pantalón negro, tratando de no abrochar el ultimo botón, antes de poner rumbo a la fiesta a bordo de un Uber.