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Episodio 1: El caso desplazado

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10/07/2017, 16:58
Director

Episodio 1

El caso desplazado

Los pasos de ambos huéspedes eran el único sonido que perturbaba la calma de aquel pasillo del Hotel Gatewater II. Bueno, sus pasos y los gruñidos de incomodidad de uno de aquellos dos hombres, el que portaba las bolsas más pesadas en ambas manos. El otro, que caminaba junto a él, se reía de su compañero.

-No tendríamos que haber comprado tantas cosas. - se quejaba el primero. - Va a sobrar de todo, y nos dirán que malgastamos el dinero de la empresa.

-Sólo te quejas porque te ha tocado a ti cargar con las bolsas pesadas. - se reía el otro, que portaba bolsas mucho más ligeras que su compañero. - Si no fueras tan malo jugando a piedra, papel o tijera...

-Has hecho trampa. - gruñó el de las bolsas pesadas. - No sé cómo lo has hecho, pero lo sé.

-No es mi culpa que siempre saques piedra cuando empezamos a jugar. - replicó el otro con una sonrisa de oreja a oreja.

Para alivio del primero de aquellos dos hombres, su camino no duró mucho más. Dejó las bolsas en el suelo un momento, resoplando mientras su compañero sacaba de su bolsillo la tarjeta-llave que les habían proporcionado en la recepción del hotel y que les servía para abrir la puerta de su suite. Una luz verde en el lector de tarjetas y un pitido les confirmó que la tarjeta había funcionado, y el primer hombre recogió sus bolsas del suelo mientras el otro entraba en la habitación.

-¿Qué es esto? - murmuró el de las bolsas ligeras, que había entrado primero.

-¿Qué haces? - le preguntó el otro a sus espaldas con un quejido. - Entra ya, que esto pesa.

-He pisado algo. - le dijo el otro con un tono de extrañeza. Las luces seguían apagadas, pero estaba seguro de que había pisado algo que no debería estar en el suelo. ¿Eran aquello... cristales? - Espera un momento, voy a encender la luz...

El hombre que había entrado primero tanteó a ciegas la pared más cercana a la entrada hasta encontrar el interruptor de la luz, el cual pulsó en cuanto lo tuvo a mano. La habitación se iluminó, revelando algo que ninguno de aquellos dos hombres esperaba encontrar.

-¡¿Q-Qué demonios...?! - medio gritó el hombre de las bolsas pesadas, contemplando la habitación por encima del hombro de su compañero, que se había quedado paralizado.

Tirado en el suelo y con un puñal clavado en la espalda se encontraba el cuerpo de un hombre de pelo negro, con gafas de sol y bien vestido... pero evidentemente muerto.

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10/07/2017, 17:13
Director

[10 de julio, 9:30
Tribunal del distrito
Sala de acusados nº4]

Os encontráis en la Sala de Acusados nº 4 del Tribunal del Distrito. En apenas 30 minutos comenzará el juicio de Brandon Porter, botones del Hotel Gatewater II y, mucho más importante, vuestro cliente. No tenéis demasiado claro cómo va a resultar, y desde luego os habría gustado tener mucho más tiempo para investigar el incidente, pero recibisteis la petición de defensa ayer mismo y prácticamente minutos antes de cerrar vuestra oficina. Apenas tuvisteis tiempo de hablar con vuestro cliente por teléfono unos minutos y no pudisteis verlo en persona, pero aún así decidisteis aceptar el caso.

Este no es vuestro primer caso, pero es cierto que hace muy poco que trabajáis juntos. La historia de cómo un abogado novato con su bufete recién abierto acabó contratando a una fanática de Sherlock Holmes y de los detectives en general es interesante, pero ahora mismo no tenéis tiempo de pensar en ello. Lo único que vale la pena reseñar ahora mismo es que las habilidades de Erina han resultado ser tremendamente útiles para Hairo Mist, abogado defensor novato, incluso durante un juicio. Y estáis seguros de que volverán a ser de gran utilidad...

Si es que el alguacil decide traer finalmente al acusado ante vuestra presencia, claro. Parece que se están retrasando...

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10/07/2017, 17:33
Erina Dabney Kazashi

"Un asesinato en la habitación cerrada de un hotel, en la que el acusado es un botones cualesquiera de su misma edad..." decía en voz alta, mientras pasaba el bolígrafo por la pantalla de su bloc de notas digital (DigiNotes™). "El Sherlock Holmes del siglo XXI se enfrentará pronto a un reto inimaginable: comenzando en treinta minutos el juicio con tan sólo un informe de autopsia como arma en la mano..." levantó el bloc para taparse la cara y levantó también los ojos del cuaderno digital, mirando con culpabilidad a su jefe. "Sherlock Mist, sin duda alguna, agradecía este reto que su leal servidora Erina Dabney Kazashi Watson había dispuesto para él al aceptar por él minutos antes de cerrar la oficina un caso para el día siguiente... sin... sin tiempo alguno para investigar..."

"...Al acusado más le valía presentarse ante ellos si las cosas no querían ponerse aún más complicadas para la pobre becaria..."

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10/07/2017, 20:46
Hairo Mist

-Hemorragia por apuñalamiento por la espalda...- Hairo se recolocó la patilla de la gafa mientras terminaba de leer el informe de la autopsia, demasiado parco en detalles para lo que le gustaría, y lanzó una larga mirada a su ayudante. Ella le respondió con una expresión cuyo sentido, para variar, fue incapaz de interpretar, pero asumió que estaba esperando alguna clase de respuesta por su parte.

-No me habías dicho que también te llamabas Watson: ahora tendré que volver a redactar tu contrato cuando vuelva a la oficina.- Indicó, con algo de cansancio: la incapacidad de Erina para la precisión era desesperante en ocasiones, pero lo cierto es que realmente necesitaba de sus peculiares habilidades. -Y creo que los datos de tu libreta están mal: nadie ha dicho todavía que se trate de un caso de habitación cerrada, el botones acusado no es uno cualquiera sino que se llama Brandon Porter y mi nombre es Hairo, Hairo Mist.

Tenía la sensación de que esa última parte no era la primera vez que la decía: verdaderamente, la joven debía tener menos memoria que un pez, aunque era mucho mas parlanchina que estos. -Tampoco pienso atacar a nadie con el informe de la autopsia: no tiene sentido usar como arma un objeto más endeble que el propio cuerpo humano y, aunque no fuera así, en los juicios está prohibido pelear... aunque la parte en que has dicho que este reto lo has dispuesto tú sí es cierta.- Concedió, sacando su reloj del bolsillo de la chaqueta y observando la hora.

Ciertamente, su cliente se estaba retrasando, lo cual era todo un problema teniendo en cuenta que aquello disminuía drásticamente el escaso tiempo con el que ya contaban para preparar su defensa. Sin embargo, no se encontraba especialmente preocupado: si aquel caso tenía una explicación lógica que no inculpara al señor Porter estaba seguro de que la encontraría. Y, si no la encontraba, querría decir que era culpable y se merecía la condena. La posibilidad de no ser capaz de esclarecer el misterio simplemente no pasaba por su mente.

Tuvo que forzar el oído, pese a todo, para escuchar la última frase de su ayudante y tras guardar su reloj le preguntó, tras lanzar una ojeada a su alrededor. -¿A qué becaria te refieres? No veo a ninguna.

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11/07/2017, 12:46
Erina Dabney Kazashi

"A mí señor Hairo, me refería a mí..." contestó, dando un sonoro suspiro. Sí señor: así era Hairo Mist. Un auténtico genio de la lógica y la deducción, prácticamente el mejor en su campo, poniendo sus servicios no sólo a la resolución de casos, sino también a la defensa de inocentes injustamente culpados. Pero también, un completo negado en las sutilezas del lenguaje humano: el humor, la ironía, las metáforas, los gestos, las emociones... Eran como campos del conocimiento que se le escapaban a él por completo. Aquello era bueno para Erina, ya que era el principal motivo por el que había sido contratada, pero a menudo se preguntaba si de verdad era un trastorno diagnosticado o simplemente un exceso de excentricidad. Incluso el mítico Sherlock Holmes no era un muñeco sin sentimientos, era capaz de sonreir y reir genuinamente, de amar, odiar, ser irónico, sutil o burdo cuando la situación lo requiriera... ¿Estaba siendo demasiado dura con el señor Mist? ¿Lo idealizaba demasiado? Cada vez que, incrédula por su comportamiento excéntrico a los ojos de cualquiera, se pensaba que Hairo se estaba, muy en el fondo, burlando de ella, se arrepentía de inmediato de ello, y se esforzaba en explicarle lo mejor que podía los entresijos del lenguaje humano. Él era un hombre sumamente inteligente. Se imaginaba el cerebro del señor Mist como una cajita de quesos del juego del Trivial, en el que todo está lleno de quesitos azules correspondientes a la inteligencia y la razón, salvo un único quesito amarillo correspondiente a las emociones y la intuición. ¡Muy pequeñito! ¡Pero estaba ahí! Sólo necesitaba que le explicaran...

"Vale, eh... a ver, deme tiempo, para explicarme..." empezó a decirle, bajando el bloc de notas, mirando a los lados, porque le daba un poco de vergüenza explicar sus pensamientos y sentimientos tan abiertamente. "Mi tercer apellido no es Watson, no se preocupe por el contrato. Era... era... como una broma. Bueno, no exactamente una broma, solo estaba... estaba... ¡fantaseando! ¿Recuerda esos libros de detectives de los que le hablé? ¿Sherlock Holmes?" se le iluminaron los ojos de nuevo cuando los mencionó. ¡No podía evitarlo! "Encuentro tantas similitudes entre Sherlock Holmes y usted que no puedo evitar querer incluirme de alguna manera en la comparación y fuerzo otro símil entre el doctor John Watson y yo..." se rascó la nuca algo sonrojada. 

"¿No está enfadado conmigo, señor Hairo? Quiero decir... Me dejé un poco llevar por lo desesperado que sonaba el señor Porter al teléfono cuando llamó a la oficina y acepté un contrato por usted sin tiempo a investigar y... uh..." Se le daba más o menos bien leer a las personas (algo indispensable si quería ser detective profesional), pero el señor Mist era para ella un libro entreabierto en el que no podías ver nada de nada. Osea, un libro no abierto, pero tampoco cerrado, uh... ¡No sabía cómo explicarlo! Por lo menos tenía claro que era un ser humano y no un robot... "¿Ta-tal vez no le importa porque le supone un reto? No me irá a decir que le da igual presentarse a un caso sin investigación alguna... ja ja ja..." rió nerviosa. Quería entenderle, quería intentar forzar la vista y leer alguna página de ese libro entreabierto. Estaba segura de que no estaba vacío. Quería entenderle. Quería intentar ver el mundo desde su perspectiva, para poder explicarle así lo mejor posible las perspectivas de los demás. ¡Para algo estaba contratada!

"¡Oh uh...!" ¡casi lo olvidaba! "Lo del papel me refería a un arma metafóricamente hablando... Es decir... uh... como herramienta o pista para resolver el caso. Cuantas más, mejor ¿no?" sonrió enérgicamente.

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11/07/2017, 16:17
Hairo Mist

Hairo volvió a clavar su vista en su ayudante a través de sus gafas redondas, con una leve sorpresa reflejada en su mirada gris. -¿Por qué usa la tercera persona para referirse a sí misma? Eso va en contra de la gramática más básica.- Pensó, extrañado. Si no la conociera, podría haber asumido que poseía defectos en el habla, pero esa hipótesis era implausible teniendo en cuenta que había terminado su educación. De nuevo, parecía que había algo que se le escapaba, lo que termino de confirmarse cuando Erina explicó sus anteriores afirmaciones. ¿Por qué la gente se empeñaba de ese modo en utilizar lo que ellos llamaban "metáforas"? ¿No se daban cuenta de que eso solo dificultaba la comunicación y llevaba a malentendidos?

-Sí, recuerdo que mencionaste algo al respecto de ese detective.- Accedió finalmente, sin acabar de comprender por qué de improviso la joven se había sonrojado. ¿Había vuelto a meter la pata y a preguntar algo indecoroso? Las mujeres en ocasiones actuaban de forma muy extraña. -Pero yo soy abogado, no investigador, y cambiarnos los nombres puede ser confuso. Además, no es momento de fantasear: tenemos que ser prácticos y centrarnos en el caso.- Indicó, sintiéndose algo molesto como cada vez que la gente comenzaba a resultarle demasiado cargante con sus juegos retóricos y su emocionalidad... pero se recordó que ella solo deseaba ayudarle e hizo un esfuerzo por no ponerse los cascos y aislarse del mundo.

-No, no estoy enfadado.- Respondió con sinceridad a su pregunta, mientras volvía a apartar la mirada para volver a clavarla en el informe de la autopsia, memorizándolo palabra por palabra para no tener que perder el tiempo consultándolo una vez diera comienzo el juicio. -Es cierto que preferiría haber tenido alguna oportunidad de prepararme, pero algún profesional tenía que encontrarse en esta situación y yo soy el más indicado para ello. Además, es cierto que me gustan los retos intelectuales.

Por un momento, le había llegado a parecer que ella estaba nerviosa por haber podido ofenderle aceptando el caso... pero como se rió, imagino que debía tratarse de una de esas bromas que no comprendía. ¿Eran todas las jóvenes así o era solo su ayudante la que parecía incluso el doble de complicada que la media humana?

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11/07/2017, 16:51
Director

Mientras os encontráis enfrascados en vuestra conversación la puerta de la Sala de Acusados nº 4 se abre y un hombre vestido de alguacil asoma su cabeza con timidez al interior. Al veros a ambos adopta una postura firme y formal antes de hablar.

-Aquí traigo al acusado. - os informa con el tono de voz que emplearía un recadero al cumplir su tarea. - Disculpen el retraso. El juicio comenzará en breve, así que en unos minutos volveré a buscarles.

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11/07/2017, 16:54
Brandon Porter

El alguacil se hace a un lado, y es entonces cuando un chico de sonrisa amable y servicial entra en la sala. Va vestido con un uniforme de color negro con el emblema del Hotel Gatewater II en el pecho y, cuando el alguacil se retira cerrando la puerta tras él, el chico le hace una pequeña reverencia. No conocíais a este chico de antes, pero su aspecto es el mismo que el de la foto en el informe preliminar del caso... por lo tanto, es el acusado.

-Sr. Mist, Srta. Dabney-Kazashi... es un honor conocerles. - os dice con una voz tan servicial como jovial, inclinándose ante vosotros. - Les agradezco muchísimo que decidieran aceptar mi caso con tan poca antelación. - dice con una amplia y amable sonrisa.

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11/07/2017, 17:34
Erina Dabney Kazashi

"¡Sí, señor!" asintió con una amplia sonrisa cuando Hairo Mist le dijo que no era momento de perderse en los laureles y que debían centrarse en el caso. Después de todo, solo tenian unos minutos antes del juicio, y debían preguntarle todo lo que pudieran sobre el caso al acusado cuando viniera. Su jefe no estaba enfadado, agradeciendo el reto y comprendiendo que alguien tenía que hacer este trabajo, y quién mejor que él. Era justo por eso por lo que ella había aceptado el contrato por él: si no, Mr Porter habría tenido un abogado de oficio en un caso en el que no había tiempo para investigar, reduciendo al mínimo las posibilidades de salir declarado no culpable en un caso del que era inocente. ¡Pobre Mr Porter! A Erina le hacía feliz el saber que, aunque fuera a su manera, su jefe entendía aquello. 

-Así era Hairo Mist- siguió escribiendo en silencio en su cuaderno digital. -Tan excéntrico, como razonable. Tan predecible, como imprevisible. Tan comprensivo en algunas ocasiones, tan agudo, como torpe y despistado en otras.- Se había propuesto tratar de escribir todo lo que pudiera sobre los casos, tanto como un diario personal, como posible material para los reportes a la Universidad. Seguía siendo una estudiante en prácticas, después de todo. Además, no podía negar que también lo hacía para emular al Doctor Watson, que en los libros relataba en primera persona él mismo las aventuras de Sherlock Holmes a través de sus memorias y escritos...

Oh, y hablando del acusado... ¡Ahí estaba!

"¡Buenos días, mister Porter!" le devolvió el saludo asintiendo. Estaba segura de que el señor Hairo tenía muchas preguntas que hacerle, así que le miró con el bolígrafo listo para tomar nota de todo.

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13/07/2017, 23:10
Hairo Mist

Hairo guardó el informe en un bolsillo interior de su chaqueta, antes de volverse hacia el recién llegado quién, a juzgar por su aspecto, era a todas luces Brandon Porter. -A la compañía Gatewater decididamente no le falta el dinero.- Pensó nada más contemplar el uniforme del botones, que lucía el logo de su empresa en el pecho. ¿Era aquello un dato relevante? Era pronto para saberlo, pero no dada la falta de información con la que se presentaban, más valía tener en cuenta cualquier detalle por mínimo que pareciera.

-Buenos días.- Imitó a su ayudante, con poco entusiasmo en la voz. A decir verdad, si Erina no hubiera estado allí, era probable que se le hubiera olvidado completamente incluso esa pequeña muestra de cortesía. ¿Debía decir algo más? Normalmente, la expresión que se usaba cuando le agradecían a uno algo era "de nada", pero no parecía exactamente la más apropiada para aquella situación... El abogado se recolocó las gafas y decidió que tenían suficiente prisa como para poder usarla como excusa y saltarse todas las formalidades. -Señor Porter, ayer no tuvimos ocasión de hablar, así que precisamente por la poca antelación debe informarnos ahora con la mayor precisión posible: cualquier cosa que recuerde podrá resultar de utilidad en la tarea de probar su inocencia.

Sin dar espacio entre unas preguntas y otras y casi sin respirar, Hairo planteó todos los interrogantes que tenía sobre el caso. -¿Cuánto tiempo lleva sirviendo en el Hotel Gatewater II? ¿Conocía a la víctima con anterioridad al crimen? ¿Cuánto tiempo llevaba alojada? ¿Había algo que pudiera llevarle a usted o a otra persona a desear su muerte? ¿Cuándo la vio con vida por última vez? ¿Por qué sospecha la policía de que usted es el culpable? ¿Dónde y qué se encontraba haciendo a la hora del crimen? ¿Sabe cuál fue el arma utilizada y tiene esta alguna relación con usted?...

Estuvo a punto de añadir más dudas a la lista, pero finalmente juzgo que ya estaba bien para empezar. No todas las personas tenían tan buena memoria como él y había comprobado que, por alguna razón, en ocasiones se aturrullaban si les exigía demasiado, incluso aunque fuera por su propio bien.

Notas de juego

Sorry, ayer tuve problemas domésticos.

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14/07/2017, 16:45
Brandon Porter

-Ah, sí. Siento mucho eso. - se disculpa con una sonrisa el acusado cuando Hairo le recuerda que el día anterior no pudisteis hablar. De hecho, os hace incluso una pequeña reverencia de disculpa. - Parece ser que las normas del Centro de Detención son realmente estrictas. - explica, pensativo, apoyando un codo sobre la mano del brazo contrario y tocándose la mejilla con un dedo enguantado*. - Responderé a todas las preguntas que tenga a bien realizarme, Sr. Mist. - sonríe al abogado.

La amable y servicial sonrisa de Brandon Porter, sin duda ensayada delante de cientos de clientes del Hotel Gatewater, permanece en el rostro del acusado durante toda la retahíla de preguntas de Hairo. Cuando por fin Hairo deja de preguntar Brandon espera unos segundos de cortesía por si el abogado tiene algo más que añadir y, después, responde con un impecable tono formal.

-Tengo el honor de llevar algo más de un año trabajando para el Hotel Gatewater II. - responde, sonriente, empezando por la primera de las preguntas del abogado. - Ciertamente conocí al Sr. Diller antes de que sucediera el lamentable incidente, Sr. Mist. Él era uno de los clientes de nuestro hotel, y fui yo mismo el que llevó su equipaje a su suite cuando llegó que, por cierto, fue el día anterior al del desgraciado incidente, hacia el mediodía. Sin embargo ésta era la única relación que nos unía: la de un cliente de un hotel y el botones del mismo. - explica con los brazos a los lados de su cuerpo. Igual que Hairo, Brandon responde a las preguntas sin apenas dejar espacio entre ellas. Parece que ha memorizado todo lo que el abogado le ha dicho. - Desconozco si alguien podría desear la muerte al Sr. Diller, pero desde luego no se me ocurre ninguna razón por la que un humilde botones como yo pudiera desear tal cosa. Lamentablemente la policía no me ha comunicado cuál es el motivo de mi arresto, aunque si se me permite elucubrar diré que tal vez sea el hecho de que poseo una tarjeta magnética capaz de abrir las puertas de todas las suites de la planta del hotel donde se produjo el crimen. - comenta sin perder la sonrisa. - Desconozco la hora a la que se cometió el crimen y también el arma que se utilizó pero aquel día, como todos, estuve encargándome de mis tareas durante toda la mañana.

Notas de juego

* Al contrario que en la imagen, este chico lleva guantes.

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14/07/2017, 17:02
Director

La cantidad de preguntas y respuestas de Hairo y Brandon ha sido tal que cuando el acusado termina de pronunciar la última palabra la puerta que tiene detrás de él se abre y el alguacil de antes asoma la cabeza.

-Acusado, Defensa. - os dice, mirándoos a los tres. - El juicio está a punto de empezar.

Notas de juego

Os da tiempo a una última pregunta.

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14/07/2017, 19:03
Erina Dabney Kazashi

Aquel uniforme le sentaba realmente genial al señor Brandon Porter. Los dueños del hotel debían sin duda tener un excelente sentido de la moda. Guantes de cuero negros, una pequeña cinta a modo de corbata, la tradicional pero nunca fuera de moda camisa blanca... ¡Y esa genialísima gorra de diez! Sin duda un hotel donde los empleados vestían tan bien debía de ser de alta categoría. Al señor Porter además le quedaban a medida, y su porte distinguido combinaba a la perfección con su genial personalidad. Alguien amable, profesional, calmado y sereno, ¡incluso en su propio juicio! 

Tan distraida estaba con ello, que olvidó apuntar las preguntas que su jefe le había ido haciendo al botones. Cuando éste empezó a contestar, fue apuntando las respuestas que oía. Ella tenia buena memoria (la trabajaba mucho para poder estar a la altura del oficio de detective), pero nunca estaba de más tener apuntes, tanto para cuando tuviera que presentar el trabajo, como para estimular la mente en el caso que les ocupaba y ayudarla a concentrarse. Era más para ayudarse a ella misma que al señor Hairo, ya que estaba segura de que él podría recordarlo todo sin problema alguno, y mejor que ella.

"Yo tengo una pregunta, señor Porter." levantó el bolígrafo-lápiz táctil como si estuviera en clase. "¿Por qué  tan tranquilo? ¿No le pone nervioso ser el principal acusado de un caso de asesinato?"

 

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15/07/2017, 19:41
Brandon Porter

-Eso es sencillo, Srta. Dabney Kazashi. - responde Brandon Porter mientras es acompañado por el alguacil hacia la puerta de la sala de acusados. - Soy un botones, estoy para servir a los demás. Mi deber es transmitir seguridad y comodidad a los huéspedes. Si no estuviese tranquilo, sería una desgracia para mi profesión.

Tras encogerse de hombros con una risita amable, el acusado abandona la sala junto al alguacil. Vosotros también tendríais que trasladaros al tribunal...

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15/07/2017, 19:46
Juez

[10 de julio, 10:00
Tribunal del distrito
Sala nº4]

Minutos después vosotros ya os habéis colocado en el lugar que os corresponde frente al banquillo de la defensa, en la sala nº 4 del tribunal del distrito. Al otro lado de la sala, el fiscal también ha ocupado su propio banquillo y, poco después de que todos os coloquéis, el Juez aparece y toma también asiento. El hombre se aclara la garganta y, viendo que eso no acalla los cuchicheos del público del juicio, da un par de golpes con su maza que sí que consiguen que la sala se llene de silencio.

El Juez asiente, satisfecho.

-Se abre la sesión en el juicio contra Brandon Porter. - declara con solemnidad. - ¿Están listas la defensa y la acusación?

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15/07/2017, 19:51
Winston Payne

-La acusación está lista, Su Señoría. - declara el hombre del traje gris que ocupa el banquillo del fiscal. No tenéis ningún tipo de duda respecto a su identidad: se trata de Winston Payne, un fiscal que antaño fue famoso por ser conocido como el Mata-Novatos pero, por alguna razón, comenzó a sufrir una derrota tras otra hasta que acabó siendo famoso por ser uno de los fiscales menos carismáticos de la historia.

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16/07/2017, 02:04
Hairo Mist

La agilidad del botones sorprendió gratamente a Hairo, quien no esperaba que pudiera contestar a sus preguntas con semejante exactitud sin tener que pedirle siquiera una sola vez que las repitiera. Sin embargo, lo cierto es que sus respuestas le desconcertaron levemente: no había en ellas nada incriminatorio, lo cual solo podía significar que, o bien estaba mintiendo ostensiblemente, o bien la policía había andado muy equivocada en su investigación: el hecho de que poseyera una llave de la habitación le parecía una prueba demasiado circunstancial y endeble como para sostener una acusación con ella, especialmente si el señor Porter tal como indicaba carecía tanto de un móvil como una oportunidad para llevar a cabo el crimen.

-¿Y quién más podría poseer una tarjeta magnética?- Se dispuso a preguntar, cuando Erina le interrumpió con un comentario que se encontraba completamente fuera de lugar: los sentimientos del acusado, fuesen cuales fuesen, no eran en absoluto relevantes para la resolución del caso. Además, si era inocente como postulaba, ¿qué razón iba a tener para no estar tranquilo? Cuando la verdad se revelase en el tribunal no tendría nada que temer.

Mientras avanzaba hacia el banquillo, el abogado no pude evitar lanzarle una mirada censuradora a su ayudante a través de los cristales. Por culpa de su negligencia habían perdido una oportunidad clave de obtener información crucial: verdaderamente, tenía un handicap aún mayor de lo que creía en ese juicio.

-No vuelvas a hacer eso.- La reprendió, en voz baja para mantener la intimidad ante el público, aunque con un cierto disgusto. Se quitó las gafas momentáneamente para limpiarlas con el pañuelo que extrajo de su funda (ubicada exactamente en el bolsillo izquierdo de su chaqueta), manteniendo la calma y compostura pese a todo. -¿Qué importancia tiene que el señor Porter esté o no tranquilo? La próxima vez que quieras preguntar algo debes centrarte en los hechos: eso es lo que importa en la resolución de un caso.

Se volvió a poner sus lentes y fijó su vista en el fiscal: a juzgar por sus historial de derrotas, no parecía un gran oponente. Sin dedicarle más de una mirada, centró su vista en el juez y repitió la frase que había memorizado de la vez anterior para evitar volver a meter la pata. -La defensa también esta lista, Su Señoría.

Qué manera de perder el tiempo con preguntas absurdas, ¿quién iba a haber acudido al juicio sin estar listo?

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16/07/2017, 14:50
Erina Dabney Kazashi

Levantó el dedo índice y abrió la boca para responder, pero el Juez justo entonces comenzó la sesión y le preguntó a la defensa si estaba lista, así que no tuvo ocasión de contestar al señor Hairo.

No estaban listos, eso desde luego. Tenían tan solo un informe de autopsia en la recámara... Sin embargo, Hairo Mist estaba en calma como siempre y respondió que sí. Bueno, de él podía entenderlo, pero ¿y el botones? ¿Quien en su sano juicio estaría tranquilo en un juicio donde el abogado no ha podido investigar? El señor Hairo y su buffete no eran famosos (no que ella supiera, desde luego. Al menos en internet no salía), así que... ¿por qué? le hubo preguntado, recibiendo como respuesta mientras se encogía de hombros que estar tranquilo era su trabajo. ¡Pero si no estaba en el trabajo!

Uuuugh... a ella aquello sí le parecía extraño y relevante... De verdad que no concebía que alguien pudiera permanecer tan tranquilo siendo no ya sospechoso de asesinato, sino ya directamente el acusado. Quizás se debía a su corta edad. Ella tenía todavía tan solo 17 años, mientras que según su perfil el señor Porter tenía ya 21 años... La misma edad que el señor Hairo. La verdad es que se parecían, los dos eran tranquilos, agudos y guapos. Ser capaz de recordar todas las preguntas que su jefe le había hecho tan rápido y responderlas una a una era realmente impresionante. No sería... ¿que el señor Porter también era un genio? ¿También tendría dificultades en las relaciones sociales? No lo parecía, por cómo les había saludado y se había reído... Tampoco se lo pareció al teléfono. Ahora que lo pensaba no tendría mucho sentido si se trataba de un botones que no supiese interpretar las emociones...

Entonces... ¿por qué? ¡¿Por qué tan tranquilo?! De verdad que a ella le parecía algo inusual... Pero en fin... no a su jefe, cómo no... -Supongo que tiene razón... aunque de verdad, que no tiene sentido... Supongo que así son los adultos, profesionales hasta con la soga al cuello...- pensó, dando un profundo suspiro y dibujando circulitos y garabatos en sus apuntes digitales.

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18/07/2017, 22:34
Juez

-Bien. Parece que ambas partes están listas. Comencemos pues. - el Juez asiente con satisfacción tras recibir el asentimiento de la defensa y de la acusación. Después dirige su mirada hacia el banquillo de la fiscalía. - Fiscal Payne, su alegato inicial, por favor.

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18/07/2017, 22:37
Winston Payne

-Por supuesto, Su Señoría. - responde rápidamente Winston Payne al Juez, e igual de rápidamente echa una vistazo a los papeles que tiene delante antes de continuar hablando.

-Los hechos sucedieron en la mañana del 9 de julio... es decir, ayer mismo. - dice el Fiscal Payne, comenzando con su exposición. - La víctima fue Doug Diller, un hombre de 28 años. Fue hallado muerto a causa de una puñalada en la espalda en una habitación del Hotel Gatewater II, en el que el acusado trabaja como botones.