Partida Rol por web

No había nada interesante en aquel patio, así que cruzaron por la única puerta que había. La recepción de un hospital desplegaba sus sillas de espera. El blanco sucio de las paredes las custodiaba como un silencioso guardián. Una vez más, las luces fluorescentes parpadeaban. Una ambulancia bloqueaba la puerta de entrada. Deberían buscar otra salida. Una de las paredes exhibía el mapa del hospital. La recepción daba paso a un par de pasillos de consultorios y quirófanos. Al fondo, una gran puerta metálica con un cartel que rezaba “morgue”.

La llegada al hospital parecía ser una esperanza, pero no por mucho tiempo al ver que estaba abandonado, era lo opuesto a la esperanza, era perturbador, caminando dentro del hospital intentaba alejarme lo más posible de las ventanas, había sangre en el suelo que me causaba un asco nada normal, además del olor náusebundo a muerte.

La único que podemos hacer entrar a la morgue pero no pienso entrar alli.

Ahi van los papis cuando mueren... susurro arrastrando las palabras y señalando con el dedo la gran puerta de la Morgue.

Luego de descansar un poco e intercambiar algunas palabras, decidieron continuar. No había mucho donde escoger, por lo que siguieron el camino que tenían ante sí. Ahora estaban en un hospital, tan lúgubre y tenebroso como la escuela. Para Marcos era aún peor, odiaba los hospitales, había pasado un buen tiempo en uno. Solo en una habitación, recuperándose y respondiendo preguntas estúpidas. Las enfermeras eran cariñosas, pero de todos modos fueron blanco de la furia de Marcos.

-Es verdad- estuvo de acuerdo con Darrow en que allí estaban los que morían. Por otro lado, se preguntó si allí habría algo de utilidad-. Aunque creo que podríamos encontrar algo… como la llave en el sótano. Pero seguro algo querrá matarnos- se le escapó esto último, pero era la pura verdad.

Comencé a temblar al ver que habíamos llegado a un hospital. Me daban miedo los hospitales. Únicamente había ido una vez que yo me acordara y había sido para que me operaran de las anginas. Todavía recordaba lo doloroso que había sido.

-En los hospitales hay hombres malos con batas -dije, temeroso-. Dicen que curar, pero en realidad hacen daño. Les gusta clavar agujas en los brazos. Lo llamaban "vacunas". Mis padres nunca quisieron llevarme a un hospital para que no me las clavaran. Decían que era dinero tirado.

         - Esperen chicos!!   Por que Darrow atacaste a Oscar allá atrás?    No me interesa husmear en ese m ... aldito lugar, así como a ti no te encantan las vacunas Oscar!     Aunque tal vez tengas razón Marcos!!    

Oscar comenzó a golpearme yo sólo me defendía. dije alzando mis hombros restándole importancia y al asunto, aun asi se notaba que todavía estaba molesto, para disimular camine directo a la morgue esperando a que no notaran la furia en mi mirada.

-Darrow, te crecerá la nariz como a Pinocho por ser un mentiroso -le dije al loco niño que había intentado matarme momentos atrás-. Todos te vieron. Tú empezaste. Me empujaste, querías que me cayera al suelo, tú sabrás los motivos. No querías que saliera con vida de ese patio. Luego, cuando yo me defendí, intentaste meterme los dedos en los ojos para matarme y cuando intenté razonar contigo diciéndote que escapásemos todos de aquí, seguiste en tus trece. Como la jugada te ha salido mal y sigo vivo, tiras la piedra y escondes la mano.

A pesar de lo molesto y enfadado que me encontraba con aquel pequeño intento de asesino serial, permanecí detrás, todo lo alejado que pude de él, cerca del resto del grupo.

-No le busques explicación, Simone. Los actos irracionales nunca la tienen.

A medida que recorrían los pasillos del hospital, comenzaron a escuchar susurros. Se hacían más fuertes cuando pasaban por una habitación o un quirófano y aún más cuando se acercaban a una cama, pero no podían encontrar la fuente de aquellos sonidos. Los susurros eran ininteligibles, pero pudieron entender un pequeño fragmento: “en la morgue...”

Pero la puerta de la morgue parecía estar cerrada desde adentro. Deberían buscar otra forma de entrar.

Hice de oídos sordos cuando Oscar siguió hablando y me acerque a la puerta de la Morgue la cual estaba cerrada, decidimos seguir caminando pero mientras mas avanzábamos mas raro se volvía el lugar, se podían escuchar leves susurros que nos tenian a todos paranoicos. Buscando otra forma de entrar entra en una sala que dicta "Gonzales" en la puerta.

Como catatonica me quede paralizada en la entrada o la Sala de Espera. No habia forma de que por mi misma avanzara.

Si alguien me tomaba de la mano podria acompañarle pero estaba tan aterrada que por mi misma no me moveria de alli.

-No me importa quien empezó- dijo Marcos hacia ambos niños-. No volverá a pasar- agregó sencillamente alzando un puño al aire y girándose hacia la puerta de la morgue. Más allá de esa discusión inútil entre los niños, estaba totalmente de acuerdo que el hospital era el peor lugar donde podrían estar. Todos estaban muy asustados, Brianna lucía peor, pues tenía la vista clavada en la nada y su cuerpo parecía estar en total tensión. Para su molestia, la puerta de la morgue estaba cerrada, lo que significaba que tendrían que buscar la forma de entrar.

Buscó alguna entrada en los alrededores de la morgue, pues no quería meterse en alguna otra habitación sin haber descartado toda posibilidad. En algunas películas usaban conductos de aire para entrar en lugares difíciles y, si un adulto entraba en esos tubos, un niño podría pasar fácilmente.

            - Tiene toda la razón Marcos!  En este momento no es tan importante como ni porque discutieron, sino que dejen de hacer lo ... porque tenemos problemas mas graves a nuestro alrededor ...  Estan bien Brianna y Maguie? -      Dijo Simeone a los chicos junto a ella con un susurro mientras que abrazaba a su hermanita y trataba de animar a la niña rubia sin alejarlas mucho de ella, pero tratando de apoyar las investigaciones de los chicos con el cuchillo por delante, así les siguió susurrando:

           - Por favor no se paralicen a pesar de lo horrible que hemos visto porque me parece que no hemos escapado aun y no estamos del todo solos ... así que tenemos que estar atentas para escapar de este terror juntas, espera un momento Darrow ... no empecemos a abrir puertas solos por nuestra cuenta .. yo les acompaño y cubro .. pero si vemos gran riesgo cerramos y aseguramos la puerta y hasta que este cerrada abrimos otra  

Escuchaba las voces de los demas. Incluso sabia que Simone me hablaba pero su voz era lejana. Ajena de mi. Solo queria llorar y salir de alli, solo queria ver a mi padres, solo queria a mi muñeca....

Solo....

Me asustaba el estado de Brianna, la cual parecía haber quedado muy asustada tras el encuentro con el último maniquí. Por fortuna, parecía que Simone estaba cuidando de ella como si fuera su propia hermana.

Me acerqué hasta Marcos, que se encontraba en la puerta de la morgue, y dirigí una mirada al pasillo, buscando cualquier indicio que nos permitiera entrar en aquella estancia por otra vía, como un conducto de ventilación por el que entrar.

      - Si la puerta de la morgue esta cerrada posiblemente su llave se encuentre en alguno de los consultorios.   ¿No creen chicos? Creo que deberiamos abrir solo una puerta a la vez -    Dijo Simone mientras que cubría a Darrow mientras que este trataba de abrir la puerta con el cuchillo por delante y trataba de tener a Maggie y Brianna detrás de ella para cubrir las si era necesario

El consultorio de Gonzáles estaba vacío y no había nada de interés allí. En el pasillo, cerca de la morgue, pudieron ver uno de los ductos de ventilación que conectaban con la morgue. Pero estaba muy alto y fuertemente cerrado por una rejilla. Tal vez en otro lugar...

Los susurros continuaban. De pronto pudieron entender un fragmento más extenso: “la doctora Carrasco sabe...”

Mientras, Brianna se había quedado paralizada en la sala de espera.

-Está muy lejos- dijo Marcos observando con el ceño fruncido la entrada a los ductos del aire. También parecía estar bien cerrado, eso le molestó más que estuviera tan alto. En las películas siempre lo sacaban de forma fácil-. ¿Oyeron eso?- preguntó cuándo los susurros se volvieron más claros-. Carrasco- repitió observando los letreros de las puertas hasta encontrar el correspondiente a ese nombre… Decidió intentar espiar por la cerradura antes de abrir la puerta, no quería que algo le arrancara la piel.

       - Así es Marco, yo también lo escuche!   El consultorio del doctor González esta vacío, pero posiblemente el de la doctora Carrasco tenga algo interesante para investigar acerca de este lugar y de como salir de aquí! -    Susurró a los otros chicos Simone tomando de una mano a su hermana y con la otra con el cuchillo y antes de acercarse a Marco para cubrir lo con el cuchillo le habla un poco mas alto a la niña rubia:

      - Por favor acerca te a nosotras Brianna, se que estas asustada porque yo tambien lo estoy, pero si nos separamos es mas fácil que nos tomen por sorpresa! 

-¿Gonzáles? -murmuré, pensativo mientras leía el nombre-. Sé que hay muchos Gonzáles en España, pero a lo mejor ese doctor es familia del señor que nos trajo en el autobús. -En mi inocencia de niño pequeño, era la única posibilidad que se me ocurría-. O a lo mejor lo despidieron de doctor y ahora trabaja conduciendo autobuses.

Me acerco a Marcos junto a Simone hasta la puerta del consultorio de la doctora Carrasco y aguardo en silenco para saber si nuestro compañero divisa cualquier cosa extraña a través de la cerradura de la puerta del consultorio.