Partida Rol por web

Se quedó mirando fijamente al delgado joven con gesto pensativo.

-"Realmente estás disfrutando con esto, demente sanguinario"- reflexionó el anciano. Sin embargo, pese a lo que pensara de él se había comprometido con ese grupo, y eso incluía aguantar a Rolf y a sus manías. -"Por el momento..."

-Aclarando tus dudas, Rolf- dijo, con una pequeña sonrisa en el rostro que no duró mucho-. Yo no se tú, pero yo le tengo bastante respeto a la... frialdad de Katrina como para plantearme el que una niña sufra delante suyo. Aún así, dependería de la situación, pero si las cosas se ponen difíciles no os discutiré una decisión complicada salvo que sea algo flagrantemente innecesario. Y sobre cortarle un dedo a un ladronzuelo... pienso que captaría mejor el mensaje si lo intentas y yo hago el paripé de detenerte, aunque si fuera un niño reincidente y despreciable no tengo problema con que le des el escarmiento que consideres adecuado.

-Bueno, creo que ya están respondidas todas las preguntas. A las dos últimas... creo que es justo decir, de parte de todo el grupo, que si alguna vez alguien de nosotros está haciendo algo excesivo, como por ejemplo matar inocentes porque sí o causar un dolor innecesario a alguien porque le viene en gana, debemos reservarnos el derecho de poder parar a esa persona. Lo digo porque la ira nos puede nublar a cualquiera de los que aquí estamos sentados. (Mira a todos y piensa un momento, a ver si se le ha olvidado decir algo). Bueno, ¿nos ponemos en marcha? Ah, si quereis preguntarnos algo a mi o a Katrina sobre nuestros métodos creo que es el momento.

Parecía que las cosas habían quedado claras en el grupo... al menos por ahora.

-Si bueno, pero esas cosas de "lógica" no hace falta decirlas- comenta Rolf con una sonrisa en su cara mientras Branduin hace su silencio, como si lo que dijese fuese obvio.

Después de las palabras de Branduin, Rolf solo piensa unos segundos antes de hablar

-Bah, tampoco importa mucho; Branduin destruye cosas y personas; Katrina hace hielo y vuelve loca a la gente -dice mirando a uno y a otro- Si queréis explicar algo más que sea importante, hacedlo vosotros; pero si el poder viene de Dios, del demonio, del alma o de la mismísima emperatriz no me importa mucho -comenta encogiéndose de hombros- Solo me importa que digáis qué podéis hacer para organizarnos mejor

Después de Braduin habla Taji, para dejar así su punto de vista claro:

- Como Lorenzo ha dicho. Si alguien se sobreexcede siendo perjudicial para el grupo, pararle no sería malo. Por el resto, estoy acorde: si Rolf desea escarmentar a alguien, que así sea, pero sin sobreexcederse.

- ¿Hay algo más que se deba de tener en cuenta? Quizás alguna información que sea útil saber sobre vosotros. Si es el caso, decidlo mientras recogemos, y si no lo es, vayámonos ya (aquí Taji hace gesto de ir a levantarse. "A quien madruga, Dios le ayuda, dicen. Cuanto antes empecemos, mejor.").

Mientras el resto seguía hablando, me mantuve callado, escuchando lo que decían con atención... al fin y al cabo, que mejor forma de conocer a aquellos con los que iba a estar. De todas formas sí que hablé cuando Lorenzo respondió a lo último que Rolf pregunto.

Estoy con Lorenzo, yo no es que me considere una buena persona, más bien lo contrario, pero si creo que alguno se excede...- les dije -En fin, hay que asumir las consecuencias, ¿no?- concluí, para luego girarme hacia Branduin -Y con respecto a tus poderes... si es algo que tengamos que saber, adelante, pero como dice Rolf, a mi me da igual de donde vengan- les dije -Además, tampoco es que fuese a entenderlo- añadí en voz baja.

-Bueno ya os lo dige anoche, a parte de romper cosa también podría intentar eliminar un veneno, haceros evitar una caída, respirar bajo el agua, teletransportaros unos metros... son cosilla que podrían venir bien al grupo en un momento dado.

Espera que alguien más hable, ya no tenía más que decir.

Taji mira a Braduin con cara rara. Rara en cuanto a que, por un lado, mientras sea una persona más o menos coherente, le da igual también de dónde vengan los poderes, mientras que, por otro, le sigue produciendo una ligera sensación de desasosiego o inquietud saber sobre las habilidades de Katrina y Braduin, ya que, por mucho que intente eliminar sus comentarios o su manera de ver las cosas, sus dos compañeros les siguen produciendo escalofríos. Así, la cara de Taji resulta en un extraño compendio entre un mayor o menor pasotismo y una incontrolada y natural expresión de miedo. Más que cualquier clase de mueca, parece más una pequeña parálisis facial.

Katrina escucha a sus compañeros en silencio, recostada en la silla.  Cuando comienzan a hablar sobre excederse ella sigue en silencio, pensando esta vez en sus cosas, esperando que no llegue la ocasión en la que "eso" suceda y no pueda controlarse. Después cambian de tema y ahora Branduin ha comenzado a hablar sobre sus habilidades; no es que a ella le haga mucha gracia contarle a nadie como funciona su mente, pero tal vez pueda ser útil.

-Bueno, la verdad es que la definición de Rolf es buena; digamos que puedo controlar en gran parte el hielo, y puedo, hmm...-calla y piensa unos segundos -manipular los sentimientos y sentidos de las personas por así decirlo. Lo bueno de todo eso es que viene de aquí.-Dice, dándose unos golpecitos en la sien con un dedo, con una ligera sonrisa en la cara. -De forma que en muy pocas ocasiones se ve lo que estoy haciendo; factor sorpresa. Concluye, con aire interesante.

La puerta de la posada se abre y entra un individuo que choca con el local e incluso con la propia ciudad al completo.

Es un apuesto y elegante joven de cabellos dorados, ojos azules y u cuerpo alto y esbelto; aunque más que su belleza destaca su ropa: un frac negro con un chaleco y una camisa clara debajo, unos pantalones y zapatos del mismo color que el frac, unos impolutos guantes blancos y una fina cinta roja en el cuello; ropajes que os recuerdan a los mayordomos de las familias de alta alcurnia.

El joven echa una rápida mirada a la habitación con rostro serio hasta que, claro está, os mira fijamente a vosotros. Con solo unos pocos pasos llega a la mesa, colocándose justo entre Morslav y Lorenzo, y saca una carta de uno de los bolsillos internos del frac mientras habla

-Buenos días señores, soy el mayordomo personal del amo Galore; vengo por orden suya a entregarles una invitación formal para tener una audiencia en su mansión -dice sin mirar a nadie en especial mientras deposita la carta en la mesa- Los detalles están escritos. 

Deja un par de segundos de silencio, como cortesía, y sigue hablando (interrumpiendo a cualquiera que haya empezado a  hablar en ese tiempo)

-Si ninguno de los presentes sabe leer, con gusto les ayudaré, si no hay ningún otro problema, me marcho a cumplir con otras tarea -tras una rápida inclinación, se gira y comienza a retirarse rápidamente, saliendo del local sin cerrar la puerta mientras nadie lo interrumpa; de ser interrumpido, os despacha con unas rápidas y educadas palabras aludiendo a las prisas de sus otras tareas, dejando claro que toda la información que necesitéis está en la carta.

El joven mantiene un tono y una actitud perfectamente educada, impoluta, justo como se debería comportar el mayordomo de una familia importante. Su mirada no es despectiva, ni desafiante ni insultante en ningún momento, pese abismo que separa su aspecto del vuestro, si no más bien os parece alguien agradable.

Cabe destacar lo extraño de las palabras "amo" y "audiencia", una por no ser usada más que por esclavos y la otra por ser algo que conceden personalidades del grado de un príncipe, no es adecuado ni siquiera para la alta nobleza (y más rechina aún por el lugar).