Partida Rol por web

Después de vuestra incursión en las zonas subterráneas de Coruscant, y a pesar que conseguisteis una buena cantidad de créditos, dado que vuestro transporte consume recursos y necesitáis pagarlos, volvisteis a Coruscant en busca de algún negocio extra.

No nos vamos a engañar, los años fuera de la ley no os hacen el mejor objetivo para negocios lucrativos a largo plazo y lo único que sabéis buscar son ese tipo de negocios que no requieren que te registres en un edificio Imperial, que te otorguen una Razón Social o que te hagan pagar impuestos, y así es como acabáis dando con un contacto a priori no muy de fiar.

Después de haber hablado con mucha gente y de haber recorrido cantinas y otros lugares de ocio en Coruscant, un tal Janus, que se presenta como oficial imperial, se pone en contacto con vosotros, a través de lo que el llama una línea segura de comunicaciones, para ofreceros un negocio de contrabando de armas del imperio.

¿Quien podría fiarse de un oficial imperial? Os preguntáis nada más cortarse la comunicación y cercioraros de que no seréis capaces de llamar a vuestro contacto, pues parece que el canal que ha abierto ha sido solo temporal. Es sencillo, Coruscant está lleno de miembros del ejercito imperial algo cansados de cobrar X créditos cada mes arriesgando su vida, en ocasiones, en misiones fuera del planeta en el que viven y se buscan un sobresueldo tratando con gente de la peor calaña. Sí, para el imperio, vosotros también sois gente de la peor calaña.

Sabéis que tendréis que tomar precauciones, pero el contacto parecía de fiar. Os ha citado en una zona de muelles de carga al caer la noche, en Coruscant, en algún punto en una de las cortezas más superiores, aquellas que todavía pueden ser iluminadas por la luz de la estrella que gobierna el sistema estelar en el que se halla el planeta. Según lo que os ha dicho, el mismo, negociará con vosotros el precio de una comisión del cargamento que os entregará consistente en armas confiscadas a las bandas que pueblan el planeta capital.

La noche ha caído como una losa en Coruscant. En la zona de muelles en la que os encontráis hay poca actividad, que contrasta con la bulliciosa ida y venida de gente, naves y cargamentos que se da durante el día. Os sobresaltáis a la más mínima señal de peligro. Un pequeño roedor aquí, un escape de gas de una chimenea, o incluso un sonido lejano de tráfico rodado son suficiente para poner los nervios a flor de piel.

Llegáis a vuestro punto de reunión, situado entre enormes cajas marcadas con símbolos del Imperio. Allí, rodeados de los contenedores venidos de todos los confines de la galaxia, os disponéis a esperar pacientemente a Janus, el oficial imperial que os ha ofrecido un negocio verdaderamente suculento: un cargamento de armas confiscadas a bandas moteras, a cambio de una comisión.

Os gusta la puntualidad, pero sois conscientes de la problemática de pasearse por Coruscant intentando no llamar la atención de otros soldados y oficiales imperiales. Por ello, no os queda otra que ser pacientes.

El grupo permanece oculto a la sombra de algunas de las cargas que permanecen en el lugar a la espera de ser trasladadas en algún momento del día. La cazarrecompensas camina inquieta de un lado para otro, con una actitud entre aburrida y en guardia.

Aunque no podéis ver su rostro, oculto por el casco, coemnzáis a pensar que bajo ese visor se esconde una mueca de desagrado. El verdadero motivo de ese desagrado, sin embargo, no lo alcanzáis a comprender con seguridad.

EL negocio parecía sencillo y tenía el clásico encanto de traficar con un cargamento. Suerte que Azo había previsto esa posibilidad acondicionando para ello "El Fenix", de tal forma que sería más sencillo resistir una inspección indeseada.

El grupo parecía cada vez más consolidado, los lazos entre S´ys, Garr y él mismo se habían afianzado durante los meses posteriores a la captura y venta del Jedi al Imperio. Ahora sabía que su espalda estaba bien cubierta, y sobretodo que el lagarto no comía humanos (vivos).

Luego volvió su vista hacía Talya. Era extraña, parecía siempre llevar un sarpullido que la hacía estar irritada y exasperada la mayor parte del tiempo. Esperaba que poco a poco se le fuera pasando y pudiera sentirse cómoda con el resto del grupo.

-Se retrasa. No me gusta demasiado, y no me fío de los imperiales. Cuando aparezcan creo que lo mejor es que S´ys, que es nuestro experto en armas a distancia, permanezca oculto.

<Activando sistemas de gasto ahorro de energía. Situación carente de sentido. Orgánicos inactivos, a la espera de algo>

<…>

<…>

<…>

<Aburrimiento>

<Activando sistemas motores. Analizando el lugar>

Tras haber permanecido inmóvil, el droide comienza a moverse mientras su lente se mueve hacia todos los lados. Pasa al lado de Azo cuando este suelta su recomendación.

<Humanoide nervioso, nivel de cortisol subiendo. ESTADO: Nervioso>

<ANALISIS: ¿Situación peligrosa o solo cobardía y mal análisis del humanoide?>

<Nota importante: guardar en sistemas nombre de los tripulantes para futuras comunicaciones. Analizando “S’ys” >

<………………………….Análisis completado>

<Nombre ridículo, similar al puesto a mascotas ¿Nombre de la criatura peluda?>

<Análisis de campo visual del que ha hablado. En rango hembra metálica. APUNTE: Sistemas motores y complementos físicos de la hembra del agrado de esta unidad. BUSQUEDA DE FRASE UTIL PARA ANALISIS: ¡Está cañón! Criatura reptiliana también en rango. ¿Posible dueño del nombre? Faltan datos>

<mantener sistemas de análisis……. Por hacer algo. Espera ineficaz y sin sentido>

Sys-Kain se había quedado un poco apartado, tendido cuan largo era en el techo de uno de los contenedores de descarga. Desde allí tenía una buena perspectiva de la zona de la reunión. Tenía en las manos su nuevo rifle bláster y se había traído también las gafas de visión nocturna.

Mientras esperaba, calibraba la mira del láser usando la brillante calva de T1-M1 como punto de referencia. Supuso que un disparo a esa distancia podría vaporizar los chips de memoria del nuevo droide, pero seguro que encontraría blancos que no supusiesen una pérdida económica para el grupo y mereciesen más estar en la mira del trandoshano.

Sonrió mostrando todos sus dientes aunque no había nadie cerca para verlo. Siempre aparecía la presa adecuada. Era cuestión de tiempo. Susurró por el comunicador: -En posssición. Desde aquí verossss todavía más feos, harharharhar...

La comunicación por radio en el Fénix seguía atormentando al wookie. Una mezcla de pesar e incertidumbre le habían acompañado durante todo el trayecto hasta Coruscant.

Había prestado poca atención a los arreglos del nuevo negocio que tenían entre manos. La delegación de esta operativa en Azo, había dado buenos resultados hasta el momento.

Al desenvainar el hacha colgada a su espalda, noto la rigidez de la nueva armadura que había adquirido. Se encogió repetidamente de hombros, intentando amoldarse a su nueva protección.
La molestia de la armadura pasó a un segundo plano cuando el droide del piloto llamó su atención al lanzar pitidos intermitentes, y drigiendo su mirada hacia la zona de encuentro, confió en que los ruidos del robot no desvelaran su posición.

Desde vuestras respectivas posiciones todo parece tranquilo. Parece un sitio seguro, probablemente nadie reparase en vuestra reunión y todo será un trabajo muy sencillo, de esos que suceden pocas veces en años. Sois pacientes.

Una voz en tu conciencia te dice que, aunque la zona parezca segura estás seguro que puede que algo perturbe toda esa tranquilidad. Pensando en ello, miras a tu alrededor y te fijas en las cámaras de seguridad que plagan cada esquina en todas las partes de la ciudad. Quizá tendríais que comprobar perfectamente el radio de acción de cada cámara o quizá vuestra mejor opción sea tirar abajo el sistema eléctrico de estas, pero eso pondrá en sobreaviso a las tropas imperiales, y podría echar al traste todo el contrato que estáis a punto de llevar a cabo.

Sobre el contenedor en el que te has colocado todo se ve desde una perspectiva diferente, y la paciencia te ayuda a pensar, ¿habéis tomado las precauciones necesarias? La zona es apartada, pero sabes que el Imperio tiene espías en todos lados, dispositivos de audio que pueden estar escondidos en cualquier recoveco a la escucha de cualquier chanchullo, como no vigiléis con ello puede que al final acabéis entre rejas. Quizá sea algo que puedas indicarle a tus compañeros.

Te has hecho a tu nuevo grupo a la perfección o eso piensas, ok, son orgánicos, pero eso no tiene porque... espera. Son orgánicos, y por lo que sabes son bastante cortos, la misión para la que vais a trabajar no es trivial ni mucho menos, un oficial imperial vendiendo mercancía sustraída, fijo que algo sale mal.

Mientras llegabais al lugar de la reunión te has podido fijar en que los muelles están bastante repletitos de guardias de seguridad de la Corporación Czerka, por los símbolos en sus chaquetas, sería una pena que, ahora que has vuelto a la carga, uno de esos inútiles orgánicos te jodiera la existencia haciendo que te revendieran, que te pusieran en stand-by durante, vete tu a saber cuantos años, y que perdieras la oportunidad de seguir trabajando en tu recogida de información.

Los análisis del pequeño droide empezaban a ser extraños para un simple T1, por lo que Azo le dio un "cariñoso" golpe con la barrita luminosa. La confirmación de que S´ys estaba en posición hizo que se tranquilizara un poco pues el lagarto los avisaría si alguien se acercaba.

-De acuerdo S´ys, aquí abajo sin novedad. -Luego se dirigió a Talya. - ¿Sabes algo de Aldor? -le preguntó.

El trandoshano casi se rió abiertamente al escuchar a Azo preguntar a Talya. A ti te lo va a contar, después de como acabaron las cosas entre ellos. Las relaciones entre mamíferos eran complicadas, pero si Aldor hubiese seguido los consejos de S'ys seguro que habría acabado formando una buena camada con la hembra pelirroja. O muerto. Muerto por disparo de bláster, que también era una posibilidad. 

-Aquí no mucho que ver por ahorrrra. Pero yo pensar: imperiales usar espías y drones, tener micros, ¿¿¿ssssiiiiiií??? Yo llevar essssscaner, hacer barrrido. Vosotros echar un vistazo a ras de suelo, ¿¿sssiiiiií??? No tener ganas de acabar en mina de sal imperial.

A ver si ese droide viene equipado con sensores de verdad. Seguro que nos han dado lagarto por cría de rancor no pudo evitar pensar.

La cazarrecompensas se mantiene ahora ligeramente reclinada sobre una pared, su arma en mano, sus dedos tamborileando sobre la misma. Cuando Azo se dirige a ella sobre Aldor, Talya exhala un suspiro de hastío como respuesta.

Por el momento no hay nada sobre él que me interese como para molestarme en descubrir su paradero o cualquier otro detalle sobre su existencia. Si quieres poner un contrato de por medio, me encargaré de averiguar lo que necesites.

T1-M1 comienza a moverse alrededor de Azo dándole este un ligero golpe con la linterna.

< 1 - Golpe de advertencia. Posible nuevo ataque>

< 2 – Orgánico muy flojo. ¿Este es el que va a defendernos?>

T1-M1 mira de arriba abajo a Azo y vuelta un pitido largo.