La boda se celebró al atardecer, en la colina donde se pretende construir la catedral. El suelo ya ha sido bendecido por el Chambelán, en espera de otros trámites que requieren aprobación. La colina es un sitio precioso, con unas vistas estupendas del valle, con el pueblo y el río. La ceremonia la ofició el propio Sebastien, al que le costaba mantener la compostura debido a la emoción (y a alguna copa de más para celebrar tal ocasión). A modo de altar improvisado, se construyó una preciosa pérgola de madera de pino pintada de blanco, toda cubierta de rosas rojas. A las espaldas del Chambelán, el Sol que se pone dando a la escena un aire mágico.

Han venido invitados de todo el mundo. Es algo impresionante y digno de verse. Se han situado gran cantidad de sillas para los invitados de mayor abolengo, cientos de ellos. Tras estos, otros tantos nobles menores que contemplan la escena de pie.

Al fondo, separados por la milicia, se encuentra el pueblo llano. Hoy están contentos y festejando. Para evitar altercados y levantar el espíritu del pueblo, a petición de Sebastien, se concedió permiso para cazar, pescar y recolectar frutos del bosque durante toda la semana previa a la ceremonia, y se han mandado llamar juglares y trovadores al pueblo, al que también se han llevado grandes barriles de cerveza Irlandesa por gentileza del padre de Carienn. Según muchos, la mejor cerveza del mundo.

Es un día feliz, y la verdadera fiesta comienza cuando el Chambelán pronuncia las esperadas palabras_

-Por el poder que me confiere la Sagrada Iglesia Católica, yo os declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.

Asenoc levanta el velo de su mujer, dándole un cálido beso.

La plebe a cientos de metros de vosotros grita enfervorecida y lanza gritos de júbilo. Los nobles más cercanos aplauden. La fiesta ha comenzado. Poco a poco, los nobles se acercan a felicitaros y a desearos prosperidad en vuestro enlace, con extraños y lujosos regalos.

Obviamente, vuestra ancla son los Recursos (6). Asenoc gana con este enlace al padre de Carienn como Aliado y Carienn gana con este enlace el acceso a las Fuerzas Militares de Asenoc (6).

El padre de Carienn no necesita hombres ni necesita nada. Todo ha sido un montaje para saber si Asenoc era un digno pretendiente, y ha pasado la prueba. El viaje de novios será a Irlanda, acompañando al padre de Carienn y a su séquito. A la vuelta, miles de hombres del padre de Carienn os acompañarán de vuelta, para unirse a tu ejército. La dote del padre de Carienn ha sido mucho más generosa de lo que Asenoc esperaba. Ahora podréis construir la catedral sin problemas.

Todavía faltan invitados por confirmar su asistencia a la boda, y me temo que llevará un tiempo. Aparte de que hay algunas cosas que están ocurriendo en la linea temporal de la partida ANTES de la boda, motivo por el que vosotros dos os podéis ver algo parados durante unos días.

Por ese motivo he aprovechado para abrir esta escena, para que al menos podáis conversar libremente entre vosotros dos y conoceros. A medida que vayan llegando los invitados que me faltan los iré incluyendo aquí.

Me agarro del brazo del conde, mi nuevo esposo. No puedo evitar sentirme abrumada a pesar de la felicidad del enlace. Nunca había visto tanta gente junta y pendiente de mi, no puedo evitar que me tiemblen un poco las manos. Miro a mi padre, esperando verle contento con el enlace.- Hay mucha gente...- susurro, mirando tímida en derredor.

Notando el temor de mi esposa imprimo algo de firmeza en el brazo para reconfortarla y que se sienta mas segura.

Creo que deberas acostumbrarte a esto amor mio. Ya no eres una niña que deba complacer a su padre. Ahora eres una mujer responsable de una gran casa. Mucha gente depende de las decisiones que tomemos. Muchos acudiran a ti para pedirte consejo.

Cuando nos reunamos con los invitados para saludar y recibir sus bendiciones aprovecho la oportunidad para acercarme a Ruth.

Carienn. Permiteme que te presente a Ruth. Si no tienes inconveniente la he nombrado tu Paladin y compañera. Es una guerrera excelente y conoce toda la region como la palma de su mano. Su unico trabajo es ayudarte en todo lo que necesites.

Ruth. Te presento a mi esposa Carienn.

Asiento ante las palabras de Asenoc y me dejo llevar. Saludo a todos los invitados con los que nos crucemos con educación, pero sin mediar mucha palabra. Nos acabamos parando frente a una mujer habillada con un guerrero, cosa que me extraña, pero tras escuchar las palabras de mi esposo, lo confirmo.

-Encantada Ruth...- le sonrío amable y hago un gesto de respeto, inclinando ligeramente la cabeza.- Una mujer guerrero, es lo último que me esperaba ver en mi vida, desde luego.- Un placer contar contigo como mi paladin...- me vuelvo a Asenoc.- Eres muy amable esposo por cederme como paladín a una mujer tan osada- sonrío gentilmente, aún con cierta extrañeza por conocer a una mujer ocupando el trabajo de un hombre.

-Mis respetos Señora. Podéis contar conmigo día y noche, cuando necesitéis. -Ruth es una mujer de estatura similar a la de un hombre. Con casco probablemente sea imposible distinguirla de un hombre. De complexión fibrosa, muy acostumbrada al ejercicio físico y con una musculatura excepcional para una mujer. De carácter serio, es raro oír su voz, por lo general no habla a menos que tenga algo muy importante que decir. A simple vista, se podría decir de ella que es una mujer nerviosa, porque incluso cuando está en posición de firmes realiza pequeños giros de cabeza, como un gorrión que mira a su alrededor para no perder detalle.

En ningún momento dejo de estár con ojo avizor de lo que hace Asenoc y lo que pasa a su alrededor, soy su nuevo guardaespaldas. Miro a los nobles invitados uno a uno y a los compañeros que tenía antes en ningún momento pierdo de vista mis armas y las tanteo a cada rato. Los más parecídos a mi son Lorenzo y Admes así que les miro con un poco más de detenimiento.

El banquete se presentaba de lo más aburrido. Todos los nobles dela zona y demás compromisos guardando la compostura y fingiendo felicidad y opulencia, pese a que algunos atravesaban verdaderos problemas económicos. Este sería un muy buen sitio para que salieran, o por lo menos de intentar, mejorar su estatus queriendo firmar algún acuerdo comercial, o el favorde algún desgraciado que no conociera sus juegos.

Yo mientras tanto, me divertía poniendo nerviosa a mi esposa jugando con mi mano por debajo de la mesa. Me encantaba como se ponía colorada cuando algo la avergonzaba o la ponía en un aprieto. Tras contar varias veces a los invitados de mi alrededor el ataque sufrido por los salteadores de caminos, y unas cuantas copas de vino dulcedespués, el alcohol empieza a hacerme efecto y empiezo a aprovechar la ocasión para animar la velada con algunas anécdotas curiosas sobre mi hermano, y su peculiar modo de vida.

Guillem hacía muchísimo tiempo que no acudía ni era invitado a ninguna ceremonia de tal prestigio. Su aguerrida vida le había apartado de muchas cosas, incluido el matrimonio. Acudir a una boda producía un doble sentimiento en el corazón del templario... por una parte alegría por los conocidos que contraían matrimonio y por otra parte tristeza por su solitaria vida sin hogar fijo, ni esposa ni hijos.

De esta forma Guillem se mantuvo algo al margen durante el transcurso del día. Comprobando la vigilancia del evento y hablando más bien poco.

Entre tanto se encontró con Valahir y su esposa y se acercó a ellos.

-Veo que están disfrutando de la ceremonia -carraspeó Guillem a unos metros de la mesa donde se encontraban.

-No he tenido noticias de vuestra noble casa desde que partimos de Constantinopla tras la visita de Nicéforo. Nuestro anfitrión no me ha hablado sobre mi libre disposición de elegir donde hospedarme (off-rol: tal vez al master se le haya pasado el comentario que hizo mi personaje). He estado ocupado organizando la defensa de esta zona y defendiendo a Asenoc, sin embargo parece ser que confía más en sectarios Hassassins que en soldados de Nuestro Señor como guardaespaldas y eso me preocupa. Parece que hay una rebelión por estas tierras y Asenoc no me ha comentado cual es su enemigo o quienes pueden estar en su contra para protegerlo mejor. Quizá vos hayáis escuchado algo -Comenta al matrimonio que parecen bastante felices tomando asiento junto a Valahir.

(Yo puedo ayudar a unificarnos un poquito mas, tengo contacto con todos menos con Valahir creo)

Durante la ceremonia pido a Sebastien que reuna a Guillem, Narses y Admes. Me uno a ellos en una sala apartada para evitar escuchas indiscretas.
Sentaos caballeros. Como bien sabeis tengo cierta confianza puesta en vosotros. Lo que voy a deciros es de suma importancia. Quizas esteis al tanto del intento de asesinato del Conde Marcos hacia mi persona. De no ser asi... no voy a contaros todo el asunto.

Basta decir que el ahora extinto Conde Marcos era solo un peon en algo mas grande. Hoy tenemos reunidos aqui a la mayoria de nobles de la zona. Me parece un momento excelente para indagar sobre el tema.
Voy a ordenar que añadan una pizca de aguardiente en el vino que se sirva a los nobles. Esperad a que el licor haga sus efectos y probemos su lealtad.

Nos reuniremos mañana y me contareis que habeis averiguado. ¿Algo que querais añadir o que me querais comentar antes de abandonar la sala?
 

Miro toda la sala donde nos reune ASenoc y a cada uno de los invitados allí presentes, asiento ante las instrucciones que nos dá.

-¿Necesita algo más de mi mi señor? - Digo cuándo finaliza su charla

Saco la mano de debajo de la mesa cuando escucho acercarse a Guillem. Una sonrisa se dibuja en mi cara cuando le veo acercarse:

- Benditos los ojos que le ven Guillem. Por favor sientese  con nosotros, y no se preocupe, de momento por ese tipo de situaciones. Creo que una boda es para celebrar acontecimientos, y qué mejor momento para celebrar que he conocido a un nuevo familiar, y que encima este, sin saberlo, me ha salvado la vida. Bebed amigo Guillem, por favor, bebed a nuestra salud. Termino de decir mientras lleno la copa del Templario y alzo mi copa queriendo brindar.

- Po-por supuesto, mi señor-afirmo inclinándome torpemente hacia adelante mientras pienso.

"¿Confianza?¿En mí? Hace unos días que me conoce, y ni tan siquiera nos vemos con asiduidad. Sin embargo, lo que más me preocupa es eso del intento de asesinato, ¿quién es el Conde Marcos?¿A qué viene todo esto?"

Al salir de la sala, y más cuando nos encontramos Narsés y yo solos y el señor Asenoc se adelanta a nosotros, detengo a Narsés y le hablo.

-Perdona, Nar...sés- digo dudando- ¿pero qué es lo que dice el señor Asenoc?¿Y quién es el Conde Marcos?¿Y por qué quiere matarlo? Explícame el asunto.