Partida Rol por web

Me recorre una sensació muy extraña, incluso me provoca... ¿Inseguridad?
¿Pero que coño?. ¿Habeis notado eso?

¿una misteriosa dama?

¿Sera posible?. No, no debo ilusionarme, el hombre parece honesto, y si mi rostro demuda, podria ocultarme la noticia mas precioso que hay... al menos para un corazón como el mio...

¿Sera acaso una compatriota en peligro señor?. Por favor, contadme lo que sepais sobre ella, puede que no sea un caballero como los de las leyends, pero si en verdad hay una dama, es el deber de unoayudarla, especialmente si es de la amada patria...

- No he notado nada, salvo a un niño insultando a quien es miles de veces mejor que él - digo mirando a Zalkar con seriedad y bastante aspereza- Hablais con el emperador, y no con un miembros de vuestra familia de pillastres. Si lo menospreciais a él, menospreciais a sus súbditos, y a aquellos sobre los que manda. O lo que es igual, me menospreciais también a mi. Y no os lo aconsejo, por muchas que sean las ínfulas que os dais.

Mmmmm, era una joven, supongo que en aprietos, pues parecía ir con prisa, tenía un grazo en cabestrillo. - El mercader trataba de buscar una explicación al cambio de tema de comerciar a la joven a la que ayudó. - Sólo hablo de temas espinosos con gente de confianza, y para mi la gente de confianza es la que negocia y comercia conmigo.

Así pues el comerciante miró a 'tío' y 'sobrino' esperando su respuesta.

Guiño un ojo en un gesto que trata de ser discreto a Magner, sin embargo mi torpeza lo hace evidente, pues lo acompaño de varios gestos extraños moviendo la boca y cabeceando en dirección al comerciante para tratar de poner sobre aviso a mi superior sobre alguna cosa misteriosa, gestos que no pueden pasar desapercibidos a ningún observador.

Sin prestar atencion a Stred continuo hablando con el comerciante; haciendo de tripas corazón

Es cierto, perdone mi falta de modales, sin querer le he ofendido; pero es un caso como ese, me recuerda algunas historias...
estoy seguro que si fuera de noche podriamos intercambiar algunas, pero vale,veamos que mercancias tiene.

Mi mirada sigue no ausente como hace horas, si no un tanto apagada y melancolica.

No me ha ofendido señor, ni mucho menos.

El comerciante abre la caja. De ella extrae un pergamino.

Decidme, que es lo que estáis buscando, así nos ahorraremos tiempo.

Me interesan generos de diversos tipos, en especial armas y, joyas y diversas prendas.
Aun que debo decir que me a interesado el cofre de esa bella dama...

O por favor, se me olvidaba.

Tanner!!!, trae aca la mercancia!!!, aprisa que no podemos dejar esperar a nuestro amigo. Sin embargo, mi rostro no corresponde del todo con mi voz, ya que denota la pena que me envuelve, sin embaro al sentirme le tiño con los colores de la alegria

Miro durante unos largos instantes a Magner, totalmente estupefacto, hasta que me doy cuenta de que Tanner soy yo en realidad. En ese momento, una sonrisa de complicidad se pinta en mi cara y me felicito a mi mismo por mi astucia.

Se le ha cambiado la cara, al viejo, se ha puesto serio. Creo que se ha dado cuenta de que no es de fiar y ha decidido seguirle el juego... - pienso para mi, mientras me acerco a la mula que contiene las mercancias con las que supuestamente comerciamos, tirando de sus riendas con brusquedad para acercarla a los dos interlocutores.

¿Qué debo sacar, tío? - pregunto ingenuamente, recalcando con retintín la palabra "tío".

Meneo un par de veces la cabeza en un gesto de resignacion:

hay este muchacho, definitivamente nacio para pelear, no para comerciar, ojala en lugar de traerlo conmigo le hubise metido en la guardia...

Trae la lista..- meneo de nuevo la cabeza- no, mejor trae al animal, le mostraremos anuestro amigo lo que comerciamos.

El comerciante ve algunos de vuestros objetos. Las telas y enseres que comprásteis en Prwnk.

Mmmm, no veo nada que me interese, pues ya tengo suficiente de lo que me ofrecéis. - Mirando a Magner accedió a sus pensamientos. - Sigo viendo que os interesa la caja. No suelo dar mi palabra en vano, ni suelo dejar perder una buena venta. Es vuestra por 750 peniques.

Tras pensar una micra de segundo proxigue.

Siempre y cuando me aseguréis que si os encontráis con la mujer que me lo troqueó por el pasaje en mi barco se lop entregaréis. Responde al nombre de Kanmar. - Al ver la cara de Magner. - ¿O es familiar?

Seguis camino, al cao de unas horas a lo leos en el camino véis un grupo de gente con carretas, formando una caravana de comercio, están detenidos hablando con otros dos hombres, a primera vista pueden ser Magner y Stred, pero la lejanía hace imposible estar seguro.

Kanmar... -empiezo a recordar poco a poco de donde me suena ese nombre, de repente, mi lostro se ilumina ligeramente, y tras una tenue sonrisa- efectivamente, la conosco, aun que hace tiempo que no sabia de ella, a saber en que problemas se habra metido ahora....

No dudeis buen hombre que el cofre llegara a su destino, yo personalmente se lo entregare, con vuestras salutaciones...

Viendo que el negocio marcha bien, me propongo a revisar el listado de mercancias, para ver si hay algo mas que em interese

En el listado el comerciante lleva practicamente de todo lo necesario para una casa, caza, hornamentación, joyas y artesanía.

750 peniques..., por una caja!!! - exclamo con sorpresa, más alucinado aún al darme cuenta de que Magner está dispuesto, al parecer, a pagar lo que piden por ella sin regatear en absoluto.

Allá él, lo que no comprendo es de donde piensa sacar el dinero...