Partida Rol por web

Un hombre con el uniforme del ejército de Górnoran ensangrentado y tambaleándose, emerge entre las ramas del arbusto, tras miraros trata de huir de vuestra presencia, sin embargo las fuerzas le abandonan y cae de rodillas, para arrastrarse torpemente, el miedo que expira es palpable.

 Corro hacia el gritando

Aprisa sobrino, un valiente soldado de Gornarac herido.

Rompo parte de mis ropas para vendarlo.

El emperador al ver a sus hombres seguir al herido guerrero del reino del goblin, se acerca con paso rápido.

Incorporarle, tiene muchas cosas que contarnos, aseguraros que esté bien y su vida no corra peligro.

Dice viendo el estado del maltrecho hombre, para mirar al resto de la comitiva imperial encubierta.

Me concentro en seguir protegiendo al emperador. Al fin y al cabo el soldado estaba huyendo, lo que abre muchos interrogantes, ya que en principio ¿por qué alguien tendría que huir de nosotros? Seguro había una explicación razonable. Pero fuese como fuese, Sellesh no baja la guardia. Hay otros mejores que el para sanar, y de hecho ya lo están haciendo. Asi que mantiene su vigilancia

El grandullón miró al hombre ensangrentado, miró a su alrededor observando los movimientos de su entorno. Estaba demasiado acostumbrado a las celadas como para estar tranquilo.

El hombre parece calmarse al notar como le curan. Mientras le aplica una cataplasma y un torniquete en su pierna, Magner detecta algo escalofriante, las pupilas del hombre están completamente blancas, cegadas sin duda por una quemadura. Está completamente ciego.

Termino con todo el dolor de mi alma de curarlo, pongo un poco de agua fresca en su rostro para lavarlo, lo acomodo en mi regazo

 -Soldado, somos amigos, puedes decirnos con confianza lo que paso...

Ningún hombre, ser o bestia se merece algo tan horrible.

¿Quiénes sois? - Masculló alargando los brazos al vacio de donde provenía la voz de Magner. - Si sois amigos debéis abandonar estas tierras, el bien las ha abandonado.

 -Somos viajeros, venimos de la capital. En ella se a librado una gran victoria, en la que las fuerzas del rey goblin y sus aliados lunares han triunfado sin grandes perdidas. Peor dime, que es lo que te ha pasado, y por que dices que el bien nos ha abandonado

Miro con rostro preocupado a los demás.

Maldición. - Suspiró. - No pudimos avisaros, nos cogieron por sorpresa en la noche. Salieron de todas partes, hombres salvajes, acompañados de unos seres de cuatro brazos, forrados en unas formidables armaduras inexpugnables. Unas criaturas aladas escupían fuego. A algunos nos capturaron y nos torturaron, pero algo ocurrió, algo les llamó la atención al norte. Mataron a mis compañeros, a mi me dieron por muerto tras quemarme los ojos con un acero incandescente.

Ante la narración del soldado ciego, mi mirada se desvía en lo que se supone es el norte, y con cautela, dedico unos segundos en meditar acerca de dicha dirección y lo que en ella hay.

Dreina? o quizás Las montañas de Farsefar?

Ahora puedes estar tranquilo, soldado, estás a salvo. - lo tranquilizo, uniéndome a Magner en las posibles curas, aunque la ceguera, casi sin lugar a dudas, será para siempre. - Pero cuéntanos acerca de esas criaturas de las que hablas, has dicho que poseían cuatro brazos y una feroz armadura, ¿pero puedes decirnos algo más? ¿y acerca del suceso del norte? Fuese lo que fuese, ¿sabes si ocurrió en las montañas Farsefar?

¿Seres de cuatro brazos y criaturas aladas que escupen fuego...? - murmuro poniendo cuidado en que no pueda oírme el herido soldado, mientras acaricio reflexivamente arriba y abajo la enorme cicatriz que cruza mi rostro - Está claro, este hombre ha enloquecido por el sufrimiento y el dolor. No pueden existir tales seres, ya que nunca los he visto - afirmo categórico para quien quiera escucharme - Los montañeses esos quizá, aunque también lo pongo en duda..., a saber lo que le ha ocurrido realmente. Tal vez bebió demasiado en alguna taberna y no recuerda más que los delirios de borracho, ¿a quién no le ha ocurrido en alguna ocasión?.

 Sobrino, ¿te parece que este valiente soldado esta delirando?. Suficiente a sufrido para llevar esa información a manos útiles. Si tu fueses soldado. ¿harías lo mismo?. Estos son tiempos extraños. No sabemos con que nos podemos topar.

Sobrino..., pero señor, usted..., ehmmm, uhmmm - respondo, cogido por sorpresa - ah, sí, sí señor tío, quizá tenga razón. El pobre tiene mal aspecto y sí, claro, si yo "fuera" soldado - añado, guiñándole un ojo a Magner de una manera más bien poco discreta - haría lo mismo. Sí claro, señor..., señor tío.

 Verifico si puedo mover al soldado herido sin mucho riesgo de reabrir sus heridas

El hombre herido de gravedad suspira y trata de esforzarse por hablar.

Esos seres fueron al norte, algo les llamó la atención, los salvajes siguieron hacia el oeste, creo, pero como ve no veo, solo era mi intuición por hacia donde se movían. No le puedo decir más. Hablaron de la ciudad sagrada, solo se eso.

El hombre suspiró, sus abiertas heridas seguían sangrando, aunque algo menos gracias a las ayudas de Magner y Taurnil.