Partida Rol por web

La única del grupo que conocía la sensación de una teleportación era Marta y posiblemente, la agente Donovan, pero eso tan sólo resultaba una suposición. La sensación resultó ser parecida a cuendo estás en una atracción y sientes un pequeño hormigueo en el estómago debido a una brusca bajada, aunque en seguida desaparece. La vista se nubla unos instantes, aunque al recuperarla tuvisteis que cerrar un poco los ojos, ya que tanta luminosidad hacía que os dolieran.

El sol reflejado en aquel gélido lugar era muy molesto, así que lo primero quehicisteis fue colocaros las gafas antes de ni siquiera moveros. A vuestro alrededor kilómetros y kilómetros de hielo y agua, auque al menos los trajes hacía bien su cometido, ya que el frío era algo soportable.

Frente a vosotros podíais ver un lugar tal que así:

Era como una enorme cueva y no tardasteis en ver a hombres armados saliendo de ella.

- Bienvenidos a todos al culo del mundo.. - Dijo la agente Donovan mietras señalaba a ese preciso lugar. - Ahí está nuestro campamento base. Tenemos hata comité de bienvenida.

La sensación del teletransporte me es conocida e incluso es agradable y al menos no acabo convertida en un cubito de hielo nada mas llegar, el traje es bueno y es de agradecer lo que más me fastidia es el resplandor que casi me deja ciega.

Bien, por cierto ¿se supone que este o de donde venimos van a seguir siendo sitios "seguros"? no esta de más saber a donde puedo teletransportarme si las cosas se ponen feas...  Digo mientras me pongo a andar hacia el campamento para estar a resguardo.

Cegado por la radiante luz del sol me pongo rapidamente las gafas de sol y intento que mi estomago se recomponga del "viajecito". Miro hacaia donde señalaba la agente pensando en voz alta - Dificil sera que nos encuentren aqui perdidos...pero ¿es seguro? - Mientras echo a andar con los demas.

Joder con el viajecito, ha sido como un colocon con cualquiera de esas mierdas que se meten ahora los crios, ¿tu no te has gastado mucho en drogas teniendo esto, he pequeña? digo nada mas llegar mientras me coloco las gafas de sol.

Tras esto, desabrocho la correa con la que tenia sujeto el rifle y lo sostengo con las dos manos, en posicion y preparado para disparar en cuanto algo se mueva bueno reina del sado, ¿donde coño esta el libro-mierda ese que hemos venido a recoger? Y espero realmente que haya algo defendiendolo, hace tiempo que no tengo en mis manos un juguetito como este y seria una pena volver a casa sin estrenarlo comento con una divertida sonrisa en el rostro mientras amartillo en rifle.

Y de repente, aquella luz cegadora.
Martina mira a su alrededor. La inmensa blancura le obligaba a entrecerrar los ojos. Entre témpanos de hielo polar que crujían levemente bajo sis piés. Apesar de la ropa que llevaban, y al ver la gente que se aproximaba desde aquella cueva de hielo, Martina se encontraba muy sola y fría en aquel lugar tan austral.
Se encogió y reprimió un fuerte escalofrío que lee recorría el espinazo.
-Yo, en cambio, espero que no tengais que utilizarlos...- Comenta la mujer alada ante el comentário de Ícaro.
El viento gélido empezaba a incrustar pequeñas trazas de hielo entre el blanco plumaje de sus alas.
-Será mejor que nos pongamos a salvo de este viento.-

- El punto de regreso es exactamente el mismo del que hemos salido Marta, siempre se deja libre por si alguien tiene que regresar sin avisar.. - Responde la agente mientras continua caminando hacia la cueva. - Draven las puertas de las que habló Mark están justo al final de la cueva en la que te vas a meter ahora mismo..

No era demaiado camino hasta la entrada de la cueva, pero resultaba bastante costoso caminar incluso con las botas que os habían proporcionado.
Una vez en ella, pudisteis comprobar como había una docena de militares, en una especie de iglús que servían de campamento base, la verdad es que ahí dentro no se sentía ni la mitad de frío que fuera ya que estabais protegidos del viento.

Kate cruzó unas palabras con uno de los militares y luego se dirió a vosotros:

- Podemos comer y luego partir o llevarnos la comida. Tenemos bastante camino hasta la puerta, por lo que me comentan como un día y medio o dos de camino bajo el hielo.. ¿ Qué preferís?

Soy de vida sana y no tiene que ver con mis poderes que trato de no usar en mi vida normal... Contesto a Icaro de mala manera, una pena no haber podido dejarlo atras.

De acuerdo no esta mal saberlo, ya sabes donde encontrarme si las cosas se tuercen. Replico a Kate mientras trato de avanzar con dificultar a pesar de ir bien pertrechada  Estoy contigo Martina espero que sea una misión limpia llegar coger y marcharse. Eso tiene facil arreglo. Sonrio a Martina mientras la cojo de la mano y nos teletransporto directamente a la entrada cansada del lento avance y pesado avance por la nieve donde espero al resto con una sonrisa.

¿Pues entonces a que esperamos? pregunto echandome el rifle sobre el hombro derecho cuanto antes vayamos antes nos largaremos de este puto lugar. Mira que llevamos poco tiempo aqui, y ya estoy hasta los huevos de tanto hielo. El hielo para el whisky y ya vale.

Pero como podeis ser tan aburridas de no querer usar estas preciosidades les digo a la tele-yonki y a la pacifista ademas, ¿para que nos han prestado todo este equipo? Seria de mala educacion no usarlo. Venga, cojamos la comida y hagamos un picnic como si esto fuera Central Park. Al menos se va a parecer bastante en lo que respeta a las ratas.

De nuevo esa sensación de mareo al ser teleportada. Martina no acababa de acostumbrarse a aquello. Aunque agradeció el abrigo que proporcionaba aquella cueva.
-Grácias, pequeña.- Dijo amáblemente a la joven Marta.
-Creo que Icaro tiene razón. Deberíamos partir cuanto antes.- Comentó con la voz más relajada ya que ahora no tenía que hablar por encima del viento.
Entonces la mujer extendió sus alas para liberarse de las trazas de hielo que le molestaban sobremanera.
-Es una suerte poder teleportarnos. No creo que con este tiempo pudiese volar demasiado rato.-

- Bien, pues no perdamos más tiempo.. - Dijo Kate mientras en un momento entraba en una de las tiendas y salía con una mochila. - Aquí va algo más de comida y agua. Los militares han explorado la zona y dicen que hay algunos pequeños animales en la cueva, aunque como hay más entradas, que tengamos cuidado, sobre todo Marta con las teleportaciones..

La agente comenzó a caminar por la cueva adelante, hasta un lugar en el que se veían dos túneles, uno a mano izquierda y otro a mano derecha.

- Tenemos que ir por el de la izquieda. Iremos solos, los militares se quedarán cubriendo la entrada para que no tengamos ninguna sorpresa, además que aquí la cobertura es demasiado mala y si entran con nosotros perderemos las comunicaciones con el exterior..

Asienti a lo que dice Kate

Tranquila no me suelo teletransportar demasiado y menos a sitios que no veo. Veo para los dos tuneles y a mi me parecen iguales, hielo y más hielo lo que tu digas, espero que las cantimploras esten preparadas para que no se congele el agua... ya hay suficiente hielo aqui fuera... Digo abriendola para comprobarlo y de paso dar un sorbo

Era curioso como en el interior de una cueva de hielo, la temperatura se mantenía suave al márgen de las duras condiciones climatológicas que se vivían en la superfície.
A martina aquel lugar le producía una sensación algo claustrófica, apesar de sus altos techos y anchos corredores. Los sonidos se repetían en un eco sordo, y las luces de las linternas y lámparas se reflejaban en las paredes, en el suelo y arriba, en el lomo de la gruta.
Del bolsillo le colgaba un pequeño rosário, al que iba acariciando mientras andaba junto a los demás.

Me uno a la marcha del grupo caminando un poco en mi mundo, sin hablar demasiado con los demas, mirando a todos lados, puesto que aquello, por mucho que le dijesen, no le parecia seguro... El frio no se notaba tanto como en el exdterior, sin duda la ropa que nos habian proporcionado era una autentica ayuda aunque estubiesen, aparentemente, desarmados y vulnerables...

No sabes la pena que me dan comento sarcastico al oir que los guardias se iban a quedar atras eso si, me alegra saber que al menos mientras estemos aqui el soplapollas del capitan no puede llamarme para gritarme porque le halla roto los huesos a otro carterista de tres al cuarto.

Me bajo el rifle del hombro y lo vuelvo a colocar en posicion de disparo venga nenes vamos, que tengo ganas de oir hablar a esta preciosidad digo mientras me adelanto al grupo y me adentro en el tunel de la izquierda.

Icaro tomó la iniciativa y comenzó a caminar por el túnel. El suelo estaba resbaladizo y tan sólo había hielo por todas partes, ni siquiera se veían piedras, aunque el hielo no era demasiado regular. Poco a poco el camino se fue estrechando, hasta que el agente Draven que iba primero tuvo que los dos " alados " tuvieron que plegar sus alas con fuerza y caminar lentamente para no rozar ninguna de las paredes. Por alguna razón que no podías comprender, ya que no se veía ningún agujero por el que se filtrara luz, era como si hubiera un fluorescente continuamente encendido. Seguramente sería un tema de luz reflejada o refractada o algo de eso que no recordais demasiado bien de las clases de la escuela.

Por fin aquel pasillo comenzó a hacerse más amplio e Icaro se paró mirando la galería que se abría delante de él. Lo que veías no es que os gustara demasiado. Aquel lugar era enorme, su altura sería mínimo de unos 10 metros del suelo al techo de la cueva y de éste colgaban enormes estalactitas de hielo, aunque muy finas, de las cuales alguna caía de vez en cuando contra el suelo, rompiéndose en mil pedazos al llegar a él, o simplemente clavándose como si fuera una lanza.

El primer problema se hallaba ya delante vuesto. Teníais que pasar por ahí para llegar al otro lado, pero como una de esas enormes " agujas " cayera encima vuestro teníais posibilidades de no contarlo. Además, el suelo ni siquiera era liso y había alguna especie de columna por ahí en medio que os impedía ver el final de este lugar.

- Pues si a esto llaman un camino despejado el día que lo encuentren lleno de cosas qué coño van a decir.. - protesta la agente Donovan mirando hacia el fondo, aunque no podéis verla los ojos porque lleva las gafas puestas, casi jurarías que tiene los ojos entrecerrados, queriendo dar una paliza a alguno de esos militares, por listos.

Tampoco hay el espacio suficiente para volar hacia el otro lado, además que se crearía una corriente de aire que quizás hiciera que cayeran más de las estalactitas.

Miro la sala con algo de recelo.

Hay pocas posibilidades de que una de esas nos caiga encima ¿verdad? Digo no muy convencida Esta claro que los soldados no tenían que pasar por aquí... no veo el final pero quizá pueda acercarnos al final en varios saltos a sitios que vea con nitidez.

Esto debe de ser cosa de la "inteligencia" militar ¿no? le digo en tono jocoso a nuestra "lider" yo voto por derribar todas esas mierdas a base de pildoritas de plomo. Cuando esten todas en el suelo, ya no habra peligro. Ademas asi sabremos que de es capaz este cacharro respondo mientras apunto al techo, con el dedo acariciando el gatillo, preparado para disparar en cualquier momento.

Viendo el panorama la verdad es que parecia bastante dificil continuar, aunque la idea de Marta era bastante buena, si cabe menos peligrosa que la que proponia Icaro y me dirigo hacia el - No creo que sea buena idea - Digo mientras miro la cueva mas a fondo - Imaginate que nos cae todo este hielo encima, gracias a tu juguetito, no se tu, pero yo quiero salir con vida de esto... - Digo mirando a la agente Donovan, como esperando que ella, ya que era la que mandaba, nos dijera que hacer.

Martina se estremeció al imaginarse debajo de tal cantidad de hielo.
-Esto es algo claustrofóbico...- Comentó preocupada.
Miró a su alrededor. Aquella sala llena de estalactitas amenazaba en convertirse en una trampa mortal.
-No creo que sea conveniente disparar aqui dentro. El eco nos dejaría a todos enterrados bajo el hielo.-
Avanzó unos pasos estudiando el terreno. La bóbeda del techo era de una altura considerable, de manera que la caida de una de esos bloques de hielo sería mortal.
-Apartaros hacia la galería de donde venimos.- Dijo abriendo las alas en toda su extensión.
Martina se colocó justo a la salida de la gruta por la cual procedían. Abrigaba la posibilidad de que con un fuerte aleteo provocara la suficiente corriente como para hacer caer las estalactitas de la zona mas cercana.

Kate parecía algo indecisa tras las palabras de Marta, no estaba segura de que esode las teleportaciones fuera una buena idea, ya que había zonas que no se veían demasiado bien y la verdad es que su idea era llegar enteros y volver de la misma forma y a poder ser, aún respirando.

Cuando Ícaro habló de disparar la mujer lo miró como si fuera un poco idiota, o al menos, su expresión así lo delataba y dijo: - Como se te ocurra disparar aquí dentro te comes el arma.. - Una vez dejada clara su postura volvió a levantar la vista hacia el techo, justo para ver como otra de esas heladas agujas se estampaba contra el suelo.

Martina, que parecía ser más práctica, comenzó a agitar sus alas, haciendo que una fuerte corriente recorriera toda la sala y efectivamente, cayeron del techo bastantes más de aquellos dardos gélidos, aunque al cabo de un rato parecía ya no caerse ninguno.

Al ver que ninguno decía ni hacía nada la mujer se os quedó mirando para decir: - ¿ Qué alguna idea? ¿ O sólo pensáis hacer lo que yo os diga? Estamos fuera de la ciudadela así que aquí se consensuan las cosas. Todas, menos las que diga Draven claro..