Partida Rol por web

Anthond asintió a la orden del capitán. Pero aunque no iba a grabar mensajes prefabricados, no pude contenerse de todo. Tomando contacto con la Aruña, dijo: “Aquí la Interdictor. Sí, parece que tenemos un problema. Parece que hemos atravesado inadvertidamente une brecha espacio-temporal que tenga por consecuencia que no podemos acordarnos más sobre un horario común. Lo digo porque usted dice que quedamos dos horas sin dar señal de vida, pero según nuestros relojes se trata de una hora nada más. Por favor, que nos den su parecer sobre este problema y que nos propongan lo que vamos a hacer para afrontarlo.”

Hizo una pausa significativa y continuó, repitiendo a la letra el mensaje del capitán: “Además, hemos encontrado dificultades para abrir una puerta hallada en las ruinas, nuestro ingeniero está tomando muestras. La misión deberá ajustarse a entre una y dos horas de retraso." Concluyó: “Se tomarán imágenes dentro de poco y se las enviaremos.”

Puso en pausa la comunicación para tomar contacto con el ingeniero. “Arymo, tome dos fotos de la puerta, por favor, y envíemelas. Para nuestros amigos de la Aruña.”

Reinció la conversación con dicha nave, a esperas de una respuesta que explicara el fenómeno de la brecha espacio-temporal.

Juliet estaba deseando quitarse el maldito traje y hacer algo práctico. También quería una cerveza y quizás volver a ver los pectorales del Capitán. Vale que todos estaban nerviosos y cansados, pero ¿Nadie era capaz de pronunciar bien en nombre de la nave en la que vivian?

- Se dice Aruná... - susurra muy bajito, casi solo para ella misma.

ciertamente me cole con tu comunicacion, a las 5.42 ( cuando deberias haerlo echo a las 5 xd) pero si, a ver que le responden con la gracia de anthond. 

Y son las 6:41 resumiendo que os los estais saltando olvidando. xd Aunque yo me cole con ese mensaje.

Por el canal abierto, responde al Capitán:

-Capitán, no hay avances significativos; el taladro no ha conseguido nada, y lo único que he conseguido con el soplete, y llevándolo al límite, es una muesca en la superficie. Es condenadamente resistente; solo se me ocurre una lanza térmica de las que se usan para cortar láminas blindadas como las del casco de una nave pesada. Y ese equipo...  En todo caso, con lo que tenemos a mano ahora mismo, no podemos conseguir nada.

Mira a Joana y a Aren, esperando una negación si están en desacuerdo con él.

-Creo que deberíamos volver a la Interdictor, por lo menos para recargar nuestros trajes en cuanto a aire y energía, y evaluar opciones. Es cierto que tenemos algo gordo delante, y la Aruná seguramente nos pida seguir intentándolo, pero también es cierto que sin equipo, salvo que encontremos otro acceso, no podremos hacer mucho más.

Hace una pausa...

-La Aruná seguro que tiene equipo, pero hay que tener en cuenta el tiempo en ir y volver a ella, y no se si querrán que invirtamos el tiempo.

Y calla, dando por terminado el mensaje, y a la espera de comentarios u órdenes de la Interdictor; están en una encrucijada, y no han conseguido más que preguntas, y ninguna respuesta.

Abro canal yo también con la Interdictor. Señor, quisiera añadir a lo dicho por Arymo que, si mis cálculos son correctos, la noche se debe estar acercando, y desconocemos qué tan dura será. Pero, si el día es de -80 grados, seguramente nos enfrentemos a temperaturas que superen los 100 bajo cero, o quizá los 200 bajo cero. Sería aconsejable volver antes de que eso pase.

Miro a Arymo y luego a Aren. ¿Tenéis alguno una cámara? En caso de que nos vayamos, me gustaría instalarla para grabar la puerta, no sea que según nos vamos se abra porque... a saber, igual por la hora o vete a saber, pero para averiguarlo. Y si es con conexión automática, mejor.

- Regresen, bien hecho. Arymo, si te es posible obtener aunque sea algo de esa muesca tráelo para estudiarlo, en caso contrario déjalo estar. Quiero a todo el mundo en el Interdictor cuanto antes.

- Anthond, comunica al Aruná que no ha sido posible abrir la puerta y que damos por finalizada la investigación por hoy. Solicita instrucciones y equipo pesado para abrir esa puerta. Si desean contacto personal conmigo estaré disponible, pero prefiero el informe oficial.

Tras dar sus instrucciones, el capitán maldecía por lo bajo. Seguramente terminarían abriendo esa puerta pero ¿para qué fue hecha? ¿Para protegerse del exterior o para enterrar algo que no debía salir bajo ningún concepto?

Una puerta de esa resistencia tenía, desde luego, una razón de ser.

- Jonny, prepara una ruta de salida y órbita para atraque con el Aruná por si nos piden regresar. Si deciden enviarnos el material que Anthond te pase la ruta de la carga y la revisas.

- Cuando regresen Joana y Aren avísame, quiero verlas en privado.

Las órdenes del capitán estaban claras e iban en la dirección que yo quería. Vamos, no hay tiempo que perder. La temperatura ya está bajando digo a mis compañeros, cargando yo el equipo que trajo Arymo e instándolos a ir a las escaleras para salir de esta ratonera.

Lástima no tener cámaras, podríamos haber comprobado que las puertas no se abrieran solas. Entonces tengo una idea: busco por el suelo algunas rocas, y si no un tubo de ensayo o algo, y lo pongo en el marco de la puerta. Si mañana está movido, o no está, la puerta se abrió.

Al final, de vuelta a la nave. Era lo mejor, porque sin duda, allí íbamos a necesitar más tiempo y mejores herramientas. Asentí a Joana cuando señaló que nos marcháramos y la observé mientras colocaba una piedra a modo de trampa, por si alguien salía por la puerta.

-Ya tendría su gracia que después de todo lo que hemos armado, salieran a ver si estaba llamando alguien a la puerta. Ni en mis peores resacas he estado yo tan sorda... bueno, quiero decir, si hubiese tenido resacas, porque yo no suelo tenerlas. Solo una vez que...

Mejor me callo.

Empecé a subir las escaleras detrás de Joana, mientras me recordaba a mí misma ser menos bocazas. Por otro lado, me alegré de salir por fin de aquel agujero. No había nada fascinante en estar un par de horas varios metros bajo la superficie de un planeta, trabajando y viendo con frustración como no conseguíamos nada, y la temperatura empezaba ya a bajar demasiado.

-Arymo, trae, te ayudaré a llevar unas cuantas cosas -le dije, recogiendo algunas herramientas y cargándolas.

Viendo que Joana desea poner una trampa, Árymo decide poner su pequeño granito de arena, en borma de finos trocitos de cinta americana... Corta uns tira finsa, extremadamente finas, y las adhiere a lo que serían las juntas de la puerta... una especie de "testigo", como el que se usa en pruebas periciales... Si algo sale, será complicado que al entrar pueda volver a colocar eso desde dentro. Ello, sumado a las piedras colocadas estratégicamente, pueden indicarnos si hay movimiento.

Tras ello, coge otro trocito de cinta americana, y esta vez, lo adhiere a donde intentó perforar, y la arranca suavemente, trayendo pegadas con ella partículas de la puerta, para un análisis más fino, y se las pasa a Aren; al analizalas, quitando los componentes en proporción conocidos de la cinta, quedarán los datos exactos sobre el material de la puerta esta del averno.

Hecho lo cual, agradece a la científico la ayuda con la carga, pues ahora es, la que trajo en el primer viaje, y la que también se trajo para atacar específicamente la puerta esta. Desde luego, no le pide que ayude a Joana, pues conviene que ésta tenga los brazos... por si las moscas....

-Hale!, volvamos a casita...

El aviso de la llegada de la noche le invita a tener prisa... un frío extremo en la superficie, puede ser un ingrato problema...

Para Tailey, que estaba aburrido de esperar, al escuchar su nombre, se sintió muy contento.

Ujuuuuuu, ya era hora de que... Espere ¿Qué? 

La cara de felicidad se desvaneció en un abrir y cerrar de ojos, la cara de consternación se transformó en enojo, y luego en desdén, pero el sujeto sabía que sí no hacía bien su trabajo, alguien podría morir. 

Oigan, soy piloto, no un chofer cualquiera, estas cosas se deben pedir a un navegante, no a mi... 

Se sentó en su lugar y se puso a calcular cuál sería la mejor opción, accediendo al algoritmo de órbita, y calculando la mejor ruta, mientras comienza a refunfuñar cómo un niño, el quería acción, no hacer esta clase de falacias. 

Hecho capitán, ahí se la envié, cielos santo-

Su ofuscación no hizo más que aumentar. 

Anthond restableció el contacto con la nave madre : “Aruma, aquí la Interdictor. Personalmente estoy todavía ansioso de escuchar sus hipótesis acerca de la brecha espacio-temporal que pudimos constatar, pero supongo que están tan consternados por el fenómeno como nosotros mismos. De nuestra parte les puede transmitir que no ha sido posible a nuestro equipo abrir la puerta. Terminamos la investigación para hoy. Nuestro equipo supone que para abrir la puerta se necesitará herramienta pesada como una lanza térmica potente. Solicitamos instrucciones y tales herramientas potentes en el caso de que nos manden abrirla. El capitán sería disponible para comunicaciones personales, si así lo prefieren ustedes.”