Partida Rol por web

Despues de configurar a tropicones para no estamparte en medio de la plaza, los sensores rapidamente detectan 3 objetos, dos de ellos de clase 1 (tamaño lanzadera) y otro clase 3 (entre la interdictor y la Aruna), calculas que pueden tardar unos 20 minutos a llegar en orbita. Por otra parte tambien detectas una nave bastante mas grande de tipo 4, viene por otra trayectoria, la misma que vuestra lanzadera, pero esta mas lejos, unos 50 minutos para llegar a orbita de la luna.

Todo esto aun las comunicaciones van recibiendo varios pulsos constantes.

La situación había escalado a niveles impensados en segundos. Todo indicaba que esta misión de normal no tenía nada, pues el anuncio de visitas inesperadas complicaba todo. Ya era suficiente el estar en lo que tenía pinta de ser un planeta hostil, como para que más dificultades se les presentaran. Sin embargo, Galen no podía evitar estar tenso al pensar en lo que el disparo y la explosión podían generar. Si con suerte no salían afectados por la explosión los nativos ya no necesitarían otra excusa para cargar contra ellos. De la forma en la que él lo veía la carnicería estaba por empezar y eso no le gustaba nada. Pero por su disciplina tampoco iba a contradecir a Dasha abiertamente, así que la cubrió atento mientras ella colocaba los explosivos mientras con la vista buscaba un buen lugar donde cubrirse. No quería estar cerca de esa pared cuando detonara y si debía hacerlo lo haría detrás de algo le proteja. 

—¡Jefa! —grito por el comunicador— detecto en el radar tres señales acercándose. Dos de ellas parecen ser naves de pequeño tamaño como nuestra lanzadera, pero la tercera es de clase 3. Algo más grande que la Interdictor. Por su velocidad, las tendremos encima en unos 20 minutos.

Mientras informo de estas señales, otra señal de gran tamaño aparece en el radar.

—¡Y tenemos más compañía! ¡Una nave de clase 4! Acaba de aparecer en mis sensores... proviene... de la misma trayectoria por la que llegamos nosotros. ¿Esperamos refuerzos desde el Anillo Perseo? Tenemos unos 50 minutos antes de que aparezca esa nave.

Galen cubre la parte de la pared donde irían los explosivos, lo cual, unido a las alarmantes noticias de Ayodele, incita a Matzen para que se ponga en marcha. En segundos ha sacado la carga y la sujeta contra la pared, pero a la hora de la verdad, parece titubear.

-Sé algo de explosivos, pero si alguien quiere relegarme...—su vista pasa por todos, pero acaba deteniéndose en Galen. A juzgar por algunos comentarios previos que le había oído, no le extrañaría que supiera del tema. Le recordaba a un compañero de la academia, mecánico y obsesionado con hacer explotar cosas. Bajo circunstancias controladas, claro...—...le dejaré encantada.

- Okoro ¿podrías traer hasta aquí la nave para colgarnos de las cuerdas y que nos transportes al interior de esa plaza? - ya que no podíamos avanzar porque los primitivos nos bloqueaban el paso, entonces podríamos saltarlos gracias a la nave.

Las noticias de las naves acercándose son en todo caso una mala noticia, aún no hemos encontrado a los miembros de la tripulación y la Interdictor sigue anclada en tierra. Teníamos que actuar bajo contrarreloj y no podíamos cometer errores o esos alienígenas se nos echarían encima y si tenían naves muy grandes evidenciaba su capacidad de ataque, así como la probabilidad de que desplegaran una fuerza importante.

- Matzen, no veo que nadie quiera cubrir tu puesto - le hice la señal para que colocara el explosivo y lo detonase - prepararos - busqué una zona no expuesta por la explosión para evitar riesgos.

Ayodele lanza varias cuerdas de rescate para que el equipo de asalto, suba rapidamente a la lanzadera.

En ese momento los sensores alertan del inicio de la entrada en la atmosfera con una trayectoria hacia vuestra posicion de dos objetos no identificados, en estos momentos se puede afirmar categoricamente que se trata de alguna nave, por el simple echo de ajustar su trayectoria y su velocidad. Minutos mas tarde se puede comprobar que solo desciende la nave pequeña clase 1. 

Curiosamente, las comunicaciones continuan recibiendo varios pulsos constantemente y en bucle. 

El escuchar a Dasha proponer una alternativa le tranquiliza, cualquier cosa era mejor que una explosión que quizás generara otra, solo que esa sería la de los nativos enfurecidos, y eso si salían bien librados de la primera. Así que esta vez se toma el atrevimiento de sugerir algo a la jefa. -Señora, si usamos las cuerdas no necesitaremos la explosión. Porque mejor solo nos desplazamos y la evitamos. Esos explosivos quizás sean necesarios luego. Le dice en un intento por persuadirla. 

Ayodele como ya se estaba volviendo una costumbre llega raudo a su auxilio y Galen respira aliviado. Sin dudarlo y consciente del que el tiempo apremiaba se apresura a agarrarse y escalar una de las cuerdas que se habían desplegado. -¡Okoro cada vez me caes mejor! Le comenta agradecido. 

Matzen agradeció internamente la llegada de Ayodele con las cuerdas. No le habría gustado calcular mal y haber empeorado la situación con los lugareños. Claro que una vez están todos suspendidos en el cielo, la situación parece empeorar con la aparición de una pequeña nave en el cielo viniendo hacía nuestra posición.

—¿Veis alguna entrada a los edificios sin tener que pasar por la plaza?—preguntó, invitando a sus compañeros a buscar una forma de evitar acercarse en exceso a los lugareños.

Tras poner la lanzadera en modo de vuelo estático y lanzar las cuerdas para que suban los compañeros, pregunto a la jefa.

—¿Dónde quiere que aterrice este pájaro, jefa? Sobre los templos parece más seguro, pero no sé si podremos acceder al interior desde ahí arriba, aunque tienen las cuerdas para bajar haciendo rappel...

Me empiezo a hartar de los pulsos en las comunicaciones que anteriormente no habíamos podido interpretar del todo, así que vuelvo a comprobarlos, por si se me había pasado algo por alto.

¿Dónde se ha visto que le médico sea también el artifiero? Menos mal que di clases de química en la academia...

- Okoro, acércanos a uno de esos edificios tan altos, los de piedra - dejarnos en la plaza no iba a resolver nada, necesitábamos saber qué ocurría dentro, al fin y al cabo, no vemos a nadie de los nuestros en la plaza, así que, de estar se encuentran en el interior de alguno de esos edificios - ahí donde hay más gente y que entran y salen, en ése - si hubiera alguno de entre todos que tuviera más movimiento, sería aquel que funcionara como palacio o cárcel.

- Vamos a descender por las cuerdas, no hace falta que aterrices - íbamos a explorar rápidamente el interior, si hubiera que salir de allí, nos iba a interesar más que Okoro estuviera en el aire, por si nos tuviéramos que enganchar a las cuerdas o por si fuera necesario que disparase desde la nave.

2 Naves se acercan a nuestra atmósfera, pero tan sólo una parece que va a tomar tierra.

Comunico con la integrante de la tripulación de la nave Interdictor para que se mantenga alerta.

Ok, cuerdas. Me parece mejor idea que los explosivos, al fin y al cabo. siempre se pueden poner en algun otro lado, para cubrir la retirada y esas cosas.

La nave sobrevuela la plaza con todos los ojos puestos en ella, claramente estaban observando vuestros movimientos incluso podria ser que estaban ahi para entorpecerlos. 

El descenso con cuerdas es bastante rapido hasta que tomais tierra justo delante de las columnas, desde donde estabais fuera de la plaza a vuestra posicion hay 100 metros escasos....aunque hubierais tardado muchisimo mas tiempo en cruzarla con todos los autoctonos barrando el paso.

El interior de la construccion es bastante grande, varios centenares de metros cuadrados, la luz limitada y tenue se reparte por todo el edificio, varias lineas de columnas sujetan toda la estructura.

El espacio es bastante diafano, hay varias lineas de esculturas que claramente representan a una/s criatura/s diferente a las conocidas hasta ahora. Que hacen ahi, es completamente desconocido.

A un lado hay una especie de agujero que debia estar protegido por una reja metalica, esta esta completamente sapultada por dos losas enormes redondas y cubiertas en gran parte de runa y piedras sueltas.

Ayodele detecta la nave que ya a cruzado la atmosfera y a tomado tierra a las afueras de la ciudad en las que os encontrais, al otro lado de la interdictor.