Partida Rol por web

-¿Trabajar? No no, para nada. He llegado aquí digamos... de casualidad. -Responde Albert, un poco incómodo. -Tengo un mensaje para Marcus, de un viejo amigo suyo. Digamos que sólo soy una persona que pasa por aquí, que por casualidades del destino tiene información interesante para el tal Marcus. ¿Dónde puedo encontrarle?

El tipo se queda unos segundos pensando en silencio.. para alejarse un poco de tí y te dice Aqui no, te lo aseguro, estas en un lugar bastante peligroso, asi que si quieres hablar con Marcus te recomiendo que le esperes fuera en 15 minutos. Yo le avisare.

Abre la puerta despacio, mira a la rubia al otro lado y le dice algo susurrando, tras lo cual sale al pasillo.

Tras una rápida y frustrada última mirada al arcón, Albert sale al pasillo detrás del tipo del mono, un tanto desconcertado.

-Dile a Marcus que Colin le manda saludos. Colin, ¿vale?-Dice a las espaldas del mono de trabajo, mientras se detiene en el pasillo junto a la rubia. Guardándose las manos en los bolsillos, permanece apoyado en la pared, silbando y mirando hacia el techo y las paredes, como restando importancia a su presencia en ese lugar.

El tipo y la tipa se marchan por el pasillo con aire discreto, sin duda intentando no ser oido por nadie al otro lado de la media docena de puertas que tiene el pasillo y tras de las cuales suena un inconfundible sonido de tareas de oficina. El lugar es lujoso. Tus pies pisan una madera pulida que no habías visto nunca y las lámparas del techo son versiones pequeñas de las enormes arañas de cristal de los salones de mucha pasta. las puertas también parecen de madera noble. Al final del pasillo están las escaleras a la planta baja por donde los dos tipos se han largado.

Cuando pasa un tiempo prudencial, haces lo que te han pedido y vas en esa misma dirección, también procurando no hacer ruido. Bajas hasta otro pasillo en la planta inferior. Este tiene menos puertas, algunas dobles y enormes y en medio del paso el espacio se abre para dar paso a una recepción. Allí, en una mesa de aspecto señorial hay un conserje vestido con su librea y todo que toma nota de quién entra y sale. A su espalda hay un nuevo pasillo que cruza este y va hacia el sur de la casa (el pasillo en el que estás va de este a oeste) y frente a él está la salida, una puerta de metal y cristal. El conserje te mira extrañado. -¿De dónde vienes tú? ¿Trabajas con Marcus?-

Asientes a lo que crees que es la respuesta más acertada y sales a la calle bajo su mirada atenta y la de una cámara de vigilancia que ves grabando también las estradas y salidas. Ya en el exterior te vuelves para ver dónde estás. Manhattan, estás seguro que esto es Mahattan y por el aspecto de los edificios, el Upper East o el Upper West, no lo tienes claro. Miras el edificio del que acabas de salir: joooooder. Tú ya habías estado aquí antes. ¡Aquí trabaja la prima de Tina, Carly! ¡El "club" donde se va a celebrar la fiesta, que sin duda esos trabajadores a los que ahora mismo ves entrar por la puerta con cajas de champagne están abasteciendo para el viernes!

En ese momento se te acercan de nuevo los tipos de antes. El hombre te dice: Yo soy Marcus, dime que quieres y porque has dicho el nombre de Colin.

De repente, algunas piezas parecen empezar a encajar en la cabeza del matemático. Si embargo, se detiene sólo un instante a pensar, antes de involucrarse ágilmente en la conversación con los dos tipos.

-¿Así que eras tú Marcus, eh? -Dice mirando el aspecto desaliñado del hombre de arriba abajo, mientras ignora a la chica. -Tranquilo, tranquilo, no te alteres. Simplemente decía que Colin te mandaba saludos. Lo cierto es que me ha pedido que te de un mensaje. En amigo tuyo, ¿no? -Dice intentando dar un halo de misterio a su semblante, tras lo cual aprieta los labios fuerte y seriamente.

Marcus se te queda mirando unos segundos con los brazos cruzados. Si conozco a Colin. Qué mensaje tienes de el. Mientras habla mira fugazmente a la rubia, alejada de vosotros, cruzando una señal de entendimiento.

-Pues por lo visto algo que debe ser bastante importante para tí, porque me insistió mucho en que te lo transmitiese con las palabras exactas, antes de mandarme a través de ese portal, -finge Pitrelli, sin inmutarse ni un ápice. -Pero tomémonoslo con calma, no sería justo que te diese el mensaje así por las buenas, ¿no te parece? Quiero decir, yo te hago este favor, sin problema... pero un favor por otro favor, ¿no sería eso lo justo? -Comenta con desinterés, mientras un osado plan comienza a formarse en su mente.

-Así que trabajas en la logia de los Rosacruces, ¿no es así? ¿Cuál es tu puesto en todo este tinglado? -Pregunta con cierto aire misterioso Albert, ante la extrañeza de su interlocutor.

Marcus cruza los brazos y tira el cuerpo para atras mientras se apoya con sus talones. Con una sonrisa poco convincente dice, mientras descruza los brazos: Vaya, con que eso buscabas. Soy un simple montador/camarero y hasta ahora no se nada que tú no sepas. ¿Que tipo de información buscas? Quid pro quo, amigo. Adelantame algo. ¿Donde viste a Colin?

-¿Dónde vi a Colin? Bueno, lo cierto es que es una pregunta difícil de responder. Llegué a un lugar, a través de un portal. Seguro que sabes de qué hablo, llegué allí de la misma forma que llegué hasta aquí. Y allí estaba Colin. Me pidió que te entregara un mensaje, y me mandó ahí, al interior de la logia. Simple, ¿no? -Concluye el breve relato, cruzándose de brazos. -Y ahora tú: ¿eres un simple montador / camarero que anda por los rincones de la logia? Debes de tener ciertas licencias aquí, ¿o no? Venga, estoy seguro de que haces algo más interesante que servir platos y cambiar bombillas. Seguro que no todos los camareros que trabajan aquí tienen acceso a esos altares. -Añade Al con una sonrisa socarrona, intentando sonsacar a su adversario en esa pequeña guerra dialéctica.

Marcus te mira dice... vaya chico, ahora que pienso, no me has dicho tu nombre. Dame una respuesta gratis. Pero no creo que porque me digas tu nombre sea motivo de decirte más cosas. Ademas tu juegas con ventaja, ya sabias mi nombre. Marcus le hace una señal a la rubia para que sigáis andando, alejándoos de la entrada de la casa. Cierto no soy un simple montador/camarero pero creo que los de tu "especie" no sabrian distingir lo que te voy a explicar. Ves la cupula azul que rodea la parte de arriba del edificio? mientras hace una señal con la barbilla hacia el tejado de la logia Quid pro quo. Colin esta muerto. ¿Ves a los muertos?

Huelga decir que no ves ni cúpula azul ni nada parecido. Son tejados de teja marrón oscuro a dos aguas.

Echando a andar junto a Marcus, Albert escucha atentamente las palabras del hombre, sin perder detalle. Dirige su mirada hacia el tejado del edificio cuando este se lo indica, pero no parece inmutarse demasiado ante el enigmático comentario.

-Dime algo que no sepa, amigo. He estado en eso que llaman "más allá", o lo que sea, teniendo interesantes charlas filosóficas con el bueno de Colin. Pero sí, supongo que para ti no soy más que un mundano y triste ser humano, ¡ja ja! -Esa risa suena exageradamente sarcástica. -¿Mi nombre? Bien, no pierdo nada por decírtelo: Pitrelli, Albert Pitrelli. No soy más que un estudiante de matemáticas. Y bien, ¿qué significa la cúpula azul? Y ya que lo mencionas, ¿cuál es tu "especie" y en qué se diferencia de la mía?

Marcus te sigue mirando con cara de poker y dice -Sr. Pitrelli, el uso de esa cupula no esta del todo cierta, pero lo que si se de sobra es que hace que no puedan entrar espiritus muertos en la logia. Lo he leido en varios libros de magia. Esa fuerza azul comenzaba de la habitación donde te encontre. Intentaba explicar la forma de desactivarlo y activarlo a mi placer, pero eso creo que no va ha ser posible. Por ahora. Marcus mientras habla sigue moviéndose, en este momento hacia una zona del parque cercano donde, te das cuenta, hay más oscuridad y no pasa gente, un camino de tierra cubierto por las copas de los árboles.

-Respecto a los de mi "especie" pense que eras un tipo como Colin, joven y alocado. Te pido disculpas si es eso lo que te ha molestado. Bueno tras decirte el porque estaba en esa habitación, contesta tu, que mensaje te dio Colin para mi?-

-Vale vale, con calma amigo. -Responde Albert ante los apremios de Marcus, sin dar la menor importancia a sus disculpas. -Sólo te preguntaba por tu puesto aquí para saber qué podías hacer por mí. No pensarías que la información que tengo para ti sería tan poco valiosa, ¿no?

Bajando su tono de voz, continúa hablando con aire misterioso, y una seria mirada detrás desde detrás de los gruesos cristales de sus gafas. -Viendo que es prácticamente imposible que consigas que entre a formar parte de la secta de los Rosacruces, lo que quiero de ti es que consigas que me contraten para trabajar aquí. -Con tono un poco más distendido, como si quisiera restar importancia a lo que acaba de pedir, añade. -Pero no te preocupes por mis intenciones, mi interés es puramente científico, hace tiempo hice unos modelos de relaciones jerárquicas en grupos mágicos y religiosos similares, y me gustaría poner a prueba algunas hipótesis. Ah, y no me hagas creer que lo tienes difícil, seguro que no dejan a cualquiera entrar en esos santuarios interiores, así que dudo que estés en el escalafón más bajo de los ayudantes de conserje, o algo así... -Su gesto se transforma en una sonrisa maliciosa sonrisa, a la par que continúa, -Además, te lo voy a poner muy fácil. El viernes estaré trabajando aquí en la ceremonia que se va a celebrar, en el servicio de catering. Sí, te sonará raro, pero Carly me ha contratado. Supongo que la conocerás, ¿no? Así que con dar un informe favorable sobre mí y pedir que me contraten...

Dejando pasar unos instantes para que su interlocutor pueda digerir sus palabras, finaliza con la propuesta. -Bueno, entonces qué, ¿hay trato? ¿Quieres escuchar el mensaje de Colin?

Marcus se queda unos segundos mirando a la rubia, pensando. Pitrelli espero que el mensaje que tienes que decirme de Colin sea importante porque si nos te cortare los huevos y no bromeo. Eso que me pides es un poco complicado pero pienso que lo podrá hacer. Veamos cual es ese mensaje que Colin te ha dado para mi.

-¡Ha hah, claro que sí! -Pitrelli sonríe orgulloso, con los brazos cruzados en pose desafiante. -No te preocupes, no tengo problema en hacer los trabajos más sucios, hehehe. Y bien, el mensaje de Colin es el siguiente: -Antes de dar la misiva, cierra los ojos para concentrarse y toma aire profundamente: -Confirmo que Abaldon estará en la fiesta del viernes, es una buena oportunidad para cazarle, pero que ten cuidado. Jim ha puesto a alguien tras sus pasos.

Marcus se queda pensado unos segundos y dice -Está bien, la información es de mi agrado. Tendras tu puesto de trabajo. Dame tu numero de telefono y ya te llamaré.- Tras intercambiaros los telefonos, Marcus, sin decir nada, se da la vuelta y se marcha sin ni siquiera mirarte otra vez.

Satisfecho con el resultado de su pequeño negocio, Albert se dirige calle abajo en dirección al metro, mientras sus pensamientos van divagando a toda velocidad por todo lo ocurrido ese extraño día. Sus preocupaciones pasan por lo visto en el laboratorio, por el extraño "lugar" de las almas en pena, la logia, Marcus... de repente se da cuenta de que no sabe cuánto tiempo ha podido transcurrir desde que llegó de vuelta a Nueva York, por decirlo de alguna manera, y de que está completamente desorientado temporalmente. ¿Qué hora será? ¿Es aún el mismo día, 12 de septiembre? Un poco confuso, dirige la mirada hacia arriba, intentando averiguar la hora por el sol. Sin embargo, la fecha sólo puede saberla cuando llegue a su estudio y la vea en su ordenador. Sólo puede fiarse del reloj de su ordenador... una extraña sensación de inseguridad comienza a apoderarse de su mente en esos momentos, y sus pasos se aceleran, ansiosos por pisar la seguridad de su hogar.

-Además, tengo que llamar a Abaldon. Urgentemente...

Pasmoso. Cuando consultas el reloj de un viandante y la fecha en un periódico descubres que estás ni más ni menos que a 14 de septiembre. Está anocheciendo. ¡Dos días! ¿Los has pasado "virtualmente" enteros en aquel sitio o en un estado comatoso en el viaje astral de un lado para el otro?

Aún meneando la cabeza, llegas a casa y llamas a Tina.