Partida Rol por web

Obsesión Carmesí

Acto III, Escena II: El Llanero Solitario

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15/01/2010, 02:07
Director
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15/01/2010, 02:14
Director

Tu refugio está en el 6914 de Cliff Road, tomando la Calle Umbria* junto al río. En taxi tardarás unos 30 minutos a esta hora...

Asumo que vas?

Notas de juego

*Verídico, corre junto al río Schuykill!!

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15/01/2010, 18:09
Edward L´strange

Notas de juego

Sí. Pillo un taxí y voy a mi refugio a coger un portatil. :D

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15/01/2010, 18:26
Director

Notas de juego

Con tu nivel de recursos, una computadora portátil está fuera de tu alcance, sin contar la fecha en la que estamos, lo que hace que sean no tan buenas ideas...

 

No obstante, si tienes un ordenador personal en tu casa, en el que tienes todas tus investigaciones y anotaciones.

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16/01/2010, 04:36
Edward L´strange

Edward regresó a su refugio dónde tenía guardada toda la información que le había dicho al príncipe. Allí, en su ordenador, tenía registrado todas sus investigaciones desde que había empezado, con hora y día, todo en un perfecto orden. Y eso era una de las cosas que necesitaba para poder demostrar que era inocente.

Cogió un CD virgen de la pila de CD´s que tenía sobre su mesa y copió todo el contenido de sus investigaciones allí. Después, realizó un par de copias más, las cuales metió dentro de unos sobres y les puso un par de sellos. En uno de ellos escribió la dirección de su Sire, Samantha. Una copia iba a ser para ella, por si algo sucedía y en el otro, escribió su dirección. Nunca se sabía cuando iba a necesitar esas cosas.

¿Paranoico? Sí, un poco. Pero con todo lo que estaba sucediendo, no era difícil pensar que alguien podía entrar en su refugio y cargarse las pocas pruebas que tenía.

Cuando hubo terminado, salió de allí, con una copia dentro de la gabardina y con los dos sobres bajo el brazo. Ahora necesitaba un buzón de correos... y eso seguramente lo encontraría a la vuelta de la esquina...

O no.

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18/01/2010, 00:06
Director

Al abrir la puerta, notas el torrente húmedo de la tormenta que se está desatada sobre Filadelfia, la noche está cubierta por una capa de oscuras nubes, y como un mal augurio, varios relámpagos iluminan por instantes las tinieblas. No hay nadie afuera a esta hora, entre el clima adverso y la hora, eres la única figura que se aventura a salir. Guardas ambos sobres dentro de tu gabardina y caminas por el andén. El rugido incesante de cada gota eclipsa tu oído, el agua parece ocuparse de impedirte percibir algo más, pero tus pasos chapoteando los charcos sobre el asfalto, te anuncian que estás caminando. Las luces de los postes aún te indican que estás en el camino.

Llegas al buzón, de un color azul, azotado también por la tormenta. Lo abres y ambos sobres caen, con algunas gotas de agua, al interior. Tus investigaciones están a salvo por ahora. Samantha sabría que hacer con ello. Ahora quedabas nuevamente a tu merced, solo...

 

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18/01/2010, 01:21
Edward L´strange

Edward sacó el papel de su gabardina y cubrió la nota con la mano. No quería que se mojara en este preciso momento, por eso memorizó la dirección y volvió a guardar el papel en el bolsillo interior de su ropa.

Maldita lluvia. Pensó mientras se sacudía un poco la ropa con sus manos. Si no para pronto me pondré de los nervios.

Levantó el cuello de su gabardina y comenzó a caminar hacia la dirección que le había dado el Guardian. No podía estar muy lejos de donde se encontraba... ¿o tal vez si?

Notas de juego

Dime si está muy lejos, sino, pillo un taxi.

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18/01/2010, 01:30
Director

Notas de juego

2 Horas a pie (según Google Maps), tomas un Taxi, mi buen? xD

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19/01/2010, 08:32
Edward L´strange

Edward calculó mentalmente que la dirección a la que tenía que dirigirse le llevaría unas dos horas a pie, por lo que decidió pillar un taxi y dirigirse a la dirección.

Notas de juego

Dime que veo cuando llego o si el taxista es un cabrón. :D

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23/01/2010, 23:28
Director

El taxita es un taciturno sujeto, un negro de gran barriga y una barba grisácea de varios días. Desde tu asiento puedes sentir un desagradable olor que asumes será sudor. La tormenta no amaina y el taxi se mueve capeando torrentes de agua que caen desde el cielo, el tráfico es agradable y por el radio, suena una movida música en Español, quizás una Salsa o algo de ese estilo, no lo sabes bien. El trayecto toma unos veinte minutos y finalmente llegan a una calle con sonidos atenuados y apenas iluminada, tranquila, pero con un aire de seguridad. El taxista anuncia su tarifa y desembolsas un par de billetes para bajarte y mojarte.

Una reja separa la parte central del establecimiento, lo que sería un jardín, está cubierto de pavimento hasta la puerta, en donde un pequeño letrero te confirma que han llegado al Belgian Cafe. Una puerta te separa, la abres, con una luz amarillenta observas el lugar.

Es un sitio pequeño y discreto, completamente en madera, las lámparas ubicadas geométricamente distribuyen la luz, a esa hora hay pocas personas, el barman es un hombre rechoncho de bigote delgado y delantal, y sobre la barra principal, hay un muchacho con un gorro para frio y un hombre en traje que sostiene un vaso de cristal en su mano, llena de cerveza. Al fondo, una puerta de madera, brillante.

Suena música en otro idioma de fondo, hay cierto ambiente bohemio y tranquilo al interior, el atenuado sonido de la lluvia parece estar tan lejano, la calidez del sitio sobrecarga tus sentidos, la comodidad de tu parte humana parece sentirse a gusta en un sitio así.

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26/01/2010, 17:56
Edward L´strange

Bueno, ya estoy aquí.

Edward se sentó en una de las mesas y encendió un cigarrillo, del cual sacó un par de caladas y después, lo dejó en el cenicero esperando algo... o a alguien...

Ahora mismo no sabía como actuar. No tenía ni idea si alguien se acercaría a él, o si simplemente, tendría que preguntar. Aunque la verdad, no tenía la intención de dar a conocer sus planes hasta que todo esté sobre la mesa y eso quiere decir, primero, saber entre quién se encontraba, segundo, saber bien dónde tenía apoyados sus pies ahora mismo y tercero... bueno, para el tercer paso tenía tiempo.

Tras varios minutos, el vástago comenzó a impacientarse al no saber que hacer.

Comenzó a tamborillear con los dedos sobre la mesa mientras miraba a su alrededor, esperando que pase algo...

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27/01/2010, 00:50
Director

Una suave y melancólica música se escucha, que contraste con el aire bonachón de uno de los clientes, que ríe a carcajadas mientras habla con el hombre de traje, parecen inmersos en una clásica discusión. El tiempo pasó con lentitud, los minutos se escurrieron sin afán, y pronto te descubriste impaciente y atento a lo que sucede. Más, nada sale de lo típico, y empiezas a oír las maldiciones en tu mente, de estar en el lugar más apagado de toda Filadelfia, seguro que hay antros donde se sirve más alcohol y hay más movimiento.

Luego, el barman se acerca a ti, es bastante joven, no superaría los treinta años quizás, pero ya tiene una prominente barriga, y un aire de afabilidad quizás un poco chocante para lo que sucede, incluso parece hacer burla de la tormenta desatada allá afuera. Su tono es amable, y como una letanía ensayada, oyes que te ofrece servicio.

-: ¿Pedirá algo señor?- te dice. Pero luego, notas como su mirada se hace persistente, se queda detallándote de forma fija, quizás reconociéndote de alguna forma. Luego su tono cambia y modula su volumen, habla ahora a medio camino entre su tono normal y un murmullo. -: ¿O busca a alguien...?- pregunta.

Notas de juego

El sitio es pequeño y no tiene mesas, así que asumo te sientas en uno de los puestos de la barra.

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27/01/2010, 22:45
Edward L´strange

No, gracias, no deseo nada, simplemente... Dijo Edward cuando el camarero cambió su tono de voz y le preguntó si buscaba a alguien. Pues sí, amigo, está en lo cierto. Busco a una persona que me tiene que dar unas cintas de video y me han dicho que este lugar es el sitio indicado para encontrarla.

Supongo que si todo esto fuera algo peligroso... ya estaría muerto...

A ver que sale de todo esto.

¿Conoce a alguien así, amigo? Dijo sonriente.

Notas de juego

Asumes bien. ^^

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28/01/2010, 05:38
Director

El hombre te mira fijamente. -Lo siento, no conozco a nadie así amigo- dijo encogiéndose de hombros y tratando de esbozar una sonrisa. Antes de irse parece observarte de forma sostenida, como si estuviese tratando de desentrañar algo, pero parece rendirse y regresar hacia donde están los otros dos clientes, y se une a la conversación sin mayores remilgos, sin demasiadas preguntas.

La tormenta deja caer dos relámpagos seguidos, la luz se filtra y dos truenos retumban, el primero es fuerte, que incluso hace saltar a uno de los humanos cercanos, que luego estalla en una risa nerviosa y respira, mientras los otros dos se burlan de él, el segundo se hace esperar unos segundos y suena lejano, menos imponente.

La maldita espera parece eterna...

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28/01/2010, 14:29
Edward L´strange

Bah... ni puta idea...

Y además a seguir esperando...

Supongo que esperaré un rato más y me dedicaré a pasear por el lugar buscando gente como yo...

¡Maldita sea! En estos momentos me gustaría poder tener algún poder para detectar Vástagos...

Y así lo hizo. Espero y espero un rato más. Edward tenía paciencia y eso era bastante raro en un Gangrel.

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28/01/2010, 19:57
Director

El tiempo pasa y el aburrimiento se hace latente, siendo una criatura inmortal, el tiempo carecía de un impacto real, tenías la eternidad por delante... pero la humanidad hala con rapidez, y aún cuando vivías (y tenías a tu lado lo que le daba sentido a tu vida),fue un factor determinante. Fue difícil deshacerse de la sensación.

Finalmente, los dos hombres se levantan y estrechando la mano del barman, se despiden y salen del café. El silencio se cierne amenazadoramente, para darte cuenta que una vez más que el hombre te observa. -Creo que no llegará nadie señor... disculpe, por casualidad no tendrá usted apellido... hmmm... es algo extraño* o algo así- dice mientras su mirada no se aparta de ti ni un instante.

Notas de juego

* Strange en inglés original.

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29/01/2010, 11:44
Edward L´strange

Muy extraño*. Le respondió con una sonrisa de oreja a oreja el Vástago, un poco cansado ya de esperar.

Parece que la cosa se está moviendo un poco ahora que se ha acercado a mí. Aunque siendo tan críptico, no veo por qué no intentar devolverle el favor con una simple broma con mi apellido.

¿Y usted es?

Notas de juego

* :D

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29/01/2010, 18:40
Director

El hombre se toma unos instantes para entender su broma. -Oh... yo? soy John, mucho gusto señor Strange- dice mientras te observa fijamente y sonríe como si hubiese recordado algún viejo chiste. -Si, ahora que le veo, creo que es usted... casi no tengo duda...- comentó de forma amigable y sonriendo.

-Me avisaron que vendría usted a ver al señor Welsdom... solo que no entiendo porque esperar tanto...- dijo mientras observaba hacia la puerta de madera del fondo de reojo y luego reparaba en ti nuevamente. -Supongo que pasará... el señor Welsdom también sabría que vendría...- añadió finalmente. Con las últimas palabras un trueno rasgó la oscuridad silenciosa de la noche, de forma macabra quizás, para devolverle a la lluvia su silencio acostumbrado...

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30/01/2010, 01:55
Edward L´strange

Pues muchas gracias, amigo. Estaba esperando que alguien se acercara ya que no quería parecer un descortes o una persona que se toma las cosas por su lado y hace lo que quiere. Este lugar no es mío y me parecía que así, iba a dar una buena impresión. Dijo el vástago mientras sonreía.

La verdad es que después de una larga espera, la paciencia había dado sus frutos.

L´strange se incorporó de dónde estaba sentado y se dirigió hacia la puerta, con paso tranquilo pero firme. Después de todo, no era uno de esos escuchimirriados Nosferatu ni tampoco un Gangrel común y corriente. No. Él era una persona que ponía primero la inteligencia antes que sus garras y eso, suponía, lo iba a sacar de algún apuro.

Tan sólo del único en el que estaba metido.

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31/01/2010, 19:04
Director

El hombre asiente. Cuando tomas el pomo, notas que está detrás de ti. -Adelante señor Strange- dice. La puerta se abre, revelando una pequeña habitación. Y al frente otra puerta de similares características. Dos hombres vestidos uno con una camisa, y el otro un poco más elegante. Uno porta un fusil y el otro aparentemente nada. De aproximadamente la misma estatura, serios y rasgos abruptos, que parecen gritar "escoltas" a cualquier observador casual.

Esa pequeña antesala, tiene una mesita de vidrio y un par de pequeños sofás negros. Esta vez da un paso hacia adelante el barman y toma la palabra antes de que tu puedas hacerlo. -: El señor Welsdom le espera, es Strange- dice. El guardia que no está armado aparentemente asiente y se corre un poco. Hay dos cerraduras, el barman saca una llave y la introduce en una, el guardia sin el fusil saca otra y la introduce en la respectiva, ambas llaves giran y la puerta se entreabre. Todos se corren y te dejan  pasar.

Adentro, paree la habitación de un enorme hotel. Hay una cama doble elegante y grande, se nota el lujo y la ostentación en las mismas, el piso de madera cambia por una alfombra fina que recubre el sitio, y frente a la cama, hay una sala mucho más grande, con muebles cómodos y de gran valor, por lo que se aprecia, sobre la mesa de centro, pequeña y una botella de Champagne. Hacia el fondo, en frente de la cama y la sala, en la pared, un televisor de pantalla gigante que está encendido, mientras se observa un desfile de modas en el mismo. Las paredes tienen algunos cuadros de aparentemente alto valor, y algunos adornos parecen estar en oro o en plata, lo que le dan un aire de fineza y derroche a aquella habitación.

Sobre la cama, hay una mujer cubierta por sábanas blancas, es rubia y duerme, su hombre desnudo sobresale, así como sus largas y hermosas piernas. En la sala, hay otra chica, esta está en ropa interior, lencería negra, una de las tiras de su sostén cae sobre su brazo, está entre sentada y acostada, su mirada parece perdida y notas su respiración algo ausente. Su cabello es completamente negro y su tono de piel revela un bronceado de un hermoso color canela. Sus rasgos son prominentes y atractivos... si no has perdido tu gusto mortal que acompañaba a algo de juvenil lasciva varios años atrás. Y de espaldas a ti, sentado, hay un hombre. Este se levanta, es pálido y de inmediato te das cuenta de cierta presencia y rasgos que lo delatan como el único vástago (además de ti) en la habitación.