Partida Rol por web

Obsesión

1. Nuevos huéspedes

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04/11/2011, 16:25
Director

20 de abril de 989

Había transcurrido una semana desde los sucesos de los Jardines Funerarios y durante ese tiempo se habían hecho varias averiguaciones. Pero eso no era lo único que había ocurrido, por supuesto.

El día 15 llegaron a la mansión dos nuevos huéspedes, los dos bastardos restantes. La primera era Lorraine, de aspecto grácil y delicado aunque sin una gota de nobleza en su modo de actuar. Parecía una viajera más que otra cosa. Hablaba poco, pero era afable. Aunque parecía perdida y apartada en un entorno tan lujoso y nuevo para ella, cuando era abordada resultaba fácil de tratar.

Mark, por el contrario, era el estereotipo del artista vividor que tanto proliferaba en las naciones del este. Siempre con una sonrisa sardónica o un comentario crítico a mano, no congenió con Jules ni con el resto de invitados y se dedicó a emborronar papeles en su habitación, siempre con las manos negras por el carboncillo y dejándolo todo perdido. Al menos fue útil dibujando los rostros de los sectarios siguiendo las descripciones de Junette.

Debido a las últimos eventos, Jules había pospuesto la lectura del testamento y a nadie parecía haberle importado. Pero con aquellas dos nuevas caras en la mansión, el tiempo se le acababa. Pronto sería el momento de realizar la dichosa lectura. Los nuevos invitados se impacientaban.

María había dejado que Serena se marchase una noche sin que nadie se percatase. Pese a que Tristán y Damien habían manifestado la necesidad de enviarla a la cárcel, la cantante había hecho lo que había querido y había dejado que su antigua amante desapareciera... no sin antes prometer que nunca jamás volverían a encontrarse. Les explicó al grupo lo que conocía sobre Serena: había sido entrenada por un grupo de asesinos de Moth cuyo símbolo parecía ser el unicornio. Después de marcharse de allí había ejercido un tiempo, pero al conocer a María había jurado dejar las armas. A María parecía haberle seducido aquel misterio y aire de peligro, pero ahora lo desdeñaba. La cantante anunció que se iba. No continuaría su gira, pero deseaba alejarse de todo lo ocurrido y, sobre todo, de la casa de locos que no dejaban de hablar sobre brujerías y de hacerle preguntas molestas. Celeste no encontró en ella rastro de actividad sobrenatural: no poseía el Don ni otro tipo de habilidades. Era una mujer corriente y moliente.

Quien sí que tenía habilidad sobrenatural era Elisabeth. Jules no puso impedimento a Aleph para que le enseñase a dominar el Ki. Advirtió, gracias a la observación del gigante, que él mismo tenía algún manejo de esa disciplina y que no haría daño que su protegida aprendiese a hacer lo mismo.

El regreso al mausoleo en días posteriores dio frutos. A diferencia de la primera vez encontraron algunas pistas que podrían ayudarles a localizar a la secta. Se habían dejado atrás un compendio de herramientas para la invocación de criaturas de otros mundos: compases, runas, tiza, carbones encendidos, las pieles de unas serpientes... Además, había un pergamino que se había quemado a medias y en el que aparecía inscrito el proceso de conjuración.

Celeste pudo investigarlo contrastándolo con otras fuentes. La biblioteca de Kahr no tenía muchos recursos sobrenaturales, pero basándose en leyendas pudo extraer la conclusión de que el modo de invocación había sido radicalmente distinto. En la iglesia todo había sido perfecto, bien orquestado y medido, sin dejar ni una sola huella o pista. Los símbolos tenían influencias berílicas, probablemente algo relacionado con los antiguos celestiales. La invocación de Kirian había sido mucho más terrenal. Los sectarios habían usado ingredientes alquímicos, danzas rituales y sacrificios.

La investigación de Damien sobre los huérfanos reveló que la inundación había dejado a muchos niños sin casas ni familia. Muchos de ellos habían sido realocados por toda Kahr gracias a las familias que siguieron el ejemplo de Mateo Lázarus, pero cuando fueron a verlos no encontraron ningún rasgo o estigma que les hiciera pensar que algo podría ir mal con ellos. No había habido ninguna catástrofe natural reseñable. La única relacionada claramente con un elemento había sido la inundación en la que los padres de Elisabeth habían muerto. Sin embargo, alejándose un poco de la capital, Junette encontró una referencia a un pequeño terremoto ocurrido en la Costa Brechada. Había ciertos científicos que hablaban de que la Grieta de la Espada se había producido gracias a ese terremoto, pero no todos estaban seguros de que un accidente geográfico tan perfecto geométricamente pudiese surgir del azar. No encontró nada sobre la piedra azul. Tampoco había nada claro sobre el modo de atrapar a los guardianes, más allá del propio poder del conjurador.

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04/11/2011, 16:53
Fiona Lázarus

Aquella mañana, mientras ultimaban los detalles de su investigación, la noticia de que llegaba una nueva huésped corrió entre los criados. Prácticamente sin avisar, Fiona Lázarus acababa de volver a casa.

La mujer albina bajó del carruaje y dio instrucciones a los criados para que subiesen el equipaje a su antigua habitación. Saludó al servicio y a Elisabeth, que corrió hacia ella para darle un abrazo nada más verla. Fiona le dio un beso en el pelo.

-Vaya, estás echa una mujer. ¿Por qué no has venido a visitarnos, chiquilla? Te va a gustar la vida en el campo, ya lo verás.

Elisabeth la condujo al salón, donde se encontraban Damien y Junette con un tocho del registro que todavía no habían terminado de revisar. Al ver a su hijastro, Fiona sonrió.

-Damien, hace sólo unas semanas que te has ido, pero se me hace muy raro... ¿has crecido? Estás muy guapo. Y ah, Junette. Prima, ven aquí, dame un beso. ¡Hace siglos que no nos vemos!

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06/11/2011, 21:13
Damien Goldman

En la cara de Damien se notaban las arrugas de la preocupación y del poco sueño de los ultimos días de búsqueda e investigación, pero los acontecimientos y combates a vida o muerte de las semanas anteriores habían terminado de borrar de su rostro las postreras redondeces de la adolescencia y la buena vida anterior. Ahora tenía un aspecto más adulto. El malcomer apresuradamente y volver al trabajo, el mirar contínuamente por encima del hombro... habían contribuido u poco más. Ahora sin duda alguna estaba más serio. Contempló su reflejo en uno de los cristales de las ventanas. Sin duda no soy el mismo hombre que cuando llegué.

Se levantó e hizo una reverencia-Muchas gracias Fiona.-dijo tratando de alegrar su cara frente a su madrastra.-Tu estás tan arrebatadora como siempre. No pasa por mi cabeza darte la bienvenida a está, que siempre fue tu casa, pero creo que ya te han recibido calurosamente.-acabó señalándo a Elisabeth.

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07/11/2011, 10:03
Junette Branctorche

Empezaba a estar frustrada de no encontrar nada útil. Se tomaba como una afrenta personal el no encontrar la respuesta en los libros, tan acostumbrada como estaba a usarlos para hallar cualquier dato. La misteriosa piedra, que tanto había llamado la atención a Jules, era un enigma. Por un momento se le pasó por la cabeza el ir a preguntar a joyerías y similares, pero descartó la idea como absurda casi de inmediato.

La llegada de Fiona le dio algo con lo que distraerse, aunque su relación con ella nunca hubiera sido demasiado estrecha. Se levantó y salió a recibirla tal y como se esperaba que hiciera, con una sonrisa en los labios y palabras corteses.

- Bienvenida a casa, Fiona. - dijo con tono amable, mientras se acercaba para darle ese beso demandado - ¿Sabe Jules que has llegado? ¿Quieres que vaya a por él? - estaba cansada de trabajar y su capacidad de reacción había mermado un poco, lo único que se le ocurría ahora mismo era ejercer de ayudante.

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07/11/2011, 14:29
Fiona Lázarus

-No hace falta, me quedo con vosotros un ratito. Mi hermano se puede poner excesivamente formal a veces.

Diciendo esto, Fiona se sentó en el sofá y rápidamente echó mano de uno de los documentos que estaban ojeando Junette y Damien antes de su llegada.

-¿Qué es esto? ¿Es un censo? Ah, no, son partidas de nacimiento... Menudo entretenimiento de fin de semana, prima. -Fiona entornó los ojos mientras leía y sonrió-. ¿Jules pretende cobrar un impuesto atrasado por el uso de los paritorios?

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07/11/2011, 14:37
Junette Branctorche

Puso una sonrisa resignada, fingiendo reirse de la broma de Fiona, pero dentro suyo creció la alarma. ¿Cómo habían podido ser tan descuidados? Aunque no tenía manera de saber hasta dónde estaba informada su prima sobre los asuntos familiares, era posible que supiera cosas sobre Mateo y que Jules lo ignorara. Pero no iba a ser ella quien le hiciera partícipe de todo lo que estaba sucediendo, no era en absoluto decisión suya.

- Bueno, no ibas mal encaminada... Jules quiere hacer una especie de censo, sí, y estoy revisando antiguas partidas de nacimiento. - dijo con una risita y con total naturalidad - Son tremendamente aburridas, - puso los ojos en blanco - pero alguien tiene que hacerlo. Damien, que es todo un caballero, - le pellizcó la mejilla a su primo - se ha ofrecido a ayudarme. ¡Pero creo que es hora de que nos demos un descanso y busquemos algo más entretenido! Como por ejemplo, ponernos al día. - se sentó en frente de Fiona, y puso cara de interés - Cuéntanos, ¿hay alguna novedad en la familia? ¿Algún escándalo jugoso de algunos primos lejanos? - ese tipo de cosas no le solían interesar lo más mínimo, pero hacía tiempo que no veía a Fiona y dudaba mucho que su prima viera su actitud curiosa como algo raro. Mientras hablaba, recogió los papeles y los dejó en una mesa cercana, fingiendo hacer sitio para ponerse más cómodos.

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08/11/2011, 20:24
Aleph

Entonces la puerta se abrió, y en el umbral se perfiló la figura de Aleph, tan imponente como siempre. Imagen que, por otra parte, formaba un extraño contraste con el rostro del grandullón, siempre relajado en una expresión casi ascética que parecía irradiar una profunda paz y serenidad. En ese momento, su única ropa eran unos pantalones cómodos y algo viejos, y una toalla mojada que probablemente le había dejado Jules, la cuál llevaba enrollada y colocada encima de los hombros, por detrás de su cuello. Tanto su torso y brazos como sus pies estaban desnudos, y su piel aún brillaba ligeramente con los últimos vestigios de sudor. Los que ya le conocían podían deducir fácilmente que, como tantas otras veces, había estado fuera, en el jardín, entrenando y meditando, acto al que solía recurrir cuando Celeste se dejaba llevar por las mareas de los libros y fórmulas mágicas, momentos en los cuál su fiel compañero no era más que un estorbo a su concentración

Aleph se quedó unos segundos callado cuando vio a Fiona, aunque la sorpresa inicial no se traslució demasiado entre sus facciones. No es que hubiera esperado ver a esa mujer allí; Simplemente, no era una persona que se extrañara fácilmente

Hola. ¿Interrumpo algo?

Notas de juego

Lo prometido es deuda :)

Dejo a Celeste fuera de forma deliberada, ya que Rafa está semi-out hasta que resuelva sus diferencias con el ordenador, según tengo entendido

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09/11/2011, 13:38
Damien Goldman

-No Aleph, no interrumpes nada.-dijp Damien cuando ve entrar al hombretón, frotandose la mejilla donde le había pellizcado Junette. La voy a pellizcar yo donde yo me sé. Se acercó al sofá donde están sentadas las dos mujeres- Fiona, te presento a Aleph, nuestro atleta y naturista particular.-el tono de Damien era bastante humorístico. Y el deleite para las señoras si sigue sin ponerse una mala casaca.

-Y Aleph, te presento a Fiona Goldman, antes Lázarus, mi... mi malvada madrastra.Azote de mis años de juventud.-dice con cariño. La llegada de Fiona le había puesto de buen humor, era como si un pedazo de casa se hubiera trasplantado aquí.

-Y respondiendo a Junette, ¡Hay terribles lagunas en tu educación! En nuestra familia nunca hay y nunca ha habido un "escándalo", como mucho, hay algún familiar ligeramente excéntrico. Muy ligeramente excéntrico. Pero escándalos... cero.-

 

Notas de juego

Entiendo que Aleph y Fiona no se conocen. si si lo hacen cambio el post.

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09/11/2011, 16:11
Aleph

Encantado Dijo Aleph, mientras observaba a la nueva visitante de la casa con algo de curiosidad. Durante los últimos días habían tenido varias visitas, a cada cuál más excéntrica e interesante, por lo que el grandullón se esperaba casi cualquier cosa. A decir verdad, Aleph había hecho muy buenas migas con Lorraine, con quién se había dedicado a compartir experiencias y relatos de sus viajes. Al igual que la bastarda, Aleph también había dedicado gran parte de su vida a visitar otras regiones y países, y en ese sentido se sentía bastante unido a ella

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10/11/2011, 01:11
Fiona Lázarus

-Iba a pedirte que vosotros me contárais algo, ya que estoy muy desconectada de lo que pasa en la gran ciudad. ¡No hago más que ver campo y hacer cuentas! Tu padre me tiene esclavizada, Damien... pero no me quejo. Al menos el trabajo da frutos. Los Lázarus siempre hemos sido buenos contables. Incluso por la rama materna -dijo en referencia a Junette.

A la llegada de Aleph, Fiona se sonrió. Le miró de arriba a abajo con interés y entornó los ojos antes de contestarle.

-Es un placer. Así que él era el gran luchador del que Elisabeth no hacía más que hablar, ¿eh? -Le guió un ojo a la muchacha, que enrojeció de pies a cabeza.

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10/11/2011, 01:16
Aleph

Aleph le dedicó una sonrisa a la niña, y luego se giró hacia Fiona, sin dejar que esta se escapara de su rostro

Algo puedo hacer, si no hay más remedio que luchar. Ahora, creo que lo más sensato es que vaya a ponerme algo, y a devolverle a Jules su toalla. Vuelvo en un par de minutos

Dicho esto, se dirigió a su habitación, si nadie se dirigía a él de nuevo

Notas de juego

Lo dicho, Aleph va a ponerse presentable, y luego vuelve XD

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11/11/2011, 19:13
Junette Branctorche

Puso una sonrisa torcida que intentaba disimular la sorpresa al ver a Elisabeth enrojecer. Esperaba que la joven no se hubiera ido más de la lengua y sólo hubiera hablado del físico de Aleph en el más estricto sentido. No sabía cómo podía reaccionar Fiona si se enteraba de sus otras habilidades, así que esperaba que la conversación se desviara sólo hacia sus pectorales. Por su parte, intentó retomar el tema frívolo que estaban tratando.

- Pues me temo que aquí hemos estado trabajando también demasiado... - dijo con tono decepcionado - No hay nada interesante que explicar. - aprovechó mientras decía la frase para mirar a Elisabeth a los ojos y abrirlos ligeramente más para que le diera la razón. - Ni siquiera hemos podido atender correctamente a las últimas visitas... - añadió con tono de quien no está haciendo bien su trabajo - ¡Pero contigo nos redimiremos! Dime, ¿qué te apetece hacer? - se mordió la lengua antes de proponer tomar el té, estaba segura de que Fiona se quejaría de un plan tan poco emocionante, así que esperó para saber qué quería hacer ella y saber entonces cómo podía reaccionar a su presencia en la casa. Definitivamente no estaban en su mejor época para recibir "visitas".

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13/11/2011, 13:21
Jules Lázarus

Fiona fue a hablar, pero la súbita aparición de Jules la congeló en el intento.

-Querida hermana -dijo el burgués con cariño-. He tenido que preguntar a los criados por tu llegada. ¿No te han enseñado nada estos años con la nobleza?

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13/11/2011, 13:23
Fiona Lázarus

-Entre otras cosas, que los criados son de lo más indiscreto -contestó levantándose. Le dio un abrazo y un beso en la mejilla a su hermano y volvió a sentarse-. Parece que la casa vuelve a estar llena de vida.

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15/11/2011, 16:31
Celeste Índigo

Celeste había estado recopilando información, robándole horas al sueño para poder descubrir cuáles eran las intenciones de los siete cículos, dónde estaban, qué es lo que querían y sobre todo, cómo podrían torcer su planes. La captura de los elementales traidos a este mundo era su principal preocupación.

No había pista ninguna de cómo poder hacerlo. El secreto radicaba en las antiguas artes de la convocación, artes que la peliazul estaba muy lejos de dominar. Sus vagos conocimientos ocultistas sólo le permitían acercarse tantgencialmente a ese basto campo de saber. Habría muchos otros eruditos en lo olvidado que podrían decir con pelos y señales lo que se requiere para atar a estas criaturas, mantenerlas subyugadas o... en su defecto apaciguarlas. 

Pero, como ocurre con todo lo sobrenatural, no está a la vuelta de una esquina. Hechiceros, convocadores, usuarios del Ki... viven escondidos enseñando sus artes los que menos, y sólo a gente muy selecta. El miedo a la inquisición, la religión, la búsqueda y captura había hecho de esas habilidades un punto negro en la vida de alguien, motivo por el que esconderse y ocultarlo. Por eso era siempre tan difícil obtener algún resultado positivo en una investigación de este carácter.

Pero ésto no era lo único que había aprendido Celeste, en sus momentos de meditación, tiempo que dedicaba cuando lo necesitaba para encerrarse en sí misma, encontró un pozo de sabiduría dentro de ella misma, comprendió mucho mejor el arte de manipular la creación. En parte había ayudado el manipular el cuerpo de su compañero como si fuera un muñeco de arcilla, pero comprendió como usar ese conocimiento para dar forma a nuevos conjuros, nuevas formas de manipular el mundo.

Y algo de lo que descubrió no le gustó en absoluto...

 

Celeste estaba sentada en un sillón acariciándose el cabello, sumida en sí misma, pensando en cómo encerrar a un elemental en una jaula suficientemente fuerte como para mantener dentro un ser de tal poder, cuando sus familiares comenzaron a hablar a su alrededor. 

Ni siquiera se inmutó cuando fiona entró en el lugar, estaba demasiado sumida en sus pensamientos para hacer caso de nada más. La verdad es que podría decirse que ni siquiera se había dado cuenta de nada, y seguía absorta, como cuando entras dentro de un buen libro que ya se puede caer el mundo a tu lado que no te enterarás. 

Celeste de pronto, cuando entró Jules abrió los ojos de par en par.

-¡¡Y si no encerramos a los guardianes!! Quiero decir, podemos hacer algo con su cuerpo y...

Cerró la boca inmediatamente, no estaban solos. Allí estaba su hermanastra, Fiona. No quería desvelar más planes de la cuenta delante de ella, y sentía que ya se había ido de la lengua, por lo que mirando a todos con una cara intermedia entre disculpa y resignación, salió a buscar a Aleph. 

Tenía que decirle una idea.

Notas de juego

Internet me ha dado la tregua... ^^

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16/11/2011, 02:29
Aleph

Decidió ponerse algo en el torso. No es que tuviera vergüenza, pero se le ocurrió que quizás a la hermana de Jules no le acababa de parecer bien que se paseara por la casa desnudo de cintura para arriba. No tenía pinta de ser una persona demasiado estricta en ese sentido, pero nunca se sabía, y lo que menos quería hacer Aleph era avergonzar a sus anfitriones con sus escasos modales

Se giró, sintiendo los rayos de luz que se derramaban a través del traslucido cristal, bañando su frente con un resplandor brillante e inmaculado. Sin dudarlo, cerró los ojos, dispuesto a disfrutar de ese momento durante unos segundos. Sus músculos, algo más fríos ahora, se reamoldaban a sus posiciones originales, recuperándose del ejercicio mientras la piel que les recubría parecía ronronear al destensarse. Aleph estaba en paz

La oyó mucho antes de que llegar a la habitación. Tras todo el tiempo que llevaban juntos, la conexión que les unía había transcendido la simple (si es que se puede aplicar tal calificativo a dicho poder) magia, tornándose en algo más profundo, más intenso y natural. Los últimos sucesos, y los hechizos que Celeste había realizado sobre él, no habían hecho más que reforzar el lento proceso. Aún no era ni una ínfima parte de lo que sería necesario para conseguir una comunicación constante sin ayuda del don de su compañera, pero en ocasiones mostraba destellos de dicha conexión, secuelas casi imperceptibles, como la de, por ejemplo, percibir los sentimientos del otro aún cuando no usaban el canal de forma activa y voluntaria, sobre todo cuando dichos sentimientos eran intensos. Y en esa ocasión, la excitación de Celeste casi podía palparse en el aire

Cuando la hechicera apareció en el umbral, Aleph ya estaba encarado a ella, sonriente

¿Qué es?

Habló por el canal, a pesar de encontrarse apenas a un par de metros

Notas de juego

¿Qué es?

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16/11/2011, 19:53
Director

-¿Y esa es? -preguntó Fiona con una ceja arqueada mientras Celeste se marchaba sin educación ninguna.

-Nuestra medio hermana, Celeste -respondió Jules cruzándose de brazos. Se le notaba algo molesto.

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16/11/2011, 23:11
Damien Goldman

Tratando de aligerar la situación Damien relativiza el asunto. Mientras Celeste está todavía en el pasillo largándose.

-Tendréis que perdonarla, es algo brusca pero creo que realmente es buena persona, ¿Verdad Elisabeth?-dice buscando la aprobacion de la pequeña.-Desde luego tiene capacidades extraordinarias, pero como todos los genios, se abstrae a veces. Y por supuesto...-

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16/11/2011, 23:15
Damien Goldman

...es mucho más útil que algunos de los otros invitados. Menuda gentuza ha venido últimamente.-

-Pero tu aparición me llena de alegría, ¿Cómo es que mi padre te ha dejado escapar?.- La conversación era un arte dificil, parecida al tira o afloja, a Damien le dolía ocultarle cosas a su Madrastra, en el fondo había sido una hermana mayor para él, pero si la contaban lo que estaba ocurriendo... igual la implicarían, igual sufriría... estaba deseando que se marchara de vuelta a casa y estuviera a salvo de todo peligro.

 

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18/11/2011, 23:25
Celeste Índigo

Cuando Celeste vio a Aleph, se abalanzó sobre él rápidamente tratando de perderse en sus brazos. La verdad es que estaba bastante contenta, y como en ese momento podría decirse que estaban solos, no tenía ningún reparo en mostrarse así. No es que fuera tímida, todo lo contrario, pero... ¿mostrar debilidades? ¿Mostrar que hay algo que le importa que puede ser arrebatado y podrían usarlo para conducirla a una trampa? ¿Y saber que ella andaría hacia la trampa sin pensarlo?

¿Qué?

Celeste se encontró de pronto sumergida en esos pensamientos. Aleph se había convertido en alguien muy importante para Celeste, mucho más que su mero guardaespaldas y mucho más que un compañero... incluso mucho más que un amigo. Y, quizá por esa comunión, por ese enlace que les unía, una idea le vino a la mente. 

Su poder sería sufienciente, creía fírmemente que sería capaz, sería la vez que más cerca habrían estado y eso sería fantástico.

-Aleph, quiero fortificar nuestro enlace mental, quiero que sea aún más potente. Tus sentidos serán los míos, y sabré siempre donde te encuentras. Nunca más nos sentiremos separados, siempre sabré dónde te encuentras y lo que estás viendo, y podré decírte dónde me encuentro yo, con mucha precisión.

Aleph... creo que puedo conectar aún más nuestros cuerpos.

¿Te... dejarás?