Partida Rol por web

-No tienes ni que pedirlo -dijo Jules con una sonrisa-. De todos modos, si Damien y Junette se enterasen, no creo que fuesen a armar mucho escándalo. Damien es joven, pero juicioso, y Junette es muy inteligente. Dudo que sean propicios a los arranques de pánico a lo desconocido, sino que pueden comprender que hay cosas inexplicables que no tienen por qué ser temidas. Y, en última instancia, tengo cierta influencias sobre ambos, así que podría convencerlos de que no hagan nada en vuestra contra.

Se levantó y tocó a ambos en el hombro, cálidamente.

-Por favor, sé que es preocupante que alguien conozca un secreto que os habréis esforzado en ocultar, pero os prometo que no os denunciaré y guardaré el secreto. Al fin y al cabo, yo también podría perder mucho si se supiera sobre esto...

 Muy bien, "hermano". Entonces tú tienes algo que ocultar, y nosotros también. Me parece un pacto lógico hacer mutis sobre las dos cosas. Aunque, si tanto podemos confiar en vos, me gustaría conocer cuales son esas sospechas. Quizá con nuestras "habilidades" podamos ayudar a esclarecer la veracidad de las mismas... ¿no cree?

El enlace con el gigante volvió a vibrar, iba a comentarle una de sus ideas a Aleph. La verdad es que solía decírselas de pasada, pues al fin y al cabo se le daba mucho mejor a ella pensar que al hombretón. Pero nunca estaba mal su pequeño consejo.

Estoy pensando en conectarme con él, a la vez que contigo. Podremos estar comunicados en cualquier momento, y si Elissabeth necesita ayuda podrá decírnoslo sin retardo.

La última frase iba destinada a convencer a Aleph. Pues quizá le sonara ofensivo que el vínculo que mantenían entre los dos se extendiera hacia otra persona, aunque Celeste lo tenía claro... lo que había entre el gigante y ella era mucho más fuerte que un mero conjuro.

 Aleph asintió ante las palabras de Jules

Gracias

Fue lo único que dijo. Una simple palabra para expresar lo que el hombretón realmente pensaba: Si Jules estaba dispuesto a tolerarles, con o sin poderes, e incluso a acogerles en su casa sin reparos, entonces merecía el respeto del grandullón. Entonces escuchó la voz de Celeste en su mente. Tardó unos segundos en responder

Pero... ¿Oirá lo que decimos? Sonó algo preocupado. Era cierto que Aleph era una persona confiada, pero el vínculo que compartía con su amiga era demasiado intenso, demasiado íntimo como para verlo violado de esa manera sin mostrar al menos algo de turbación. Cuando Celeste explicó al gigantón las condiciones del enlace, este suspiró aliviado

Sí, me parece una buena idea Parecía que Aleph ni siquiera había considerado la posibilidad de que esa proposición pudiera resultar ofensiva. Si había alguien incapaz de sentir celos, ese era Aleph Pero pídele permiso antes para que no crea que estás intentando hacer algo extraño... Una cosa es que parezca amistoso y abierto de mente, y otra muy distinta, que no vaya a alterarse al sentir como tu magia conecta con él

-No estoy seguro, pero puede que se trate de un grupo de personas enemistadas con mi familia. Cuando sepa más os lo haré saber, os lo prometo. Por lo pronto, mi interés es asegurarme de que a Elisabeth no le pase nada malo -respondió Jules con sencillez.

Aleph decidió pronunciarse 

Haré lo que esté en mi mano para cuidar de ella. No podría sentirme bien conmigo mismo si dejara que algo le ocurriese a alguien tan inocente y joven como ella. Así que tienes mi palabra

No dijo nada más. No había nada más que decir

 -Muy bien Jules, entonces gozamos de tu confianza...

Celeste paró sus palabras un momento, quería buscar la mejor manera de decir lo que iba a pedirle, sin que se asustara. Era difícil, porque aunque se mostrara transigente puede que lo sobrenatural aún le diese miedo, o incluso mismísimo asco. Aunque Aleph le hubiera curado haciendo "magia" puede que su reacción no fuera tan buena como sería preciso.

... tengo, una propuesta para tí. Para intentar esclarecer un caso como este, ¿no cree que sería mejor si estuviéramos más compenetrados? ¿Tener una mayor comunicación entre nosotros?

Esperó a que el noble contestara... quería dirigirlo por su propio camino.

Jules se cruzó de brazos.

-¿A qué te refieres exactamente?

 Si realmente confías en nosotros, y no recelas de nuestros poderes, déjame ofrecerte un canal de enlace imposible de interceptar. Una conexión biunívoca entre nuestras mentes. Podrás decirme, con solo pensarlo cualquier cosa que se te ocurra. No tengas miedo, no puedo entrar en tu mente ni leer lo que allí almacenas, al igual que tú tampoco podrás en la mía. Pero, debido a que permite hablar el uno con el otro de una manera rápida y eficaz nos ayudará en la investigación... y seguro que a proteger mucho mejor de Eli, pues podrás avisarnos instantáneamente de cualquier eventualidad, sin siquiera revelar tu posición al emitir sonidos.

Las palabras de Celeste trataban de parecer sencillas, para que Jules las comprendiera perfectamente. Le interesaba tener conexión directa con el hombre, al fin y al cabo eso podría decantar la balanza de la herencia a su favor. Como una chica involucrada con la familia, a la que le debían la vida de su más pequeño miembro. Además, podría tratar de influir en Jules, aunque el hombre parecía muy dificil de manipular. Bueno... tiempo al tiempo.

 No añadió nada. No había nada que añadir. Se limitó a observar la reacción de Jules. No dudaba de que el hermanastro de Celeste aceptaría de buen grado. Confiaba en ello, al igual que confiaba en las buenas intenciones de su amiga. No se le habría ocurrido pensar en lo que cruzaba por la mente de esta, ya que Aleph nunca pensaba para sí mismo, si no por los demás

-Si me aseguras que mis pensamientos estarán protegidos, no tengo inconveniente. Confío en ti, Celeste.

Abrió los brazos y cerró los ojos, como si aguardara recibir una bendición divina.

 Celeste puso la mano sobre la frente de Jules, mientras recitaba en voz alta y clara los ensalmos necesarios para realizar la proeza. Su otra mano hacía círculos, en el aire, moviéndose a gran velocidad. Las energías místicas de la chica se concentraban en su mano, y, aunque sabía que no era necesario ese contacto, era mucho más fácil hacerlo así.

Para los ojos experimentados, ahí había algo más. La chica había adquirido una tonalidad verdosa y a su alrededor una bruma verdosa rodeaba a los dos cuerpos. El brazo de Celeste comenzó a brillar en un tono dorado, mientras una perla brillante salió de su cuerpo y rodó sobre el brazo hasta desaparecer, enterrada dentro de la mente de Jules.

Una vez terminado el ritual, Celeste se separó, y procedió a comprobar el enlace.

 El alma de Jules empezó a sentir una sensación extraña. Como si alguien pudiera comunicarse con ella directamente. La verdad es que el enlace no intercambiaba obligatoriamente palabras, sino cualquier cosa que los interlocutores entendieran. Si era la primera vez en su vida que lo había sentido, Celeste no lo sabía, pero si realmente era algo nuevo para él, temía que sintiera recelo hacia lo que iba a vivir.

-Jules, soy Celeste. Para comunicarte por aquí, solo tienes que desearlo y se hará realidad. Es fácil, pruebalo.

-Hum... De acuerdo. Esto se siente raro -Jules sonrió-. ¿Me oyes?

 -Perfectamente Jules. Ya sabes, si tienes algo importante que comunicar, hazlo por aquí. Es una manera rápida de hacernos llegar el mensaje.

Celeste estaba bastante orgullosa de su hermano, pues había conseguido usar en enlace sin ponerse nervioso. Ahora podían continuar la conversación de palabra, pues Aleph también tenía derecho a enterarse.

 -Muy bien, ya está.

Dijo Celeste de repente. Había sido una experiencia extraña, la verdad es que no estaba acostumbrada a hablar con nadie que no fuera Aleph, por lo que sentir la voz de su "hermano" dentro de ella le causó impresión. No diría que fuera malo, la verdad es que le gustó y sintió una mayor compenetración entre ellos. Que pena que su verdadera intención fuera totalmente contraria a tenerle cariño.

-Esto... Jules, ¿puedo hacerte otra pregunta? ¿Ha ocurrido algún suceso similar alguna vez? ¿Algún intento de asesinato... o algo parecido? Podría ser un lugar donde añadir pistas.

 Interpretó que la comunicación ya estaba establecida

Celeste ¿Que tal va todo? ¿Se lo ha tomado bien?

Por supuesto. No se ha asustado ni ha fallado en la trasmisión. Ha sido clara y sin titubeos. La verdad es que me empiezo a preguntar si ha tenido algún contacto con lo sobrenatural antes. Puede que se lo pregunte.

Supongo

Como siempre, Celeste era más astuta que él. A Aleph no se le habría ocurrido esa posibilidad de primeras

-No. Los Lázarus nunca hemos tenido problemas con nadie, al menos no que llevasen a este extremo. Mi padre era querido por todos y admirado como comerciante e inversor. Por otro lado, ¿quién podría intentar hacernos daño por medio de Elisabeth? -Negó con la cabeza-. Es obra de algún desalmado, lo sé. Cuando descubra quién es...

Chascó la lengua y se dirigió hacia la puerta.

-Creo que es hora de volver. Si tenéis algo más que decirme, ahora sabéis cómo. Y no temáis por vuestros secretos: conmigo están seguros.

Varios minutos después, Jules salió de su despacho junto a Aleph y a Celeste. Llamó a Elisabeth y salió al jardín para pasear y hablar con ella, como la joven deseaba. Jules sabía cómo calmarla y cómo tratarla para que se le pasase el terror a que el ataque se repitiera.