Partida Rol por web

El drow hace la pregunta obvia. Seguramente se fía de nosotros tanto como nosotros de él, pero él juega en casa. No llegamos a ningún sitio mintiendo, por lo que le digo la verdad sin miramientos.

-Mi función es la de guía.-Respondo secamente.-Mi motivación son el oro y la magia. cuanto más oro y objetos mágicos encuentre, mejor. 

Observo el lugar detenidamente, deleitándome con los detalles. Tras sus palabras también observo a nuestro anfitrión y me digo a mi mismo que si esta es su torre, hemos matado a unos cuantos de los suyos.

Es el enemigo y la furia debería invadirme, pero para mi sorpresa me encuentro más fascinado por el encuentro que preocupado, ya que tal vez me traiga respuestas a preguntas y sea una posible fuente de poder. En mi interior, las disputas vuelven y no se por qué camino seguir.

-Disculpame Solom, pero desconozco cualquier tipo de formalidad protocolaria que tenga en cuenta vuestra raza. Temo que solo conozco las historias básicas y por ello entiendo que mis compañeros aquí presentes estén tensos, pero a mi me gustaría conocer más sobre vosotros.

En años de estudio ni me he preocupado por los Drows ni otras razas, pero ahora, en la oscuridad se me erizan los cabellos con cada descubrimientos.

-Por mi parte, entré aquí por venganza personal, movido por un orgullo desmedido que he de reconocer que es a la par bendición y maldición.

Me mantengo calmado como el agua exponiendome a cualquier ataque por su parte, pero tiene conocimientos y los quiero.

-Dices que podrías ser un potencial aliado. Después de lo que hemos hecho en los pisos inferiores, o es una trampa o hay cosas que deberías contarnos sobre este lugar y tu situación para ayudarnos a comprender y para permitir que mis compañeros se sientan algo más tranquilos.

-Espero que todo esto sea para un beneficio mutuo. 

El drow de lo alto del trono escuchó antentamente lo que tenía que decir cada uno de sus invitados.

Primero respondió a Asmodeo.

Entonces a usted no podré ayudarle, pero seguro que si continúa al lado de sus compañeros, tarde o temprano podrá hacerse con tantos objetos mágicos que no será capaz ni de cargarlos. Pero yo no puedo darte ninguno de los que poseo, porque son muy necesarios.

A continuación lanzó una mirada hacia el desconfiado druida.

Pues creo que ya ha obtenido la respuesta, ¿verdad? Este asentamiento es lo que se conoce como La Infraoscuridad y aquí puede encontrar suficientes rivales como para declarar una guerra a la superficie. Y es normal que no se fíe de mi, yo tampoco lo hago de ustedes. Pero ahora que han llegado tan lejos, debo reconocer que me hallo ante un gran número de enemigos potenciales, por eso prefiero unirme a ustedes y que ustedes se unan a mi.

Finalmente llevó la mirada hacia Nenfirien. En efecto, así es, un potencial aliado. No me importa lo que hayáis hecho hasta ahora, y a quién os hayáis llevado por el camino. Si seguís vivos y habéis llegado hasta la torre de magia, es evidente que muchos drows habrán caído por el camino. Lo comprendo. Pero a mi eso no me importa ahora.

El archimago drow respiró hondo y se tranquilizó un poco. Iba a exponer el verdadero motivo de aquel encuentro, y quería explicarse con claridad.

Mi objetivo es destruir a todos los líderes de, como decís vosotros, asentamiento. Quiero formar mi propia magocracia como se ha hecho en Sshamazh, pero las clérigas de Kiaransali no me lo permiten y por eso estoy dispuesto a destruirlas. Quizá por el camino logremos encontrar a más drows que se unan a mi causa, muchos están cansados de seguir bajo sus amenenazas y obligaciones. Si me ayudais a destruir su culto, prometo que jamás dirigiré a ninguno de mis subditos hacia la superficie, y cualquiera que realice una mala acción para la Superficie será castigado. Por eso requiero vuestra ayuda, creo que juntos podríamos acabar con ellas.

Además, imagino que necesitais mi ayuda en este lugar, porque dudo que sepais ahora mismo regresar hasta vuestra casa. ¿O me equivoco? Habéis descendido muchos metros bajo la superficie, el aire no es tan fresco como allá arriba y os sentiréis más cansados que de costumbre. Creo que necesitais esta alianza tanto como yo.

-Una magocracia-pienso profundamente, saboreando la palabra despacio. En la superficie, las costumbres impuestas tampoco permitirían algo así en la mayoría de lugares así que  esto que nos dice Solom es un peso más para la balanza que existe en mi interior. Mi herencia sedienta de conocimiento y sobre todo poder se deleita imaginando las posibilidades de algo así.

Negar su última afirmación de forma rotunda mostraría sin duda debilidad.

-Tener un aliado en un lugar como este también sería beneficioso para nosotros a mi manera de ver y no voy a negar que en tus palabras hay cosas que me interesan, me llaman la atención y me intrigan.

Echo un vistazo a mis compañeros. Por supuesto que no van a confiar en él, yo tampoco debería sin duda alguna, pero siento cierta camadería con él, sea amigo o enemigo.

-Sin duda alguna ninguno puede esperar que la otra parte se fíe por completo de cualquier alianza que podamos forjar, pero por mi parte me interesa lo que nos cuentas. Las clérigas de las que nos hablas sin duda alguna no quieren perder su posición de poder. ¿Hasta qué punto los habitantes del lugar están contra ellas?¿por qué deberían ponerse de tu parte?.

No me malinterpretes, estoy bastante dispuesto a ayudarte, pero me gustaría saber más de este lugar, del alcance de su poder y del alcance de tu poder.

Los seguidores de Kiaransali, que es la deidad drow de la muerte y la venganza, se aprovecharon del debilitamiento de Maerimydra.

Maerimydra es una ciudad de la Infaoscuridad, hogar de la Casa Khûmavh, cuyo gobernante era un buen amigo mío cuyo nombre era Dúnet y tenía un ejército de bárbaros aliados.

Parece que Lolt está guardando silencio, no se sabe con seguridad si Lolt nos ha abandonado o simplemente nos está poniendo a prueba. Pero este caos que se ha generado, ha sido aprovechado por los seguidores de Kiaransali, que atacaron el castillo de Maerimydra, lugar de residencia de los  Khûmavh.

Los seguidores kiaransalinos están liderados por Irae T'sarran una sacerdotisa drow albina, y juntos lograron conquistar el último bastión de los drows fieles a Lolt. Mientras las tropas de Kúrgot un aterrador semiinfernal gigante del fuego, incendiaban y saqueaban la ciudad, Irae T'sarran se enfrentó a Dúnet, matando al archimago y destruyendo su torre. Después, siguiendo los designios de su maligna deidad, la sacerdotisa reunió a sus servidores vivos y muertos vivientes en el castillo de Maerimydra y convocó el templo Imperecedero de Kiaransali al plano Material.

Aunque la mayoría de los drows de Maerimydra fueron asesinados o esclavizados, pequeñas bandas de refugiados huyeron hasta la Infraoscuridad. Uno de esos grupos huyó hasta aquí, Szit Morcane. Esto está situado a unas 100 millas de Maerimydra.

El drow temía estar agobiando a sus interlocutores con mucha información, así que prefirió hacer una pausa para comprobar si tenían alguna duda y así resolverla antes de seguir entregándoles más información. ¿Hasta ahora me seguís? Si tenéis alguna duda, preguntadla antes de que se os agolpe demasiada información en vuestros cerebros de La Superficie.

Eldarian, que guardaba silencio, no dejaba de mirar al drow con el ceño fruncido. 

Cuanto más contaba el archimago más estaba seguro de que éste les quería más para sus propósitos que para una mutua ayuda o coalición. Pero no dijo nada y dejó seguir al archimago que terminara su monologo.

-Parece que tus enemigos son muy poderosos- digo ante el nombramiento de semiinfernales y no muertos.

-Según lo que dices, ¿todos los drows de esta zona serían exiliados de la ciudad entonces?¿hay seguidores de Kiaransali por estos lugares?

Realmente todo eso me resulta algo complicado dada la falta de conocimientos sobre los Drows, además, lo que habíamos visto no quería compartirlo con él aún, pero en el piso en el que nos encontramos con la poderosa fuerza que nos impedía pasar había Drows de gran poder.

-¿Tu influencia hasta donde se extiende?

Aire acariciaba su anillo y miraba a su derecha y asentía. Escuchaba a todos los allí presentes, pero algo le llamaba más la atención.

Sí, sí, si son así de malos entre ellos, no habrá ninguna duda que irán a la superficie a por todos... Ya, pero son un poco feos... ¡Jo, Illvander, claro que es importante!... Vale, vale, no les diré nada... Sí, yo también creo que hay que ayudarles...

-¿Y que se supone que haremos nosotros 6 contra todo eso?-Pienso en voz alta mirando al resto.-No tenemos nada que hacer contra los poderes de un gigante semiinfernal o un templo de sacerdotisas drow. Quizás podría matar a una o dos si las pillo desprevenidas, pero dudo que baste. Un ataque frontal con los medios de que disponemos... yo lo descartaría. ¿Acaso hay algún arma o poder que puedas proporcionarnos contra ellos?

La tensión es evidente. Al parecer nos pide que nos suicidemos, pero no estoy del todo dispuesto a decidir antes de escuchar todo lo que tenga que decirnos.

-Continúa.-Añado finalmente.

El hechicero de la tierra aguardó a que el drow terminara de explicarse.

Entendemos lo que quieres decirnos, si cambias los nombres elfos no es tan diferente a lo que vivimos en la superficie. La sociedad drow es matriarcal, el poder lo ostentan las mujeres drow, sacerdotisas la mayoría de ella. Los varones son meros instrumentos para la guerra y la procreación. Sólo se les tienen en cuenta si, como parece que sucede con nuestro anfitrión, tienen aptitudes para magia, y aún así no dejan de ser varones.

Así que esta rebelión es algo más que una mera lucha por el poder. 

Valduane hablaba más para sus compañeros que para el elfo oscuro.

Ahora entiendo por qué hemos sido traídos hasta aquí. El robo de nuestras posesiones era sobretodo para atraernos a ti. ¿Me equivoco?

Ahora bien, como dice mi compañero, son fuerzas a tener en cuenta y enemigos poderosos. Continúa con la historia, por favor, y quizás veamos por qué nos puede interesar participar en esta trifulca entre drows.

Eldarian nego con la cabeza. Todo le sonaba mal, muy mal. Y lo peor es que parecía que el drow lo veía lo más normal del mundo, una propuesta irrechazable.

- Solo nos quieres como peones en tu guerra, mercenarios exoticos y, en cierta medida, poderosos para engrosar tus filas. No importará si caemos, solo importará tu objetivo final, hacerte con el poder.

- De momento yo estoy muy lejos de acceder, así que me gustaría saber más sobre todo esto- concluyó el elfo.

-Parece que tus enemigos son muy poderosos- digo ante el nombramiento de semiinfernales y no muertos.

-Según lo que dices, ¿todos los drows de esta zona serían exiliados de la ciudad entonces?¿hay seguidores de Kiaransali por estos lugares?

Efectivamente. Todos los drows que no se sometan a los seguidores de Kiaransali serán exiliados o exterminados. Y si se exilian a la superficie es algo que seguramente no os interese. Y desde luego, a ellos tampoco, pero tendrán que ocupar las tierras donde se vean más fuertes.

-¿Tu influencia hasta donde se extiende?

¿Mi influencia? ¿Qué influencia? Dudo que se extienda más allá de esta torre, por eso tenéis que ayudarme a expandirla. Somos hechiceros y magos muy poderosos, y si nos aliamos, podremos extender una gran influencia que atraiga a más seguidores a nuestra causa.

-¿Y que se supone que haremos nosotros 6 contra todo eso?-Pienso en voz alta mirando al resto.-No tenemos nada que hacer contra los poderes de un gigante semiinfernal o un templo de sacerdotisas drow. Quizás podría matar a una o dos si las pillo desprevenidas, pero dudo que baste. Un ataque frontal con los medios de que disponemos... yo lo descartaría. ¿Acaso hay algún arma o poder que puedas proporcionarnos contra ellos?

El drow se puso a contar para ver dónde estaban esos seis, y después comprendió que contaban a la mascota de Eldarian como a un miembro más. ¿O cuando se refería a sies significaba que ya lo incluían a él en su grupo? Aquellos pensamientos daban igual.

Dejadme que aún os termine de contar toda la historia, hay algunas dudas que serán resueltas cuando termine, y si al finalizar hay algo que no tenéis claro, volvedme a preguntar sin compromiso. Dijo comprensivo el drow.

- Ahora entiendo por qué hemos sido traídos hasta aquí. El robo de nuestras posesiones era sobretodo para atraernos a ti. ¿Me equivoco?

Ahora bien, como dice mi compañero, son fuerzas a tener en cuenta y enemigos poderosos. Continúa con la historia, por favor, y quizás veamos por qué nos puede interesar participar en esta trifulca entre drows. ¹

No sé de qué robo hablas. Pero imagino que habéis llegado hasta aquí por ello, supongo que sería alguno de los drows más nerviosos que habían decidido hacerse un hueco entre la gente de la superficie y rapiñar todo lo que estuviera a su alcance.

- Solo nos quieres como peones en tu guerra, mercenarios exoticos y, en cierta medida, poderosos para engrosar tus filas. No importará si caemos, solo importará tu objetivo final, hacerte con el poder.

- De momento yo estoy muy lejos de acceder, así que me gustaría saber más sobre todo esto- concluyó el elfo.

Mentiría si negara. E igualmente os pasaría a vosotros, si cayera yo os daría igual. Pero esto es una alianza, un pacto. Yo tendré que confiar en vosotros, y vosotros en mi. Vosotros me ayudaréis a obtener el poder y yo a cambio os prometo que vuestros hogares y vuestras ciudades quedarán libres de los ataques y de los saqueos por parte de los miembros de mi especie. Y en caso de haberlos, serían penados con la muerte. De esta forma, vuestros amigos, familia y conocidos, dejarán de sufrir por los ataques constantes que están recibiendo por parte de los elfos oscuros.

Lo quieras o no, nos necesitamos.

Subsanadas algunas de las dudas de los aventureros, el archimago drow continuó la historia.

Los agentes de Irae T'sarran, así como sus dos progenitores, persiguieron a los refugiados huidos hasta aquí, con instrucciones de descubrir si a las sacerdotisas de Lolt de las colonias también les habían arrebatado sus conjuros y, si era posible, tomar el control de este lugar, es decir, de Szit Morcane.

Estos agentes rápidamente llevaron a cabo ambas misiones, arrancándole la piel a las sacerdotisas de Lolt y transformándolas en qut-maren² , horribles servidoras muertas vivientes. Inspirados por sus nuevos líderes, los drow de Szit Morcane fue cuando empezaron a hacer ataques a la superficie.

Volviendo a Maerimydra, Irae T´sarran está ahora ocupada en la investigación a fondo del conjuro "gran regreso". Guiada por los susurros divinos de Kiaransali, la sacerdotisa se prepara para usar la potente energía negativa del templo y el nuevo conjuro para reanimar simultáneamente a los miles de drow, trasgos, ogros y gigantes que murieron dentro y alrededor de Maerimydra para convertirles en una única horda bajo su mando.

La magia que estudia Irae revivirá a una legión vengativa de regresados en total posesión de sus facultades, pero esclavizados a su voluntad. Irae ya ha saboreado el dulce sabor de la venganza que exigía su deidad destruyendo a los loltitas de Maerimydra; ahora sueña con satisfacer el ancestral sueño de todo drow y cobrarse venganza contra los habitantes del mundo de la superficie.

Una vez finalizada la historia, se puso a explicar un poco más sobre los objetivos del plan que tendrían que desarrollar.

Al final de la gran telaraña, en la parte más inferior, se encuentra un próspero culto a Kiaransali ³, el cuál ha tomado el control del puesto avanzado, ha desollado a las sacerdotisas Lolt como os conté e incitado tanto a los nativos como a los refugiados a realizar las incursiones que se han desarrollado en la superficie.

Podemos entrar allí e intentar destruirlo, pero si vemos que no somos capaces, nos teletransportaré a todos hasta el túnel que conduce hasta Maerimydra. La magia de los Kiaransali, ha dificultado las teletransportaciones, y para no llamar la atención es mejor hacerlo solo en distancias pequeñas.

Por el camino quizá logremos reclutar a más miembros para nuestra causa, si mis ayudantes no hubieran muerto, dijo mostrándose bastante frío, a pesar de que sabía perfectamente que los habíais matado vosotros, ahora tendríamos un gran número de aliados, pero no nos quedará más remedio que enfrentarnos contra ellos, con la ayuda de quien quiera unirse a nosotros.

Cuando lleguemos al túnel, veremos como está la situación, yo jamás he ido por allí, solo cuando era joven y no sé si me acordaré, además, tampoco sé en que estado puede encontrarse. Pero si nos movemos con disimulo sin teletransportarnos y sin lanzar conjuros de detectamiento, quizá logremos escapar de la telaraña que tiene Irae extendida por todo el lugar. Lo queramos o no, estamos vigilados por ellos, aunque por suerte no son capaces de escucharnos, o al menos eso creo.

Confiando en que su discurso convencería a los aventureros, el elfo les dejó unos minutos para que asimilaran toda aquella información y preguntaran todas las dudas que se les hubieran planteado.

-Podría ser un buen inicio-digo directamente. 

También podría ser una trampa, pero aquel punto había sido infranqueable para la mayoría de nosotros y provocó nuestra primera baja, así que con su ayuda tal vez pudiéramos pasar.

-Si seguimos dispuestos a indagar en todo este asunto y descubrir qué hay aquí abajo, yo creo que deberíamos colaborar con Solom.

Sabias palabras, señor. Sabias palabras. Dijo el drow asintiendo mientras esperaba la respuesta del resto.

-Siempre y cuando ninguno nos dejemos cosas en el tintero.-Apunto con una sonrisa.-¿No os parece? Quizá parezca un poco desconfiado, pero es cosa de familia. A decir verdad no me fío un pelo del drow, pero tampoco tenemos muchas más opciones.

Estamos cansados y cada uno de nosotros tiene sus propios motivos e intereses para estar aquí y sobretodo para que camino tomar. 

El hechicero de la tierra se atusó el ya sucio pelo y continuó.

Permítenos descansar como tus invitados, hablaremos y tomaremos una decisión mañana, o por lo menos cuando nuestros cuerpos y nuestras mentes hayan descansado.

Eldarian asintió a las palabras de Valduane. Él también necesitaba descansar. Estaba confuso. Por un lado no se fiaba de un drow, prometiese lo que prometiese, pues sabía que si en algún momento le parecía que ya no les necesitaba acabaría con ellos de una forma cruel y dolorosa. Pero por otra parte podía ser verdad, y si accedían podían mantener una paz duradera con la superficie. 

De un modo u otro el elfo se sentía un mercenario en las manos de un villano. No le gustaba ni un pelo.

Asiento ante las palabras de Valduane aunque aún no siento la necesidad imperiosa de descansar.

-Si, nos vendría bien un descanso y más teniendo en cuenta nuestra perdida reciente- lo cual era cierto. Por la emoción del Drow, casi había olvidado la perdida de nuestro hermano de fuego y al recordarlo la tristeza se apodera de mi. El ansia del poder había vuelto a desequilibrar la balanza hasta tal punto que había olvidado cosas más importantes.

Ante las últimas palabras de Nenfirien, Aire abrió la boca para decir que su compañero estaba junto a ella. Pero algo vio, que se llevó ambas manos a la boca para evitar reirse a carcajadas. ¡Illvander estaba invisible y sólo ella podía verle! Seguro que así se llevarían todos una sorpresa cuando les ayudara en el combate.

Sí, sí, vamos a descansar. Tengo hambre y sueño. ¿Qué hay de cenar?