Partida Rol por web

En ese momento escucháis un aleteo y una sombra enorme cubre la calle en la que os encontráis, miráis hacia arriba por instinto y veis un dragón dorado de unos 16´5 metros de longitud desde la cola hasta la cabeza, con unos cuernos gemelos y brillantes, con unas crestas gemelas en el cuello y unos bigotes alrededor de su boca, que se parecen a los del barbo o pez gato. Tiene la cara corta, con púas encima de los orificios nasales. Sus ojos son sesgados y estrechos que junto con los bigotes le dan un aspecto sagaz, los ojos parecen dos estanques de oro fundido. Posee aparte de los de la cabeza unos cuernos en la mandíbula que sobresalen por los lados. La cola es extremadamente larga de unos 7 metros y unas alas anchas de 10 metros cada una, que se prolongan por todo el cuerpo hasta la punta de la cola similar a una raya marina. 

Otra cosa característica es que os viene un olor a azafrán e incienso.

De momento lo único que hace es sobrevolar el pueblo, volando con un movimiento ondulado, casi como si estuviera nadando por el aire.

- ¡Y decían que los planos infernales eran lugares horribles! Si al menos hay cartas, seguro que debe haber lugares peores. Bueno... ¿qué te parece amenizar un poco la espera? Quien gane una mano, tiene derecho a hacer una pregunta que el otro deberá responder con total sinceridad. Sólo una regla: no están permitidas preguntas que afecten a nuestros negocios. Yo no te preguntaré por la llave y tú no me preguntarás nada relativo a su localización. ¿Qué dices?

Me parece bien, pero antes de nada quería preguntarte algo dice pensativo ¿aprecias mucho a tus compañeros? más que nada porque a cambio de la llave puedo ofrecerte...¿qué quieres: dinero, objetos mágicos que alguien como yo te deba un gran favor? Solo tienes que venir conmigo ahora y saldremos los dos ganando. Te prometo que si haces eso no te haré daño ni a ti ni a tus amigos y ellos dejarán de correr peligro por parte mía y de esa llave ¿qué me dices?

Tamlorm sale de la posada para mostrar con pesar como Kalimash y Samay habían sido apresados. Tras ello, observa al dragón con total esplendor. Para tras ello, lanzar su mirada a los guardias.

Os ha engañado totalmente, todo esto ha sido obra de Eladamri.

¿Qué haréis ahora?, ¿salvar a la gente de la ciudad?,¿Acabar con el traidor?¿O perder el tiempo con nosotros?.

- A mí no puedes hacerme daño - soltó. Seguro, cortante, con un cierto toque de... condescendencia. Por supuesto, no se había inmiscuido en el combate contra el hamatula ni en ninguno posterior, por lo que el diablo, casi con toda seguridad, no era consciente de la resistencia de su piel.

- En cuanto a los demás... bueno. Tienen sus momentos pero no diría que me importan tanto como crees. Lo que ofreces es tentador, y agradezco la oferta, pero no tengo más remedio que declinarla. Pero por cierto, ahora que lo pienso... ¿cuál es tu nombre? Porque hamatula es tu raza, ¿verdad? - preguntó, terminando de barajar y repartiendo las cartas.

"¿Que?" digo mientras observo al gran dragón, "esto es una trampa", me cuesta creer que todo esto sea una traición por parte de Eladamri, "Samay, ¿que se te ocurre para salir de esta?" a la vez que agarro mi hacha, listo para empezar el combate si no queda mas remedio.

-Yo creo que lo mejor es esperar para ver que hace la guardia y el dragón. Si alguno de los dos se despreocupa de nosotros, salimos por piernas para busca a Eladamri y saber que es lo que está pasando. Empiezo a estar cansada de tanta sospecha sobre nosotros, todo el mundo quiere saber de nosotros.

Viendo el gesto del semiorco, Samay también afloja la vaina de su espada corta, para tenerla disponible por si surge la oportunidad. Se mueve discretamente hacia Tamlorm para poder susurrarle el plan.

-Tamiorm prepárate que a la mínima nos vamos, debemos ver que ha sucedido con nuestro magus.

Al hamatula le resultó cómico el intento de Oswyn de provocarlo, casi rió pero se contuvo Exacto, hamatula es mi raza, mi nombre es Sartael dijo mientras cogía su parte de la baraja seguramente podré hacerte daño igual que a todos tus compañeros y esa valentía que demuestras ahora se vería truncada cuando vieras de cerca a la muerte.

El guardia al que al principio tendió las armas Samay, sin querer las dejó caer al ver al dragón. El tiempo pareció pararse, nadie hizo caso de las palabras de Tamlorm. Algún guardia miró hacia la parte norte del pueblo intentando encontrar una respuesta que no venía. El dragón sin más, tras sobrevolar el pueblo se fue hacia el sur. Todos empezaron a respirar tranquilos durante un instante, hasta que dió la vuelta y sin más dilación bajó en picado hacia el puente sur escupiendo un cono de fuego y embistiendo el puente que estalló, entre las llamas y el impacto, quedando destrozado. Tras ello volvió a elevarse y se dirigió hacia vosotros bajando de nuevo en picado y llevándose a varios guardias de una sola batida aunque esta vez sin escupir fuego.

El pánico se apoderó de Punta Arena. La gente ante el ruido empieza a salir de sus casas, los guardias echan a correr de pánico. Mientras el olor a quemado empieza a llenar el ambiente.

La criatura volvió a alzar el vuelo y se dirigió al noreste del pueblo.

- Ah... no lo sé, Sarty. ¿Puedo llamarte Sarty? Sus pieles son endiabladamente blandas, no sé yo si podrías cortar la mía - dijo distraídamente, prestando atención a sus cartas. - Pero centrémonos en lo importante, necesitamos una estrategia para atrancar las puertas desde fuera. ¿Qué sabes hacer aparte de asustar y trocear?

Tras unos instantes, satisfecho con su mano, arrojó las cartas bocarriba sobre el tronco que estaba utilizando como mesa improvisada.

- ¡Ja! Supera eso...

La verdad es que no me gusta que me cambien de nombre, no sé para que me preguntas si luego me vas a llamar de otra forma, para eso sigue llamándome hamatula. Respecto a las puertas, sólo hay una y no creo que tengamos problemas para atrancarla entre los dos. Las otras tres salidas que hay son dos puentes y el mar.

Miró fastidiado como le ganabas la mano maldición!

Tamlorm observa lo que hace el dragon completamente impresionado.
Una vez los guardias huyen, este mira hacia su alrededo buscando cualquier otro guerrero o amenaza.

Tamlorm sonrió al ver que la arquera huía como alma que corre del diablo.

Las circunstancias son propicias compañeros, olvidaos del dragón y cumplamos con nuestra tarea.

Tamlorm comenzó a atacar a todo civil aprovechando la confusión y el miedo que se apoderó de todo el lugar.

- ¡Sólo es un diminutivo! - respondió, sonriendo ante su victoria. - ¡Un mote! De esos también tenéis que tener en el infierno, para muchos críos no existe un tormento peor. Y por lo que parece, para algunos adultos también. Bueno, creo que he ganado una pregunta...

Se recostó pensativo, juntando las yemas de los dedos. Aunque en realidad, ya tenía la pregunta clara desde que aquel diablo apareció.

- ¿De qué conoces a JR?

saco mi hacha y la agarro y me dirijo al primer guardia que veo, "Muere maldito traidor", les grito a la vez que dejo caer mi hacha sobre el malnacido.

La pregunta la pilló desprevenido ¿es un truco? ¿JR? no tengo ni idea de quien es ¿acaso debería saberlo? bueno me estoy dando cuenta que estoy haciendo yo las preguntas en vez de tú, pero mi respuesta es esa y creo que es válida. No sé quien es ese tal JR, imagino que será también un mote o diminutivo porque no pienso que alguien se llame así de verdad.

Ahora salgo yo dijo mientras echaba una de las peores manos de cartas que has visto en este juego.

En qué momento hemos perdido el norte...confiar en un Dios que ordena la destrucción para salvar un fin mayor, donde ha quedado nuestra libertad... -Samay le da vueltas a su cabeza, es incapaz de alzar las armas contra los ciudadanos inocentes. Simplemente saca su espada corta y se pone a la defensiva.

-No voy a continuar con esta matanza, quiero saber que ha sucedido con Eladamri. Me voy a buscarlo.

A continuación esquivando los combates se encamina a buscar a su compañero para ver que ha sucedido.

Mientras tanto el dragón destruye el puente que quedaba de la misma manera que el otro.

La gente sale de sus casas despavoridas de miedo.

Tamlorm y Kalimash siguen masacrando a la gente, sin embargo Samay se dirige al norte del pueblo evitando los conflictos.