Partida Rol por web

Aceptare el premio y tras eso, cuando se acerque Merid a pedirme para mirar la herida me dejare. Me aguantare de quejarme pero el dolor sin duda es molesto y estaré escuchando a la chica pelirroja mientras pregunta por probablemente algún compañero o conocido que parece haber despistado en el barco.

-No he tenido la oportunidad de ver a alguien asi o que responda por ese nombre. Si lo veo le avisare que le buscas- Me tensare al hablar por que me moveré un poco mientras me hace los primeros auxilios -Si, yo soy Ilya... Sera mejor irse moviendo, supongo que deberíamos usar las ganancias para buscar algo de comer-

El combate me ha dejado agotada y hambrienta.

Cuando Amantine escuchó a Lautrec decir que posiblemente alguno de ellos tendría la suficiente cabeza como para ir a la enfermería si lo necesitaban la chica no pudo evitar pensar en Poe, llevándose de paso un tic en la ceja.

-Sí, bueno, suerte que tenemos a Meredith -Comentó la peliblanca, mirando luego al chico de la lanza- Oye... ¿Falta mucho?

Me quedé con la boca abierta anonadado de todo lo que sabía ese hombre de mi... ¿como leches sabía todo eso? -Ahhh... ehhh...- no sabía que decir, me había quedado sin palabras... ¡¿si sabía eso sabría porque me tuve que embarcar?! ¡¿DE VERDAD LO SABRÁ TODO DE MI?! -S-si... co-continúe... pe-pero no me da miedo el agua... cof, cof... so-solo n-no se nadar...- aclaré, intentando toser para intentar recuperar la compostura... aunque no se que es más penoso: un adolescente con miedo al agua o un adolescente que no sabe nadar... lo más penoso es tener las dos cosas, como mi caso.

Tuve la libreta preparada para anotar todo lo que ocurría aquí y se hablaba -¿Así que su prometida?- pregunté por asegurarme... manías de escritor querer asegurarse de que ha oído bien. Mencionó a su madre y que la encontrásemos lo antes posible, antes de decir su nombre... era feo con ganas, ¿que persona le pone Prunella a su hija?. Mi compañera se quedó pensativa al escuchar ese nombre -¿Te suena de algo ese nombre Shiina?- le pregunté antes de pasar al hombre -Le voy a hacer unas cuantas preguntas si no le importa señor Mascarpone...- le avisé.

Creo que me tocaba bombearle a preguntas -¿Que me puede decir de ella? ¿Como es? ¿Tiene alguna imagen? ¿Su madre está en el barco para saber de la desaparición o preocuparse de la situación? ¿Donde y cuando fue la última vez que la vio? ¿Y... porque ha recurrido a la señorita Kawazuki en lugar de pedirle ayuda a la seguridad del barco?- le pregunté todo eso, siendo concienzudo en las preguntas... aunque me reserve una que no formulé para que no me echase a patadas de la sala -¿Si lo sabe todo porque no sabe donde esta su prometida?- esa me la guardo para mi.

Cuando le preguntaste a aquel hombre rubio y extravagante si sabía que había sido aquella extraña explosión, fue a encogerse de hombros, pero al ver tu sonrisa y aquella expresión intimidante en tu rostro sintió como un escalofrío le recorría el cuerpo.

-Y…y…yo…yo no se nada, solo me he chocado contigo…-Murmuró un tanto aterrado, parecía decir la verdad, ¿era simplemente un tipo sospechoso y raro?, ¿sin más?, te resultaba algo raro, tal vez notó que te resultaba raro en su rostro y carraspeó.

-Me…me llamo…Inumaki y…huh…tengo…un…bueno, tenía un barco y…he terminado aquí por error…-Se disculpó como tan buenamente pudo sin apartar la mirada de tus ojos.

Nina al escucharos suspiró y se rascó la nuca.-Lástima…nadie parece conocerle, pero estoy segura de que tiene que estar en este barco o al menos que tiene trato con el dueño del susodicho…es un mal hombre y estoy segura de que si le veis una sola vez le reconoceréis.-Dicho eso chasqueó la lengua y estaba a punto de decir algo más…

Pero un extraño ruido, como el de una explosión, resonó por todo el navío, incluso notasteis como el suelo temblaba bajo vuestros pies, ¿había ocurrido algo? Nina entrecerró los ojos y miró al suelo un tanto extrañada.-¿Solo lo he sentido yo o…?

L a gente que quedaba ahí observando la escena no eran más que mirones y algún que otro empleado que terminaba por apagar el fuego. Había algún herido, pero nada importante, heridas menores y rasguños, sobrevivirían con una tirita y un poco de descanso.

Pero lo más extraño de todo aquello, además de que no hubieron “heridos graves”, fue que Hawk no estaba a la vista y no podía encontrarse en ninguna parte, ni siquiera los compañeros de Zo eran capaces de decirle donde estaban sus compañeros, ¿habría desaparecido?

Lo miró de pies a cabeza sin abandonar nunca agresivo talante, con la molestia reflejada en su rostro pero curiosamente sin mostrarse demasiado altanera. Alguien ajeno podría decir que estaba de mal humor.

— Akasha— dijo — ese es mi nombre, y si no sabes nada ¿entonces porqué parece que quieres salir corriendo? — sorpresivamente educada al presentarse de vuelta, más no así empática como para entender la posible causa del nerviosismo ajeno, la chica levantó con marcada curiosidad su fina ceja oscura mientras le mantenía la mirada fija al extraño; llegados a ese punto para ella era casi ya un concurso, una cuestión de orgullo el no desviar sus ojos de los del rubio, pues según su peculiar pensar denotaría falta de intensidad... aunque bien podría parecer que solo quería intimidar al contrario.

— ¿Y quién termina por error en un lugar así, huh? — espetó, sin embargo acto seguido un repentino slide de guitarra rompió un tanto el tenso clima unilateral — Tsk...¿eres un comerciante o algo así? — preguntó por el tema del barco.

Mer iba a comentar alguna palabra de apoyo para con Nina pero una fuerte sacudida casi le hizo perder el equilibrio así como vibrar sus senos.

—¡¿Y ahora que paso?!—musitó.

Miró a las demás rápidamente y fue corriendo a ver que había pasado.

Aun estaré ligeramente cansada que me agarrare a lo primero que tenga a mano para no perder el equilibrio con la explosión que mirare alrededor. Yo también lo habré sentido y sin duda ha sido una sacudida importante, con el tamaño masivo de este navío ha tenido que ser una explosión impresionante.

Iré a decir que sera mejor ir en dirección contraria cuando Meredith ya parecía dispuesta a ponerse en marcha así que suspirare y la seguiré, si es que sabe hacia donde dirigirse.

-Esta gente no se calla... ¿Hm?

-¿Su capitán? ¿Son piratas? -miré de reojo a la pareja mientras continuaba guiando al grupo hacia la enfermería. Tal vez...

Finalmente llegaríamos al lugar donde podrían atender a los heridos; por suerte, no parecía haber nadie herido gravemente. Las cosas se pudieron controlar a tiempo, cosa que me aliviaba saber. Dejando eso de lado, me parecía realmente extraña la ausencia de Hawk; me esperaba que fuese uno de los primeros en aparecer para aclarar las cosas, pero es que parecía como si nadie le hubiese visto...

-En fin... -deje al hombre que cargaba sobre una de las camillas; los médicos ya se encargarían. Entonces, dirigí mi atención a Lautrec y Amantine. -. Gracias por su ayuda... Los ayudaré a buscar a vuestro capitán -dije con una expresión un tanto fría. -. Lamento decir que no confió en ustedes... Parecen buena gente, pero hay muchos que se aprovechan de los inocentes y mi deber es encontrar a los culpables; a lo mejor no tienen nada que ver con lo sucedido, pero... Debo asegurarme. En todo caso, también puedo aprovechar para ver si sus compañeros saben algo de lo sucedido, o de mi jefe -a lo mejor alguno de los clientes sabría de Hawk; ya es que todo esto me empezaba a oler a quemado...

-Aka…Aka, Akakaka…Akasha, un…un placer…-Tartamudeó claramente preocupado respecto a tu clara molestia y aquel aura agresiva que te rodeaba.-Yo no quería salir corriendo…pasaba por aquí y me choqué contigo, iba a ir al casino…-Murmuró mostrando un billete de resguardo para fichas. Parecía tener una coartada, ¿Pero sería cierto?, ya lo decidirías.

Cuando preguntaste por terminar en un lugar así a modo de error, el hombre iba a decírtelo, aunque el slide de guitarra le dejó un poco trastocado.-Yo…tenía un barco, pero chocó contra una serie de rocas y estaba…estaba para el arrastre, luego uno de los chicos que va conmigo…pues…lo quemó sin querer y aquí estoy…-Pero cuando preguntaste si era un comerciante guardó silencio unos segundos.

-Bueno…soy…soy algo así, si…un comerciante que busca…bueno, busca que la gente cumpla sus sueños y…-Tragó saliva un tanto forzosamente. No te quitaba los ojos de encima, pero claramente estaba siendo cohibido por tu aura amenazante.-¿T…tu tienes un sueño?  

Las tres comenzasteis a correr en dirección de donde había ocurrido la explosión, Nina por mera curiosidad, pero tenía planeado seguir con su misión una vez llegarais a vuestro destino, el cual era frente a un bar. Ahí se podían ver a Lautrec y Amantine, hablando con un hombre que parecía ir vestido de guardia.

El bar parecía estar lleno de humo y de gente curioseando lo ocurrido, pero desde luego había ocurrido algo…¿y sería posible que vuestros compañeros sean los culpables de aquel asunto?  

Aquel hombre lo sabía todo sobre ti y no dudaste en sentir una especie de ansiedad recorriéndote todo tu cuerpo, le tuviste que aclarar que no te aterraba el agua, si no que simplemente no sabías nadar. Pudiste notar una clara mirada por parte de tu compañera que parecía decir, “No será verdad…”, pero por suerte no dijo nada, decidió mantener la compostura y escuchar la conversación entre vosotros dos.

Fuiste anotando lo que podías a medida que ibais hablando.-Si, mi prometida…Prunella Mochi, se iba a casar conmigo, pero decidió huir…dios sabe porque, soy atractivo, tengo dinero, muchísimo poder…y no soy mala persona, trato a las personas como se debe.-Aquello último te hizo dudar un poco, pero seguiste escuchando.

Shiina por su parte se quedó pensativa, pero negó.-No me suena el nombre, ¿de donde…?.-Iba a preguntar, pero tu te adelantaste, pero no pareció molestarle, simplemente te le adelantaste.

El hombre se dio un par de toquecitos en la barbilla.-Bueno, es pequeña, algo arisca, viste ropa de color rosa, tiene dos grandes moños en la cabeza…es hija de Big Mom, la número...¿que número era?, ¿32?, tiene demasiadas hijas.-Aquello último hizo que ambos os sorprendierais, ¿Big Mom?, ¿la emperadora pirata?, aquello era demasiado gordo y jugoso como para no escribirlo.-Fue vista por última vez en Whole Cake Island, he recurrido a la ayuda de la señora Kawazuki por su impecable historial, no puedo contar con la marina en este asunto, ni siquiera con piratas…pero en cambio la señorita Kawazuki…-Dicho eso sonrío levemente bajo la mascara.-Como sea...se llama Prunella Mochi, pero en realidad es Charlotte Prunella Mochi, ¿un nombre largo eh?, pero a mi nadie me gana con los nombres.-Y razón tenía, su nombre hacía falta memorizarlo.

Si estaba mintiendo lo hacía de forma bastante convincente, pues incluso sin contar su fluida actuación hasta llevaba consigo algo que pudiera usar como coartada…debía ser un profesional. Tal era la desconfianza de Akasha hacia el desconocido, o bien sus ganas de que este fuera algo más de lo que aparentaba para que así ella pudiera salir de su aburrimiento…¡Ay de aquel si no era más que un bobo transeúnte!

— ¡Hpmh! — se limitó a responder inicialmente tras escuchar todo lo que el otro tenía para decir en ese momento; si bien la chica relajó un poco sus brazos y dejó de apuntarle su peculiar guitarra, los ojos rojos de la susodicha seguían inquisitivos sobre la humanidad contraria. — Me acabas de contar que un compañero tuyo quemó el barco en el que viajaban, y luego me sales con que eres algo así como un comerciante que ayuda a la gente a cumplir sus sueños… — la joven suspiró al tiempo que fruncía su entrecejo — ¿Acaso eres un maldito demonio o algo así? — agregó enérgica, al punto de acompañar sus palabras con un ligero pisotón al suelo debajo de ellos, luego la llamada Akasha comenzó a tocar en bajo volumen una melodía simple pero pegajosa, típica de la zona en la que se encontraban.

La canción, siempre y cuando alguien le pusiera voces, hablaba precisamente de un marinero que queriendo llegar al fin del mundo pactó con un antiguo demonio del océano, no advirtiendo que el demonio, tras pedirle su alma a cambio, de hecho lo llevaría a la ansiada meta… en forma de brisa marina incorpórea, eterna circundante del mundo capaz de ir y venir con el flujo de las corrientes, pero al tiempo imposibilitada de tocar tierra por su naturaleza.

Simbolismos aparte, la de cabello oscuro interpretó la música de aquella leyenda no por temer a un injusto trato con el sospechoso “comerciante”, sino porque al tomar al dichoso Inumaki por demonio sus propios ánimos caldeaban hacia una dirección mucho más enfocada a la aventura, a lo desconocido, que a querer intimidar al otro presente.

— Tengo muchos sueños — al fin respondió de forma más o menos normal, pues intensidad seguía habiendo en sus palabras — Pero también son muchos los obstáculos que tengo que superar para cumplirlos, mis sueños son algo locos, verás — según hablaba levantó solamente una de sus cejas para intentar transmitir intriga, cerrando pocos instantes después el ojo contrario, lo cual agregaba cierto nivel de chulería a su cuasi-monólogo — ¿Cómo funciona tu negocio? — y finalmente sonrió — Eso si…mi alma está fuera de alcance, dado que ya se la entregué hace mucho tiempo al Dios de la música. —

Estaba anotando cada palabra que Mascaropone estaba pronunciando. Al parecer no es que hubiese desaparecido... es que había huido por no casarse con él... eso último que dijo me daba una idea de porqué -A saber como cree que de debe tratar a las personas para que su prometida se fuera...- pensé... aunque luego me arrepentí -¡Espera, que lo sabe todo de mi! Por favor espero que no sepa leer mentes también- pensé algo asustado, intentando y consiguiendo que no se me notara.

A Shiina no le sonaba el nombre, por lo que quizás no sería alguien famoso ni importante. Fui anotando sus rasgos, para hacerme una idea de como sería -¿Color de pelo? ¿Ojos? ¿Rostro? ¿Alguna cicatr...?- le seguí preguntando para hacerme una buena imagen mental, hasta que me detuve de golpe cuando mencionó que una de las hijas de Big Mom... ¡¿QUE?! ¡¿Big Mom la emperatriz pirata?! ¡Ostias! Desde luego me sorprendí, al igual que la detective. Pensaba que Shiina era una asociada de la Marina, pero al parecer era una detective independiente... bueno, desde luego ya entendía porque no acudió a la seguridad del barco: seguramente no estaría en el barco -Esto desde luego va a ser una búsqueda mucho más larga de lo que esperaba... mola- pensé. No tenía ni idea de como iba a continuar esto fuera de este crucero, pero... sin duda molaría verlo.

Corregí el nombre de la desaparecida añadiendo aquel Charlotte... ahora si me encajaba más como hija de Big Mom -No, desde luego Crumble T. Mascaropone Junior III es difícil de superar en longitud- dije para mi mismo mientras lo anotaba... menos mal que tengo buena memoria -Shiina, ¿tu le quieres preguntar algo? La detective eres tu, seguro que a mi algo se me ha olvidado- le pregunté a la chica, preparado para anotar lo que fuera a decir... no debo olvidar que nunca he escrito thriller policiaco y que... este tío me da algo de miedo por si pregunto algo que no deba... hay cierta información de mi que no me gustaría que dijera por enfadarle... como diga por ahí que se leer los glifos esos estoy muerto.

Cuando te dijeron que Mascarpone estaba prometido con una hija de Big Mom casi te caes de la silla, por suerte mantuviste la compostura como tan buenamente pudiste, pero aquello era muy grande, te daba para un libro y una serie de novelas si te lo proponías…alucinante, la hija de Big Mom desaparecida y su novio que busca encontrarla.

Shiina parecía estar bastante estupefacta, pero cuando le cediste la palabra no dudó en carraspear y sacar su propia libretita.-Vale, buscas a Charlotte Prunella, ¿pero no debería estar buscándola su madre?, según tengo entendido Big Mom es famosa por mantener a sus hijos bien cerca, vamos, la mayoría de su tripulación son sus hijos.-Exclamó ágil como un lince.-¿Por qué la buscáis vosotros y no ella?

Mascarpone entrelazó los dedos de sus manos y observó desde el otro lado de la máscara a la pequeña detective.-Big Mom ya la está buscando…y en realidad está muy furiosa…a fin de cuentas su hija se escapó sin más…y creo recordar que es la segunda que se escapa.-Señaló.

Shiina no parecía tener mucha constancia de eso, pero no tardó en preguntar-¿Y porque iban a escapar?, un matrimonio concertado es duro, pero no es motivo para fugarse.

El hombre de la mascara no dudó en reírse.-¿Quién ha dicho que sea concertado?

-Usted al solo recordar que Prunella tiene ropa rosa, es arisca y tiene moños…si fuera su prometido desde hace tiempo, la conocería más allá de su apariencia física, ¿no cree?

Mascarpone hizo una leve mueca y tamborileó los dedos en la mesa.-Bueno…en cierto modo sí tiene razón, pero esa hipótesis está algo cogida con pinzas, ¿no cree?-Río levemente.-¿Usted que opina amigo Poe?, ¿le da la razón a su compañera?

Cuando le comenzaste a preguntar respecto a como se quemó el barco y si era un demonio, el propio hombre se quedó algo pensativo.-Bueno yo no soy ningún demonio, o al menos que yo sepa…simplemente tengo un barco, una tripulación y les llevó a que cumplan sus sueños-Explicó con tranquilidad.-Mejor dicho, cuando tenía barco…ahora iba a comprar uno nuevo o al menos a ganarlo.

Desde luego daba muchas explicaciones, pero aquello se ponía claramente interesante, sobretodo para el hombre, el cual te miraba ahora…no con temor, si no curiosidad, sobretodo cuando te vio ponerte a tocar, era una melodía simple y pegajosa, si, pero tus virtuosas manos hacían que aquello fuera como una serenata digna de ser tocada ante un rey y aquello era lo que mantenía al hombre junto a ti.

Cuando comenzaste a hablar de tus sueños salió de su ensimismamiento, prestándote total atención y relegando aquella música a segundo plano.-¿Tus sueños son algo locos?...bueno, nadie tiene sueños locos, los sueños son simplemente sueños, deseos que pueden cumplirse, sean locos o sencillos…no hay nada imposible.-Sentenció con una tranquila sonrisa.

Aunque cuando le preguntaste por el negocio y le advertiste de no darle tu alma Inumaki río entre dientes.-Jamás me llevaría el alma de nadie…verás, toda la gente que viaja conmigo, lo hace con el deseo de poder cumplir su sueño algún día, verás…uno de mis tripulantes, Poe, el chico que incendió el barco sin querer, su sueño es escribir una aventura con sus experiencias viajando conmigo y los demás, luego está otra chica peliblanca, su sueño es convertirse en alguien importante, pero no alguien cruel, si no benévolo, ¿es interesante, verdad?

Aquella era una tripulación de pirados, o al menos eso parecía, pero…¿y tú?, ¿no tenías sueños también? aunque fueran sueños locos aquel hombre demonio parecía hablar de cumplirlos

A la última pregunta asintió, y es que claro, ella como todo artista que se precie no solo respetaba los sueños ajenos, sino que podía de hecho encontrar romanticismo e inspiración en tales, de ahí también que su sonrisa se hiciera más amplia, sincera. Curioso loco con el que se había encontrado, si para aquel ningún sueño estaba fuera de alcance...ya hasta le estaba cayendo bien.

— Ok, ok, señor comerciante de sueños...¿o debería decir Capitán de un barco de locos interesantes? — no podía asegurarlo sin temor a equivocarse, claro, pero de lo dicho por el dichoso Inumaki podía inferir que tal era su posición en su barco, o bien que muy generoso debía ser para mantenerse en segundo plano mientras otros lo llevaban — mis sueños no serán locos al ser eso, sueños, más si precisan de un esfuerzo bastante insano si es que quiero cumplirlos — aseguró repitiendo la melodía ya tocada antes, solo que ahora a mayor volumen y tempo musical, por definición haciéndola más alocada — yo no quiero ser importante...pero ansío llevar mi música a cada rincón del mundo, inspirar así a la gente, darles ánimos y fuerzas...¡hacer arder sus almas como si explotaran! — súbitamente exclamó, variando el movimiento de sus dedos sobre las cuerdas a una velocidad todavía mayor — quiero que los oprimidos se levanten, que los que hayan sido abusados puedan devolver la injusticia — con un movimiento casi teatral incurrió en una pausa dramática, avisando indirectamente el climax de la intensa melodía — ¡QUIERO QUE EL MUNDO ARDA HASTA SUS CIMIENTOS! — y pese a lo terrible que dicha oración podría oírse sin saber su contexto, si aquel junto a ella realmente había escuchado tanto sus palabras como su música, debería al menos comenzar a intuir la absurda grandilocuencia que embargaba a la artista, aquella libre de ambiciones distintas a una colosal revolución, el colapso de lo injusto.

De vuelta a un discutible silencio Akasha parecía mucho más motivada y alegre que antes, de hecho agresivamente ilusionada al hablar de su sueño, al menos tanto como para decirle tan polémicas cosas a un virtual desconocido — ¿Qué me dices de eso, huh? — lo encaró directamente, sin irse a medias tintas, pirada a su manera.

Apareceré corriendo detrás de Meredith que es la persona que ha iniciado la carrera para ver que esta sucediendo tras que notáramos la explosión. Me quedare mirando el bar extrañada, parece que todo ha saltado por los aires y mi mirada seguirá avanzando hacia las otras personas con las que venia en el barco y haré una comprobación rápida para asegurarme que el capitán no este con ellos.

Una vez no lo vea, me acercare con calma sin saludar para pasar por detras. Mi idea es primero escuchar un poco la conversación, por ahora también evitando ser inculpada en caso de que vayan a meterlos en la cárcel, pero para escuchar a ver si entiendo el contexto de como han pasado las cosas y si puedo aportar de alguna manera para evitarlo si puedo sin arrastrarnos a todos en el proceso.

Por otro lado también mirare la reacción de Meredith que parecía llevarse, aun que no se cual es la relación exacta, con Lautrec.

Por otro lado, si ellos me miran, se darán cuenta que llevo las ropas ligeramente rasguñadas, un pequeño corte en el labio y tengo una herida en el tabique nasal como si me hubiera dado contra una pared o alguien me hubiera, casi, roto la cara.

Cuando llamaste a Inumaki comerciante de sueños y Capitán de un barco lleno de locos, no pudo evitar reir.-Bueno…un poco de cada creo yo.-Sentenció con una tranquila sonrisa de oreja a oreja, parecía estar diciendo la verdad, al menos respecto a ello, pero parecía estar bastante interesado en tus sueños, el llevar la música a cada rincón del mundo, inspirar a la gente, darles fuerzas y dar ánimos a los oprimidos, detener las injusticias y…quemar el mundo.

Desde luego aquello último dejó un tanto trastocado a Inumaki, sobretodo por la melodía que seguías tocando, pero aún así no tardó en volver a sonreír, sobretodo cuando le preguntaste que decía al respecto.

-Pues…me parece un sueño tan válido como cualquier otro...-Empezó.-Ayudar a la gente, parar las injusticias, cambiar el mundo, es un buen sueño…y…no me importaría ayudarte a cumplirlo.-Aquello último lo dijo con una seriedad bastante inusual, una seriedad cargada de seguridad. Podías percibir que no era una broma, ni siquiera una bravuconada. Hablaba en serio cuando decía que podía ayudarte a cumplirlo.

-Mira…hipotéticamente, si pudiera ayudarte, ¿por donde empezarías?, ¿Qué cambiarías?, por ejemplo…de este barco, ¿estás en el por un motivo verdad?, los sueños guían a la gente, por algo habrás venido de repente aquí.