Partida Rol por web

- ¡Fan Jûnden! ¡¿Erik Fan Jûnden?! Kriminal, ladrûn, assessinû... konocidû por masakres en fronteras kûn Arbäk, Ojeir, Etûr.. kûn Ramelûk, Akerûm, Anilûm... ¿Sierfû del Kaûs? Jûm... posible, ¡ûn pelikrosû kriminal!

- Thörûm akná íjann, okjöakaj konûm jaûsinn!

- Vitûr verkûr ajákfetha, jannkefûr thejar sýntiskû, ojmûn jûvernij, kanjetûr leikbûnj okkûr felkomandi tímûk!

Estas palabras son un gran halago, pues demuestra la confianza recobrada por parte de Aûrjammer hacia ti.

Mi decisión, por el momento, era muy clara y muy tajante, al menos hasta tener más información: - Jammers, við munum bíða eftir að Eynja komi aftur núna og segir okkur hvað hún hefur uppgötvað. - Le hice un gesto a Mjólkûr Ferjammer,  como indicando que estaba enfadado, y quería atacar, pero éramos muy pocos. Y así lo dije: - Án Jûlfanna og smíðanna erum við mjög fá og við getum ekki horfst í augu við Erik van Hunden án hjálpar. Við höfum aðeins sex stríðsmenn og verðum að vernda okkur.

Luego, los miré indicándoles que requería su respuesta. Estábamos en una encrucijada, e intuía que quizás esto fuera el comienzo del problema con las fuerzas del Kaos. Y podría ser que necesitáramos al resto de los reinos para evitar que hubiera problemas, así que eso les pregunté: -Ég freistast til að tala við aðra sendiherranna, skipuleggja óvænta árás milli allra. Hvort sem þeir eru frá Kaos eða ekki, þá eru þeir óvinir og við viljum ekki hafa þá í kring.

Miré al Thramlûn Aesjammer, con preocupación. Los Jûlfs eran importantes para nuestra estrategia, junto a los konstruktos. - Er engin leið að fá Jûlfs aftur á öruggan hátt?

- Stríjsmajûr thûferjak dûns telstikk thíûmenn jeynkä tûkttûjûk álfak! Fijerûm ekki thraedd fijak berjast!

- Jay formas. Podríemos enfiarr ûn destakjamento dexploración alotra kara. Folûntarios kapaces de rekorrerr ilûsiones y kaminarr trampas para la kabetha. Kon kaûtela no será poko pelikroso, pero lentitû.

Ferjammer está a punto de ofrecerse voluntario para adentrarse en las trampas y buscar a los jûlfs cuando Eynja llega al rûmok. Uno de los gûerreros que hace guardia anuncia su llegada, y al instante se reúne con vosotros. La notas cansada, pero mantiene actitud y postura marciales, no dando ni un pequeño signo de debilidad. Sólo con su mirada ya sabes que trae información valiosa, pero espera a tu orden para desvelarla.

- Jalû Jammers. Jalû Vitûr.

Intento refrenar el ardor guerrero del Ferjammer. El valor de los enanos está fuera de toda discusión, pero el que sus vidas son muy valiosas también lo está, y debemos conservarlas. -Þeir erû tíû virði og allt að tûttûgû menn eða álfar, en við vitûm ekki hvort það eru hundrað eða þúsund óvinir í þeim herbúðum. Með smíðunum og Jûlfunum er ég viss um að við hefðum unnið, en nú hef ég efasemdir og líf hvers þeirra er mjög dýrmætt.

Por otro lado, tenía esperanzas de recuperar a los Jûlfs, aunque tardáramos en hacerlo, tras lo que había dicho. Miré a Vrindûn Siljammer y a Thramlûn Aesjammer, e incliné la cabeza, como admitiendo aquella respuesta, pero necesitando saber más. - Við skulum bíða eftir frekari upplýsingum og þá sjáum við hvaða öfl við getum úthlutað. Hversu marga dverga þyrftir þú til að koma í blekkingarnar? Hve lengi áætlarðu? -Miré interesado, con ganas de saber si era lo prioritario. 

En ese momento, llegó Eynja. Verla fue un alivio para mi. Había llegado a temer, por lo que había visto de los gnomos, que la hubiera mandado a un lugar del que no la pudiera volver a ver, y que fuera hecha prisionera, muriera en la misión, o simplemente que fuera abducida. Intenté observar si tenía algún signo externo de que algo hubiera cambiado, pero la saludé con toda la efusividad que permitía el momento y los acompañantes: - Jalû, Eynja, þú kemur á heppilegustu tímum, við erum að hitta mat á alvarlegum atburðum og upplýsingar þínar verða ómetanlegar, svo vinsamlegast talaðu um það sem þú hefur séð og hver þessi dularfulli njósnari var.

- Nûesthras trampas son maknífikas, fabrikadas intrinkadas y errefesadas. Pothríamos tardar semanas en rekorrerrlas, o kon sûerte ûnas joras. Kûantos más los kentremos, menos tiempo tardaremos, y menos pelikroso será.

No parece haber sido herida, ni física ni mentalmente. La conoces bien, y algo así podrías notarlo en ella sin dificultad. Sólo está cansada y abrumada por lo que ha visto:

- Rupert, maestros. Siento haberme retrasado. He descubierto que no somos los únicos akí. Además de los drûidas, los elfos y los de Abatis, hay otros dos grûpos. Uno de ellos liderado por el conocido criminal Erik van Jûnden, y el otro por quien creo es Oriandë, uno de los jefecillos ladrones del GÛLA del marquesado -(Gremio Unificado de Ladrones y Asesinos)-. Les he obserfado bien, de cerka, aunque casi me descubren. En ambos casos he descubierto algo alarmante. Amina Otnis, la brûja que akompañaba esta mañana a la Tenebrïs en el Tûmulo, cenaba junto a Erik en la hoguera del kampamento kriminal. No son más de media docena, pero parecen bien pertrechados y capaces de manipular magia oskûra. Por otro lado he visto al Altísimo Konsejero Reginloc reunirse con el jefe ladrón del GULA, en plena noche. Ellos son algunos más, pero sólo aparentan ser simples ladronthûelos y mercenarios.

Aquella revelación de Eynja era gravísima. Los de Anodiräs estaban en confabulación con alguien que les había atacado a traición, siendo los causantes del incidente de los gnomos, y por otro lado, los de Abatis estaban en negociaciones con unos vulgares ladrones... ¿para robar la joya? 

- Todos vienen kon aviesas y retorcidas intenciones, por lo ke veo, menos nosotros. Estimados Jammers, Eynja, tengo ke tomar ûna decisión sobre nûestro sigûiente paso. Os haré varias pregûntas, y aktûaremos en konsekuencia. 

Antes de nada, miré a Eynja, le agradecí con un gesto la información que nos había conseguido. - Eynja, agradethko tû dedikación y esfûertho, y te pido ke me respondas: ¿kûantos enemigos hay en kada kampamento y ke armamentos tienen?¿Ke defensas tienen? Lûego te diré lo ke ha pasado. 

Luego miré al Aesjammer, y le pregunté con desconocimiento de las trampas: - Martillo Thramlûn, ¿no se pûede krear un "faro" o ûna "gûía" para intentar ke vûelvan solos, o algûn konstrukto? Si tenemos ke ir a bûskarlos, ¿kûantos rekomienda ke vayamos? ¿Piensa ke es más importante rekûperar a los jûlfs o eliminar las amenathas de esos kampamentos?

Al líder de los jûlfs, le pregunté, junto al maestro guerrero, cuales eran nuestras oportunidades: - A la lûz de lo ke ha dicho sobre las fûerthas rivales Eynja, ¿necesitamos a los jûlfs para eliminar esas amenathas?¿Esa magia oscûra podría hacer kambiar nuestro atake?

- Thömtûin Aûrjammer, gracias por su konfiantha, pero, para tomar mi decisión, solicito sû konsejo: ¿denuncio ante el drûida, konfronto a los otros líderes o eliminamos el problema atakando a esos kampamentos? ¿Esa magia oskûra será un peligro para nosotros?

- Contestaré lo mejor que pueda, Rupert. En el kampamento de Erik no vi defensas, me parecieron bastante konfiados. Son alrededor de seis, no estoy segura, sólo hay dos tiendas y una hoguera. En el otro son más, diez o kince quizá. Me pareció un campamento profisional, como si no pensaran quedarse mûcho tiempo.

- ¿Ûn faro? Kon tres o dos, pûede ke sea. Kûatro mejor. Si son fravos. Pensaré el Faro. Ûn farokonstrûkto...

- ¡Éj iré folûntarrio! Jaz ese konstrûkto thötûljók, Thramlûn. Iré kon éléj ssolo. ¡Tvö! ¡A reskatar Jûlfs!

- ¡Nû se atrreferán! ¡Nû serán kapaces de ûsar esa makjia oskûra! ¡Nû serán kapaces de jácerlûn Ûldatär! Lûs Jûlfs sûn kapaces de mûxû solûs, sûn Ijûs de Dûnin! Perû nû konsiderû imprresindifles, sûn aprrendices, eskûderûs, aiûdas, perû podemûs sin ellûs. ¡Enkontrarrán el kaminû! Nosotrûs nûs defenderremûs, y esperraremûs.

- Eres sabio, Vitûr, pidiendo mi ayûda. Kreo kemos jûgado demasiado la diplomacia. Es jora delûxar. Es jora de jolpear konel pûño la mesa. Atakemos, arrankemos de raíz prûflema. Aktifemos los konstrûktos y marxemos en jarmas. ¡Jammers! ¡Eskûxatme! ¡El momento de komfatirr ja llejado! ¡A las armas!

Tras las palabras de Thömtûin todos los enanos arrancan en gritos y vítores, alzando sus martillos y hachas al cielo estrellado. Los ánimos se han enaltecido con la breve arenga del maestro dorado. Inmediatamente se empiezan a preparar para el combate, vistiendo sus armaduras y tomando las armas.

Alzo mi voz sobre la algarabía que se ha formado en un momento en las palabras del enano, tomando mi espada en la mano, mostrándola a los enanos. 

- Maestro Martillo de Oro, debo decirle ke esa era mi intención. No hemos venido akí a dejarnos pisotear. Esos dos kampamentos no entran dentro del trato ke han hecho los líderes, están aki sin permiso, en tierra sagrada. Además, el de van Jûnden nos ha atakado. Kreo ke por la segûridad del Konklave, debemos eliminar a esos enemigos. Permitidme unirme y estar kon vosotros en este kometido, si os parece, o si konsiderais ke debo defender a Anelûk de otro modo, no dûdeis en decirmelo. 

- Miré al resto de los enanos, que estaban dispuestos a ir. Despues de tantas injusticias que se habían demostrado, por parte de Abatis y de Anodiras, los enanos debíamos dejar claro que una cosa era la diplomacia, y otra las actuaciones a traición, y atacando al resto de enviados. Eso iba en contra de cualquier norma de hospitalidad y buen trato.  

Como parte de los preparativos para el kombate, el maestro artesano Thramlûn Aesjammer viste su mandil mágico y toma sus jerramientas enkantadas y un jrimorio, incrustados todos de gemas azules. Su semblante no es el amable que conoces, le ves extremadamente serio, concentrado, kabreado. Destapa uno de los golems, retirando las telas que hasta ahora lo había ocultado de miradas indiscretas. Es enorme y grandioso, triplicando la altura de un humano medio, formidable golem de guerra, fabricado en las Forjas de Sangre de Anelûk por los artesanos del Maestro Rûniko. Colocándose frente a él y alzando sus jerramientas, comienza a recitar con una voz de inframundo el enkantamiento que lee del jrimorio flotante frente a sus ojos, a su alrededor empieza a formarse una neblina azulada, y de las gemas empiezan a surgir rayos cargados de energía mágica, conectándose entre ellas e incrementando mutuamente su poder.