Partida Rol por web

Daell aprieta el gatillo y llena de láser las arenas del desierto. Dispuesto a transformar en diamante el suelo y en polvo el aire.

Wendy hace una pasada sobre las colinas y ve al francotirador, bastante alejado pero con buen tiro cubriendo toda la explanación que da a la fortaleza. También ve dos deslizadores estacionados en otra colina, sin duda el tal Dekel.

Una vez con el lugar señalado, Jarno se acerca con valentía, poniendose a tiro, y permitiendo a su vez a Daell y los otros realizar una descarga.

Zappp, es el disparo que suena desde el cañón bláster, pero las maniobras de Jarno son demasiado rápidas para él, y yerra su tiro. El deslizador continúa acercandose para tener distancia de tiro a sus hombres y el cañón vuelve a sonar Zaapp, un disparo menos certero todavía, que se pierde en el cielo.

Es la hora de Daell y los otros, que realizan una ráfaga, aunque con poco éxito. No hay manera de darle. O el deslizador se acerca más o hay que afinar más el tiro.

Jarno se está acercando ya mucho al cañón, y ahora sí que el combate va a decantarse de un lado u otro.

Ráfagas de energía verdosa aullan a nuestro alrededor levantando un surtidor tras otro, de arena cristalizada.
Mantengo mi vista fija en el punto desde donde aparecen esas ráfagas y logro atisbar, por unas décimas de segundos, el resplandor que provoca el fuego del cañón.
Zarandeo el deslizador de derecha a izquierda mientras levanto el morro para ganar toda la altura posible y asi, facilitar el tiro a Daell.
Otra ráfaga surge de la boca del cañón.
Y esta vez, se pierde en medio del cielo.
Y yo, tras percartarme, digo.
¡Ese artillero se esta poniendo nervioso!. ¡Adelante!, ahora es nuestra oportunidad de alcanzarle.
¡Daell!. ¿Tienes clara su posición?. ¡Pues a por el!.
Y mientras hablo, la distancia que nos separa del emplazamiento del cañón, se acorta.
Ya lo tengo a la vista al maldito. Y no puedo evitar renegar por lo bajo deseando tener algo de armamento en el trasto que piloto.
¡Disparad todos!. ¡Acababemos de una vez por todas!

¡Venid a por nosotros cobardes!

La nave se zarandea de un lado a otro a velocidad de vértigo y Daell se sujeta con fuerza al arma mientras aprieta el gatillo.

Daell impacta sobre el cañón antiaéreo destrozandolo por completo con algarabía de los presentes. Vivaaa, otro quitado de enmedio, al menos ese no matará más rebeldes.

El disparo anterior es esquivado por Daell, con maestría, y os quedáis sobrevolando la zona, para ver como de entre los riscos aparecen el deslizador aereo y el terrestre con los que habasteis antes, que se dirigen al fuerte.

¿Que haceis?

Y al fin, una explosión retumba en el borde del acantilado. Y todos podemos ver como los restos ardiendo del cañón blaster, se derrumban cortado abajo.
Mientras mis compañeros rien alborozados, yo digo a media voz.
Otro imbecil que descubre demasiado tarde lo que significa jugarse la vida frente a mi.
Aproximo el deslizador hasta la fortificacion humeante y añado.
¡Daell, magnifica demostración de puntería!. Espero que seas capaz de seguir haciendonos demostraciones como esa.
Levanto el morro del deslizador y tras dejar atrás el acantilado, sobre volamos la fortaleza. Y todos podemos ver con precision, las puertas de ambas entradas voladas.
Muy bien. Pues ya que estamos aquí y ahí abajo hay mas fiesta, me parece que vamos a hacer acto de presencia.
Seremos la sorpresa de la puñetera fiesta.
Revoloteo por encima del fortín buscando otras armas antiaéreas pero, de momento, no parece que nadie mas quiera dispararnos.
¡Nos dividiremos en dos grupos!. Daell, tu estarás al mando de uno y tomaras al asalto una de esas puertas. Yo haré lo mismo con el otro grupo con la otra puerta. Todo aquel que se nos cruce y no pueda identificarse, lo quiero muerto. De todos modos, intentad preguntar primero antes de disparar.
Dicho esto, miro a Daell por un instante y alzo levemente una ceja.
Voy perdiendo altura mientras me aproximo a las puertas de la fortificacion. Y en ese momento, se me ocurre un ultimo detalle.
Maktar, tu te quedas en el deslizador de guardia. Quien sabe, puede que no tengas que disparar demasiado.

Sólo les preguntaré si siguen vivos después de una buena ráfaga de láser, no te preocupes. Vamos gente, están rodeados.

Daell baja corriendo del deslizador de Jarno y sube al de Wendy.

Que la Fuerza nos acompañe.

Me acerco sobre los restos del deslizador que ha sido derribado antes por si puedo identificar o buscar supervivientes .

Wendy hace una pasada sobre el deslizador de vuestros compañeros, para ver que no hay nada que hacer, están todos muertos. Reconoce los cadáveres de Kotar y de Ora, así como de otros que no conoce.

Tras eso se coloca en el lugar indicado, y Daell se monta con ella de paquete, para poner los dos grupos rumbo a las puertas.

Una vez que todos los preparativos están listos, me aproximo a velocidad de crucero a la puerta derecha del fortín.
Era la que me pillaba mas cerca y, mira por donde, pues esa misma.
Estabilizo el deslizador y ordeno.
¡Vamos!. ¡Todos fuera!. ¡Moveos moveos!
Y curiosamente, todos los cazar recompensas saltan del deslizador demostrando cierto grado de displicina.
Antes de saltar, miro hacia Maktar y digo.
Cuidado con el vehículo. Te quedas a su cargo.
Y dicho esto, yo también salto. De inmediato, el deslizador acelera sus motores y se va elevando en el firmamento. Y yo, aterrizo flexionando las piernas para amortiguar el impacto al tiempo que desenfundo mi Blaster.
¡La puerta es nuestro objetivo!. ¡Desplegados por parejas!. ¡Y quiero a dos tiradores flanqueando esas puñeteras puertas ya!
Y vaya, hasta parecen inspirados los tipos de mi equipo.
Un par de ellos se colocan a ambos lados de las puertas apuntando hacia el interior del pasillo de acceso que se vislumbra en medio del humo. Y es en ese momento, cuando yo, alzo la mano izquierda hago la señal de avanzar.
Desplegados y agachados, iniciamos un asalto escalonado sobre las puertas y cuando llegamos hasta ellas, automaticamente nos dividimos en dos secciones y nos situamos a cubierto tras los tiradores.
Y yo, tras asomarme y echar un vistazo, digo.
Al carajo y a por todas. Adentro muchachos.
Pegados a las paredes del corredor de acceso y agachados, aprovechamos la cobertura de humo para ir penetrando en la fortaleza.

Mientras os acercáis a la fortaleza veis que el deslizador del tipo con el que hablasteis antes por el interfono está en medio de la explanada y con rumbo también al fuerte.

Donde te dejo , por que yo no me bajo de la moto , ya que alguien va a tener que vigilar que no vengan mas interesados en la fiesta . Si necesitais ayuda ,no dudes en decirmelo .- Digo mientras me acerco a la fortaleza para dejar a Daell

Daell ve como el resto se acercan a la puerta derecha. Por un momento mira a la puerta de la izquierda.

Tal vez esté muy alejada de los demás.

Aprieta el mando de los propulsores y una ráfaga azul sale del tubo de escape, empujando al vehículo que maneja Daell hacia la puerta central.

Os acercáis a las puertas y Jarno ordena el despliegue. Los cinco mercenarios que lleváis con vosotros hacen caso a Snorri, y se despliegan a su orden, pero una vez abajo el cabecilla de ellos se dirige al que hasta ahora era su suboficial.

-Repartiremos el botín a partes iguales. Y si encontramos a los amigos de Jax... me los dejarás a mí para que los destroce.

Tras el breve intercambio de palabra os desplegáis ante la puerta de la derecha, escuchando fuerte ruido de disparos en el interior. La puerta está volada, por lo que podéis entrar sin problemas. Dentro se adivina una zona residencial, aunque no podéis ver mucho sin arriesgaros metiendo la cabeza, y los disparos se escuchan cerca.

Entre tanto Wendy deja al solitario Daell en la puerta central y remonta el vuelo.

A todo esto habéis visto que el deslizador terrestre y el deslizador aereo de la gente con la que hablasteis antes por el interfono se han colocado sobre la fortaleza con sus deslizadores detenidos, como a la expectativa.

Me mantengo agachado y pegado a la pared tratando de usar el humo como cobertura.
Y mientras permanezco atento, he aquí que resuenan disparos de Blaster desde el interior de la fortificacion.
Uno de los cazarrecompensas me habla y yo contesto.
¿Partes iguales?. Por mi, como si os quedáis con todo lo que podáis saquear del interior de este antro. De eso, ya nos preocuparemos mas tarde. Ahora, tenemos otras prioridades.
Y dicho esto, he aquí que, desde el exterior, uno de los cazarrecompensas que habían quedado flanqueando la puerta, me hace una señal.
Miro hacia arria tras aproximarme y digo.
Vosotros dos, os vais a quedar aquí a cubierto en el interior del túnel de acceso. Y si veis que esos pajaros hacen algún movimiento sospecho, disparad. Solo faltaria que nos viéramos atrapados en este agujero en medio de un fuego cruzado.
Dicho esto, miro hacia el interior del túnel y concluyo.
Los otros dos, conmigo. Vamos a entrar.
Y dicho esto, de nuevo pegado a la pared del túnel de acceso, voy adentrandome en las profundidades de la fortaleza.
Detrás de mi, avanza otro de los cazarrecompensas. Y pegado a la pared de enfrente, marcha el tercero de nosotros.
Prosigo mi avance hacia donde resuenan los di`paros listo para entablar combate con el primero que se me cruce.

Daell salta de la barcaza y corre hacia la puerta central con el blaster en la mano.

Se acerca hacia los mandos de apertura de la puerta. Aparta el polvo del desierto con la mano y tras esto trata de abrir el dispositivo y hacer un puente para abrir la puerta. Mira a sus compañeros. Están algo alejados, pero seguro que harán suficiente ruido como para que pueda entrar sin ser visto.