Partida Rol por web

Cita:

Tras oir al por casualidad al camarero, se levanta dejando el periódico sobre la mesa y camina hasta fuera del bar camino de la recepción con su cartera en mano. Enrico vuelve a mirar a su reloj por un segundo y mueve ligeramente la cabeza.

Entro al bar y me detengo un segundo, buscando un lugar libre. Aquí también parece haber bastante gente... y bastantes animales.

Viendo que en la barra hay espacio, me acerco hasta allí y saludo al camarero. -Buenas tardes. Un Gin tonic, por favor.-

Mientras espero, echo un disimulado vistazo a mi alrededor. En una mesa cercana, alguien ha dejado abandonado un periódico. Me levanto y lo cojo, para luego sentarme de nuevo en la barra y probar mi trago.

Ha de Rosario yo soy de Capital, vivimos cerca entonces le respondo a Facundo.

Y vos de donde sos le pregunto a Isadora  ¿también venís a la convención?

Despues de un tiempo, el mozo trae finalmente mi te.
Muchas gracias señor, veo que hoy tiene un dia algo agitado...
El mozo solo me miro y me hizo un gesto como si no entiendiera mi comentario, haciendo una observacion exaustiva de la situacion enrededor de mi, todo parece muy superficial, veo mucha gente tratande desesperadamente de comunicarse y creo que muchos estan tratando de ver si pueden atrapar a alguna señorita, je, ya que hay muchas y muy bonitas. Es como una caceria desesperada, una situacion muy graciosa por sierto.
Debo hablar con alguien imagino, no puedo quedarme al margen, esto se va a hacer largo y tendre que hacerlo un poco mas llevadero.
Sentado a mi lado se encuentra el Dr. Rivas, un tipo con estirpe y buena presencia, que realmente no sabria como iniciar una conversacione con el.
Tomo aire y...
Buenos dias señor Rivas, me podria decir la hora por favor?
La verdad, no es un tema como para que la conversacion avance, pero bueno algo es algo no? Esta vida ermitaña de la montaña me esta haciendo perder la socializacion.

- Estem... sí claro, las 3... -, le respondo al barbas que me llama por mi nombre, aunque yo no sé de quién se trata. - Caballero, veo que sabe como me llamo, pero aún no nos han presentado. ¿Usted es? -

Es extraño como la gente se conoce por aquí, yo sólo tengo visto a un par de personas y a duras penas recuerdo sus nombres. Está claro que mi memoría para los nombres es como la de un pez, pero no creo haberme cruzado con esta persona antes. Aún así el sabe muy bien quién soy... estoy... sorprendido.

Aprovecho un momento que Rivas se gira para llamar al camarero, que había terminado de comer ya. Solía comer rápido, y esta no era la excepción. Ahora me apetecía algo para rematar la comida.

-¿Podría servirme una taza de té de Darjeeling una pizca de té verde? Este último sin preferencia, a ser posible no muy fuerte.

Me encaro con una sonrisa picara a Erin.

-No siempre se puede beber una exquisites así por la cara... ¿Quereis? -Dije lo suficientemente fuerte como para que el Sr. Rivas se diera por aludido con la pregunta.

- Estem... no gracias... no me gusta el... ¿eso que es? ¿té? -, le digo mientras repito el nombre de lo que ha pedido en mi cabeza para que mi cerebro trate de relacionarlo con algo. - No, no me gusta el té, es un excelente diurético y además, te hace bien al corazón y esas cosas... pero sigo pensando que no sabe a nada. Bebe tu tranquilo, que se ve que estás acostumbrado, yo, declino formalmente el ofrecimiento. -

[B]Gracias, recuerdo su mombre de la recepcion, cuando dio sus datos para registrarse. Perodon. me presento, mi nombre es Heraclides Pontico.
De donde viene usted? Llega aqui para la convencion?[/B]
Me parecio de repente una persona algo distante, pero talvez es una sensacion mia, ya que aqui veo como que todos somos gente algo rara, se ve una diversidad interesante.

- Encantado Heraclides. -, le digo mientras le estrecho la mano. - Es un placer conocerlo. En realidad, sí, he venido para la convención, de la cual, claro está, se poco o nada. Dígame, ¿qué es lo que lo ha traído aquí a usted? -

Tras la sorpresa de ver al barbas, me doy cuenta cuando hablo con él, que en realidad, parece más un erudito o un sabio que cualquier otra cosa. Interesante. Gente de todos lados y muy variopinta... creo que me gustará mucho esta convención.

Observo a Lev con aire divertido, no he reído del todo por la expresión de Rafael pero aquell es gracioso sin duda.

-Dicen que siempre hay que probar cosas nuevas...-asiento a Lev.-Veamos si sabe a algo o si Rivas tiene razón.¿De dónde se supone qué es este té? ¿Tiene efectos secundarios?

Miro a Rivas que conversa con un hombre bastante peculiar, cada personaje en esta convención es distinto, eso debe ser bueno.

roberto ziracusa llega a la barra
gin tonic.. bien
quiere algo de comer le señor?
te lo sirve con una sonrisa.. quizas "demasiado" afectuosa, y se te queda viendo a los ojos

Mientras observaba el comedor plácidamente un chico que se ha presentado como Rafael llega y saluda a la pareja que se encontraba a mi lado, para enfrescarse con una conversación con lo que parece un profesor de literatura de los años veinte. Sonrío al mirarlo y me dirijo al chico.

- Perdona, ¿quieres sentarte aquí? Es que te veo ahí de pié hablando y a mi no me importa sentarme en otro sitio.
Miro mi plato vacío.
- Además, ya he acabado de comer.

-El té Darjeeling es reconocido como uno de los mejores tes negros que existen, pocos tes lo superan... claro que no soy un experto en té, solo se lo que puedo leer. Y el te verde y el té negro es la misma planta tratada de diferente forma... así que a grosso modo, además de diuréticos como ha dicho Rivas, es estimulante, como el café. El verde es algo más fuerte creo... pero bueno, no me gustan los típicos tes que se suelen consumir (manzanilla, poleo, etc), prefiero cosas más "sobrias"... -Dije esto con gran pasión, dejando de lado la verguenza que pudiera sentir.

[A Camila]
Desde luego yo tampoco pienso quedarme por aquí metido... digo mientras rebusco por la sala No la he visto, así que será otra rubia que aun no haya llegado...me preocupa dicho esto me recuesto en el espaldero, algo dolorido por el largo viaje e incomodo por el ambiente. ¿ No te molesta tanta gente?

-Si también vengo a la convención. Pero no estoy muy segura de que se trata todo esto.......-Le digo a Jack, un poco mareadita-  Pero vengo de un poco más lejos, de Atenas.  Me encanta tu país.

-¿Y que hacés de tu vida, sos estudiante como Facundo?

Mientras digo esto veo un hombre rubio que acaba de sentarse en la barra. Una cara familiar , pero no puedo recordar de donde lo conozco. Esta de espaldas a mi mesa, puedo ver su rostro reflejado en el espejo de la barra. El no se da cuenta que lo estoy mirando, ya que está leyendo el periódico,  así que lo puedo observo a mis anchas.

-Muy interesante, Lev... ¿Ya ves que dicen eso de que todos los días se aprende algo nuevo? Hoy he aprendido algo nuevo gracias a ti. Parece que tienes gran pasión por ello, bah, lo digo por como hablas-sonrío.

Miro a Rafael que parece bastante entretenido con el hombre de la barba y del cual no alcancé a escuchar su nombre.

-Oye, Lev, me disculpo si te eché a perder la comida. Realmente no era la intenció, creo que te distraído más tiempo del políticamente correcto.

Remiauu!!!!!!!!!! Cada vez viene mas gente a esta mesa! Este quien será.......Pero me gusta, parece bueno. Y huele rico.

Con un saltito elegante, me bajo de la silla y voy hacia el nuevo que se acaba de sentar y paso el lomo por su pierna. Después pego otro saltito yme trepo a su falda.

Llegando al bar me dirijo hacia la barra y saludo al barman buenas tardes deme algo ligero, una cerveza estaría bien, vaya vaya tienen mucha gente por aquí hoy verdad?

-Insisto... ha sido una comida agradable. Tienes mi "beneplácito" para obviar formalidades de ahora en adelante. -Digo amablemente-. Igual, el que no va a molestar más soy yo... me acabo este té y me iré a remolonear a la habitación, a ver si logro dormir un poco, que el cambio de horario nunca me sienta bien.

-Gracias, Lev... Ha sido todo un placer conocerte-digo sonriendo.-Supongo que nos veremos.

Espero a que se termine el té y guardo silencio, hay algo que me tiene incómoda.