Partida Rol por web

Joer, lo tuyo es mala suerte.

El gélido se está alejando de tu posición.

Turno 106

Los marineros se empiezan a organizar para subir toda la carga mientras que el pobre caballero está intentando que el gélido "chapoteador" se dirija hacia él, pero se está desviando y parece que haciendo caso omiso de su dueño, se encamina hacia justo donde no toca.

La capitana de puerto se dirige hacia el de la nave con ojos destellantes de odio.

Tu bicho se está asustando, agobiando y notas que su vigor legendario se está agotando por momentos. Te preocupa.

Los ojos de esta mujer son demasiado peligrosos.

Cuando ya esperabas que se marchase te señala. - Tienes una hora menos de lo acordado, ya que tendremos nosotros que hacernos cargo de limpiar todo esto.

Intento acercarme más, con cuidado de no caerme al agua, y hablarle despacio y con claridad. Busco en mi bolsa para ver si tengo algo de comida para que pueda olerla y atraerlo con eso.

Sacas un trozo de queso seco, que parece gustar más a los mújoles que atraer la atención de tu gélido.

Bueno, a ver que hace tu contrincante y si esto termina, seguiremos con las escenas privadas de cada uno.

La mujer podía lanzarme todas las miradas asesinas que quisiera que bien poco me importaban. Mi tripulación, y yo mismo, habíamos salido airosos de este show, dado una lección a un patán, y ya volvíamos al cotarro. Eso no quería decir que no me preocupasen sus sutiles indicaciones, tan solo que no mostraba, por razones obvias, que me afectase.

"¡Venga, haraganes!", grito, instando a la tropa a moverse. Ya no nos teníamos que preocupar del noblucho desplumado, no con la señora del puerto por la zona, por lo que podíamos centrarnos en la mercancía. "¡Quiero bendecir con sangre enemiga la nave cuanto antes!".

El caballero, con bastante esfuezo y habiendo perdido un taco de queso que es pasto de los peces del puerto, consigue recuperar a su asustada montura. El pobre bicho está tan fatigado que queda en un estado paupérrimo. Los marineros se afanan a sus labores y empiezan a cargar todo lo que le han traido.