Partida Rol por web

Lejos de que mi paranoia me ayudase o no, directamente no hacía falta ni planteárselo. Mi tripulación parecía haber caído presa de algún hechizo que les robaba las ganas de cualquier cosa. Mi segunda, sin ir más lejos, pasa a ser poco menos que una muñeca y no por voluntad o entrega, sino por hastío o desmotivación hasta para vivir.

Finalmente un cambio que quizás mejore las circunstancias es poder ver tierra firme, llegando tras una eterna travesía a nuestro destino. Unas pocas horas libres para que la tripulación hiciera cuanto quisiera, espero, les serviría para volver a mostrar algo de vida.

Ni qué decir tiene que los arengué con eso para que acelerasen.

Una guardia escolta a una mujer que mira la nave con desprecio y asco.

Sabes que quiere. Dinero. Es la que cobra el puerto y su poder es mayor de lo que te gustaría reconocer. Es el primer muro, antes de llegar a la ciudad. El puerto puede ser algo malo, pero con ella, es muchísimo peor,...si se enfada.