Partida Rol por web

Pasos en la ciénaga

Capítulo 3: Junto al río Podrido

Cargando editor
12/11/2017, 00:31
Director

Capítulo 3: Junto al río Podrido

 

El bosque de los árboles colgantes

Las luces trémulas del alba les encontraron descansando en los botes sobre el agua. Una neblina flotaba entre los árboles y daba la sensación de que surgía de las aguas del río. El sol apenas tenía fuerza, cubierto por las ramas pobladas de los árboles y aquella bruma posada en la ciénaga. El bosque entero parecía conspirar contra ellos, con sus propósitos ocultos y oscuros como las entrañas más profundas de aquel lugar.

Tras los acontecimientos del día anterior, la única opción que tenían era explorar el pantano más allá del río Podrido con la esperanza de hallar alguna otra pista sobre el paradero de aquellos a quienes estaban buscando. Las luces que brillaban en la noche junto al río Podrido habían desaparecido, como si hubieran consumido todo el combustible que les había mantenido prendidas durante toda la noche. Ahora se encontraban en una zona algo más amplia, con menos árboles pero con suelo barroso y aguas estancadas de color verdoso. Encontraron los vestigios de un camino antiguo, tal y como Balmut les había adelantado, en tiempos remotos se asentaban allí los hombres en una pequeña estación de paso para viajeros o mercaderes que iban o venían de las colinas del Hierro, del Sur o del Este. Cuando el poder de los Reyes del Norte se desvaneció, el poblado fue languideciendo hasta su abandono y las ciénagas y el bosque se tragaron sus ruinas junto cualquier rastro de su existencia.

Más allá del río Podrido, el curso del agua atravesaba manojos de vetustos sauces muy agrupados, que tapaban la escasa luz del sol, aunque podrían cubrir sus rayos aún cuando este luciera más brillante. Sus colgantes ramas llegaban hasta el agua y sus raíces mohosas se hundían profundamente en el lodo gris. El río había desaparecido en un vasto pantano sin viento ni corriente alguna. El agua tenía escasa profundidad para los botes, por lo que se vieron obligados a abandonarlos y avanzar con el agua hasta las rodillas, o hasta más allá de la cintura en algunos casos.

Notas de juego

Podéis lanzar Explorar o Buscar para encontrar algún rastro (especialmente los exploradores del grupo). Nuevamente es una acción prolongada.

Cargando editor
13/11/2017, 05:48
Farald, hijo de Farnmann

A pesar de los consejos de Farald, el grupo se dividió y mientras unos regresaron a los botes, otros decidieron temerariamente explorar los alrededores. Afortunadamente, estos lograron regresar poco después, con las manos vacías pero sanos y salvos.

Con las primeras luces del alba, las cuales tenían dificultades para hacerse ver entre el dosel arbóreo y la neblina que reinaba en la ciénaga, el grupo abandonó los botes y reanudó su búsqueda siguiendo el único rumbo posible hasta que, tras un tiempo andando, llegaron a una zona antaño habitada pero que ahora había sido reclamada por el pantano. Aunque ya de por si el bosque le daba mala espina a Farald, el hombre de Valle no podía evitar mirar con desconfianza los viejos sauces, sobre todo las ramas que colgaban de ellos. Por eso, no tardó en comunicarle sus temores a sus compañeros.

-No se vosotros pero estos árboles no me inspiran la más mínima confianza, cada vez que los veo me recuerdan el verso que nos relató el anciano -le dijo el bárdido a los demás- Puede que sus palabras no sean más que cuentos para asustar a los niños pero viendo lo difícil que está resultando avanzar por esta región creo que no estaría de más que estemos alerta y no dejemos de vigilar los árboles a medida que avancemos.

Sin nada más que agregar por el momento y moviéndose con cierta dificultad por el pantano, Farald comenzó a ayudar a sus compañeros en la búsqueda de cualquier pista que pudiera señalarles el paradero de los mensajeros enanos.

- Tiradas (1)
Cargando editor
13/11/2017, 09:42
Ella

Tras la lucha con el troll y la infructuosa exploración nocturna, Ella se encontraba de un humor de perros, sin ganas de hablar ni de escuchar.

Sabía que nadie del grupo tenía la culpa, que ella había elegido seguir este camino, asi que la única responsable era ella misma.

Mientras durante la mañana se adentraban en el bosque, siguiendo el único camino existente, recordó a su familia, hacía tiempo que no la veía, recordaba a su imponente padre, grande, fuerte, sabio... pero no conseguía recordar a su Osa, es como si le faltara una pieza de su memoria.

Después de un buen rato caminando por ese pantanoso terreno, escuchó a su compañero Farald. Se fijó en el bosque al que apenas había prestado atención, ensimismada como estaba en sus pensamientos. El explorador tenía razón, aquél bosque daba miedo, esos árboles con sus ramas colgantes parecían reclamar a los que se aventuraban por sus dominios.

- Tienes razón Farald, debemos de caminar despacio, con seguridad y sin dejar de atender a los árboles, si cualquiera ve algo extraño o fuera de lugar, por leve que fuese, mejor investigarlo.

Dicho esto, Ella apartó sus pensamientos para otro momento y se concentró en lo que tenía delante, tratando de escrutar con su mirada hasta el más mínimo detalle.

- Tiradas (1)
Cargando editor
13/11/2017, 10:18
Grimrow

La marcha se había reanudado de madrugada y vagaban sin un destino fijo, de ahí que, no teniendo sentido planificar el viaje, se sumara a sus compañeros en la búsqueda de cualquier tipo de rastro o señal que pudiera conducirles hacia los enanos.

Más allá de la impresión de Farald, a Grimrow se le antojaba todo aquel paraje amenazador y lleno de peligros. No necesitaba recordar las palabras del anciano para percatarse de aquello, y visto el panorama, la advertencia le sonaba casi ridícula, cualquiera que se adentrara por aquellas sendas sabía que había que extremar sus precauciones.

- Andad con el corazón ligero, pues no sabemos el camino que hemos de tomar, ni cuantas horas o días habremos de andar por ese siniestro escenario. - expresó tratando de dar ánimos a sus compañeros. Si bien sus palabras, fruto de una frase hecha, le sonaron un poco raras y carentes de mucho significado en aquellos momentos.

- Tiradas (1)
Cargando editor
13/11/2017, 11:45
Mungo Bolger

Mungo parecía algo decepcionado por no haber encontrado ningún tesoro oculto en la guarida del troll, pero aquella pesadumbre se esfumó casi enseguida. Había cosas más importantes por las que preocuparse.

Estoy contigo, maese Farald —dijo, bajando el tono, mientras oteaba los alrededores . Debemos ser cuidadosos como ratones de campo. ¿Quién sabe qué horrores albergará este lugar?

El joven hobbit pensaba que jamás se acostumbraría a caminar bajo aquellos retorcidos árboles. La humedad era insoportable, como una capa densa que adhería a todos los rincones. Sin embargo, cada vez se sentía más cómodo en aquella compañía, y se alegraba de estar compartiendo aquellas dificultades con ellos.

- Tiradas (1)
Cargando editor
14/11/2017, 10:33
Krölin

El enano se movía con dificultad. Tanta rama le molestaba el paso y no hablemos del agua, quien sabe qué criaturas podrían vivir allí abajo, justo a cada paso. El enano parecía que no había descansado lo suficiente tras la pelea con el troll - ¿Los aventureros soléis descansar tan poco? ¿Es que no tenéis horario? - Típica frase de novato.

Sin embargo, Krölin continuaba la marcha siguiendo al grupo. No era una carga demasiado grande, pero si demasiado testarudo. Aunque el enano ya había sido útil encontrando un lugar para echar la noche, parecía que sus ojos eran mas valiosos que su valentía.

- Tiradas (1)
Cargando editor
15/11/2017, 12:13
Balmut

El grupo pudo comprobar lo difícil que era moverse en la oscuridad por aquel bosque tenebroso. Por suerte no acabaron de perderse y Balmut regresó satisfecho a las barcas. No habían peligros en las cercanías y podían descansar hasta el amanecer. No había mostrado gran preocupación por la búsqueda del posible tesoro del trol. Ni siquiera le interesaría en momentos más oportunos. 

Con las primeras luces retomaron la marcha tras la pista de los enanos. El hombre del bosque observó con curiosidad el camino antiguo sobre el que había oído hablar, así como los vestigios del asentamiento humano tragado por la ciénaga y el bosque. Nunca había estado allí y disfrutó al poder constatar aquella historia.

Balmut avanzó sin quejarse. No había olvidado las palabras del anciano Nerulf que mencionaban sus compañeros y prestó atención a las distintas plantas y hierbas de su alrededor. Era un gran conocedor y sin duda la llamada hierba del ahorcado debería llamar su atención. O eso quería creer. 

- La sombra no descansa. - respondió a Krölin con una media sonrisa que podía parecer algo siniestra. 

El joven y su compañero canino se esmeraron en la busca del rastro de los emisarios. Inzim intentaba captar el olor que había olisqueado en el lugar que los enanos habían escogido para acampar junto al río. Balmut se centraba más en la observación. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Quiero usar el rasgo de herboristería. Ya que no conoce la planta igual la identifica por ser la desconocida :P

Cargando editor
18/11/2017, 20:07
Director

El grupo caminó entre la fangosa agua tratando de mantener una fila, y guardando cierta distancia de separación entre ellos para cubrir la mayor parte posible de terreno en la búsqueda de alguna pista que les llevase por el buen camino. A pesar de mantener la concentración en la acción de rastrear, sus ojos de vez en cuando se desviaban hacía las ramas colgantes de los sauces que llegaban hasta el agua, recordando las advertencias del Viejo Nerulf sobre la hierba del ahorcado.

El ambiente se volvía más lúgubre y siniestro conforme avanzaban, la bruma se desplazaba sobre el agua verdosa con parsimonia y ocultaba las ramas más altas de los árboles en su manto blanquecino. Daba la sensación de que las nubes del cielo se habían desplomado sobre aquella parte del mundo. Los últimos vestigios del antiguo poblado sobresalían del fango y del légamo como si fueran puntas de dedos y dientes rotos. Pilares solitarios, pequeños arcos de mármol y muros húmedos con gárgolas sonrientes que contemplaban a los inesperados visitantes desde los restos de aquellas ruinas.

En algunas zonas de la ciénaga encontraron una espeluznante estampa que les provocó un terrible escalofrío por la espalda, y que no tardaron en relacionar con los fuegos fatuos que habían visto la noche anterior. Cuando sus pies agitaban el suelo fangoso y podían ver el fondo del pantano descubrían, diseminadas y enterradas en el lodo, huesos de animales y de humanos, que correspondían a diferentes edades a juzgar por la variedad de tamaños. Incluso en alguna ocasión, cuando los pisaban sin darse cuenta, pudieron sentir como se quebraban bajo sus pies.

Finalmente, Grimrow alertó al resto de algo que había descubierto en una zona donde el agua le llegaba hasta sus rodillas. Allí asomando ligeramente en la superficie verdosa se encontraba el pequeño bote de la Ciudad de Lago usado por Balin y Oin, a juzgar por lo reciente de su aspecto. El bote se había hundido bajo las aguas pantanosas pero era visible desde la superficie, puesto que donde se encontraba, el agua tenía poca profundidad. Cuando lo estudiaron con más detalle descubrieron que el esquife parecía estar dañado, como si algo lo hubiera rasgado con zarpas o colmillos. A parte de eso, no había señal alguna de los dos enanos desaparecidos ni ningún otro objeto en el bote que se pudiera relacionar con ellos salvo las cuerdas, remos, y otros objetos propios de tales embarcaciones.

Entre tanto, Balmut mantenía los ojos fijos en las ramas de los sauces que colgaban deprimidas sobre ellos. Las habían procurado esquivar hasta entonces, aunque en algunas zonas se hacía difícil debido a la cantidad de ellas que se aglutinaban en las misma zona. Balmut decidió tirar de sus conocimientos de herboristería para estudiarlas. Eran ramas de sauce común, tan normales y simples como las que había en su hogar natal en las zonas donde crecían aquellos árboles, con sus ramas finas y elásticas como látigos y sus hojas alargadas y puntiagudas. Balmut descubrió que entre todas aquellas ramas, aquí y allá, a veces colgaban unas ramas que eran muy parecidas, pero no iguales. Estas ramas tenían un color más oscuro, casi negro y carecían de las hojas características de los sauces, teniendo en su lugar unos pequeños nudos como protuberancias diminutas.

Notas de juego

Habéis conseguido 6 éxitos (contando los grandes éxitos por dos) por lo que la acción prolongada se ha superado.

Cazadores y/o vigías, haced una tirada de Cazar.
 

Cargando editor
19/11/2017, 00:47
Mungo Bolger

Cielo santo, espero que se encuentren bien —dijo Mungo al ver los restos de la embarcación. Antes de continuar caminando, le puso una mano en el hombro a Krölin para intentar animarle —. Tranquilo, amigo. Cada vez estamos más cerca.

Mientras Balmut examinaba las ramas de los sauces, el pequeño hobbit oteo la lejanía. Agudizó en oído intentando detectar el sutil sonido de algún animal: pisadas, roedores escabulléndose, el aleteo de algún ave…, pero no parecía haber nada.

Este lugar se vuelve cada vez más yermo. Tal vez será el cieno que me ha entrado en las orejas, pero no soy capaz de oír ningún animal. Tampoco me atrevo a pescar nada en estas aguas. No, no señor. Ni hablar.

Aquella ciénaga tenía un aspecto insalubre y lo último que necesitaban eran caer enfermos en mitad de la partida. Pero no era ese el único motivo: había algo en el agua y en los árboles que le ponía la piel de gallina.

- Tiradas (1)
Cargando editor
19/11/2017, 17:17
Balmut

Balmut no dudó en hacer participe al grupo de sus sospechas. 

- Evitad las ramas más oscuras. - señaló una cercana con su hacha. - No son de sauce. No tienen hojas. - mencionó el detalle para que les fuera más fácil reconocerlas. -Pueden ser las "hierbas del ahorcado". Y se me ocurre porqué pudieron ganar ese nombre...

Era un hombre precavido y no daba por sentado que aquellas fuesen las "hierbas del ahorcado", por lo que no abandonaría su búsqueda de plantas desconocidas. Además, tampoco eran las únicas plantas peligrosas.

Al acercarse al bote buscó manchas de sangre en la madera. Le gustaría poder hacerse una ligera idea del estado de los enanos que ya habían enfrentado suficientes peligros, aunque no esperaba encontrar gran cosa en la barca sumergida. Pasó la mano por las marcas e intentó imaginar que tipo de criatura podía haberlas provocado. Y por último buscó por las cercanías alguna señal que indicara una dirección. Pensó hacia donde podían estar dirigiéndose... Si es que no se dedicaban solo a huir del peligro hacia donde les era posible. 

Inzim se acercó a la barca y olfateó lo poco que sobresalía del agua y los alrededores. Tras reconocer los olores se movió en círculos amplios alrededor del grupo intentando encontrar el rastro. 

Cargando editor
20/11/2017, 12:11
Ella

El terreno pantanoso le irritaba, sus pies se enredaban en el lodo y en lo que fuese que hubiera debajo de aquella agua. Cada vez las ramas de sauce eran más frondosas y todas rozaban aquella agua fangosa. Poco a poco mientras avanzaban fueron descubriendo los restos de una antigua ciudad, sin embargo a la beornida aquello no le importaba lo más mínimo. Ese ambiente tan cerrado la estaba poniendo de un humor de perros.

Se fijó en sus compañeros y vio que todos estaban parecido, entre desanimados y alerta ante aquella situación.

Ella escuchó la alerta de Grimrow y por puro instinto agarro su hacha, sin embargo, no había ningún enemigo, pero si los restos de una embarcación. Al acercarse al resto del grupo pudo observar aquel pequeño bote hundido con parte de su cuerpo sobresaliendo del agua. Al ver las cuerdas Ella hundió su mano sin dudarlo para agarrar esas cuerdas y equipárselas, revisaría el estado de las mismas y si servían se las quedaría, nunca se sabe cuándo hace falta una buena soga!

- Creo que esto podría venirnos bien en el futuro – dijo sonriéndoles a sus compañeros de aventura.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Director, me gustaría saber el estado de la cuerda, si el estado de la cuerda es malo, o inservible la volveré a tirar para no sobrecargar con peso
 

Cargando editor
21/11/2017, 20:03
Krölin

Krölin se acercó rápidamente y asustado a la barca en cuanto Balmut la hubo encontrado. - ¡No! - Empezó a buscar entre los restos, pero no había ningún rastro de los enanos. 

Mungo tenía razón, que no estuvieran los cuerpos aqui significaban que habían avanzado mas por su camino.- Si, querido Mungo, tienes razón. 

No sabía porqué se sentía tan apesadumbrado, quizás fuera el ambiente del rio y ese olor fétido.  

Cargando editor
22/11/2017, 04:57
Farald, hijo de Farnmann

Dividiendo su atención entre los alrededores y las ramas colgantes, Farald siguió a sus compañeros a través de la ciénaga pero por un largo tiempo lo único que encontraron fueron antiguas ruinas parcialmente tragadas por el pantano y huesos cubiertos de barro que cada tanto se quebraban bajo sus pies. Debido a los ocasionales crujidos de los huesos y al ambiente cada vez más opresivo de la ciénaga, el hombre de Valle no pudo evitar que le recorriera un escalofrío por la espalda, ese oscuro lugar le generaba cada vez más desconfianza.

Tras un buen tiempo andando y gracias a la vista aguda de Grimrow, el grupo halló un pequeño bote que seguramente le había pertenecido a los mensajeros enanos, el cual se encontraba sumergido bajo las turbias aguas a causa de los agujeros que tenía en el casco. Inmediatamente, Farald comenzó a examinarlo en busca de cualquier indicio que los llevara a los enanos pero por desgracia no había nada que les ayudara y por eso, dirigió su atención a los agujeros e intentó comparar mentalmente las marcas de zarpas y dientes del bote con las del troll. Si había algo más que acechara por los alrededores, quería saberlo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Master, las marcas que tiene el bote ¿provienen de un troll o son de otro tamaño?

Cargando editor
22/11/2017, 20:16
Director

Ella se hizo con la cuerda que quedaba en el bote por si tuvieran que hacer uso de ella en algún momento, la cuerda estaba mojada y deshilachada en algunos tramos por culpa de la humedad pero era de buena calidad y en general se mantenía en buen estado. Entre tanto, Farald estudió las marcas del bote con mayor detenimiento por si pudiera tratarse del troll contra el que ellos mismos se habían enfrentado y que sospechaban que los enanos también habían conocido. Pero aquellas marcas eran algo menores que las que hubiera dejado un troll, además de que eran arañazos producidos por unas zarpas que debían estar afiladas como navajas y un troll más bien hubiera desquebrajado la madera de un golpe y no tenían garras para rasgarla de esa manera. 

Después de guardar la cuerda, Ella miró a los alrededores y al alzar la vista le pareció ver algo en las ramas de los sauces. A través de la densa neblina que cubría el pantano descubrió unas pequeñas figuras negras posadas en las alturas. Tuvo que aguzar la vista para ver bien de qué se trataba. En las ramas más altas de los sauces había una especie de cuervos de pequeño tamaño y de color negro, aunque con un brillo verdoso en su plumaje. Estas cornejas negras permanecían allí posadas e inmóviles, como si estuvieran durmiendo aletargadas.

Inzim daba vueltas alrededor del bote siguiendo las órdenes de su amo, olisqueando sobre el agua, en los restos del bote y alzando la cabeza y moviendo el hocico para olfatear el aire en busca de algún rastro. El perro alzó las orejas, se quedó muy quieto y levantó el rabo hacía el cielo. Entonces comenzó a andar rápidamente hacía el interior del bosque con la seguridad de haber encontrado el camino a seguir.

Cargando editor
25/11/2017, 19:00
Balmut

Balmut se apartó de la barca hundida dejando más espacio a sus compañeros. No había logrado averiguar más información que la obvia y esperaba que alguien pudiera concretar algo más. Decidió vigilar los alrededores. Hasta que vio a Inzim quieto con las orejas y la cola en alto. 

- Tenemos un rastro. - informó al resto de la compañía antes de que el perro se dirigiera hacia el bosque. 

El joven partió tras su compañero canino. En su avance tuvo especial cuidado de aquellas ramas que podían ser las llamadas "hierbas del ahorcado". Antes que pasar bajo alguna prefería rodearlas. O cortarlas de un hachazo si no tenía más remedio que pasar cerca, ya fuera porque hubieran demasiadas en la zona o por no perder a Inzim de vista. 

- Cuidado con las ramas. - recordó a sus compañeros sin mirar atrás. 

Cargando editor
27/11/2017, 19:46
Farald, hijo de Farnmann

Con los resultados de su examen en mente, Farald se giró rápidamente hacia sus compañeros y les comunicó sus hallazgos.

-Tened las armas al alcance de la mano, el troll no es la única criatura que mora en este lugar -dijo el hombre de Valle de forma seria- Quien haya atacado el bote de los enanos era más pequeño que el troll pero con garras afiladas como cuchillas. Por la cantidad de arañazos del casco, puede que se trate de un ser bastante salvaje o sino de varias criaturas.

Viendo como el sabueso y su dueño se marchaban siguiendo un posible rastro, Farald le hizo una seña a sus compañeros para reanudar la marcha y comenzó a andar detrás de ellos, siempre manteniendo un ojo fijo en las extrañas ramas. 

Cargando editor
28/11/2017, 00:57
Mungo Bolger

Su decepción por no haber podido encontrar nada que cocinar y llenar sus estómagos, se disipó en el instante en el que Balmut anunció que tenían un rastro.

Haciendo caso de la advertencia de Farald, mantuvo una flecha preparada en el caso de que tuvieran que verse las caras con lo que fuera que hubiese derribado el bote. No obstante, no puedo evitar contener su emoción por encontrar por fin a los enanos. 

Espero que se encuentren bien. Este lugar es una ratonera, pero he oído grandes cosas acerca del legendario aguante de los enanos. Y de su testarudez.

Cargando editor
28/11/2017, 15:27
Ella

Tras recoger la cuerda Ella la ajustó a su cuerpo enroscándola diagonalmente entre el hombro y la cadera, miró a sus compañeros y vio la reacción de Inzim, escuchó la voz de Farald , “ …tened las armas al alcance de la mano…”, agarró su hacha y la sostuvo, preparada para cualquier cosa. Siguió a Inzim, Balmut y los demás, utilizando el hacha para cortar las ramas de sauce y aquellas misteriosas hojas.

- No sé si alguien más se ha fijado en esos pájaros, pero me da mala espina que estén ahí posados, sin hacer ruido, ni moverse al vernos.

Cargando editor
28/11/2017, 22:47
Balmut

A Balmut le gustó comprobar que el grupo empezaba a tomar las precauciones oportunas. El arma en la mano era un requisito para moverse por el Bosque Negro. Su pueblo lo había aprendido a base de sangre y dolor. Siempre era mejor descubrirlo por otros métodos. 

Ante el comentario de Ella alzó la vista para intentar localizar los pájaros de los que hablaba. Supuso que estarían durmiendo incluso antes de verlos. Criaturas nocturnas... Se preguntó si podían haber sido los culpables del estado de la barca, solo por la proximidad. E intentó identificarlos. Si podían ser un peligro habría que tenerlos controlados. 

Cargando editor
29/11/2017, 08:36
Grimrow

No dudó de las palabras de su compañero y amigo Farald, así que tras hablar de la amenaza de criaturas con garras afiladas, tomó el escudo en un brazo y la espada en otro. Echó un vistazo a los pájaros a los que se refería Ella, y aunque ciertamente era extraño verlos allí, no parecían suponer una amenaza inmediata, al menos no una que el hombre de bardo pudiera comprender.

Era el momento de seguir el rastro encontrado por Balmut, así que se puso a su lado para protegerle mientras este les conducía por aquél páramo. - Te seguimos Balmut - susurró, sin saber muy bien por qué.