Partida Rol por web

El clérigo negó con la cabeza, sabía que Phos era de difícil trato pero aquello era exagerado incluso para él -Lamento la tragedia de tu familia compañero, pero no creo que sea adecuado volcar tu tristeza en culpa hacia otros-se giró hacia los recién llegados y realizó una leve reverencia-Mis disculpas, soy Garv Aximand, clérigo al servicio de Pharasma.-se encogió de hombros con tintineo de cota de malla-Perdonad el aspecto, estábamos descansando-se excusó por presentarse con lo más parecido a ropa de noche que tenían.

-Vuestro relato me es familiar, desde que nos hemos acercado a este lugar hemos sido asaltados por otra sacerdotisa similar a la que describís armada de la misma forma-Phos debería darse cuenta que anteriormente nadie había mencionado ese hecho por lo que daba más veracidad a la historia de los recién llegados, confirmando al clérigo que había depositado su confianza de forma adecuada-iba acompañada de un par de perros-ghoul y sospecho que no serán los únicos en la zona.-con algo parecido a una sonrisa añadió-Pasad-

Según iban entrando les saludaba uno a uno, con especial deferencia hacia el Inquisidor al considerarlo hermano de fe.

Dalía recuperó la sonrisa mientras tomaba la daga, aquella mueca parecía normal en ella.

- No eres el único que sabe inventar una historia, y no habrías acabado con mi vida ni aunque realmente me hubieses cortado la yugular, no soy tan fácil de matar.

Puede que fuese el relato de la infancia de Dalía, desconocido para el mago, o la increíble bravuconería y estupidez del estrafalario elfo, pero el caso es que el arcano se quedó petrificado ante la escena. Sólo el tono conciliador de Garv le hace volver en sí.

"Saludos, Garv Aximand. Es un honor conocerle y un alivio ver que no todos en su grupo son de la misma calaña." El mago empieza a caminar por la estancia distraídamente.

"En cualquier caso, será mejor que colaboremos por el bien de la misión. Y si eso no resultara suficiente, hagámoslo al menos por la memoria de Petros Lorrimor. Pha... " Mira a Eredhir y a Garv algo nervioso, en busca de aprobación y concluye. "Pharasma le tenga en su gloria". 

"Ni el conde Lucien Galdana, ni Adivion Adrissant ni Kendra Lorrimor, que son los que nos encomendaron esta misión, disponen de mucha información de Auren Vrood. Nos comentaron que quizá vosotros sabríais algo más. En cuanto a ese tal Estovion Lazarov, es la primera noticia que tengo de él. Deberíamos poner el común nuestro conocimiento"

Alatar se para en seco justo en frente de Phos y le dirige una mirada furiosa antes de arrebatarle el dibujo. Se queda unos segundos examinando el retrato para memorizarlo. Sin mediar palabra, se lleva el dibujo a la mesa más cercana y se sienta en una silla destartalada. Después saca su pluma de bolsillo y empieza a dibujar en el reverso de la hoja.

"Veamos... Estamos aquí..." Dice mientras termina de dibujar un simple rectángulo. "Nosotros venimos de aquí, al sureste y hemos explorado esta zona, y esta". Dibujaba el terreno que habían explorado mientras hablaba. "Aquí fue donde terminamos con la mujer de la guadaña. Para su información... " Dice tomándose una pausa para mirar a Phos "Intentamos hacerla deponer las armas, pero esa furcia..." Alatar se da cuenta de que se ha dejado llevar, y se ruboriza. "Esa mujer era un hueso duro de roer. No tuvimos otro remedio... Yo también puedo enfermar en cualquier momento debido a aquellas aberraciones que conocéis, pero por el momento me encuentro bien" Recupera la compostura y sigue "Aquí fue donde terminamos con los esqueletos. Aquí pasamos la noche, lo que parece ser una arboristería que vivió mejores tiempos. Exploramos todo a conciencia pero sois libres de explorarlo por si nos dejamos algo..."

Alatar termina de explicar todos los detalles de sus aventuras y guarda su pluma. Se levanta y se acerca a Phos. Le tiende el dibujo a su creador con la mejor de sus sonrisas.

"Y una cosa más. Si le pones una mano encima a Dalía, o si pones en peligro al resto de tus compañeros, seré yo el que acabe contigo..."

El mago se da la vuelta sin esperar las posibles represalias y dirige una sonrisa nerviosa al resto del grupo, mientras se rasca el cogote con la cabeza inclinada. Se va al lado de Dalía y mira al resto del grupo con los brazos cruzados, en espera de que el resto hable.

-He! mi dibujo!! lo has estropeado!! Exclama Phos con un una lagrimilla -Si querías un pergamino no tenías más que pedirlo prosigue el mago con cara infantil de enfado -Pensaba compartir contigo el bastón que me dio del conde Lucien pero ahora te has quedado sin él Phos saca un libro algo desgastado y de hojas amarillentas, se aparta de la mesa lejos de la mirada del mago humano y lo hojea durante un par de minutos, luego se levanta y elimina el estropicio con un conjuro -Por suerte tenia arreglo Phos guarda el libro rápidamente y vuelve a la mesa sacando una poción del saco de contención. -Solo tengo una de curar enfermedades y con una mentira evidente prosigue -Altar tendrás que esperar a que Garv rece a fin de cuentas no has mostrado síntomas Phos le ofrece la pocíon al arquero mientras le saca la lengua al mago, luego se gira y le susura algo al arquero de los recien llegados

Sigue sin gustarme que hayas traicionado a nuestros dioses por una fe humana, pero por lo menos eres elfo, tómala, te sentara bien, por cierto ya me dirás que usas tu para soportar el olor de los humanos a mí me es realmente difícil.

Pasado el momento de amenaza, Zaev se relaja visiblemente. Cuando los recién llegados entran en la casa, su figura alta y esbelta les observa con la mirada analítica de sus ojos grises. Cada pocos segundos, cuando desvía su mirada hacia el exterior del edificio en actitud vigilante, su rostro queda oculto por la capucha que siempre cubre su cabeza y por los mechones de pelo negro como ala de cuervo que surgen de debajo de ella. Su manto deja entrever un camisote de mallas de mithril, y sus manos siempre están cerca del arco o de la daga que lleva al cinto.

-Phos, intenta comportarte como un adulto, por favor - le dice al elfo con tono de hermano mayor. Dirigiéndose a los nuevos miembros del grupo dice - No creo que lleguemos muy lejos si olvidamos nuestros modales. Soy Zaev, encantado de conoceros. Cualquier amigo de Kendra es amigo mio, y más aún si está dispuesto a vengar la muerte del profesor Lorrimor.

-En cuanto a la situación en que nos encontramos ahora, es muy importante que nos digáis una cosa: ¿Alguna vez habéis luchado contra licántropos? ¿Sabéis como combatirlos? Hay una manada de hombres lobo en estas mismas ruinas, y saben que estamos aquí. En cualquier momento nos podrían caer encima.

Vale vale, tu ganas la próxima vez que te amenacen con clavarte una flecha en la garganta ya me morderé la lengua si tan controlado lo tienes
 

Tras las presentaciones de rigor, y los rifirrafes con el supremacista élfico, nuestros héroes meditaron su siguiente paso: ¿investigar la cerería al norte? ¿recoger las pertenencias del hombre lobo abatido en la forja? ¿o dirigirse directamente hacia el molino abandonado al sureste?