Partida Rol por web

Altar puede que no, pero con Eredhir me he puesto a hablar por lo que si tiene algo de educación me habrá mirado a la cara.

Alatar recuerda haber leido que se rumorea exísten múltiples portales mágicos que supuestamente permitieron a los elfos de la nación de Kyonin volver a Golarion desde donde quieran que habían migrado hace más de 2000 años según el Cómputo de Absalom.

Se dice que varios de estos portales son todavía funcionales y permiten a los elfos que conocen la manera de activarlas viajar cientos o miles de kilómetros en un instante. Ciertamente el poder transportar hombres y armas a grandes distancias hace a los Guardianes de las Puertas de Kyonin muy valiosos y que gobernantes de naciones como Cheliax o Geb estén dispuestos a pagar grandes sumas de dinero por la captura de un Guardián de las Puertas vivo. Si Phos es o no uno de ellos, sin embargo, es difícil de determinar...

El resplandor del mediodía se filtra entre los tablones que forman el techo de la forja...

Phos irá como seguro para el primer grupo, aunque no es especialmente sigiloso hay maneras de acercar la posición sin ser detectado…

El clérigo suspiró otra vez, más profundamente en esta ocasión, y decidió dejarles hacer. Si eran felices discutiendo allá ellos. Siguió el ejemplo de Garin y se equipó con la armadura completa mientras los demás seguían con los comentarios que en opinión de Garv no llevaban a ninguna parte.

Si tenían intención de ir a la cerería los expertos en silencio casi mejor que él esperase un rato para no arruinar toda la iniciativa.

Despues de meditar un segundo, Alatar toma una decisión.

"Creo que iré con vosotros. De todas formas, dado el olfato de los licántropos, no creo que consigamos infiltrarnos mucho... Deberíamos intentar dialogar cuánto antes."

El mago recita un conjuro básico y toca al resto de sus compañeros.

"Con esto podremos hablar a distancia entre nosotros en voz baja. Símplemente debéis señalar a quien queráis hablar. Podéis utilizarlo también para parlamentar con los licántropos" 

Ante la preocupación de Alatar, Eredhir le restó importancia: "No te preocupes amigo, no es la primera vez, ni será la última. He probado cervezas que acabarían con el peor de los trols" le dijo sonriendo. "Hagamos un trato; yo seguiré cuidando de que no suba tu fiebre si tú prometes avisarme si me pongo verde, hecho?" añadió mientras seguía inspeccionando el pequeño botín. "Mientras tanto, échale un vistazo a esto, a ver si puedes determinar su utilidad mejor que yo..." le dijo mientras le acercaba la armadura.

Minutos más tarde, el elfo recogió el petate, blandió el arco y siguió al grupo hacia el edificio contiguo.

Garin esperará en una posición a cubierto, sin molestar su intento de entrar sigilosamente, pero desde algún punto donde pueda ver más o menos durante el máximo tiempo posible a sus compañeros. Por si acaso con el escudo ya en la mano.

Phos se teletransporta sobre el tejado de la herrería, que parece aguantar envidiablemente bien su peso. Mientras el resto del grupo se aproxima utiliza su catalejo y al límite de su visión en dirección sur, entre la niebla, puede ver una casa grande de dos pisos, aunque aparentemente el tejado se ha derrumbado hace tiempo, dejando el piso superior al descubierto. A su lado destacan los restos de un antiguo molino de viento que ha perdido todas las aspas menos una, que permanece inmóvil.

Eredhir, Zaev y Alatar se aproximan a la casa mientras Dalía, Garv y Garin observan parapetados tras una de las esquinas de la herrería. El grupo de avanzadilla recorre sin problemas los pocos metros que los separan de la cerería...

Mirando por la ventana, podéis ver centenares de velas que llenan las estanterías de esta tienda, sepultadas bajo el polvo de años. Varias pequeñas teteras cuelgan de un soporte de hierro situado encima del hogar de una chimenea de ladrillo. Encima de las teteras, docenas de velas cuelgan de unas barras de hierro. Sobre una mesa se encuentra un ovillo de hilo de algodon entrelazado, esperando para ser medido y cortado en mechas, y una variedad de moldes de madera. Curiosamente, huele a quemado aunque no parece haber nada al fuego.

La puerta de la cerería parece cerrada...

Mientras Alatar camina sigilosamente, recuerda lo que pasó hace unos minutos. Reaccionó nervioso ante las palabras de Eredhir y con la cabeza gacha le dio las gracias por la comprensión, e intentó descubrir alguna propiedad mágica en la armadura que le mostraban.

No había tiempo para eso. Tenía que centrarse en la misión. Se acercó a Eredhir y conjuró algo para él.

- Recuerda que el efecto cesará si atacas, compañero. - Le susurró.

Phos hace una señal de alto a sus compañeros con la mano y con cuidado de no moverse demasiado pega la oreja al techo del edificio a ver si hay suerte...
 

por cierto respecto a lo del catalejo no he localizado a ningun hombre lobo en la zona? ni sombras en la nibla o algo asi?