Partida Rol por web

Lord Evan se dirigió anadeando hacía una de las sillas de madera de respaldo alto que había hecho traer hasta Desembarco del Rey para facilitar la comodidad de su propia persona y de su esposa. Se sentó pesadamente sobre ella, casi como dejándose caer, y aguardó a que su esposa se sentara en una silla pareja que había a su lado. Miró hacía el resto de su familia e hizo un gesto con las manos para invitarles a acercarse hasta ellos. Había varias sillas más que podían coger y colocar frente a la suya y una mesa que podían colocar para apoyarse si así lo deseaban, no eran tan elaboradas y ornamentadas como las de sus señores pero sí que eran más cómodas que las de la posada donde acaban de estar.

-Entonces, Ser -Lord Crogall miró a Ser Roshar e hizo un gesto con los brazos extendidos y las palmas de las manos abiertas hacía el cielo -, ¿qué noticias tenéis?.

Los consejos de Lord Evan se caracterizaban por lo directo de sus intervenciones. No era un Lord al que le gustara agasajarse escuchando la retahíla de títulos con las que cargaban él y los miembros de su consejo, sino que prefería saltarse el protocolo e ir directo al meollo del asunto. Además de que en esa ocasión estaba ávido de escuchar las nuevas del caballero.

Whalen llegó a la explanada de los torneos cabizbajo y meditabundo. Le seguía de cerca su fiel escudero, igualmente perdido en sus mundos interiores.

Al llegar, el heredero asomó la cabeza dentro y saludó a los presentes, remoloneando por la sala hasta que llegó su esposa, le ofreció una silla en la que sentarse y él hizo lo propio en la contigua.

Se mostraba ansioso por saber, finalmente, cual era el anuncio fabuloso que se tenía que comunicar. Tras sentarse se puso a tamborillear en la mesa con los dedos. Hasta que notó algunas miradas fijas en su falta de educación y frenó sus manos, apretando una contra otra, sobre la mesa.

Lady Scarlett llegó también.  Respiró el aire a caballo que rondaba ya por la zona.  Apartó algunas moscas con la mano, y tomando un taburete decorado se fue a sentar a un lado de su esposo, el cual brillaba en la armadura como el más galante de los caballeros en la redonda.  

Habría que echarle lodo encima para que no me lo vuele alguna lagartona.

Ser Roshar tomó asiento cerca de la mesa, donde apoyó uno de sus codos. Había demasiada gente para su gusto. Su mirada no vagaba, saltaba de uno a otro de los presentes, analizándolos. Su rostro permanecía serio, y mostraba respeto, o prudencia. Con la mano se atusaba la barba. Entonces Lord Evan le cedió la palabra, ¿cuánto debía contar?

- Los rumores van en aumento. Ya se dice que mi persona fue la encargada de liderar el ataque contra los campesinos.- media sonrisa amagó en la comisura izquierda de sus labios. - Y el Caballero Zorro - paseó su mirada por los miembros de aquel consejo Crogall y saboreó la intriga. No había abandonado su careta del todo, aún no había clara confirmación. Y, en ese caso, quizás habría que decidir quienes podían quedarse. - tiene nombre. - centró su atención en Lord Evan. - Pretendía brindar con mi nuevo amigo esta noche. Es posible que me cuente más, doy buena conversación. Si a mi señor le place. - Solicitó, ya que no se le permitía, al menos de cara al público, beber de servicio. ¿Y cuándo acababa su servicio? 

-¿Habéis averiguado quién es?. -Preguntó sorprendido a la vez que satisfecho. Sabía que si alguien podía lograr traerles información de utilidad ese era Ser Roshar, aunque no esperaba que fuera tan rápido. No podía esperar a que Ser Roshar le desvelara su nombre, quería saber si conocía al bastardo que tanto daño les estaba causando.

-Los rumores van en aumento... -Repitió pensativo cuando pudo pensar al fin en el resto de la información. -Tenemos que estar atentos. Desde que hemos llegado a la ciudad nadie se ha mostrado abiertamente hostil con nosotros y eso en parte me desconcierta y me preocupa. - Se mesó la barba pensativo y después miró hacía el caballero. -Ser Roshar, me tenéis intrigado.

Esperó a que  añadiera más detalles a su historia. Su mirada se fue posando en cada uno de los presentes, confiaba en todos ellos, sabía que lucharían en favor de su casa. Miró a su hijo, era el momento de que diera un paso al frente y se mostrara como un auténtico hombre capaz de liderar a la familia. Después dirigió su vista hacía su flanco, hacía su esposa y esperó recibir calidez en sus ojos, quería escuchar que opinaba ella de todo ese asunto.

Galdrín se mantuvo en un segundo plano en el extremo del pabellon de pie. Escuchó con preocupación el intercambio de palabras entre Ser Roshar y su señor.

Se inclinó imperceptiblemente hacia delante cuando Ser Roshar desveló que conocia el nombre del misterioso caballero a pesar de que, muy probablemente, no lo conociese.

Pensó en la vigilancia de los miembros de la casa. Poco o nada se podia hacer para incrementarla sin recurrir a soldados contratados pues los propios hombres de armas de la casa ya estaban haciendo guardias dobles y no se les podía pedir más.

De todas formas decidió a hacer una última revisión con los hombres para confirmar que estaba todo bien atado cuando la reunión acabase.

Lady Varya volvió a sonreír y, aprovechando que el caballero no miraba, esta vez se pudo observar cierto desdén. Luego fingió no prestar atención a la conversación entre los dos hombres que compartían su mesa y volvió a mirar hacia el 'campeón ' de la casa Lugus. -Ojalá todas nuestras preocupaciones fuesen por habladurías sobre la diferencia de edad de los señores de la casa y lo poco que debe funcionar el lord en la cama después de esa herida en la 'pierna', pues la señora busca diversión con jovencitos- pensó con nostalgia de lo que había sido su estrategia hasta que se encontraron con las mentiras de los Dannet.

Durante el camino hacia el pabellón, lady Varya no perdió detalle de las calles por las que pasaban, de las gentes y de los mozos, todo ello con cierto disimulo claro está. Cuando llegaron a su destino siguió los pasos de su esposo y se sentó en la silla pareja a la del lord, aunque de forma mucho más elegante. En la intimidad que les ofrecía la carpa su mirada cambió y pasó de ser superficial a escrutar a los integrantes de su familia, mientras su marido hablaba ella parecía medirlos con la mirada.

El saber que ser Rosbar sabía el nombre del misterioso 'caballero zorro' hizo que su mano se crispase involuntariamente, le gustaría tener más que palabras con él, pero antes debían averiguar quién movía los hilos. Devolvió la mirada al lord, con la promesa de que limpiarían el nombre de la familia en ella, se puso el mechón de pelo que le caía sobre la frente en su sitio y quedó a la espera de las siguientes palabras del caballero.

- Lord Clayton Archay. - 

Pronunció, mirando las caras de los presentes y asumiendo que ninguno habría escuchado antes ese nombre. Quizás el maestre, por lo que se detuvo unos instantes más mirando sus ojos.

Había abandonado casi por completo su careta. Aunque ya estaba tan hecho a ella, y los demás a verle con ella, que aún se reconocían parte de sus detalles. 

- Luchó por los Targaryen y se negó al perdón del Rey Robert, huyendo para alzarse en armas. - iba desmembrando la información que había conseguido, casi por casualidad, con los miembros de la casa Crogall. - Está en deuda con Lord Lugus por haberle salvado la vida en la guerra y mantienen el contacto. Mi nuevo amigo intentará descubrir más sobre el caballero. - Intentó recordar cualquier detalle de importancia y desechar los que iban a consumir tiempo de manera innecesaria, aunque estaba dispuesto a responder cualquier pregunta. Los presentes podían tener un planteamiento que no se le hubiera pasado por la cabeza y debería contemplar. Tampoco le pareció necesario mencionar el nombre de su fuente. Se lo podían imaginar. 

Decidió ir tema por tema. Era mejor tratarlos de manera individual, presentándolos de manera más clara. Ya habría tiempo al final para contemplar las conexiones e implicaciones. 

Después de que Ser Roshar desvelara el nombre del Caballero Zorro muchas miradas se dirigieron hacía el Maestre Nicholas, a la espera de que él pudiera saber algo sobre ese hombre, o la casa a la que representaba. Incluso Lord Evan había dirigido su mirada de forma automática del caballero al maestre esperando que éste pudiera saber más. Sin embargo el viejo maestre se encogió de hombros e hizo un gesto que podía entenderse claramente como que desconocía el nombre.

Arrugó la frente y se inclinó ligeramente hacía delante en su asiento, para prestar atención a las siguientes palabras Ser Roshar. No pronunció ningún comentario más por el momento, aunque en su cara se podía reflejar la sorpresa ante las revelaciones que el caballero mostraba. Sin embargo, el maestre siempre era precavido antes de emitir un juicio y por ello aguardó a escuchar más.

Tal como suponía, el maestro de armas no conocía aquel nombre y, por su gesto, el anciano maestre tampoco.

Procesó la información que Ser Roshar les suministró e, intentando ocultar la cara de desagrado ante el funesto historial del caballero, formuló la pregunta que supuso todo el mundo se hacia:

-¿Y que conexión puede tener Lord Clayton o la casa Archay con la casa Dannett o la Crogall? -Siempre habia tenido la teoría que quien estuviese detras de toda la intriga no sería más que un mercenario contratado por un tercero, probablemente un Dannet. Sin embargo, rehusaba creer que a un Lord, por muy pequeña que fuese su casa, le moviese simplemente el dinero.

Lord Clayton Archay... Murmuró Whalen, como para grabarse el nombre en su memoria. No le decía nada ese nombre, ni esa casa. Y galdrín se le adelantó en su razonamiento. Qué relación tienen los Dannett con el caballero zorro... O qué daño hemos hecho en el pasado a los Archay... Aunque si el maestre callaba, era dudoso que tuvieramos alguna cuenta pendiente con el renegado.

Lord Lugus qué pintaba en la ecuación. Eso de la deuda seguro que no lo ha dicho ser Roshar para nada. Este hombre nunca dice nada sin que sea por algo...

Sigue atento a los presentes, esperando saber más.

- Los Dannett han contratado al Caballero Zorro, eso es lo único que he oído por el momento. Es posible que hoy descubra si existe otro vinculo entre las casas. Y podremos confirmar de que lado están los Lugus. - 

La concentración del caballero se había perfilado en su rostro. Su perenne sonrisa había desaparecido y su voz sonaba algo distinta.

- No es nuestra única preocupación.- la firmeza en la mirada de Ser Roshar, lejos del danzar habitual, revelaba la importancia de sus palabras. En sus ojos se percibía el peligro al que estaban expuestos, al que él ya estaba combatiendo en su mente. - Además de los embustes de los Dannett acerca de cómo los Crogall masacraron a unos campesinos, a los que ya han nombrado como los quince martires, también nos acusan de la desaparición del segundo hijo de los Claviger. Se dirigía a Harrenhal como emisario del Rey y no han sido los Dannett los que han extendido la falacia. - Miró a Lord Evan antes de continuar hablando. - Sabemos que el Caballero Zorro contrató mercenarios para encargarse del asunto Dannett, pero aún no he descubierto a los culpables del tema Claviger. Por suerte parece que Lord Claviger ha encontrado un testigo. - Cruzó miradas con todos los presentes. - Antes de acabar la reunión tendremos que concretar como proceder. - Ser Roshar no mostró actitud acusatoria, aunque ya sabía lo que había pasado. Galdrín le había puesto al corriente. Era quizás parte de su deformación profesional, cuanto más pudiera evitar revelar en alto un dato perjudicial para la familia mejor. Y aquel no hacía falta compartirlo, pues ya era conocido por quienes lo habían vivido. - Hasta la noche nadie acusó a ningún Crogall ante el Rey.  

Volvió la mirada sobre la de su señor y se mantuvo en silencio. Una pausa que invitaba a quien quisiera intervenir. A Ser Roshar le servía cualquier pregunta, cualquier sospecha, cualquier conjetura. Y si no, seguiría su relato. Aún tenía información que compartir, y entonces tendrían que decidir la estrategia a seguir para la supervivencia. Para la victoria. 

Lord Evan se mesaba la barba pensativo dirigiendo su mirada hacía la puerta de la tienda de campaña, como si esperara que Lord Dannett, o aquel maldito Caballero Zorro, fuera a entrar por allí para poder acabar con todo aquel asunto de un solo golpe. Uno que además fuera bien dirigido al corazón. Sin embargo, el señor mantenía su atención puesta en Ser Roshar y en su relato, a pesar de que no le miraba fijamente y que, para quien no lo conociera, pudiera aparentar aburrimiento. Hastío y cansancio era lo que sentía en realidad, y una impaciencia impropia de él para con aquel asunto. Empezaban a cansarle las referencias que se inventaban hacía las quince victimas de aquel supuesto ataque dirigido por los Crogall. A poco menos que mártires los habían ascendido. Y todavía más le molestaba la sola mención a los Claviger.

-¿Por qué no?... Realizada una masacre, realizada mil más. -Dijo encogiéndose de hombros al tiempo que hacía un gesto con la mano para quitarle importancia a aquel último asunto. -Estoy seguro de que lograréis encontrar al auténtico culpable de ese terrible asunto, Ser Roshar. -Dijo fijando su mirada en él y estando completamente seguro de que el caballero entendería sus palabras perfectamente.

-¿Creéis que los Lugus están implicados de alguna manera en esta empresa?. -Dijo volviendo a dirigir el tema hacía lo que de verdad le preocupaba: las acusaciones que habían vertido sobre su casa.

Lady Scarlet escuchaba la conversación de sus mayores en silencio, para aprender.  Aun así, su mente repasaba lo que conocía de los Lugus y los Claviger, para encontrar al menos uno que les tuviera buena fé y les ayudara a tender puentes. 

Porque los Crogall somos todo sobre puentes. 

Lady Scarlett hizo memoria pero no recordaba nada, lo poco que sabía sobre Lugus y Claviger o bien lo había aprendido recientemente o bien lo desconocía por completo; como ocurría en el caso de los Claviger de quienes nunca habría oído hablar si no fuera por el pequeño incidente que habían sufrido por el camino.  

Fue escuchando lo que decía ser Roshar y cuando llegó a lo de los Claviger y el testigo se puso enfermo. Se le revolvió el estómago al recordar aquellos jóvenes pidiendo clemencia, en vano. Pasados por la espada por hacerse los bravucones. ¿Merecían morir por ello? La expresión imperturbable de su padre... La guerra transformaba a los hombres. No podía entender aquella falta de empatía de su padre. Aquella frialdad con la que era capaz de matar a alguien por unas palabras. ¿Así había de ser un lord? Despiadado? Rápido en impartir justicia, sea esta justa o no?

Se sacudió la cabeza de esos pensamientos para volver a la realidad.

Si lord Claviger tiene un testigo estamos jodidos. ¿Quién será? Será verdad?

Si me lo permiten, señores. Este asunto lo veo muy extraño. ¿Realmente estan detras los Dannet del ataque a su propia granja? Me parece extraño. Podría ser, no lo descarto. valerse de un mediador como esos Lugus para contratar a ese caballero Zorro... Pero si se descubriera que los Dannet contratan a traidores del rey para su trabajo sucio sería algo peor que el propio ataque... Y si es así, no entiendo como aún sigue vivo ese renegado. Ya lo habrían matado cuando hubiera querido cobrar por el trabajo... Y esos Lugus no sé que pintan en todo esto. Parecen meros mediadores de alguien. Sería lo ideal para cubrir el rastro de quien está realmente detrás de todo esto.

Whalen hace una pequeña pausa antes de abordar lo más delicado. No le ha gustado nada como ha sonado eso de "encontrar el auténtico culpable" en labios de su padre. Tenía "ese" tono.

Después de la muerte de Flores, el único que nos puede salvar es el testimonio de ese Caballero Zorro... Si desmontamos la historia de los quince mártires también desmontaremos la de los Claviger... Y se ha de hacer rápido, pues de la misma manera, si se nos acusa de manera firme de lo de los Claviger, no nos podremos quitar la losa de los Quince.

Suspira antes de formular LA pregunta.

¿Cómo vamos a encontrar a ese renegado escurridizo? Dudo que los Lugus nos quieran llevar hasta él si saben mínimamente algo de nuestra historia con los Dannet y lo de la granja.

El maestro de armas escuchó la respuesta de ser Roshar y se removió en su sitio cuando escuchó sobre los Claviguer. A partir de ese momento desconectó de la conversacióna pesar de que aparentaba la misma serenidad de siempre.

¿Un testigo? Es posible. Galdrín no podía descartar la opción de que alguien precensiase el combate escondido entre los arboles a pesar del cuidado que habian tenido. La otra opción es que alguien que los viese por última vez luego viese a la comitiva de la casa Crogall y atase cabos, en este caso sería facilmente desmontar su "teoria" puesto que la propia comitiva habia sido atacada en el camino, lo mismo podía haber ocurrido a los Claviguer.

El maestro de armas siguió un rato pensando en diferentes posibilidades que pudiesen explicarlo todo. A pesar de que daría la vida, si fuese necesario, por la casa y la familia Crogall no podía ni plantearse que por lo que le recordasen fuese por el episodio de los Claviguer.

El caballero atendió las intervenciones de Lord Crogall y de su hijo con interés. Pensó en las posibilidades, cruzó la información que poseía por enésima vez y, tras considerar que le había suficientes vueltas, respondió como mejor pudo a las dudas que se le formularon. 

- Me gustaría pensar que no, mi señor, pero cuando me reúna con el más joven de ellos al final del día podré salir de dudas. Si están involucrados es posible que evite reunirse conmigo o que pretenda guiarme a un lugar apartado... Si no, nos ayudaran.- Ser Roshar supuso que no habría mucha gente enterada de la relación entre Lord Lugus y el Caballero Zorro, y que Orten tampoco esperaría que él fuera a contárselo a nadie. Un error.

Pasó la mirada de su señor al heredero de la casa. 

- Los Lugus conocen nuestra historia. Ambas versiones.- aclaró. - Y desconozco si son capaces de contactar con el Caballero Zorro. - se aclaró la garganta. - Lo que temes ya está ocurriendo, las dos historias se dan fuerza y nos será muy complicado convencerles de que son falsas. Tengo a mis agentes trabajando en ello. También estoy buscando testigos a la vez que intento descubrir si el de Lord Claviger ha visto en realidad lo qué sea que le haya pasado a su hijo. - Realizó una larga pausa mientras recapacitaba sobre el resto de palabras que había expuesto Whalen. - No podemos asegurar que los Dannet están tras el ataque a sus tierras, pero hemos escuchado un testimonio que así lo asegura, considero que son capaces de elaborar semejante matanza y por el momento es la versión que más nos favorece. - a Ser Roshar le preocupaba más que la familia eludiera los castigos de los crímenes que descubrir la verdad sobre ellos. Aunque solía ayudar. - No sabemos si el Caballero Zorro sigue vivo, ni si los Dannet han intentado eliminarlo. Sospecho que se las habrá ingeniado para mantenerse con vida. Pero ¿qué más les da? Si se descubre que ha sido él el líder de la banda de mercenarios que asesinó a los quince campesinos ¿quién demostrará que fue contratado por los Dannet? Es la palabra de un traidor a la corona contra la de un señor de las tierras de los ríos. 

El caballero decidió compartir el resto de información que había conseguido, aún no era gran cosa y alguno de los presentes ya estaría enterado. Pero por el momento se guardó para sí la idea de un posible plan para capturar a quien había sido Lord Clayton Archay. Podría funcionar. 

- Además la hija de Lord Dannet se ha fugado tras haber sido prometida con un acaudalado mercader que no debe ser de su agrado. Es posible que pronto nos hagan responsables de su secuestro, o quizás sea la causa que originó nuestra actual situación. Mis hombres están trabajando para dar con su paradero. Si la encontramos podríamos ganar fuerza en una negociación. - 

Volvió a enmudecer, dejando la oportunidad al resto de volver a intervenir y aprovechando para hacer memoria. ¿Se le olvidaba algo?

Escuchó las palabras de su hijo y se mostró de acuerdo, aquello era muy extraño, ¿eran los Dannett realmente quienes habían atacado su propia granja?. Pero cuando Ser Roshar habló de nuevo para completar la información, el Señor de la Casa Crogall se quedó confundido. Lord Evan intentó procesar toda la información que les había dado el caballero. Era mucha información y lejos de cerrar las cuestiones abiertas, todo se enturbiaba más con preguntas nuevas: ¿tendría la desaparición de la hija de Lord Dannett algo que ver con los sucesos que estaban manchando su buen nombre?, ¿aquella nueva casa que hacía su aparición podrían ser aliados o debían tener cuidado con ellos?, ¿quién era ese Lord Archay que se empeñaba en conjurar contra ellos y quién manejaba los hilos tras él?. Y la pregunta que mayores quebraderos de cabeza estaba provocando en Lord Evan: ¿Por qué?. ¿Cuál era el motivo que había tras aquellas difamaciones tan graves contra su casa?. No conocían a los Lugus, no tenía sentido. En cambio los Dannett y ellos eran viejos rivales. Y estaba de acuerdo con la visión pragmática de Ser Roshar, que fueran ellos mismos tenía sentido y era lo que más favorecía a los Crogall.

-Quiero hablar con ese Lugus. -Le dijo a Ser Roshar. -Por vuestras últimas palabras supongo que es de él de quien habéis obtenido toda esta información sobre el Caballero Zorro.

-El más joven de ellos. Se referirá al que anoche sostenía a su hermana borracha ante las burlas de su otro hermano, dudo mucho que se trate del bruto del caballero. Por muy Ser que sea...