Partida Rol por web

- ¡Ganador! ¡bien! -esta prueba había sido suya aunque por muy poco. Fue al establo y eligió a Odín, un semental negro color azabache, de complexión musculosa que podía con el peso del escudero sin problemas (incluso si llevase armadura) y era resistente aunque no tan rápido como Panku, su caballo de silla.

Galorian torció la boca, miró al suelo y se llenó un poco de vergüenza... más bien mucho. Era verdad, Sir Jaradan nos había dedicado demasiado tiempo como para que lo demostrásemos así. De esta guisa no podía continuar, no era conveniente. Acto seguido, llegó a las cuadras y una vez allí se acercó a Leocegrande.

Enhorabuena, Leocegrande -le dije sinceramente-. Te daré ahora mismo la enhorabuena, ha sido un gran espectáculo; serás un caballero honorable ¡y temible si cualquier sublevado o enemigo se te adelanta! Pero... no te confies, je je -dijo con más picardía aunque amigablemente-, aún nos queda realizar un combate con los aceros, je je. En fin... gran caballo el tuyo... creo que yo también llevaré a mi gran amigo.

Tras observar el buen estado de la montura de Leocegrande, Galorian fue directo a ver a Steiner, su "joya" más preciada, su mejor compañero de guerra. Era un caballo bien proporcionado, en cuyas patas traseras hasta el vientre y el lomo por arriba era mas marrón que la corteza de un fresno y las delanteras subiendo hasta la paleta y la crin eran blancas como la nieve, teniendo moteado en negro los pómulos y el hocico, resultando adorable su aspecto. Lo cierto es que cualquiera que se le acercaba, incluso el propio Galorian de tanto en tanto, comprobaba cómo el caracter arisco y desaliñado del caballo eran su baza fuerte para cualquier tarea bélica o de ejercicio: su aspecto escondía su verdadera identidad pasional y desmedida.

Tranquilo Steiner -le dijo mientras le acariciaba los ollares-, vamos a divertirnos. ¡Muchacho! -grité ensiguida-, ¡prepare mi caballo!

- ¡Excelente! ahora que todos tenéis vuestro caballo. Saldremos ahí fuera- todos salieron ya montados, al paso hacia los verdes campos frente al castillo -¿véis esa arboleda que se ve en el horizonte? el que llegue allí será el ganador. Tened cuidado de manejar bien el caballo y no caer, veréis que hay agujeros que pueden hacer que vuestro caballo tropiece. El mejor jinete no es sólo el que mejor maneja el caballo, sino el que mejor escoge la ruta.

Los cinco caballeros, desprovistos de armaduras y con su mejor montura (o al menos la montura que creían mejor para ese envite) se alinearon en una raya que el senescal trazó en el suelo con su vieja espada, pegando los cuartos traseros de los caballos contra la muralla.

Hacía un día soleado y apenas había viento, tan sólo una suave brisa que soplaba a favor de la dirección que tomarían los caballeros, de manera que la carrera sería rápida y por ende, más peligrosa.

Sir Jaradan levantó su espada cuando todo estuvo dispuesto y bajó la espada para dar la señal de partida.

Espoleó a su caballo y lanzó una carcajada

¡JAJAJAJAJAJA! -nadie sabía porqué se reía el caballero, pero el caso era que corría el riesgo de caer del caballo con la carcajada. Su caballo era rápido, pero no el más rápido.

El hombre simplemente espoleó el caballo y se mantuvo algo rígido en la silla, apenas bamboleándose, en lugar de acompasar su cuerpo al del caballo.

No obstante el caballero lo hizo fantásticamente, aunque apunto estuvo dos veces de caer del caballo.

El hombre era un buen jinete, aunque no de los mejores que habíais visto. No obstante su caballero era una yegua blanca excelente.

- Danzarina será la más rápida -comentó antes de azuzar a su yegua.

Y en realidad lo demostró, pues su yegua voló...

- Volveré a ganar esta prueba... - dijo mientras se alineaba con el resto. Aunque en realidad sabía que aunque su caballo, Odín era rápido y resistente, la carrera sería corta y rápida. Amén de que él no era el mejor jinete precisamente.

No obstante lo intentó con todas sus fuerzas...

Empezó siendo el más rápido los primeros metros, pero no se agarró bien a Odín y el caballo se movió demasiado haciendo caer a Leocegrande de lado y golpeándose el costado.

Obvia la 1ª tirada, porque no la desglosé...

Vamos Steiner -pensé sumido en la concentración mientras veía como Sir Jaradan bajaba la espada de señal-. Mi caballo se movía y en realidad temía caerme, pues el terreno era fastuoso en hendiduras perfectas para perder éste una herradura y yo volvar por los aires...

Galorian tomó la delantera durante la primera parte de la carrera, pero a mitad del recorrido, su caballo tropezó con una piedra y el caballero también dio con sus huesos en el suelo al igual que Leocegrande, llegaron a la meta Kelton en primer lugar seguido muy de cerca por Ascot y Darby llegó en último lugar. Leocegrande y Galorian habían ido muy muy rápido y seguramente uno de los dos habría ganado seguramente de no haberse caído.

Sir Jaradan felicitó a todos uno por uno cuando Leocegrande y Galorian recuperaron pie. Ambos doloridos pero sin mayores problemas, pues ambos podían haberse matado.

- ¡ Bien hecho Kelton! serás un magnífico jinete, de eso no me cabe ninguna duda- se acerca a Galorian y Leocegrande y reúne al resto del grupo - tendréis que aprender a cabalgar mejor si queréis llegar a algo... pues váis a ser CABALLEROS no infantes... en cualquier caso, quiero comunicaros que como bien sabéis... ya no estoy en la flor de la juventud- era cierto, Sir Jaradan ya estaba achacoso -os necesito para una misión muy importante, una misión para mayor gloria de nuestro Condado y sus gentes. Los campesinos nos han informado de la existencia de un oso devorador de hombres, nunca jamás había oído yo hablar de tal cosa. Probablemente sea un perro rabioso. Es igual pues aunque no fuese nada o sólo una ardilla, deberíais ocuparos de ellos igual, pues los campesinos están tan asustados que se niegan a labrar los campos de nuestro señor.

- Sé que aceptáis la misión -dijo dándolo por hecho -pero antes de que partáis a la aldea de Imber - que era como se llamaba la aldea -necesito que uno de vosotros haga de jefe sobre los demás. ¿ Y qué mejor manera de elegir jefe que mediante una Justa?

- Bien hecho Kelton -felicitó deportivamente

- Estaré encantado de justar con vosotros y espero ser el ganador- dijo mientras el grupo volvía al patio de armas.

Frotándose el cuerpo dolorido, podía verse perfectamente como tenía parte de la camisola rota, buenos raspones en los brazos y los pantalones rotos en varios puntos.

- Pido justar en el último turno Sir Jaradan, me duele todo el cuerpo- dijo entrando ya en el patio de armas.

- Sí, Galorian y tú  justaréis juntos los dos últimos. Darby ya que has hablado tú justarás con el ganador de los otros cuatro. Kelton y Ascot justarán primero y luego Galorian y Leocegrande -había dos pajes con las lanzas romas - sin punta - preparadas.

Sir Jaradan dio órdenes a uno de los dos para que trajera petos para todos, pero el muchacho sólo volvió con dos petos, cascos, quijotes,rodilleras,grebas...

- Bueno al parecer os tendréis que turnar también las armaduras.

Ascot y Kelton empezaron a ponerse las armaduras...

Aún dolorido por el golpe, seco pero temporal, me pareció bien justar contra Leocegrande, porque creía que era el caballero que más se parecía a mi de entre todos aquellos. Dispuesto a hacer lo que sea por los campos contiguos, limpiarlos de osos y demás avarientas maldades, miré con detenimiento la preparación de la primera justa.

Espero que no estés dolorido -le dije a Leocegrande casi al oído-, ahora viene lo bueno.

Como si de un chiquillo se tratase, Galorian estaba entusiasmado con la futura disputa.

Ascot y Kelton tras vestirse con la pesada armadura son ayudados por un paje para subir al caballo, el mismo paje les ofrece sendas lanzas que ambos empuñan con orgullo.

Ambos caballos empiezan a cabecear mientras los dos hombres bajan la visera de la celada y esperan la señal de Sir Jaradan, el cual asiente con la cabeza y murmura algo así como que ahora sí parecen caballeros de verdad.

Sir Jaradan da la orden y los dos hombres se lanzan a la carga...

En la primera pasada ambos contrincantes se golpean mutuamente, Ascot golpea a Kelton en pleno pecho, pero el caballero resiste e impacta a su vez a Ascot cerca del escudo, ninguno de los dos caes y las lanzas aguantan enteras, por lo que ambos dan otra pasada, ahora cambiados de lado, espolean a sus monturas y se vuelven a lanzar a la carga.

Esta vez, Kelton golpea a Ascot en el hombro pero Ascot golpea a Kelton en el cuello y le lanza por los aires. En un primer momento todos temen lo peor, pero Kelton se levanta como puede y hace señas para que le quiten el casco y el peto. Mientras se desviste podéis ver como tiene una herida justo debajo del cuello, tendrá un moretón durante semanas. Si la punta de la lanza no fuera roma habría muerto.

Tras comprobar que Kelton está bien le dice para "animarle"

- jamás pensé que un tipo como Ascot pudiera contigo, grandullón. ¡Venga! que no ha sido para tanto- y hace un gesto a uno de los pajes para que ayude a Kelton a desvestirse y a vestirle a él mismo.

- ¡Esa sí ha sido una carga! por fin alguien que tiene un mínimo de habilidad. Casi ni yo lo habría hecho tan bien...-era la primera vez que le veíais tan efusivo. En verdad había sido una carga inmejorable.-Vamos muchachos, dejad a Galorian y Leocegrande que carguen.

No te daré tan fuerte, tranquilo... -le dije jocosamente a Leocegrande en referencia al tremendo golpe de Kelton en el cuello-. ¡Paje!, Haz lo propio con Ascot, a ver si esa armadura me da suerte a mi también, y vísteme.

Luego me acerqué a mi querido Steiner. Venga amigo mío, necesito que cabalgues veloz -y le apreté su hocico con la mía cabeza, como si fuera un ritual de arenga animal-.