Partida Rol por web

- ¿Qué es esto? - se agacha hasta ponerse de cuclillas y trata de levantar el extraño objeto rectangular del suelo. Gracias a la luz de Drassil comprueba que el líquido de las escaleras es rojo, por lo que confirma sus sospechas de que se trata de sangre. Fuese quien fuese el que ha hecho esos ruidos, ha huido por la extraña puerta secreta que tienen frente a ellos

Taluta reconoce que se trata de una linterna sorda. Estaba boca abajo por el lado que alumbra, pero ahora está apagada. Al levantarlo, bajo el objeto hay algo de aceite derramado y cristales rotos. Posiblemente ese crash lo produjese esta lámpara al caerse al suelo, o alguien lo golpeó para romperlo a posta o sin querer. Ahora está rota. Inutilizable. No es solo que ya no tenga un cristal que proteja la llama del viento, sino que el soporte para el aceite se ha partido.

-La prueba de que alguien ha estado aquí hace muy poco. Sigue. -espetó el elfo a la semi-orca. Era una cuestión de tiempo y cada segundo que pasaba les retrasaba inevitablemente. Si tuviera que apostar el "brrr" diría que era el pasadizo secreto al abrirse y el "crash" una linterna colocada allí donde no debía al caer. Pero eran meras suposiciones que no alteraban el hecho de que estaban investigando en terreno potencialmente hostil.

¡¿Vórtimer?!- Llama Drassil antes de salir corriendo escaleras arriba siguiendo a quien quiera que dejara el rastro. La linterna de Drassil creaba gigánteas sombras de él en todas las direcciones detrás suyo, probablmente si estuviera distraído y mirara atrás daría un respingo y alzaría su espada, pero ahora mantenía la vista fija al frente mientras subía los escalones de dos en dos tan rápido como pudiera

Observa a Drassil mientras sube las escaleras precipitadamente, y mira a Ulthor dibujando una mueca de sorpresa. Pueden seguir al mediano en su intento por encontrar a Vortimer, pero posiblemente perderán al que ha huido por el hueco secreto. Tras un momento de indecisión, señala con la cabeza la puerta secreta y se mete con el alfanjón frente a ella. Afortunadamente, la oscuridad no es un problema para ella.

Cuando Drassil llama, nadie responde. Por la cantidad de sangre que hay en la escalera, si perteneciese a Vórtimer estaría muy mal herido, o muerto. Pero es muy posible que la luz de la linterna del mediano haya asustado al capellán... o a su agresor.

Taluta gira en la esquina del pasillo. Camina durante apenas medio minuto. El pasadizo es estrecho, para no más de una persona. La altura del techo deja claro que se trata de una arquitectura pensada para el tamaño de un enano, y la semiorca se ve forzada a avanzar agachando la cabeza.

El pasadizo desemboca en un cuarto vacío, bastante más grande, de 25'x25'. La altura del edificio llega a los 15'. Por un lado, el pasillo en el que está Taluta desemboca en una esquina, pero hay otro pasillo que comienza en la esquina opuesta. Todo da bastante mala espina, llámalo sexto sentido orco-femenino.

Drassil... se iba a meter en un buen lío si había problemas más adelante. Su raza no era lo que se pudiera llamar el tipo más agresivo o propicio para el combate cuerpo a cuerpo y no se movían en entornos muy espaciados en estos momentos. Así que entre eso, la luz y el hecho de que confiaba en que Taluta sí pudiera sobrevivir a una sorpresa, el elfo decidió seguir a Drassil y su luz, subiendo los escalones grácilmente tras él.

Op op op- Drassil subía los escalones tras quien quiera que fuera delante... y procuraba estar atento al sonido de sus pisadas, o tal vez evitar que si deseaba esperarle para llevarle consigo no le cogiera por sorpresa... Unos pasos tras él le hicieron girarse unos segundos...

Ah solo es Ulton, ése elfo que se ha presentado.... espero que no sea amigo de Parceo... porque en ese caso está arrojando la red al pez equivocado. Enardecido por sus propios pensamientos el hobbit procuró apresurar los pasos.

Dirigiendose al alcalde

Darius y yo estaremos con usted, les seguiremos a los demas a solo unos pasos por detras , escuchandoles por si se meten en lios apoyarles, pero pegados a usted por si viene el ataque de otro lado, uno a cada lado y usted en el medio de los 2.

Siguiéndoles de cerca, Jilokasina, Darius y Cléquetto ven como el grupo que va por delante se separa. Las escaleras están truncadas en esa parte. A la izquierda, los escalones mantienen su continuidad, pero los peldaños están encharcados por la sangre. A la derecha hay un pasadizo. Es como si las escaleras se hubiesen deslizado hacia la izquierda dejando ver una entrada secreta.

En el suelo hay una linterna sorda rota, que ha dejado cristales en el suelo, y que tiene el soporte para el aceite desprendido de la pieza principal. La lámpara está junto a la entrada al pasadizo.

Drassil y Ulthor marchan escaleras arriba, con mucho cuidado de no resbalar en los escalones ensangrentados. Taluta se introduce en el pasadizo secreto. ¿A quienes seguirán los dos escoltas del alcalde?

Las escaleras llevan a una pequeña sala circular. Tres estatuas a la izquierda y tres a la derecha muestran a varios enanos de piedra en posturas heroicas. También hay una gran puerta de madera, con gruesas visagras en hierro envejecido.

Al girarse para ver a su alrededor, Drassil se sobresalta cuando de reojo percibe movimiento. Falsa alarma. Solo es su propio reflejo en un gran espejo incrustado en la pared, del lado opuesto a la puerta.

Drassil echó un ojo a su alrededor y empezó a tararear... parecía que estaba loco, parecería que estuviera infravalorando la situación, pero en realidad preparaba su repertorio de conjuros. No ha huido por la puerta... esos goznes están oxidados y los hubiera escuchado, y no hubiera tenido tiempo de cerrar la puerta. Drassil, aún alerta iluminó el rastro de sangre... está en... Drassil rebuscó con la mirada por el techo y cada rincón del lugar en busca de la huidiza criatura que sin duda se hallaba en ese lugar.

Agazapado y moribundo el lobo se escondió, caía sangre de las cuernas del ciervo valiente

Más llena ahora de soberbia estaba su mente, que siguiendo al lobo en la cueva se metió

Drassil no pensaba en que en ésta situación, él era el valiente ciervo... solo tarareaba sin más son con tal de concentrarse en encontrarle

Puede sentir la tensión por todo su cuerpo, y sus manos aprietan aún más la empuñadura del alfanjón. Echa un vistazo hacia atrás para comprobar si alguien le sigue, y finalmente se decide a avanzar hasta la habitación que tiene frente a ella. Lo hace despacio, tratando de no hacer ruido, y examinado todo a su alrededor en busca de alguna trampa.

Ulthor surge en la sala tras Drassil, arco en mano, y pronto llega a una conclusión similar a la del mediano tarareante: nadie ha salido de esa sala, al menos por métodos convencionales. Tal vez haya una ventana en alguna parte, pero lo más probable es que lo que fuera que ha dejado el rastro de sangre se esté ocultando entre las sombras. El crujido del arco tenso pasó desapercibido bajo el tarareo, pero el arquero lo sintió entre sus dedos.

No hay ventanas. Tan solo la puerta para salir de allí. O la cobertura de las estatuas para ocultarse a la vista. Drassil se da una vuelta por la sala. Los rostros severos de los vigilantes se iluminan y hacen sombras a la luz de la linterna. Con un rápido movimiento, el mediano enfoca el techo. Nada. Enfoca el suelo. ¡Sorpresa! Pisadas de sangre. Están allí, por todas partes. Son pequeñas. Más pequeñas que las que dejaría un enano. Quizás de un kóbold. Aunque son pisadas de botas y no de garras. Puede ser un kóbold civilizado y bien vestido... o un gnomo... o un... Ulthor le hace una seña a Drassil, dando a entender que son sus propias huellas.

Drassil, intentando ver qué es esa seña que le hacía, enfoca a Ulthor le deslumbra. Al apartar la luz hacia arriba, el haz incide en el espejo, que lo escupe hacia una de las estatuas. Debe de tener una faceta especialmente pulida, porque la luz se vuelve a reflejar a otra estatua, y luego al techo. No sería difícil encontrar el ángulo en el que la luz llegase a rebotar en todas las estatuas y mostrase algo. Tal vez señale una inscripción, tal vez active un mecanismo, tal vez indique la ubicación de una trampilla.

Taluta no ve nada raro, y tras un momento de duda se decide a entrar en la habitación. En ese momento se ilumina un glifo en el suelo de la estancia. La luz va a más, y de ella surge un oso negro tan grande como la propia semiorca. El haz se difumina y vuelve la oscuridad, y el oso sigue allí. Al retornar a la visión en la oscuridad, el color del pelaje del animal se vuelve indiscernible. El oso impide el paso al siguiente pasillo, y no solo eso, se yergue amenazante ante Taluta dispuesto a atacarla.

-Deja de jugar con la linterna y enfoca el espejo de nuevo, quiero comprobar una cosa -dijo el elfo, que había tenido que apartar el rostro de la luz cuando Drassil le había enfocado con la linterna. Sin esperar respuesta en contra, trató de situarse bajo el lugar en el que había visto cómo la luz se reflejaba en el techo, para tener un mejor ángulo y ver realmente lo que escondía ese juego de luces.

maldita sea que hacemos separandonos otra vez.... Alcalde, la celda tiene alguna otra salida?, deberia mirar si Vortimer esta durmiendo, aunque no lo creo- dijo iluminando la sangre en la escalera, pero no me gusta dejar habitaciones a mi espalda sin saber que hay dentro - que piensas Jilo, aqui estamos en medio de ningun sitio...