Partida Rol por web

El escorpión recibe las dos estocadas resistiendo el equilibrio sobre sus seis patas, y pasa rápidamente al contraataque. Solo tiene que estirar la pinza y coger a Alton con ella. El mediano siente la presión en su tronco. La pinza sigue estrujando y estrujando, más y más. La segunda pinza se cierra un instante sobre la cabeza, y a todos se les viene a la mente la imagen del pájaro gigante descabezando a Lott. Pero el artrópodo deja la parte superior del paladín libre... justo el tiempo necesario para propinarle un picotazo con el aguijón. Alton se tambalea por el hambre y el veneno, agarrado por la pinza del monstruo.

¡ALTON, NOOOO!

Orodreth bordea por la parte baja de la cuesta para evitar que el voluminoso cuerpo de Lott le tape la línea de disparo. Ahora sí, con el monstruo a tiro, lanza una bola de ácido conjurada por sus manos. La bola impacta en el aguijón, corroe el exoesqueleto y el veneno empieza a gotear sobre la espalda del escorpión.

Poco después se escucha conjurar a una segunda persona, allá, en lo alto de la cuesta. Al girar la cabeza hacia arriba se puede ver al elfo que la está conjurando, y junto a él un enano medio desnudo de barba negra.

El elfo termina el conjuro. Dos proyectiles mágicos salen de sus manos y surcan el cielo alcanzando el costado del escorpión.

¿Valthonis? Me engañan mis ojos...

El mediano cae pesadamente sobre su cuerpo, la oscuridad empieza a rodearle y los párpados pesan como si tuvieran rocas amarradas, la cara queda observando el cieloy lo último que alcanza a ver es a un par de sujetos nuevos yendo montaña abajo, atacando al gran escorpión.

Empieza a toser, sangre sale de su boca y del agujero que había dejado el agijón del bicho; luego de su boca emana una espesa espuma blanca.

Sus ojos se cierran en medio del combate.........

Lott ahogó un grito de rabia y miedo al ver a Alton tendido en el suelo. Casi sin preocuparse de su propia seguridad, el voluminoso clérigo se abalanzó hacia la posición donde se encontraba el mediano.

El sorprendida voz de Orodreth, había conseguido alertar a Lott de la presencia de alguien más en aquella lucha, y al parecer, y por suerte, estaban de su parte, al menos de momento.

Pero a Lott le apremiaban más otras cuestiones. El clérigo intentó arrastras a su amigo Alton fuera del alcance de aquella bestia enorme, para poder reclamar las bendiciones de Heirouneous, y poder sanar así sus heridas.

Viendo que sería arduo difícil liberar a Alton de la pinza de aquel artrópodo gigante, Lott invocó los dones del justo Heirouneous, intentando sanar sus heridas en la difícil posición en la que se encontraban.

La voz del Lott se elevó salmódica entre el fulgor del combate.

Gracias a la magia del clérigo, Alton recupera la consciencia. El escorpión retrocede sobre sus múltiples patas. Cuesta abajo, hacia la espesura del bosque. Alton abre los ojos para ver cómo sus compañeros se van quedando atrás, mientras él sigue atrapado en esa gran pinza negra.

Orodreth lanza un conjuro. Un proyectil mágico sale de sus manos y persigue al captor. El proyectil impacta llevándose las últimas fuerzas de la sabandija, que se desploma en plena cuesta. Las pinzas ya no ejercen fuerza y Alton se escurre herido hasta volver a pisar el suelo.

Orodreth, han pasado muchos años...-dice el otro elfo mientras desciende hasta ellos.

Pero Orodreth se desmaya del hambre, sin aclarar si conoce a Valthonis como amigo u enemigo. Con la única versión del elfo que queda en pie, confiar o no en los dos extraños casi se transforma en un acto de fé.

No continuemos aquí, podrían aparecer más bestias salvajes. Os llevaremos a nuestro campamento, colina arriba.

Y sin embargo, el agua del lago y la comida que ofrece la vegetación del bosque, varias docenas de pies más abajo, suponen una opción igual de suculenta para unos estómagos vacíos.

Durante un momento, Lott se quedó quieto, observando a los recién llegados. Casi desafiante. Casi, pues rápidamente evaluó las prioridades.

Con celeridad se arrodilló junto a Orodreth, examinó la gravedad de su estado. - Está débil por la falta de alimento. Dijo elevando su mirada hacia los desconocidos. - Cualquier ayuda que podáis ofrecernos será bienvenida. Inclinó la cabeza en señal de agradecimiento a la oferta recibida, y añadió - Que Heirouneous os de su bendición.

Recostó suavemente el cuerpo del elfo sobre fresca hierva, y se reincorporó. Alzó la mirada en busca de Alton. Le había parecido ver como se escabullía de la pinza del escorpión cuando este caía al suelo sin vida. - Altón!! Gritó a la espera de respuesta. Sus oídos deseaban escuchar la voz del alegre paladín.

Débil, muy débil yacía el mediano con la cara mordiéndo el polvo de la cuesta de la montaña, por unos instántes permaneció inmobil, solo respirando, pensando en absolutamente nada, ni en el dolor ni en el hambre ni en su Dios, solo pensamientos vacíos......

Escucha su nombre proveniente de una voz conocida, su hermano de iglesia, con sus pocas fuerzas el mediano alza la cabeza y esbosa una sonrisa, alza su mano derecha y empieza a saludar, su intención era gritar y decir que se encontraba bien, pero las palabras nunca salieron de su boca.
Se sienta con gran esfuerzo sobre su trasero, y empieza a conjurar mentalmente, rezándole a su amado Dios, una energía azul irradía y cubre su cuerpo, mientras siente un profundo comfort, sus heridas empiezan poco a poco a sanar.

Al fin reune un poco de fuerzas para poder hablar -Aquí Lott!!! estoy bien!!! ven aquí!!

La voz de Alton reconfortó el preocupado espíritu de Lott. - Esperad junto a Orodreth, mientras ayudo a Alton. Dijo dirigiéndose a los recién conocidos. NO le quedaba más remedio que fiarse de la buena voluntad de estos.

Con paso rápido, Lott se aproximó al lugar donde aguardaba el mediano. Hincó una rodilla junto a él, y esbozó una sonrisa. - No se como te las apañas para salir de todas de una sola pieza... Yo no tengo tu misma suerte. Dijo llevando la mano a la cabeza. Era extraño, pero el clérigo había intentado hacer una broma, algo nada habitual en él.

- ¿Como te encuentras? ¿Puedes emprender la marcha hacia el campamento de esos extraños? Añadió mientras su rostro volvía a recuperar sus severas facciones. - Y lo que es más ¿Podemos fiarnos de estos nuevos "compañeros"?

El mediano vuelve a sonreir ante el comentario del clérigo -Amigo mio, soy bendecido no solamente por el invencible, creo que todos los dioses buenos me quieren -Guiña un ojo devolviendo el comentario y haciendo saber que ante la debilidad su sentido del humor no mermaba en lo mas mínimo.

-Creo que puedo caminar, aunque me duele todo el cuerpo, mejor ayúdame a apoyarme mientas camino, puedo desplomarme del hambre en cualquier momento, quizá ir al campamento de estos sujetos sea la única opción de sobrevivir, déjame ver si podemos confiar en ellos.

El mediano se concentra durante varios segundos, reza y dirige su mirada a los que se encontraban cerca del Orodeth, concentrándose en el aura que poco a poco cada uno empezaba a irradiar.

En un primer momento el sobresalto es mayúsculo. El grupo que hay ante él irradia mal. Poco a poco, las auras se van volviendo más diáfanas. El origen del mal está en el enano, no en el elfo.

-Por la mano izquierda de Hexor Lott, este enano irradia un aura maligna, su alma está corrompida, pero este elfo aparentemente no!!. -dice suavemente al oido del clérigo.

El mediano se incorpora con algo de ayuda de Lott, esboza una sonrisa a las personas que se encontraban cuesta arriba y alza su mano derecha saludándolos amablemente.

-No se si será prudente confiar en él, pero por otro lado, estaremos perdidos si nos internamos en el bosque, desarmados y vulnerables como nos encontramos en estos instántes; creo que lo mejor será seguirles y ver que tienen pensado para nosotros!! Que opinas?

- Soy de la misma opinión. Heirouneous aprieta, pero no estrangula. Dijo el clérigo con semblante serio, escrutando el rostro de los extraños, mientras ayudaba al mediano a llegar junto al cuerpo inconsciente del mago.

Las palabras de Alton sobre el alma corrompida del enano, le hicieron meditar un instante ¿Acaso no tendría el mismo el alma corrompida debido a su transformación?

Los dos siervos de Heironeous remontan la cuesta hasta los extraños. El cuerpo de Orodreth estuvo allí indefenso y a su merced, sin embargo nisiquiera el malvado enano intentó dar el golpe de gracia al elfo inconsciente.

Guicel, ¿puedes llevar tú el cuerpo del que se ha desmayado? Eres el más fuerte de los dos.

El enano lanza una mirada a medio camino entre la incredulidad y la rabia. Pero objeciones de su boca no llegan a salir. El enano coge en colo a Orodreth. Dos cuerpos desnudos, piel contra piel, y uno de ellos un despreciable elfo... a Guicel se le nota incómodo.

Mi nombre es Valthonis, y este es Guicel. Veo que conocéis a Orodreth. Decidme, ¿qué aventuras os han traído hasta estas montañas?

Al superar la rasante, se ve lo que tras ella se ocultaba. Montaña y más montaña. Lo que debería ser el cauce del glaciar sube vacío y se empina más y más hasta hacerse un camino impracticable, confundiéndose con cualquier otra pared que forman los puntiagudos picos del paisaje. Pero no es esa la ruta a seguir. Un pequeño sendero despega del suelo hasta la cornisa lateral, sacándolos de la gran calle de roca. El sendero es estrecho, para una sola persona nada más, y se ve que en su extremo superior la caída resultaría dolorosa.

El enano abre el paso y comienza a recorrer el sendero. El elfo, en cambio, hace un gesto de galantería y os invita a ir delante de él y tras Guicel.

- Mi nombre es Lott Jenssen, y él es Alton Buenbarril. Devotos siervos de Heirouneous. Se presentó el clérigo algo escueto. - La historia de porque estamos aquí, es larga en exceso. Añadió Lott a su presentación. La verdad es que no le apetecía narrar los hechos que le habían llevado hasta aquel momento, aun eran demasiado dolorosos.

- Tal vez mi compañero pueda narrarla con mayor soltura. Dijo mirando a Alton, pues sabía que al mediano se le daba mejor que a él lo de hilar las palabras.

Cuando llegaron al estrecho sendero, Lott se aseguró que Alton pudiera seguir solo. El clérigo caminó detrás de su amigo, atentó a cualquier posible traspiés. Tenía la esperanza de llegar con premura a algún lugar seguro para descansar y recuperar fuerzas.

El mediano mira con una ceja arqueada al clérigo con una sonrisa dibujada -Muy larga.... y algo triste; pero ahora estoy cansado y con desaliento como para contarla. Cuéntame amigo Valthonis, a donde nos dirigimos?, está muy lejos? es que me encuentro muy cansado y lo que mas deseo es algo de comida y bebida, verás, llevamos varios días sin probar bocado. y lo mas importante, conoces a Orodeth?, como es que se conocen??... casualidades o designios de los dioses, la eterna pregunta.

Alton prosigue su marcha, cabizbajo, cansado y en silencio, pensando y recordando, con expresión fatídica.....

Valthonis se empeñó en familiarizarse con los exteriores de la mina, lo cual no está mal desde un punto de vista táctico. Fue ese capricho el que propició nuestro encuentro. Designios de los dioses, sin duda.

Casualidades, sin duda-corrigió el elfo-. Los dioses nunca se preocuparon de los asuntos terrenales. Tanto Orodreth como yo acabamos juntos en la academia de mágicos de guerra. Lamentablemente esos años fueron tiempos de paz, y toda la promoción tuvo que disgregarse. Nunca fuimos requeridos. Pero ahora... ahora hay nubes de tormenta, e ironicamente he pasado de soldado a estar luchando por detener una guerra.

Valthonis habla de la guerra que se está librando en la isla de Hannigan. Nos vendrían bien dos valientes adalides de Heironeous para la causa.

Tenemos nuestro campamento en una vieja mina abandonada a dos horas de aquí. Aguanta, mediano. Allí tenemos camas y provisiones.

El enano se detiene en lo alto del sendero frenando al resto de los que le siguen. Mira hacia abajo, al abismo.

Malditas alturas. Si los enanos estuviésemos destinados a vagar por lugares elevados, no naceríamos con piernas cortas que nos dejan a ras de suelo. En fin, ¿qué hay de vosotros? ¿Sois shaddorinos o zhuínos? ¿Qué facción apoyáis? Si sois apolíticos podríais uniros a nosotros y parar toda esta locura.

Shaddor es el actual rey de Velvetia, y Velvetia es un reino en el que la Iglesia de Heironeous tiene una importante presencia. Así que el primer impulso de Alton es exclamar a los cuatro vientos que es un shaddorino. Pero no sabe nada de la facción zhuína ni de los orígenes del conflicto.

Es más, siendo desconocidos lo habitual es que un extraño no se pronuncie sobre temas políticos, y la horca es recompensa habitual de los traidores y los que lanzan proclamas alegremente. Es probable que se pueda aplicar eso mismo a Guicel. Ha ofrecido unirse a Alton y Lott si son neutrales, pero es muy probable que el primero que no sea neutral en esta lucha sea el propio Guicel. El enano debe de haber escogido ya bando. Lo importante es, ¿qué reacción tendrá si Lott o Alton se declarasen partidarios de la facción opuesta, y por tanto se descubriesen como enemigos?

La causa de Heironeus no está fijada en un bando o en una guerra, la causa del invencible es superior a cualquiera de esas dos cosas amigo enano, la causa está en impartir justicia con honor, caballería y Valor!!, la política no me interesa en lo mas mínimo, la política la dejo para los ciegos terrenales que no ven mas allá del plano material... Insulsos políticos, se creen Dioses ellos mismos, se creen capaces de mejorar una sociedad con leyes y decretos, no se dan cuenta que las sociedades están regidas por la divinidad y sus propias leyes.... -El mediano parecía mas grande a medida que continuaba con su discurso, revitalizado y con energía en su voz, algo de rabia se notaba en su voz, algo de frustración también -..Verás amigo.... mmmmm soy muy malo recordando nombres... Amigo Enano, las deidades no están allí simplemente para ser adoradas, muchos apóstatas creen en la vanidad de los dioses y su necesidad de ser adorados y venerados, eso es FAlSO y maldigo a esos apóstatas, que se quemen en los nueve infiernos de Baator y luego sean torturados en el abismo!!, los Dioses interceden en nuestras vidas a diario, o como crees que hace unos días vi como mataban a mi compañero, y ahora lo tengo a mi lado, sirviendo aún al invencible en su causa?, como crees que atravesamos una cueva infinita con nada mas que una simple espada, y que hoy hayamos sido salvados por dos desconocidos, conocidos de un compañero?, te equivocas Valthonis al corregir a tu amigo, los dioses tienen designios para cada uno, el mio es simple: Combatir la Injusticia, realzar el nombre del invencible y extender su causa.
Ahora dime amigo Enano, es tu causa Justa??, ignoro los motivos de la guerra y no seré participe de una guerra injusta, solo seré participe de una causa justa........

Las últimas palabras salieron carrasposas de su seca gargánta, el mediano volvía a ser el mismo, -por un instante- a ese mediano apasionado por los conocimientos religiosos y siempre dispuesto a debatir y defender sus posturas e ideales, antes de la tragedia de Lynn, él era como estaba siendo ahora -Me das un sorbo de agua por favor?, mi gargánta se hincha cada vez que hablo de estas cosas!! -Termina el mediano con una sonrisa