Partida Rol por web

Lott intentó dibujar una sonrisa afable tras las palabras de ánimo y consuelo de Alton. - Con el tiempo me acostumbraré... Dijo entre dientes. - Con el tiempo...

Tras salir de su ensimismamiento, el clérigo miró a la elfa, pero continuó callada. No sabía que era, pero algo no encajaba. Tal vez los cambios ocurridos en su cuerpo habían conseguido cambiar también su percepción del mundo que le rodeaba, y por eso se mostraba más receloso.

La verdad es que Lott empezaba a mostrar su impaciencia. Al no tener que descansar, ni alimentar su cuerpo, sentía la necesidad de ponerse en marcha lo antes posible.

Ledizia miró a Lott sin comprender a qué se refería, entonces bajaron dos enanos por las escaleras que se apoyaban en la pared de la caverna.

¿Dónde están esos valientes que se brindan a ayudar a nuestra causa? Un mediano... Por suerte para vosotros no tendréis que luchar.

Hubo novedades sobre vuestra misión. Al fin tenemos algo más concreto que pediros.

Pero eso os será revelado en su momento. Si os capturan no debéis tener información que facilitarles-mira de arriba a abajo al mediano sin poder aún creerlo-. Un mediano... ¿Qué se le va a hacer? Trabajaremos con lo que tenemos. Hermano, no podemos presentarlo así. Necesita una armadura apropiada. Algo que le haga parecer solemne... honorable... como si fuera un paladín.

No lo sé, hermano. Creo que aún se están pensando lo de colaborar. No necesitará una armadura si no va a presentarse en Holmet. Y eso que le vendría bien. Esta mañana casi muere aplastado por las pinzas de un escorpión por no llevar armadura.

Con ese tamaño... está claro que cualquier insecto supone un peligro insalvable para un mediano. Al final... ¿estáis con nosotros, cierto?

Lott se irguió cual alto era, y observó de arriba a bajo a los que acaban de entrar. - Este mediano, como usted lo llama, es un noble servidor de Heironeous, su valor y valía están más que probadas. La voz del hombre era serena, pero sus ojos centelleaban de fervor al pronunciar el nombre de su deidad.

- Estamos con vosotros, mientras Heironeous así nos lo indique. Decidnos que es lo que queréis de nosotros. En verdad Lott empezaba a sentirse incómodo en aquel lugar.

El mediano clava una fiera mirada sobre el Hermano de Guicel, pero sus palabras no salen dirigidas a él, prefiere evitar cualquier altercado o pelea en ese lugar Un mediano que exterminaría a un desgraciado Enano como él -Pensó en decir, mientras su puño se apretaba con fuerza, pero volteo su mirada a Guicel.

-Justamente estabamos hablando con esta hermosa Elfa al respecto, sin duda ayudariamos en vuestra causa en tanto el invencible nos guie por ese camino, nos parece que la causa de querer evitar muertes innecesarias en la guerra es una causa por la que nuestro patrón lucharía!!, Así que contad con mi espada y mi valor; Así no sirvan de mucho -Finaliza sarcásticamente lanzando una mirada de desdén al nuevo enano, coge una fruta y se la lleva a la boca, comiéndose las ganas de golpear a aquel insolente Enano.

Bien, bien... ¡ese es el espíritu! Venga, hermano. Vamos a buscar una prenda apropiada para nuestro mediano paladín. Vosotros dos, esperad aquí. Seguid comiendo. Tenéis que recuperar fuerzas.

Berruetto saca dos llaves y entrega una a Guicel. Ambos se alejan hasta la gran cúpula de metal y meten las llaves en los cerrojos. Al girar de ellas a la vez, se escucha un click metálico y un segmento de cúpula de 5'x5' se abre, como una pequeña puerta. Entran en la oscuridad que contiene al cúpula y se escuchar revolver y rebuscar.

Al cabo de un rato vuelven con una armadura. Una coraza de mithril... talla S, para gnomos y medianos.

El mediano alcanza a meterse un embutido de oveja a la boca y un gran sorbo de agua mientras los enanos rebuscaban en el cuarto abovedado, aún pensando en el Insolente Enano.

Los ojos del mediano  se salían de sus órbitas cuando veía venir la resplandeciente armadura de metal precioso, la rabía que sentía hacía unos instántes había desaparecido por completo y sus pensamientos se centraban en tan espectacular armadura -Es pa... para mi? Balbuceó el mediano -Gracias!! esta es una armadura digna de un sirviente de Heirouneus. Impacientemente se la medía a ver como le quedaba al cuerpo -Ni mandada a hacer quedaría tan cómoda -No era del todo cierto, el pecho le apretaba un poco, pero no era nada que no tuviera solución.

El mediano tenía un honor de justicia y honor, pero las bebidas, las mujeres y los regalos caros y finos eran su debilidad.

Lott no pudo dejar de sorprenderse al ver el exquisito regalo. Sin duda aquellas gentes tenían cartas ocultas ¿Quien iba a pensar que esconderían un tesoro en aquel lugar?

El clérigo observó divertido como Alton se probaba su nueva armadura. Parecía un niño con zapatos nuevos. - Sin duda es una bonita coraza, y la amabilidad de nuestros anfitriones no tiene parangón.

-Verdad que sí amigo mio -Replica el mediano con una sonrisota que deja ver sus blancos dientes, empieza a caminar por la habitación probando las juntas y la flexibilidad que le permitía era única, el pelo color carbón del mediano contrastaba con el refulgente color argenteado brillante de la armadura.

-Ahora si parezco un paladín de la justicia verdad??... si tan solo tuviera..... Un cepillo para mi cabello, míralo nada mas, todo enmarañado y enredado, ohh cuando llegue al pueblo será lo primero que compre... bueno eso y darme un baño con escencias aromáticas y aceites relajantes y algo de agua de manantial con yerbabuena y manzanilla para limpiar, brillar y fortalecer mi cabello aunque -Voltea a mirar a la elfa, la mas amigable entre los presentes, con cara de perro regañado -Si tan solo tuviera un par de monedas para costearlo..

Oh, perdón. Tal vez pueda ayudar...

Acudiendo a las necesidades del paladín, y a los ojillos que ha puesto, Ledizia saca un peine de entre sus ropas y se acerca. La elfa se arrodilla para peinar las greñas del mediano.

Podemos llenar un par de barriles con agua del pozo...

No es buena idea que se bañen. Sería sospechoso que estuvieran limpios después de un largo viaje.

Pero si repelen al olfato pueden no obtener la colaboración necesaria.

Había una posada en la base de la montaña, no creo que toda la gente que llegue al pueblo lo haga oliendo mal... Lo siento, no quería ofenderte, Alton.

Quicel se acerca a Lott y lo olisquea un poco.

El humano si que ofende... ¡Huele a muerto! Van a tener que bañarse antes de irse. Será lo mejor.

No, hermano, no puede ser. Si se bañan, necesitarán una muda. El humano es grande para los de su raza, la ropa de los elfos no le servirá. Y eso sin meternos a hablar de las tallas del mediano. ¿Vamos a tenerlos un día entero aquí metidos esperando a que les seque la ropa? Para lavarlos y ponerles la misma ropa sudada mejor que vayan como están. La misión no puede retrasarse.

Berruetto saca de su bolsillo solo seis monedas de plata y les da tres a Alton y tres a Lott. Parece que la solicitud sutil de Alton ha pasado desapercibida.

Cuando lleguéis al pueblo, meteos en la primera posada que veáis. Pedid alojamiento, ropas y que os preparen un baño. Cuando estéis presentables, id a hablar con el alcalde. Que sepa que hay dos nuevos hombres santos dispuestos a ayudar. Seguramente el único problema del que os hablará será los bandidos... o sea, nosotros... ¿Os explicaron ya eso? La tapadera con la que mantuvimos el pueblo sitiado... los elfos se hacían pasar por asaltantes de caminos. Prestad atención a lo que os diga, a ver qué cree saber de nosotros.

Las monedas entregadas son una cantidad muy ajustada para la tarea encomendada. Alojamiento, baño y una muda... Alton no tendrá sus esencias ni sus aceites, no con tan pobre asignación. Por otro lado, una familia de campesinos media pasa el mes con mucho menos dinero. Entre otras cosas porque se bañan una vez al año, y solo usan agua para su limpieza.

Lott aceptó las monedas, y aunque el comentario sobre su oler le ofendió, sabía que tenían razón. Desde su pequeño accidente y posterior resurrección, ya no prestaba atención a aquellos pequeños detalles. Debería tenerlo presente en el futuro.

- Pues así lo haremos, en cuanto consigamos alojamiento, hablaremos con el alcalde, haber que nos puede contar. Lott permanecía muy sereno en su lugar, casi como si no estuviera allí, aunque realmente tenía ganas de salir de aquel lugar.

- ¿Estás preparado para partir amigo Alton? Dijo el clérigo a su compañero de viaje.

Con Alton y Lott listos para partir, subieron las escaleras hasta la parte de la mina en la que Gadrian atendía a Orodreth. Fruto de esos atentos cuidados, Orodreth abre los ojos.

Está vestido, con ropas humildes, y dentro de la boca aún quedan los sabores de la comida que le han obligado a comer mientras estaba dormido. Lo primero que ve al abrir los ojos es el techo de roca de la mina, pero según mueve la cabeza va variando su paisaje. Su cuerpo está tendido en uno de los dos catres, separados en la cabecera por una mesita con material médico.

Un elfo de mediana edad está junto a él, arrodillado, y con un zurrón en el regazo.

Dos enanos están más allá, el primero con el torso desnudo y el segundo con chaleco y camisa.

Y junto a ellos las dos caras ya conocidas de sus compañeros Alton y Lott. Orodreth está aún débil por la falta de alimento, a pesar de haber comido. Le duele el cuerpo y su organismo tardará tiempo en asimilar las sales y los azúcares que le quiten ese dolor muscular. Como Alton. Salvo que Alton lo ha compensado con la alegría de tener una flamante armadura nueva.

¿Estás bien? Tranquilo, estás entre amigos. Trata de incorporarte poco a poco...

Y en ese momento sube la escalera de mano y asoma por la grieta una elfa.

Orodreth casi al borde del desmayo logra ver una hembra de su raza, sus sentidos estaban demasiado aturdidos para ver el esplendor de aquella belleza, lo único que pudo hacer es mirar al que le hablaba y decir-necesito comer y beber, sino creo que...-pauso, ya no sentía ni ánimos para hablar, había sobrevivido de milagro y daba gracias a todo lo que le había sucedido, pero sus fuerzas lo abandonaban.
Cerró los ojos y exclamo-ayúdenme por favor- y su fuerza se apago.

El mediano corre en la ayuda del elfo, con una lágrima de felicidad escurriendo por el rabillo del ojo, ayuda a sentar al elfo en el catre.

-Amigo mio, como estás?, estaba preocupado por tí, no te veía desde que llegamos a este lugar...... tu amigo.... tu compañero.... Valthonis nos ha salvado del Escorpión, recuerdas??, bueno, hay mucho que debemos contarte, pero creo que aquí te lo podrán explicar mejor estos dos señores Enanos y esta hermosa Elfa de las flores -Otra sonrisota se le escapa junto a su típica mirada de conquista.

-Por ahora, nosotros debemos ir montaña abajo, hacia un pueblo y resolver una situación; te han visto en mal estado y han decidido no enviarte con nosotros, cuanto lo siento!!!, parece que allá abajo los elfos son sospechosos y creyeron además, que dos ciervos de Heironeus serían mas convincentes para, para...... Ahhh ya no se ni como decirte, explícale Guicel, explícale lo de la guerra y la causa justa por la que luchan, por la que luchamos!!.

La emoción hacía decir al mediano frases sin aparente entrelazamiento entre sí, pero cando le explicaran, seguro entenderá.

-Donde está Valthonis a todas estas??

Tranquilo, muchacho...-el anciano elfo acerca un cuenco a la boca de Orodreth-Bebe despacio.

El jugo del cuenco es rojo y espeso. Sabe a bayas y moras rojas, y a hierbas que el paladar de Orodreth no acierta a ubicar.

Oh... sí... La sagrada misión... Estamos tratando de minimizar las víctimas de una guerra horrible... como todas las guerras. El bando más fuerte depende del hierro de estas montañas para forjar espadas para sus ejércitos. Queremos evitar por todos los medios que eso ocurra. Pero estamos a las afueras del único pueblo minero de la región, así que Lott y Alton se han ofrecido para ir al pueblo y averiguar qué decisiones va a tomar el alcalde en los próximos días. Según esa información actuaremos de una manera u otra. Y... y ese es en resumen de lo que trata este asunto.

Valthonis está fuera. Podrás hablar con él durante los días que tardes en recuperarte.

Oh, no es tan grave como parece. Solo le faltan un poco las fuerzas... lo normal por no comer. Dadle unos minutos y podrá levantarse y caminar por su propio pié.

Gadrian retira el cuenco y ofrece un bollo de pan para que Orodreth lo coma por sí mismo.

Tonterías... ¿Porqué arriesgarse? Por su propia salud debería quedarse aquí.

Orodreth comienza a sentirse más aliviado y le sonríe al grupo-muchas gracias por su amabilidad- dijo tratando de incorporarse, una vez levantado miro al humano seriamente y exclamo- arriesgaría mi vida por los bosques y mas por vidas inocentes, no vale de nada vivir una vida vacía sin ningún tipo de esfuerzo- mordió el pan, sus papilas gustativas tardaron en reconocer el sabor, sin embargo, luego de unos segundos el sabroso sabor penetro en su lengua, de apoco se sentía mejor.

Miro al grupo por completo y dijo sin basilar-díganme que necesitan, y lo hare-sonrió a su amigo Alton.

El mediano dudaba, rascándose la cabeza lanza una mirada a su compañero que masticaba el pan como bestia hambrienta Nunca pensé en ver a uno de los 'honorables' elfos en este estado -Una ligera sonrisa se le escapó a causa de sus pensamientos, -Jmmm la verdad no se amigo....

-Mira al enano, a quién conocía un poco mas que al resto y el que seguramente estaba mas involucrado en la misión.

-Habiamos planteado esperar junto a Lott a que te recuperaras, y descender al pueblo los tres, pero nos dijeron que los elfos son vistos con suspicacia en el pueblo lo que pondría en riesgo la misión, no es así Enano??

Lott se alegró cuando Orodreth por fin dio señales de vida. Había estado muy preocupado por él desde que cayera luchando contra el escorpión. Hubiera querido acercarse a él y rezar a los dioses en agradecimiento, pero no lo hizo. Orodreth estaba siendo atendido por gente de su raza ¿Quien mejores que ellos para atenderle? Así que simplemente esperó, escuchando las palabras de sus compañeros.

Hasta que Alton mencionó el plan de actuación. - Tiene razón Alton, será mejor que recuperes fuerzas aquí. Si los del pueblo nos ven llegar con un elfo, no creo que estén dispuestos a confiar en nosotros... La voz del clérigo era grabe y profunda, pero había algo antinatural en la vibración de sus palabras. - Tal vez... continuó algo más dubitativo. - Tal vez si te hiciéramos pasar por prisionero... Tal vez así confiarían más en nosotros... La propuesta quedó en el aire, y los observó la reacción de Alton y de los demás presentes en el lugar.

¿Prisionero...?

Ledizia le da vueltas a algo... algo que le contaron días atrás.

Valthonis me dijo que visitó Holmet como un viajante más. Fue capturado y al día siguiente le sometieron a un juicio. Obtuvo un voto a favor y dos en contra, y le declararon culpable de morir en la hoguera. Pero un lugareño intervino y pidió clemencia... un semielfo. Y Valthonis fue indultado y pasó a unirse a los mercenarios.

Es peligroso, pero si razonáis y convencéis a uno de los tres jueces que votó en contra, Orodreth se librará de los cargos y podrá trabajar con vosotros. O incluso aunque no lleguéis a convencerle, el semielfo local podría ayudaros.

El mediano lanza una mirada fulminante al clérigo al insinuar semejante plan -...y mentir?, la mentira es para los cobardes que no saben afrontar una realidad que los agobia, la palabra de alguien es lo mas importante, para amigos y enemigos por igual; los dioses lo ven todo, lo oyen todo y lo saben todo y te juzgarán por tus actos una vez tu cuerpo este descomponiéndose.....

Escuchaba atentamente a la hermosa elfa, mientras su cabeza empezaba a funcionar.

Alton, y dejar al elfo con ese enano que despide un aura maligna?, y con su hermano que es peor??, seguro la dama es buena, pero nada podrá hacer si le hechan mano encima, mejor que vaya con nosotros, bajo el manto de la justicia..... pero no, no, no... puede ser muy peligroso, y si muere en la hoguera?? ohh nooo..... pero si muere por lo enanos será peor...... pero ellos no se atreverían a.... o si?.... Ahhh un mal menor no significa hacer el bien, mentir para salvar no está bien, no señor........ no lo vamos a hacer...... pero si depronto...

-Y bajo que cargos lo llevariamos?, como podriamos llevar a un prisionero y luego pedir para que lo declaren inocente?... Aún si convencemos a que no lo lleven a la muerte en la hoguera, seguro lo llevarán al calabozo por cargos de rebeldía, como sale de ahí??.... no seré participe de una fuga que atente contra las leyes!!, tampoco lo dejaré podrir en la cárcel, solo para adquirir mayor confianza por parte del alcalde.....

El mediano se pasa la mano por su cabellera negra como la obsidiana, pero al sentirselo grasoso y sucio, hace un gesto asqueado y se la limpia en la ropa. -Aunque podrá ser nuestro sirviente... Una sonrisa se le escapa al mediano pensando en la idea del elfo lustrándole las botas.

Al oír la ultima frase que salió de los labios de Alton, hizo que el clérigo produjera un pequeño gruñido y se pasara la mano por su mentón. - No es tan mala idea... Añadió al fin.

Los ojos del clérigo buscaron la mirada de Orodreth, intentando captar que pensaba él de todo aquello. - ¿Y bien amigo, que decís vos?