Partida Rol por web

Drassil estaba muerto de miedo, suerte que sus valientes compañeros pronto terminarían con los avestruces....

Mientras Drassil bailoteaba al son de su arpa delante del ave gigantesca echó un vistazo entre sus patas, viendo a sus compañeros en serias dificultades... pero eran héroes... seguro saldrían de esta, bastará con seguir tocando y mantener al jefe de la manada distraído. Drassil fijó sus ojos en los de la bestia y se vió a sí mismo.

"Se encontraba a un lado, todos sus compañeros atacaban furiosamente a un golem mientras él permanecía sin entrar en batalla, confiando en que sus compañeros serían suficientemente competentes, entonces todo se derrumba, y el gólem aplasta a Lynn contra una columna"

No habían pasado más que unas horas de tan dolorosisimo recuerdo, no dejaría que otro compañero muriera hoy.... Tampoco habia mucho que hacer... el efecto enajenador no duraría siempre... Soltó el arpa y recogió la ballesta a sus pies, el ave salió de su estupor a tiempo para recibir el proyectil en el nacimiento de su larguísimo cuello.

¡Cae! - Exclamó Drassil, pero el ave, fuera del encantamiento ni siquiera reparó en la astilla que se le clavaba en el pecho y graznó contra el mediano, haciendo que éste comenzara a retroceder muerto de miedo recargando su ballesta.

Jilokasina y Alton casi liquidan a uno de los dos pájaros que atontaron a Lott, pero las dos aves se empezaron a revolver. Una de ellas propinó un picotazo en la hermosa cara de la elfa, pero al intentar lanzar una coz, resbaló en la gravilla y cayó al suelo.

Dos de las bestias siguieron cantando a Orodreth, manteniéndole aturdido. Otras dos se incorporaron al grupo de los adalides y los justos, y empezaron a cantar. Pronto se les unió el ave rezagado por los abrojos de Drassil, que también cantó. Pero esta vez, ni siquiera Lott flaqueó.

Algo más lejos, Drassil abatió al monstruo que se replegaba con un certero disparo de su ballesta. Pero fue dejar de tocar, y el pájaro gigante dejó de estar absorto con la actuación. Sacudió la cabeza, avanzó hasta Drassil, y le propinó un picotazo que casi la atraviesa las tripas.

El pico del ave se clava en el cuerpo de Drassil sin encontrar ninguna resistencia, Drassil suelta un terrible alarido de dolor acompañado de perjurias y maldiciones, su mano pasea por la herida sangrante- Uaaaaaaaaaaaajjjj ¡Por todos los dioses! Pajarraco del demonio, maldita sea tu estampa

El mediano retrocede trastabillando unos pasos apartándose de otro golpe del ave que zarandea el cuello como un látigo con la peligrosa cabeza ondeando en busca de su carne, la ballesta se dispara rebotando la punta en uno de sus gordos muslos en el que ha producido un buen rasguño, insuficiente para tumbarle.

Drassil recarga la ballesta aterrorizado mientras se ve reflejado en las enormes pupilas del depredador

Repugnante pajarraco, te vas a tragar tu propio pico - Pronuncia ya el mediano sin esperanzas de sobrevivir al inminente embite, con lágrimas en los ojos ante su inminente muerte y con el corazón ya sin palpitar anticipándose a un futuro cercano

-Auhhh, dijo la elfa , con el picotazo

-Ha habido orcos que me han besado mejor y mas fuerte que tu, gallinita

Viendo que eran 2 y que le habian alcanzado ,levanto su escudo defensivamente tal como le habia enseñado su maestro

-A ver si ahora me dais

Tras lo que realizo un ataque con su espada que alcanzo el cuello ,haciendole una fea herida

-Que tal contrabesa mi espada, pajarraco?

Del rasguño en la pata del pájaro gigante empieza a emanar un poco de sangre. El monstruo te mira, te gruñe. De pronto, Drassil nota que desde detrás suyo, unos brazos se deslizan y tiran del pequeño mediano, levantando sus pies peludos del suelo firme. Nota la presión sobre su pecho, pero al mirar no ve brazo alguno que lo sujete. Sus piernas parecen colgar en el aire.

El pájaro sigue frente a él, con la mirada perdida, como si sus ojos de pollo atravesasen a Drassil. Con extrañeza, el ave gigante gira el cuello y pone su ímpetu guerrero en la batalla que existe en la entrada del cañón.

La divina voz de Heirouneos resonaba en el interior del mediano, con mas fuerza que los horribles cantos de las aves, el Dios del valor brindaba su gracia a su seguidor esta vez, brindandole corage y desición.

Su pequeña espada lograba clavarse no una, sino dos veces en la piel del avestruz, y aunque el daño ejercido no era mucho, la confianza en el mediano crecía cada vez mas.....

Los horribles graznidos de los pajarracos parecieron disminuir en intensidad. Heirouneos había oído las plegarias de Lott. Recuperando por fin todas sus facultades, el clérigo se apresuró a entrar en combate. Sus compañeros se veían superados en número, y no pensaba permitir tal cosa.

Espada y escudo en mano, Lott atacó a la bestia alada más próxima. - Guía mi acero Heirouneos! Gritó lleno de convicción.

La espada del acólito de Heirouneos voló certera en un tajo descendente, más el brazo del clérigo no logro ejercer la fuerza necesaria para herir de gravedad a la criatura.

El ave mayúscula cambia de objetivo, y se dirije con su bandada para trinchar a mis compañeros... todo está... en extraña perspectiva, Drassil menea los pies pero alguien le tiene bien cogido, sus pequeñas manos sacuden su ropa y parece que quienquiera que le sujete boca abajo afloja un poco...

¿Lynn...? ¡Lynn necesitan ayuda! ¡Allí los van a devorar!

Drassil ha perdido por completo la cordura, aunque él no lo sabe, nota las finas y delgadas manos de Lynn como si estuvieran ahí mismo, y el bardo le habla como si aún pudiera sentirla al lado, tintineando su acero juguetonamente contra su armadura y silbara al son del arpa del bardo, presta para la batalla

Va-vamos a ayudarles, nos necesitan ahora

Drassil continúa convencido, que Lynn, está con él

Jilokasina corta el cuello del monstruo malherido e indefenso que había tropezado. El resto de los de su especie se giran en dirección a la decapitación y empiezan a emitir un ligero gorgeo. Todas avanzan hacia Jilokasina y la empiezan a picar, como una bandada unida contra un enemigo común.

Alton y Lott se ven superados mientran intentan acabar con uno de los pollos. Ahora tienen a toda la manada encima, salvo por el más grandote. Pero ese... ese regresa de luchar con Drassil mostrando un pico manchado en sangre. Pronto se unirá al festín.

Los brazos invisibles sueltan bruscamente a Drassil, quién ve cómo algo levanta la gravilla al correr en dirección a la acción. Según se aleja, los ojos del bardo tienen más problemas en localizar las pisadas, hasta que simplemente ya no está.

¡¡ Lynn, espérame Lynn !! - La boina del mediano se ve rebotando sobre los arbustos, corriendo en dirección al combate desde detrás del avestruz gigante, alzando una mano y llevando la ballesta en la otra, a ratos desaparece, tropiezos y resbalones por las prisas pero persiste en perseguir al enorme depredador que segundos antes amenazaba con engullirle por completo de un solo mordisco

La situación le recuerda a aquella vez en que Feez el gnomo paladín, enarbolando una espada que por alguna especie de encantamiento refulgía llamas desde su ígneo filo, corría tras un grupo de ogros mientras desde un árbol cercano Drassil retrataba aquella divertida situación.... ¿Donde debió quedar aquél retrato? Tal vez quedó colgado en alguna taberna que ingenuamente pensaba era el dibujo de un cuento infantil y que para nada podía corresponder al relato que el bardo narraba aquella tarde.

La cara del mediano pálidece aún mas al ver la horrible situación en la que se encontraba la paladina, sus fuerzas mermaban a medida que la sangre brotaba de su cuerpo, la imágen de Lynn -aún fresca- volvía a su cabeza; eso no iba a volver a repetirse....

Con sus ojos aguados, cambia de objetivo, intentándo distraer una de las aves y quitársela de encima a la elfa; clava su pequeña espada en la pata de una de ellas, confiando en que lo elija a él como nuevo objetivo -Ven a mi, cobarde... le dice, aún sabiendo que las aves no entenderían nada.

La cosa se ponía fea por momentos. Lott levantó la cabeza y observó a su alrededor, las aves les superaban en número y par arreglar las cosas, la más grande se acercaba dispuesta a acabar con ellos. Tal ves si conseguía que herir a la bestia mayor, las demás huirían o se dispersarían.

Por la mente del clérigo pasaron mil pensamientos. Jilokasina estaba herida, y Alton corría a socorrerla. Tenía que ganar tiempo y detener a aquella bestia enorme.

Decidido, Lott se retiró del alcance del avestruz que acababa de herir cubriéndose con su escudo, en dirección a la más grande. Dispuesto a trabarse en combate con aquel monstruo enorme.

Cuando la vida de Jilokasina está en peligro, Orodreth no puede evitar ejercer su labor de guardaespaldas y extender su protección a la hermana de la Dama Perlada. Baja al primer nivel, para ofrecer otro blanco en el que los pájaros descarguen su ira, y empieza a conjurar. Una pequeña orbe de frío, como una bola de nieve, sale de su mano y golpea la cabeza de uno de los monstruos, haciéndolo caer.

Dos de las bestias dirigen entonces su ira contra el mágico de guerra. Un par de fuertes picotazos tumban al elfo.

El punzón de Alton sirve para que otro de los animales se distraiga del ataque conjunto a Jilokasina. El pájaro tiene problemas para acertar en un blanco tan pequeño.

La elfa se dedica a protegerse de los picotazos, esperando que la ayuda de sus compañeros elimine a sus atacantes. Y mientras, a lo lejos, Drassil empieza a correr acercándose a la lucha.

Y en el centro, apoteósico, Lott y el gran pájaro combaten en lucha desigual. Y el clérigo es el que se lleva la peor parte. Recibe un pisotón y un enorme picotazo que por poco no le cuestan la vida.

ante el aluvion de golpes y heridas , la paladin decide tomarse un respiro en forma de hechizo , sus conocimnentos le permiten imponen sus manos he invocar a su dios para curar heridas y asi lo hace

Esquivando a los animales que pretenden hacer un queso gruller con ella, se toca el pecho y la energia emana en forma azulada, un brillo azulado envuelve sus manos y sus heridas cicatrizan , no mucho pero lo suficiente para seguir dando guerra un asalto mas

Con gran agilidad, el mediano esquiva los picotazos del avestruz, por poco y atraviesa uno de sus pies Estuvo cerca pensaba mientras ve la oportunidad de atacar una de las aves que pasaba cerca suyo, tenía la guardia baja y lanza una estocada contra el ave, pero su concentración estaba puesta sobre su rival que intentaba comérselo vivo.

UUna presa pequeña como yo, será muy difícil de engullir bestia aberrante conviértete en comida de mi estómagoooooo!! El mediano lanza otra estocada, esta vez al ave que enfrentaba, logra rozarla y sacarle a volar algunas plumas, suficiente para seguir distrayéndola mientras la hemrana de lynn realiza curación sobre sí misma.....

Heirouneos estaba probando la fe de Lott. No cabía duda alguna. La vida se escapaba del cuerpo del enorme clérigo, gota a gota. Derramándose sobre el pedregoso suelo. El cuerpo dolorido de Lott luchaba por sumirse en un profundo y placentero sueño, escapando de aquel lugar maldito. Más la voluntad férrea del devoto servidor de Heirouneos no pensaba ceder, aun no. Tenía que ganar tiempo, tenía que dar la oportunidad a sus compañeros.

Los miembros magullados y malheridos de Lott, alzaron el escudo con la clara intención de defenderse hasta la muerte de aquella bestia emplumada y gigantesca.

Sus labios musitaron una oración al cielo en busca de la ayuda de su poderosa deidad para sanar su heridas.

Tras haber abatido a Orodreth, las dos avestruces vuelven arremetiendo cada una contra un paladín distinto. Y ambas atraviesan las defensas de las protecciones de las armaduras con sus picos, hundiéndolos en la carne.

Las heridas de Jilokasina sanaron tan deprisa como los sucesivos picotazos que recibió. Su visión se enturbia, sus rodillas flaquean y su delgado cuerpo se tambalea amenazando con caer. Y aún así, su coraje la hace prevalecer. Sigue en pie, Saint Cuthbert sabrá por cuanto tiempo.

Lott, tras no lograr conectar con su dios, mira hacia arriba. En el extremo de ese largo cuello un enorme pico se balancea hacia abajo como un mazo al golpear. Heironeous proveyó de otra forma, le negó a su discípulo la curación, pero hizo que el enorme pajarraco no atinara en la cabeza de Lott y que su pico se estrellase contra la dura tierra. El monstruo deja escapar un ulular quejumbroso, parecido al que haría un pavo emborrachado de vino.

Y a lo lejos, el pequeño Drassil sigue acercándose con su lento avance pero de vivos movimientos de pies.