Partida Rol por web

Al entrar notáis la gran diferencia de luz en el ambiente y comprendéis mejor los rumores que corren por ahí sobre la cantina y su dueño. Un ambiente poco iluminado junto a una atmósfera humidificada, hacen de los reservados un lugar discreto donde concertar citas y negocios, en un agradable ambiente. El humidificador está situado en el centro de la barra rectangular echando continuamente chorros de agua pulverizada  con vapor, impidiendo ver claramente a mas de dos metros. De echo, lo único visible desde todos los rincones de la taberna es la banda de Twi´leks que intentan debutar tocando sus canciones en el escenario. La taberna, es en definitiva, el lugar idóneo para buscar dinero fácil o hacer tratos sucios.

El enorme wookie tenía claro que debía pasar inadvertido, aunque iba a resultar difícil. Como quien no quiere la cosa, se acercó a una de las mesas  mientras se colgaba el bláster al hombro e intentaba  tranquilizarse y no parecer sospechoso. Lanzó una mirada cómplice a su compañero humano y señalo con su mano peluda la mesa donde  se acomodó aguardando que le atendiesen.

Levantó la vista a diestro y siniestro y, cuando confirmo que nadie se había fijado en ellos  gruño en dirección al humano que venia con el:

-  Grooor ruuur warrrg , Roorh...purr woor..?-

La humedad y la poca visibilidad del ambiente producida por el Humidificador situado en el centro del lugar hacen que note de inmediato cuales son las características del lugar y para qué actividades es idóneo. Avanzo junto con el Wookie hasta la mesa que me señala y me siento a su lado. Miro alrededor y veo a la banda de Twi'leks tocar. Me subo la capucha para ocultar mi cabeza y mi rostro en las sombras y así mirar más disimuladamente a nuestro alrededor.

El Wookie me habla y escucho una serie de gruñidos que, aunque yo no identifico ninguno, sé que tienen un patrón y que en realidad es un lenguaje. Hay muchos humanos capaces de entender ese lenguaje, pero yo no soy uno de ellos. De hecho, me siento un poco molesto al darme cuenta de que el Básico es el único lenguaje que domino.

Le contesto un poco decepcionado de mí mismo con una voz amable:

 - "Escucha amigo, no entiendo nada de lo que dices. Me llamo Kazer, Kazer Almoth. Vine aquí porque escuché del problema con los piratas y quiero ayudar, por un precio obviamente. Pareces un tipo hábil, bueno, te vi destrozar un droide de un golpe así que sé que podrías ser de ayuda también. Podemos ignorarnos amablemente o ayudarnos. ¿Te parece? Aunque lo primero sería saber tu nombre. ¿Sabes escribir en alfabeto común?"

Comienza a buscar algo donde escribir: Una servilleta, un papel, una pluma que escriba sobre la mesa, un aparato electrónico. Cualquier cosa con la que nuestra comunicación se facilite sería de gran ayuda.

Luego de charlar con el barman, asegurándose que su disponibilidad como piloto correrá por los círculos adecuados, Jenssar se acomoda en la barra, disfrutando una cerveza y charlando con otros viajeros espaciales. Presta atención a los últimos rumores que circulan la zona, sobretodo con el ultimo alboroto del espaciopuerto. Y sobretodo, presta atención a sus bolsillos, no sera la primera vez que intentan despojarlo de sus créditos...

Te acercas a la barra donde el camarero te pregunta enseguida que deseas tomar. Después de pedirte una cerveza y darle un par de sorbos, decides que al dueño le importa un comino que seas de su misma raza. ¡Ni siquiera ha echo amago de entablar conversación en vuestro idioma o en algún idioma!. 
Escuchas un trozo de conversación mantenida entre un humano y un Rodiano que se encuentran a tu lado. Parece ser que un tal Keen Baa está buscando algún aparato específico, un computador o un droide. El resto de la conversación te la pierdes cuando notas como una mano intenta sacar la cartera de tu bolsillo... 

Buscas algo con lo que poder comunicarte con el Wookie y al final lo encuentras. Un servilletero en la barra puede dar una solución a corto plazo al problema y así poder comunicaros hasta encontrar un sistema mejor.
Te diriges a la barra directo a coger el servilletero cuando algo llama tu atención. El Wookie está tenso, mira fijamente algo cerca de la barra. Sigues su mirada y ves como un tipo alto, un Duro apoyado en la barra y concentrado en una cerveza está siendo robado. El ladrón es un humano de cara cetrina y parece que se da cuenta que le estás mirando.

Me acerco a tomar el servilletero cuando veo al humano intentando robarle a un Duro. No me gusta meterme donde no me llaman por un tema de protección, pero un ladrón no puede hacerme daño en este lugar. Cuando noto que me ve, le muestro con mi vista el mango de mi bláster de iones, al que le doy un par de golpecitos con la mano para que lo note mientras le hablo:

 - "Ni a mí ni a mi gran amigo nos gustan mucho los ladrones por aquí. Si te largas y no vuelves en un buen tiempo quizás nos olvidemos del asunto. ¿Te parece?" - Digo mientras señalo al enorme Wookie rugiendo desde una mesa con un rifle bláster al hombro.

Intento de que mi tono sea amenazador, lo suficiente como para que el tipo desista de responder y nos haga a todos la vida más fácil. Le sostengo la mirada lo suficiente para que note que no estoy asustado y que lo mejor para él sería largarse de una vez sin armar problemas.

-Eh!, que haces.-Ves como el carterista se echa encima del Duro derramando su cerveza a los dos, humano y rodiano, tipos de al lado. El rodiano parece cabreado y el carterista te grita enfadado.-¿Por qué me has empujado? estás mal de la cabeza.-El ingenioso carterista se gira hacia los tipos empapados de cerveza con un tono un tanto despectivo.-Fue él quién me ha tirado encima de vosotros, veis como me he mojado yo también y esta tela es cara. A por él.-Al parecer casi todo el bar le cree, pues todas las miradas se fijan en ti. Los dos tipos intentan rodearte.

Veo como todos comienzan a mirarme y noto que la situación se va a poner muy fea de un momento a otro. Noto que el tipo es más duro e ingenioso de lo que pensaba, por lo que utilizo el recurso que, aunque es peligroso, más de una vez me ha mantenido fuera de los problemas.

Levanto la mano hacía él y hago un movimiento en los dedos que termina con mi índice apuntando a su rostro en forma de amenaza. Espero que parezca un recurso paralingüistico a mis palabras, pero en verdad son la manera más fácil de canalizar La Fuerza para el truco mental. Mis palabras llevan el mensaje que La Fuerza implantará en su mente:

 - "Tu sabes que eso es mentira. Sabes que robabas al Duro y que inventaste esto para salvarte y poner al bar en mi contra por meterme. Les dirás a todos la verdad, te irás de aquí y no volverás a este lugar."

Uso La Fuerza para que mis palabras sean grabadas en su mente débil y obedezca a mis órdenes, saldando así la situación y sacándonos del peligro que conlleva una riña en un bar como este. 

El wookie vigilaba los movimientos del humano que le acompañaba, mas por precaución que por preocupación; ya que no le apetecía llamar atención. Por suerte o desgracia, se había juntado con uno de esos samaritanos dispuestos a  meterse en problemas  para defender una causa justa.

Al ver la situación que se generaba, Roorh sacudió la cabeza y llevo los ojos al cielo -Se que me arrepentiré de esto.- Pensaba para sus adentros cuando se levanto del taburete  y echó a andar en dirección a su  incauto compañero. Mientras ce acercaba. algunos de los clientes de la cantina se apartaban un poco de el; temerosos de lo que pudiese hacer el wookie es estas situaciones...

-Yo sé que eso es mentira. Sé que robaba al Duro y que inventé esto para salvarme y poner al bar en tu contra por meterte. Les diré a todos la verdad, me iré de aquí y no volveré a este lugar.-Las palabras salían de su boca casi seguidas a las tuyas y en su cara podía reflejarse una especie de serenidad incauta. El hombre dio la vuelta y se dispuso a salir del local cuando el humano sujetó a este por la espalda y el rodiano le propinaba golpes en el estómago.

Es extraño pero jurarias que el tipo al que acabas de conocer ha utilizado ese poder que dicen ser propiedad de los Sith. Según te contaron, un Sith era capaz de borrar tu memoria y que obedecieras su total voluntad sin darte cuenta.

Con cara de pocos amigos,el enorme wookie se acerco en dos pasos al humano que había llegado con el.  Ambas manos lo agarraron del cuello y lo elevaron varios centímetros del suelo.  Roorh gruño con las fauces abiertas de manera inquisitiva:

- ¡¿roooar wroooar grooooor grith?!- parecía bastante enfadado  y alterado por algo que había hecho Kazer Almoth:-Roooar grith??-

El ladrón es susceptible a mi influencia y parece que todo se soluciona cuando los tipos comienzan a golpearlo. No me parece algo del todo apropiado pero la justicia llega de una forma o de otra:

"No podía esperar vivir de esto y además ser un embaucador dispuesto a que me mataran por meterme y no esperar que le llegase un poco de su propio merecido."

Ya está listo y me dispongo a volver a mi asiento cuando siento que me alzan en el aire. Me fijo y veo que es mi compañero Wookie el que lo hace. Luego pronuncia unas palabras que obviamente no entiendo y que parece ser alguna clase de interrogación. Le respondo un poco sorprendido por la reacción:

 - "Tranquilo compañero, ya está todo en orden. No llamemos más la atención, por favor. Vamos a sentarnos y evitemos meternos en más líos. Este fue mi culpa, lo reconozco, pero es que me molestan los ladrones."

Le pido con el rostro que me baje y que nos vayamos a sentar. Ya la tormenta ha pasado para mí y mezclarnos en aquel bar sigue siendo nuestra mejor opción hasta que se olvide el suceso del espacio-puerto.

Jenssar siente alguien intentar robarle y rápidamente coge su cartera, girándose de golpe. Pero antes que pueda reaccionar, un humano y un Wookie ya han intercedido por él. De repente la cosa se pone fea y está a punto de liársela a golpes, pero el ladón confiesa y parece largarse. De golpe, el ladrón es tomado a golpes mientras que el wookie se enfada con el humano. ¿Pero qué está pasando?

Dejándose llevar por el instinto, me paro al lado del wookie, intentando que suelte al humano. Escucho lo que grita en su idioma e intercedo -No le mates aún, solo espera un segundo, de todas maneras, no te conviene andar gritando eso a la ligera...

Le comento al humano al oido. -Pregunta si eres un Sith... y mejor será que seas convincente, o te romperá el cuello sin que pueda hacer nada.

Estoy esperando a que el Wookie me baje, lo que no parece tener deseos de hacer, cuando el Duro al que ayudé intercede, comunicándome las palabras de mi compañero. Abro los ojos de golpe, sorprendido por lo que sucede:

"¿Un Sith? ¿Acaso este Wookie conoce los trucos de La Fuerza?"

Le respondo mirándole a los ojos, para que vea toda la sinceridad en mí pues no planeo mentirle:

 - "¿Te parece que un Sith viajaría en ese transporte como un pasajero más? ¿Te parece que un Sith llevaría un blaster como yo y no haría gala de su sable de luz rojo y sus poderes? ¿Te parece que un Sith intentaría ayudar a otra persona, como el Bothan o el amigo Duro aquí presente? No, amigo mío, te lo aseguro, yo no soy un Sith. Quizás si me bajases y nos fuésemos a una zona más privada podría explicarte más con calma."

No era una zona agradable para hablar: Los fuertes brazos del Wookie estrujándome, el ruido de los golpes que los sujetos le dan al ladrón y las miradas de demasiados curiosos hacen de este un lugar en el que no me siento del todo cómodo. Espero a que mi compañero me baje para poder volver a sentarnos con calma.

Me vuelvo hacia el wookie. -Vamos colega, creo que dice la verdad. Dejadme que os invite un trago a los dos. Gracias a vosotros todavía conservo mi dinero.

El wookie bajo al humano sin apartar la furibunda mirada que  mostraba su sospecha. Sin embargo, las intervenciones de Kazer y el Duro habían calmado sus ánimos,lo suficiente para que se girase y volviese ala mesa de donde había partido.  Una vez en ella, se desplomó sobre su asiento y miro con cierto recelo a los nuevos compañeros. Con un gesto aburrido los invito a la mesa.

- Wuuur grooor warrg  woooor gruuuuur ruuooor , ruuur...-  gruño entre dientes  con cierto resentimiento en el sonido de su voz.